1/01/2025

Zohar 3:173b: ¿El Zohar respalda la genealogía del Evangelio de Lucas y por tanto Yeshú es el Mashiaj según el Zohar? ¡Otra ocurrencia de los natzratim!

BS"D


Los 42 principios hermenéuticos del Zohar[1] representan un sistema interpretativo profundamente complejo y multifacético que se utiliza para descubrir las capas ocultas de significado dentro de la Torá, constituyendo una metodología esotérica que va mucho más allá de la simple exégesis textual. Estos principios, que no se encuentran listados explícitamente en una única fuente sino que se derivan del estudio de textos cabalísticos, especialmente del Zohar, abarcan desde el nivel más básico de interpretación literal (Peshat) hasta los aspectos más profundos del misticismo judío (Sod), incluyendo técnicas sofisticadas como la Gematria (que explora el valor numérico de las letras hebreas), el Notarikon (que interpreta las palabras como acrónimos), y el Tzeruf (que estudia las permutaciones de letras). El sistema incluye también principios como el simbolismo de los nombres divinos, la integración de la Halajá y la Agadá, los ciclos temporales, y conceptos místicos como la Shevirat HaKelim (la ruptura de los recipientes) y la unión de los diferentes niveles de la Torá. Es fundamental comprender que estos principios hermenéuticos están firmemente arraigados en la tradición mística judía y operan dentro de un marco específico de pensamiento cabalístico, por lo que resulta inadecuado y metodológicamente incorrecto intentar aplicarlos para validar interpretaciones cristianas, como la genealogía de Jesús (Yeshú HaMamzer) presentada en el Evangelio de Lucas. Tal apropiación no solo representa una malinterpretación fundamental del propósito y contexto original del Zohar, sino que también ignora la naturaleza intrínsecamente judía de estos métodos interpretativos, que están diseñados específicamente para profundizar en la comprensión de la Torá desde una perspectiva mística judía, no para validar o justificar doctrinas de otras tradiciones religiosas. El Zohar y sus principios hermenéuticos constituyen un sistema coherente y autónomo dentro del misticismo judío, y su aplicación debe respetarse dentro de estos límites tradicionales y contextuales.

Por tanto, la interpretación cristiana del pasaje del Zohar 3:173b representa una serie de errores hermenéuticos y malentendidos fundamentales que deben ser abordados exhaustivamente. 

El texto original en arameo establece: 

"מְבַשֶּׂרֶת צִיּוֹן, דָּא אִיהִי חֶפְצִי בָּהּ, אִתְּתָא דְּנָתָן בַּר דָּוִד. אִימָּא אִיהִי דִּמְשִׁיחָא, מְנַחֵם בַּ"ר עַמִּיאֵ"ל" 

(La que trae buenas nuevas a Sión es Heftzibá, la esposa de Natán hijo de David. Ella es la madre del Mashíaj, Menajem hijo de Amiel).

Este pasaje debe interpretarse según los principios hermenéuticos del Zohar, específicamente bajo el principio de Sod (interpretación mística) que establece “התורה יש לה גוף ונשמה; הגוף הוא המצוות, והנשמה היא הסוד” (La Torá tiene un cuerpo y un alma; el cuerpo son los mandamientos y el alma es el secreto). La interpretación cristiana comete varios errores críticos: 

Primero, toma un texto místico de manera literal, ignorando que el Zohar utiliza un lenguaje simbólico y alegórico para transmitir verdades espirituales profundas. 

El texto continúa: “קָלָא יִשְׁתְּמַע בְּעָלְמָא, וּתְרֵין מַלְכִין יִתְּעֲרוּן בְּעָלְמָא” (Una voz se escuchará en el mundo, y dos reyes se levantarán en el mundo), lo que claramente indica que estamos ante una narrativa profética y no una descripción genealógica literal. El Rabino Margolies, en su explicación, no está validando una genealogía alternativa, sino explicando un principio místico sobre el yibum (matrimonio levirato) que refuerza, no contradice, la línea mesiánica salomónica. De hecho, el texto del Zohar específicamente menciona: “הִנֵּה שְׂכָרוֹ אִתּוֹ וּפְעוּלָּתוֹ לְפָנָיו” (‘He aquí su recompensa está con él, y su obra delante de él’), estableciendo una conexión directa con las promesas divinas hechas a Salomón. La mención de Heftzibá y Natán debe entenderse en el contexto de los 42 principios hermenéuticos del Zohar, específicamente el principio de “pares” que establece que “todo tiene su opuesto” y el principio de “Geografía Mística” que indica que “los viajes de Israel son los viajes del alma”. Además, el texto continúa con “וְתוּ תְּבַשֵּׂר זִמְנָא תִּנְיָינָא, בְּשַׁעֲתָא דִּשְׁכִינְתָּא תְּסַלֵּק עַל הַהוּא טוּרָא עִלָּאָה” (‘Y además anunciará por segunda vez, cuando la Shejiná ascienda a esa montaña elevada’), lo que claramente indica que estamos ante una narrativa que describe eventos espirituales y no genealógicos. La interpretación cristiana también ignora completamente el principio de “Mashiaj y redención” del Zohar que establece que “los secretos de la Torá conducen todos a la revelación del Mashíaj, que está oculto en las palabras de la Torá”. El texto identifica específicamente al Mashíaj como “מְנַחֵם בַּ"ר עַמִּיאֵ"ל” (Menajem hijo de Amiel), un nombre que tiene profundo significado místico y que no tiene relación alguna con Yeshú HaMamzer. Además, el texto continúa con una descripción detallada de eventos mesiánicos que no tienen paralelo en la narrativa cristiana: “וְתַמָּן אוֹמִיאַת, דְּלָא תִּיטוֹל מִתַּמָּן, וְלָא תִּפּוּק, עַד דְקוּדְשָׁא בְּרִיךְ הוּא יִפְרוּק לִבְנָהָא” (‘Y allí jurará que no se moverá de allí ni saldrá hasta que el Santo, bendito sea, redima a sus hijos’). La interpretación cristiana también ignora el principio fundamental establecido por Maimónides que incluye la descendencia salomónica del Mashíaj como parte de los 13 principios de fe judía, algo que el mismo artículo de Jabad enfatiza. El texto del Zohar debe entenderse en su contexto místico completo, donde “וְאִיהִי בִּכְלָלָא דִּמְבַשֶּׂרֶת צִיּוֹן” (‘y ella está incluida en la categoría de la que trae buenas nuevas a Sión’) se refiere a un proceso espiritual de redención y no a una genealogía literal. La mención de Heftzibá y el matrimonio levirato debe entenderse como una alegoría mística que refuerza, no contradice, la línea mesiánica establecida a través de Salomón, como se evidencia en el texto “הִנֵּה יְיָ אֱלֹהִים בְּחָזָק יָבֹא וּזְרוֹעוֹ מוֹשְׁלָה לּוֹ” (‘He aquí el Eterno Dios vendrá con poder, y su brazo gobernará por él’). Intentar usar este texto místico para validar una genealogía literal cristiana del Evangelio de Lucas representa no solo una incomprensión fundamental del género literario del Zohar y sus métodos interpretativos, sino también una distorsión de su propósito espiritual y mensaje mesiánico.


Para desilusión de los natzratim (avdielitas del sábado lunar) el texto del Evangelio de Lucas que se posee en versiones antiguas como en el Codex Sinaiticus o en el Codex Vaticanus son versiones adulteradas, ya que la versión antigua que poseía Marción de Sinope es fundamental para el estudio del cristianismo primitivo y la figura histórica de Yeshú, ya que representa una versión más antigua en comparación con los textos que se encuentran en los códices mencionados. Esta versión primitiva del Evangelio de Lucas, conocido como el “Evangelio de Marción”, es considerado por muchos estudiosos como un testigo temprano de la tradición lucana, lo que permite a los investigadores explorar las etapas de redacción y transmisión del texto evangélico. La relevancia de este texto radica en su capacidad para ofrecer una perspectiva sobre cómo se entendía a Yeshú en un contexto judío, donde Marción lo veía como un apóstata del judaísmo. Esta visión se fundamenta en la interpretación de Yeshú como alguien que se apartó de las enseñanzas tradicionales del judaísmo, lo que contrasta con la imagen más conciliadora que presentan los evangelios canónicos.

Desde una perspectiva académica, el estudio del Evangelio de Marción permite a los investigadores abordar la figura de Yeshú desde un ángulo crítico y contextualizado. La importancia de este texto radica no solo en su antigüedad, sino también en cómo refleja las tensiones entre las primeras comunidades cristianas y su relación con el judaísmo. Marción, al rechazar partes del  Tana”j o “Antiguo Testamento” y enfatizar un dios diferente al del judaísmo, proporciona un marco para entender las divisiones teológicas que existían en el siglo II. Esto es crucial para la búsqueda del Jesús Histórico, Yeshúa le dicen los biblistas, ya que permite analizar las diversas interpretaciones y representaciones de Yeshú en el contexto de su tiempo, así como las reacciones a su figura dentro del judaísmo (Roth, D. T. (2015). The Text of Marcion’s Gospel. Brill. pp. 285-286). Por lo tanto, el Evangelio de Marción no solo es un documento antiguo, sino una clave para desentrañar las complejidades del desarrollo temprano del cristianismo y sus interacciones con la tradición judía.


Un análisis detallado del texto de Marción, según lo documentado por Epifanio en el Panarion, revela decisiones editoriales significativas que afectan nuestra comprensión de su interpretación de Yeshú. Epifanio señala específicamente que:

 “οὗτος γὰρ ἔχει εὐαγγέλιον μόνον τὸ κατὰ Λουκᾶν, περικεκομμένον ἀπὸ τῆς ἀρχῆς διὰ τὴν τοῦ σωτῆρος σύλληψιν καὶ τὴν ἔνσαρκον αὐτοῦ παρουσίαν” 

(este tiene solo el evangelio según Lucas, cortado desde el principio en lo referente a la concepción del Salvador y su presencia encarnada). 

Esta versión del texto original refleja la teología marcionita que buscaba distanciar a Yeshú de sus raíces judías. La evidencia textual sugiere que la versión lucana de Marción comenzaba su evangelio directamente en “ἐν τῷ πεντεκαιδεκάτῳ ἔτει Τιβερίου Καίσαρος” (en el decimoquinto año de Tiberio César), donde no aparece toda la narrativa previa. Esta decisión editorial es particularmente relevante cuando se considera junto con el testimonio de otros padres de la iglesia, incluyendo a Tertuliano, Hipólito, Orígenes y el Diálogo de Adamantio. La ausencia sistemática de “γενεαλογίας καὶ τῆς τοῦ βαπτίσματος ὑποθέσεως” (la genealogía y el asunto del bautismo) representa a Yeshú desvinculado de la genealogía por vía de Natan. Esta evidencia patrística nos permite reconstruir no solo el contenido del Evangelio de Lucas de Marción sino también comprender su perspectiva teológica más amplia. La ausencia de los primeros capítulos de Lucas, incluyendo las narraciones sobre Isabel, el anuncio a María, y los relatos sobre Juan y Zacarías, junto con la genealogía completa, sugiere que a Yeshú no se le asociaba con alguna genealogía cuyo objetivo fuera cumplir un rol monárquico o mesiánico en Yeshú. Como señala Epifanio, “ἡ δὲ τοῦ Χριστοῦ παρουσία ἐν τῷ πεντεκαιδεκάτῳ ἔτει Τιβερίου Καίσαρος <ἐγένετο· ἀπὸ τότε γὰρ> ἤρξατο τοῦ κηρύγματος” (‘la presencia de Yeshú ocurrió en el decimoquinto año de Tiberio César, pues desde entonces comenzó su predicación’). Esta versión que, vista a la luz del Zohar 3:282a, refuerza involuntariamente la posición judía sobre la imposibilidad de vincular a Yeshú con la línea davídica, ya sea a través de Salomón o de Natán. Esta convergencia accidental entre la edición marcionita y la postura del Zohar, aunque por razones teológicas opuestas, demuestra la fragilidad fundamental de cualquier intento de establecer una genealogía davídica para Yeshú, ya sea desde la crítica textual cristiana temprana o desde la hermenéutica mística judía.


Además que la interpretación cristiana del pasaje del Zohar 3:173b sobre Natán se desmorona completamente cuando se considera el texto completo del Zohar, particularmente el pasaje 3:282a que revela la verdadera posición del texto sobre Yeshú en su versión no censurada la cual del famoso Zohar de Mantua el cual se encuentra archivado en The Library of The Jewish Theological Seminary, SHF1986:16, en la cual se lee en el folio 1673, correspondiente al Zohar Parashat Ki Tetze’ verso 123, y en la imagen siguiente corresponde al manuscrito Vat.ebr.606 de la Biblioteca Apostólica Romana:

Zohar conservado en la Biblioteca Apostólica Romana, Vat.ebr.606.

גְּבִירְתָּהּ גַּן. שִׁפְחָה אַשְׁפָּה מְטוּנֶּפֶת, מִסִּטְרָא דְּעֵרֶב רַב אַשְׁפָּה מְעוּרֶבֶת בַּגַּן, לְגַדְּלָא זְרָעִים, מִסִּטְרָא דְּעֵץ הַדַּעַת טוֹב וָרָע. מִסִּטְרָא דַּעֲבוֹדָה זָרָה, אִתְקְרִיאַת שַׁבְּתַאי, לִילִית, אַשְׁפָּה מְטוּנֶּפֶת, בְּגִין דְּצוֹאָה מְעוּרֶבֶת מִכָל מִינֵי טִנּוּף וְשֶׁרֶץ, דְּזַרְקִין בָּהּ כְּלָבִים מֵתִים וַחֲמוֹרִים מֵתִים. בְּנֵי עֵשָׂו וְיִשְׁמָעֵאל רַבָּה יֵ"שׁוּ וּמַחַ"מַּד קְבוּרִים בָּהֶם. אִיהִי קֶבֶר דַּעֲבוֹדָה זָרָה, דְּקַבְרִין לוֹן עֲרֵלִים, כְּלָבִים מֵתִים, שֶׁקֶץ וְרֵיחַ רָע, מְטוּנָּף, מְסוּרַח, מִשִּׁפְחָה בִּישָׁא אִיהִי סִרְכָא, דַּאֲחִידָא בְּעֵרֶב רַב, מְעוּרָבִים בְּיִשְׂרָאֵל. וַאֲחִידַת בְּעֶצֶם וּבָשָׂר, דְּאִינּוּן בְּנֵי עֵשָׂו וְיִשְׁמָעֵאל, עֶצֶם מֵת, וּבָשָׂר טָמֵא, בָּשָׂר בַּשָּׂדֶה טְרֵפָה, דְּעָלָהּ אִתְּמַר,לַכֶּלֶב תַּשְׁלִיכוּן אוֹתוֹ

Cuya traducción es:

Su amante es un jardín. La sierva es basura inmunda -shifjah ashpah metunefet- desde el punto de vista de la multitud mezclada (erev rab). La basura se mezcla en el jardín para que crezcan semillas del aspecto del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Desde el aspecto de la idolatría se llama Saturno, Lilit, basura inmunda, porque es excremento mezclado con diferentes tipos de inmundicias y alimañas, en las que se arrojan perros muertos, y asnos muertos. Los hijos de Esav e Ishmael están enterrados allí (léase בהו). Ye”shu y Muha”mad (Jesús y Mahoma), que son perros muertos, están enterrados entre ellos. Ella es sepultura para la idolatría, donde son sepultados los incircuncisos, que son perros muertos, alimañas, hediondas e inmundas, y que por ella se ensuciaron, que es la adhesión unida a la ‘multitud mezclada’ (Ex. 12:38) que se mezcla en Yisrael, y que está unido a los huesos y la carne que son los hijos de Esav e Ishmael, que son un hueso muerto y una carne inmunda, carne que es desgarrada por las fieras en el campo, de la cual dice: "La echaréis a los perros" (Shemot / Éxodo 22:30).

Es crucial notar que el Zohar utiliza un lenguaje místico específico cuando dice “שִׁפְחָה אַשְׁפָּה מְטוּנֶּפֶת, מִסִּטְרָא דְּעֵרֶב רַב” (‘la sierva es basura inmunda desde el punto de vista de la multitud mezclada’), estableciendo una clara distinción entre la verdadera línea mesiánica y las falsas pretensiones mesiánicas. El texto es particularmente incisivo cuando declara “רַבָּה יֵ"שׁוּ וּמַחַ"מַּד קְבוּרִים בָּהֶם” (‘Yeshu y Muhammad están enterrados entre ellos’), colocando explícitamente a Yeshu en la categoría de “כְּלָבִים מֵתִים” (perros muertos), una clasificación que sería imposible si el Zohar realmente considerara válida cualquier conexión genealógica con la línea davídica a través de Natán. La mención específica de “עֵץ הַדַּעַת טוֹב וָרָע” (‘el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal’) en este contexto es particularmente significativa, ya que conecta las falsas pretensiones mesiánicas con la fuente original del error espiritual. Este pasaje del Zohar emplea el principio hermenéutico de "Dualidades" (todo tiene su opuesto) para contrastar la verdadera línea mesiánica con las falsas, utilizando la imagen de “אַשְׁפָּה מְעוּרֶבֶת בַּגַּן” (‘basura mezclada en el jardín’) como una metáfora poderosa. La censura de este texto, como señala el Prof. Daniel Chanan Matt, solo refuerza su autenticidad y la fuerza de su mensaje original. El lenguaje explícito del texto, que describe a los falsos mesías como “שֶׁקֶץ וְרֵיחַ רָע, מְטוּנָּף, מְסוּרַח” (alimañas, hediondos e inmundos), hace absolutamente imposible reconciliar este pasaje con cualquier interpretación que busque validar una conexión genealógica con Yeshu a través de Natán o cualquier otra línea davídica. La referencia final a “לַכֶּלֶב תַּשְׁלִיכוּן אוֹתוֹ” (‘La echaréis a los perros’) conecta deliberadamente con la anterior descripción de “כְּלָבִים מֵתִים” (‘perros muertos’), creando un círculo hermenéutico que cierra cualquier posibilidad de interpretación alternativa. Sería una contradicción lógica y teológica fundamental sugerir que el mismo texto que describe a Yeshú en términos tan inequívocamente negativos simultáneamente validaría su linaje mesiánico a través de Natán. Por lo tanto, cualquier intento de usar el pasaje sobre Natán para validar la genealogía del Evangelio de Lucas representa una distorsión deliberada del texto zohárico y una falta de comprensión fundamental de su coherencia interna y propósito teológico.


Nota.

Los 42 principios hermenéuticos del Zohar son un conjunto de métodos interpretativos utilizados para descubrir los significados místicos y esotéricos dentro de la Torá. Estos principios no están explícitamente enumerados en una única fuente, sino que se derivan del estudio de textos cabalísticos, particularmente el Zohar. A continuación se presenta mi recopilación de estos principios, cada uno acompañado de una cita textual de la literatura cabalística y la fuente correspondiente. Espero que lo encuentres tan útil como yo.

  1. Interpretación Literal (Peshat): "La Torá habla en el lenguaje del hombre." (Zohar I, 53a)

  2. Alusión (Remez): "No hay una sola palabra en la Torá que no contenga una alusión a algo más." (Zohar III, 152a)

  3. Interpretación Homilética (Derash): "La Torá tiene un cuerpo, que son los mandamientos, y un alma, que son los secretos." (Zohar II, 99a)

  4. Interpretación Mística (Sod): "Ay del hombre que dice que la Torá vino a relatar cosas comunes y narrativas seculares." (Zohar III, 152a)

  5. Gematría (Numerología): "Las letras de la Torá son las vestiduras del Santo, bendito sea." (Zohar II, 60a)

  6. Notaricón (Acrónimos): "Cada palabra pronunciada por el Santo, bendito sea, se divide en varias palabras." (Zohar II, 90b)

  7. Atbash (Sustitución de Letras): "La Torá fue dada en el lenguaje de Atbash." (Zohar I, 24b)

  8. Tzeruf (Permutaciones de Letras): "Las combinaciones de letras crean mundos." (Sefer Yetzirah 2:2)

  9. Simbolismo de los Nombres: "Los nombres en la Torá son los secretos del Santo, bendito sea." (Zohar I, 4b)

  10. Antropomorfismo: "La Torá habla en el lenguaje del hombre." (Zohar I, 53a)

  11. Significados Duales: "Cada versículo en la Torá tiene setenta caras." (Zohar II, 99b)

  12. Asociaciones Contextuales: "Un versículo se explica por otro." (Zohar II, 108a)

  13. Secretos de la Creación (Ma'aseh Bereshit): "El relato de la creación es la raíz de todos los secretos." (Zohar I, 15a)

  14. Secretos del Carro (Ma'aseh Merkavah): "La visión de Ezequiel es la clave de los misterios." (Zohar II, 82a)

  15. Luz y Oscuridad: "La luz y la oscuridad son dos mitades de un todo." (Zohar III, 47a)

  16. Tikunim (Rectificaciones): "La Torá es el remedio para todas las dolencias." (Zohar II, 60b)

  17. Exilio y Redención: "La Torá comienza con bondad y termina con bondad." (Zohar I, 1b)

  18. Yijudim (Unificaciones): "El propósito de los mandamientos es unir al Santo, bendito sea, con Su Shejiná." (Zohar II, 81b)

  19. Lenguaje de Secretos: "La Torá habla en alusiones y alegorías." (Zohar III, 152a)

  20. Integración de Halajá y Aggadá: "El cuerpo de la Torá es la ley, y el alma es la narrativa." (Zohar II, 99a)

  21. Expansión Midrásica: "Las palabras de la Torá son pobres en un lugar y ricas en otro." (Zohar III, 152a)

  22. Sod (Secretos Místicos): "La Torá tiene un cuerpo y un alma; el cuerpo son los mandamientos, y el alma es el secreto." (Zohar II, 99a)

  23. Nombres Divinos: "Toda la Torá es el Nombre del Santo, bendito sea." (Zohar II, 60a)

  24. Ciclos Temporales: "Las festividades de la Torá corresponden a los ciclos del alma." (Zohar III, 255a)

  25. Simbolismo de los Números: "Los números en la Torá son los secretos de la creación." (Zohar II, 4b)

  26. Realidades Internas y Externas: "La Torá tiene un aspecto interno y uno externo." (Zohar II, 60a)

  27. Ascenso y Descenso: "Las historias de la Torá son el descenso con el propósito del ascenso." (Zohar I, 86b)

  28. Microcosmos y Macrocosmos: "El hombre es un pequeño mundo, y el mundo es un gran hombre." (Zohar II, 70b)

  29. Árbol de la Vida y Árbol del Conocimiento: "La Torá es el Árbol de la Vida, y sus secretos son el Árbol del Conocimiento." (Zohar I, 25b)

  30. Habla y Silencio: "Hay un tiempo para hablar y un tiempo para callar." (Zohar II, 45b)

  31. Espejos Celestiales y Terrenales: "El Templo terrenal es un reflejo del Templo celestial." (Zohar II, 231a)

  32. Dinámica de Género: "El masculino y el femenino fueron creados como uno." (Zohar I, 55b)

  33. Mundos y Almas: "El alma desciende a través de todos los mundos." (Zohar II, 99b)

  34. Escalera de Ascenso: "La Torá es una escalera por la cual el hombre asciende a Dios." (Zohar I, 149a)

  35. Ciclos de Existencia: "Todo está en ciclos, y el alma retorna." (Zohar II, 99b)

  36. Geografía Mística: "Los viajes de Israel son los viajes del alma." (Zohar III, 168a)

  37. Letras Ocultas: "Las letras que no están escritas son los secretos de la Torá." (Zohar II, 90b)

  38. Dualidades: "Todo tiene su opuesto." (Zohar)

  39. Ruptura de los Recipientes (Shevirat HaKelim): "La Torá comienza con el caos (Tohu), ya que alude a la ruptura de los recipientes, pues solo a través de esto puede venir la rectificación (tikun)." (Zohar II, 137a). Explicación: Este principio refleja el concepto místico de que la Torá codifica el proceso cósmico de ruptura y rectificación, una idea fundamental en la Cábala.

  40. Shejiná en el Exilio: "Cuando Israel peca, la Shejiná desciende al exilio con ellos, como se insinúa en las historias de la Torá." (Zohar I, 119a). Explicación: Las narrativas de la Torá simbolizan el exilio y la redención de la Shejiná (Presencia Divina), un tema clave en la hermenéutica del Zohar.

  41. Mashíaj y Redención: "Los secretos de la Torá conducen todos a la revelación del Mashíaj, que está oculto en las palabras de la Torá." (Zohar I, 25b). Explicación: El Zohar ve todas las enseñanzas de la Torá como señalando en última instancia hacia el proceso de redención y la venida del Mesías.

  42. Unión de los Niveles de la Torá: "La Torá tiene cuatro niveles: Peshat, Remez, Derash y Sod, y todos son uno, unidos como el Santo Nombre es uno." (Zohar II, 99b). Explicación: El Zohar enfatiza que los diferentes niveles interpretativos de la Torá están interconectados y reflejan la unidad de la sabiduría divina.

Fuente de la Lista: "¿No Tienes Bendición Para Mí? La Historia Secreta (No Tan Secreta) Subyacente a Toda la Torá," YCM Gray, pp. 35-36.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión es importante para nosotros!