El Mashiaj conforme al judaísmo





Prólogo


Vivimos en tiempos de cataclismos históricos. Una época de cambios drásticos y acontecimientos vertiginosos en todos los aspectos de la condición humana. Estos reflejan con misteriosa precisión los síntomas del advenimiento de la Era Mesiánica, descrita con claridad en el Talmud, el Midrash y otros escritos sagrados(1). Esto torna a la gente aún más consciente del principio de la Redención Mesiánica, el concepto del Mashíaj y los efectos de su inminente revelación.

 

Creer en la llegada del Mashíaj es un fundamento de la Torá y la fe judía(2). No obstante, muy pocos sondean su significado e implicaciones. La doctrina es confirmada, pero como un teorema abstracto y no como una cuestión práctica de relevancia inmediata. En realidad, el tema está rodeado de mucho recelo. Este recelo se sustenta parcialmente en el temor innato por lo desconocido, el desasosegante misterio del futuro oculto. Además, persiste el recuerdo de las tristes consecuencias de las desventuras del pasado, como la infortunada historia de supuestos Mesías y sus incumplidas predicciones que dejaron un reguero de dolorosa desilusión y desaliento(3).

 

Por otra parte, precisamente en momentos de grandes tribulaciones -  numerosas en la historia judía, hasta nuestros días -, es la creencia en el Mashíaj y la gueulá (Redención) la que enciende las chispas de la esperanza. Ayudó a sobreponerse a las peores persecuciones y sufrimientos, anticipando el Día Divino del Juicio, cuando el bien triunfará sobre el mal, y el mundo ingresará en la era en que la verdad, la paz y la hermandad universal reinarán soberanas, ya que “toda la Tierra estará llena del conocimiento de Di-s” (Isaías 11:9) y “todos proclamarán el Nombre de Di-s para servirlo con total consenso” (Sofonías 3:9)(4).

 

Las señales  de la Era Mesiánica son ahora más evidentes que nunca. Esto ha renovado el interés en conocer más acerca de ella. Las preguntas se formulan pero hay muy pocas fuentes que recopilan la información dispersa en muchos escritos de las Sagradas Escrituras, el Talmud y el Midrash. De estos, difícilmente se puedan encontrar algunos en lenguaje llano o accesible al entendimiento del lego.

 

En este contexto, recientemente se le solicitó al autor que disertará sobre este tema. A esto le siguieron numerosos pedidos de comprometerse a escribir al respecto. Y así apareció este opúsculo: es una síntesis de esas disertaciones.

 

El lector no debe esperar nada original, ni un desarrollo muy exhaustivo. A lo sumo se trata de un esfuerzo para presentar una compilación limitada de los principios básicos acerca del Mashíaj y de la Era Mesiánica, seleccionados del Tanaj, Talmud, Midrashím y Rambam, y otras pocas fuentes autorizadas, todas ellas relacionadas con la comprensión general del tema.

 

De todos modos, el esfuerzo de verter estas enseñanzas por escrito no se efectuó por razones meramente académicas. El conocimiento es un medio que conduce a un fin más elevado: “el objetivo de la sabiduría es teshuvá (el retorno a Di-s) y ma’asím tovím (buenas acciones)” (Berajot 17a). Por eso se espera que el estudio de estas páginas no sólo informará al lector sino que también le advertirá sobre la importancia y actualidad de su contenido: despertar y fortalecer la espera de la Redención Mesiánica como lo ordena la halajá (ley judía)(5).


Nuestra época no es la primera que ha sido identificada como la más auspiciosa para el cumplimiento de las profecías mesiánicas. Cuando en ocasiones anteriores las manifestaciones fueron propicias, los sabios se expresaron oralmente y por escrito exhortando a la gente a mejorar sus acciones y a beneficiarse con la oportunidad de traer al Mashíaj. Por ejemplo, R. Moshé ben Najmán (Rambán) escribió su libro Sefer HaGueulá en previsión de la Redención en sus días. En mayor medida, R. Itzjak Abarbanel previó lo mismo para su época (hasta la fecha el trabajo más amplio sobre nuestro tema) Mashmía Ieshuá (compilación de todas las profecías mesiánicas del Tanaj, excepto las del Libro de Daniel), Maianei Haieshuá (debate los pasajes mesiánicos de nuestros sabios, y refuta algunas distorsiones acerca del principio del Mashíaj).

 

Don Abarbanel señala que elaboró ese trabajo preocupado por su pueblo “en la noche de oscuridad, para despertarlo del sueño del galut (el exilio diaspórico). Debido a las aflicciones del pueblo de Di-s, su corazón anhela y está sediento de las aguas del espíritu... por eso cavo este pozo para ofrecer a mi pueblo elegido ´agua fresca para un alma desfalleciente, buenas nuevas...´(Proverbios 25:25)"(6). "Mi firme propósito es fortalecer manos débiles y fortificar pies tambaleantes"(7). Como Rambán antes que él(8), considera su ventura de prever el significado e intención de los pasajes mesiánicos, lo que no está solo permitido sino que es obligatorio debido a la proximidad de la redención(9). Afirma, que ante la inminente gueulá (redención final), todos los que actúan en tal sentido

 

“hacen mucho mérito, puesto que fortalecen al pueblo de Di-s en su fe, agregan esperanza e inmensa expectativa por la Gracia Divina... (siendo que advierten que), ´Mi salvación está próxima a llegar y mi justicia a ser revelada”(Isaías 56:1)(10).

 

En el último siglo esto sucedió otra vez, por obra del santo Rabí Israel Meír HaKohén, una autoridad ampliamente aceptada de su época, más conocido por el título de su famoso trabajo, Jafetz Jaim. Él habló, escribió, exhortó y advirtió incesantemente al pueblo de Israel para que se preparara para la inminente redención. Como quizá ninguno antes que él, mediante cartas, proclamas y la publicación de trabajos especiales procuró alertar a Israel acerca del mensaje. Innovó y renovó el estudio de las leyes relativas al servicio del Templo, especialmente las de los cohaním (sacerdotes), ya que las mismas serían en poco tiempo de importancia práctica.(11)

 

Por cualquiera que sea la razón, aquellos momentos potenciales para la llegada del Mashíaj no llegaron aún a concretarse(12). En la actualidad, no obstante, los sucesos del momento indican nuevamente, aún más que antes, que:

“La voz de mi amado, he aquí que él ha venido, saltando por los montes, brincando por las colinas... He aquí que él está parado detrás de nuestro muro, observa por las ventanas, escudriña a través de las rendijas... ¡Levántate amado mío, hermoso mío, y avanza! Porque he aquí que el invierno ya ha pasado, la lluvia ya pasó y se ha ido. Los capullos ya aparecieron en la tierra, ha llegado el tiempo de cantar, y la voz del guía se oye en nuestra tierra”. 

(Cantar de los Cantares 2:8-12)

Los grandes líderes de nuestra propia generación nuevamente nos están alertando que estamos viviendo los tiempos más propicios y trascendentales (12*). Por lo tanto, es perentorio renovar nuestra creencia y anhelante espera de la redención mesiánica: ser consciente de ello significa estudiar las leyes y enseñanzas pertenecientes, pedir y esperar su inmediata realización, y colaborar para su concreción real en nuestros días(13). Promover este objetivo es la finalidad de este opúsculo.

 

J. Immanuel Schochet

Toronto, Ontario, 28 de Siván de 5751

 

1- Prólogo.

2- Prólogo a la segunda edición.

3- Prólogo a la Traducción Española.

4- Capítulo 1: Creer en el Mashiaj.

5- Capítulo II: La Era Mesiánica.

6- Capítulo II: La reunión de las diásporas.

7- Capítulo II: La Era Mesiánica parte C: Fin del mal y del pecado.

8- Capítulo II: La Era Mesiánica - parte D: Conciencia y conocimiento de Di-s.

9- Capítulo II: La Era Mesiánica - parte E: Culto universal a Di-s.

10- Capítulo II: La Era Mesiánica - parte F: Paz y armonía universales.

11- Capítulo II: La Era Mesiánica - parte G: Resurrección de los Muertos.

12- Capítulo II: La Era Mesiánica - parte H: Fin de la enfermedad y la muerte.

13- Capítulo III: Ikvot Meshija (los talones del Mashiaj

14- Capítulo IV: La Personalidad del Mashiaj - parte A: El Mashiaj: un humano.

15- Capítulo IV: La Personalidad del Mashiaj - parte B: El Mashiaj en cada generación.

16- Capítulo IV: La Personalidad del Mashiaj - parte C: El carácter y las cualidades.

17- Capítulo V: Fecha de la Llegada del Mashiaj.

18- Capítulo VI: Apresurar la llegada del Mashiaj  - parte A: Mitzvot especiales.

 

Mashíaj: El concepto de Mashíaj y la Era Mesiánica en la Ley Judía y su Tradición


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