En el capítulo 9 del Libro de Daniel ha sido un elemento recurrente en el repertorio de los misioneros cristianos. El pasaje que comúnmente se extrae de este capítulo como ejemplo de una “profecía mesiánica cumplida” es Daniel 9:24-27 porque, según la mayoría de las traducciones cristianas, contiene dos referencias directas a “el Mesías” (Daniel 9:25-26). Mediante traducciones erróneas y artificios matemáticos, los misioneros transforman este pasaje en una profecía que supuestamente predice la venida de Yeshú y su crucifixión.
El análisis presentado en este ensayo demuestra que estas afirmaciones son incompatibles con las enseñanzas de la Biblia Hebrea (Tana”j). Además, dado que estas afirmaciones también incluyen referencias a la unción, el proceso de ungimiento, según se define y aplica en la Biblia Hebrea, se utiliza como plantilla contra la cual se compara la “unción” de Yeshú, según se describe en el Nuevo Testamento, para evaluar su validez.
Traducciones Cristianas y Judías de Daniel 9:25-26
La Tabla II-1 muestra en paralelo las versiones en español y el texto hebreo del pasaje Daniel 9:25-26. El término hebreo מָשִׁיחַ (mashiaj) y sus respectivas traducciones en las dos versiones se muestran de forma resaltada:
El estudio comparativo del texto hebreo original y sus diversas traducciones revela una progresiva transformación interpretativa que refleja divergencias teológicas fundamentales. El análisis se centra en elementos lingüísticos y hermenéuticos clave que han experimentado alteraciones significativas a través de diferentes tradiciones de traducción.
En el texto hebreo original, la frase mashiaj nagid (משיח נגיד) aparece sin artículo definido. La Biblia de Ferrara, primera traducción al ladino, preserva esta característica lingüística traduciendo 'ungido Principe'. La traducción de Katznelsón mantiene esta fidelidad con 'un ungido, un príncipe', conservando el artículo indefinido y la separación de los términos. Sin embargo, la evolución de las traducciones cristianas muestra una progresiva cristologización: la Biblia del Oso lo transforma en ‘Capitan Christo’, mientras que la Reina-Valera 1960 consolida esta interpretación con ‘Mesías Príncipe’.
El segundo versículo presenta yikaret mashiaj (יכרת משיח), donde se observa una divergencia similar. La Biblia de Ferrara mantiene la neutralidad con 'sera tajado ungido', y Katznelsón preserva esta lectura con 'será cortado un ungido'. En contraste, la tradición cristiana intensifica la interpretación cristológica: la Biblia del Oso introduce el término Mefsías, y la Reina-Valera 1960 lo solidifica como ‘se quitará la vida al Mesías’.
Esta divergencia interpretativa se fundamenta sólidamente en el análisis de los manuscritos griegos antiguos. La evidencia textual se organiza en cuatro tradiciones textuales principales que demuestran una evolución significativa en la interpretación del texto. La versión del Papiro 967 (c. 200 CE) presenta el texto base: εβδομαδας ετι επι τον λαον σου εκριθησαν (‘semanas aún sobre tu pueblo fueron determinadas’). Este texto muestra variantes significativas que revelan un estado textual anterior a las modificaciones cristológicas, incluyendo la adición de ετι ("aún") ausente en versiones posteriores, y preservando la estructura semítica original sin interpretaciones mesiánicas explícitas.
La versión de la Hexapla de Orígenes (c. 240 CE) evidencia las primeras modificaciones sistemáticas: εβδομηκοντα εβδομαδες εκριθησαν επι τον λαον σου και επι την πολιν Ζιων (‘setenta semanas fueron determinadas sobre tu pueblo y sobre la ciudad de Sión’). La transformación de σου (‘tu’) en Ζιων (‘Sión’) representa un cambio teológico significativo, orientando la interpretación hacia una lectura más universalista y menos particular del texto.
La versión de Teodoción (c. 190 CE) introduce modificaciones adicionales significativas: εβδομηκοντα εβδομαδες συνετμηθησαν επι τον λαον σου και επι την πολιν την αγιαν σου (‘setenta semanas fueron cortadas sobre tu pueblo y sobre tu ciudad santa’). El cambio de εκριθησαν (‘fueron determinadas’) a συνετμηθησαν (‘fueron cortadas’) introduce una terminología que facilita la interpretación cristológica, mientras que la adición de την αγιαν (‘la santa’) representa una elaboración teológica ausente en el texto original.
La evidencia de la Vetus Latina (c. 189 CE), preservada en el Codex Wirceburgensis (450-550 CE), muestra una evolución adicional con septuaginta hebdomades statutae sunt super populum tuum et super civitatem sanctam (‘setenta semanas están establecidas sobre tu pueblo y sobre la ciudad santa’).
En el caso específico de mashiaj nagid (משיח נגיד), la evolución textual es particularmente reveladora. El Papiro 967 presenta χριστος ηγουμενος (‘ungido gobernante’) sin artículos definidos, mientras que la Hexapla de Orígenes modifica a ο χριστος ο ηγουμενος (‘el ungido, el gobernante’) con artículos definidos. Teodoción retorna a χριστος ηγουμενος (‘ungido gobernante’) sin artículos, y la Vetus Latina consolida la interpretación cristológica con christus dux (‘cristo líder’).
Para yikaret mashiaj (יכרת משיח), la progresión es igualmente significativa. El Papiro 967 utiliza εξολεθρευθησεται χρισμα (‘será destruida unción’) con terminología neutral, la Hexapla modifica a εξολεθρευθησεται χριστος (‘será destruido un ungido’), Teodoción presenta εκκοπησεται χριστος (‘será cortado un ungido’), y la Vetus Latina consolida la interpretación cristológica con occidetur christus (‘será matado el cristo’).
La evidencia del Papiro 967 es particularmente importante porque muestra cambios textuales que fueron posteriormente elaborados en tradiciones posteriores: εν θεος [glosa interpretativa temprana] εβδομαδας ετι επι τον λαον σου εκριθησαν και επι την πολιν σου Σειων. Este texto muestra adiciones explicativas tempranas (εν θεος - “en Dios” o “un Dios”), errores acústicos (Σειων por σου), y problemas de orden de palabras debido a fallas de memoria. Siendo un manuscrito cristiano temprano (siglo II-III CE), el Papiro 967 representa un estado del texto anterior a las revisiones sistemáticas realizadas por Orígenes en su Hexapla, preservando en algunos casos lecturas más cercanas al texto hebreo masorético que las versiones griegas posteriores.
La estructura temporal del texto presenta otra área de divergencia significativa. El texto hebreo distingue claramente entre siete semanas y sesenta y dos semanas como períodos separados. Las traducciones judías mantienen esta distinción, mientras que la tradición cristiana, iniciando con la Biblia del Oso, introduce una interpretación matemática explícita (Primero 7. luego 62. son 69.) para establecer una cronología mesiánica específica.
Los aspectos arquitectónicos del texto también experimentan transformaciones significativas. La Biblia de Ferrara mantiene la precisión lingüística del hebreo livnot (לבנות) como fraguar y rejov vejarutz (רחוב וחרוץ) como placa y cava. Las traducciones cristianas posteriores modifican estos términos, alterando sus connotaciones arquitectónicas originales.
Este análisis textual detallado revela un patrón consistente: las traducciones judías (Ferrara, Katznelsón) mantienen la ambigüedad interpretativa inherente al texto original, mientras que las traducciones cristianas introducen progresivamente elementos que dirigen la lectura hacia una interpretación cristológica específica. Esta evolución textual representa no solo diferencias lingüísticas, sino también divergencias fundamentales en la interpretación teológica entre las tradiciones judía y cristiana, un proceso que puede rastrearse desde las primeras modificaciones evidentes en los manuscritos griegos hasta las traducciones modernas. Es significativo notar que la Biblia del Oso siguió la tradición cristiana de alteración textual, fundamentando sus decisiones traductológicas en las corrupciones introducidas por los copistas cristianos en las traducciones griegas de Daniel 9:25-26, perpetuando así una interpretación que se aleja significativamente del texto hebreo original.
Revisión de la Terminología Hebrea
Como hemos visto, existe desacuerdo significativo entre las traducciones judías y cristianas en sus respectivas interpretaciones del sustantivo משיח del texto sw Daniel, que como hemos visto, por parte de la tradición cristiana primitiva tuvieron la intención de corromper la interpretación judía para adaptarlo al pensamiento cristiano. Por tanto, un estudio de las aplicaciones de este término en la Biblia Hebrea ayudará a resolver este problema con más claridad.
Revisión de la Terminología Hebrea
De acuerdo con la Biblia Hebrea, el Tana”j, los hombres que fueron seleccionados para servir como sumo sacerdote [כהן גדול (cohen gadol)] y rey [מלך (melej)] debían someterse a una ceremonia ritual de unción. La raíz verbal hebrea משח (mem-shin-jet), que aparece en la Biblia Hebrea 70 veces en varias conjugaciones, se utiliza en 63 ocasiones para describir un acto de unción, es decir, aplicar un aceite o compuesto especialmente preparado a alguien o algo con el propósito de santificación o consagración; y en las siete ocasiones restantes, se utiliza en el contexto de cubrir algo con pintura o aceite para diversos otros propósitos.
Alguien que pasó por el proceso de unción era referido como משיח, un ungido, en la Biblia Hebrea. El término משיח, que deriva de la raíz verbal משח, se utiliza en la Biblia Hebrea en 39 ocasiones en varias declinaciones y formas. El punto sobresaliente con respecto a las aplicaciones de משיח en la Biblia Hebrea es que ninguna de estas se refiere al Mesías. La razón es que el uso del sustantivo משיח como el término hebreo actual para Mesías es un producto del primer siglo antes de la era común - información que surgió de la investigación de los Rollos del Mar Muerto. Alrededor de ese tiempo, la visión mesiánica judía experimentó un cambio significativo de paradigma, pasando de la expectativa de una era (es decir, el “Fin de los Días”) a una expectativa de un líder judío que liberará a Israel (un “Redentor”). Este hecho por sí solo refuta la afirmación de los misioneros cristianos sobre las referencias al Mesías en Daniel 9:25-26.
Aplicaciones del Sustantivo משיח en la Biblia Hebrea
Un análisis de las 39 aplicaciones del término ‘משיח’ aparece 35 sustantivos y 4 adjetivos en la Biblia Hebrea, y la forma en que estas son traducidas en la mayoría de las Biblias cristianas, proporciona evidencia bíblica que refuta las afirmaciones sobre sus apariciones en Daniel 9:25-26.
En la Tabla IV-1 muestra las 39 instancias de משיח en la Biblia Hebrea. Cada forma del término se muestra por separado junto con su frecuencia de aparición, una guía de pronunciación (las MAYÚSCULAS identifican la sílaba acentuada), las respectivas citas bíblicas, la traducción correcta al español, y la respectiva traducción de la RV [Versión Reina Valera]. Las citas de capítulo y versículo son de la Biblia Hebrea; los números de versículo en las Biblias cristianas, si difieren de la Biblia Hebrea, se muestran entre corchetes.
Tabla IV-1 – El término משיח en la Biblia Hebrea y sus traducciones en la RV.
* Estos son los 4 casos de מָשִׁיחַ (mashíaj) como adjetivo.
La traducción de la RV [Versión Reina Valera] del término משיח difiere de la genérica “un ungido” en solo dos casos de las 39 instancias, ambas ocurriendo en Daniel 9:25-26. Dado el hecho histórico de que la asociación del término משיח con el Mesías es posterior al Libro de Daniel, parece que los traductores de la RV tradujeron el término de esta manera para crear una referencia al Mesías cristiano.
Un tema relacionado surge de la manera en que algunas otras Biblias cristianas traducen el sustantivo משיח en Daniel 9:25-26, como se muestra en la Tabla IV-2.
Tabla IV-2 – El término משיח según es traducido en otras Biblias cristianas
La traducción de משיח como “el Ungido”, aunque más cercana a la correcta “un ungido”, todavía contiene un sesgo cristológico, aunque es más sutil. El propósito del artículo definido "el" y la capitalización de los términos en la expresión "Ungido" es, por diseño, una referencia a Yeshú, desde la perspectiva del cristianismo.
Sin embargo, en aras de la imparcialidad, debe señalarse que no todas las Biblias cristianas han traducido erróneamente משיח en Daniel 9:25-26. Entre las Biblias cristianas que traducen el término correctamente están: la Dios Habla Hoy, y la Biblia de Jerusalén.
La Unción Según la Biblia Hebrea
El proceso de unción.
Según los relatos en la Biblia Hebrea, la sustancia y el ritual son los dos componentes significativos del proceso de unción.
La sustancia.
Para ser considerado propiamente ungido, un rey (o sumo sacerdote) debía ser rociado con una sustancia especial que se almacenaba en un recipiente especial, y que se preparaba con aceite de oliva puro, según la siguiente fórmula, tal como se lee en Shemot / Éxodo 30:22-25:
וַיְדַבֵּר יְהֹוָה אֶל־מֹשֶׁה לֵּאמֹר׃ וְאַתָּה קַח־לְךָ בְּשָׂמִים רֹאשׁ מׇר־דְּרוֹר חֲמֵשׁ מֵאוֹת וְקִנְּמׇן־בֶּשֶׂם מַחֲצִיתוֹ חֲמִשִּׁים וּמָאתָיִם וּקְנֵה־בֹשֶׂם חֲמִשִּׁים וּמָאתָיִם׃ וְקִדָּה חֲמֵשׁ מֵאוֹת בְּשֶׁקֶל הַקֹּדֶשׁ וְשֶׁמֶן זַיִת הִין׃ וְעָשִׂיתָ אֹתוֹ שֶׁמֶן מִשְׁחַת־קֹדֶשׁ רֹקַח מִרְקַחַת מַעֲשֵׂה רֹקֵחַ שֶׁמֶן מִשְׁחַת־קֹדֶשׁ יִהְיֶה׃
(Traducción: [24] Y habló el Eterno a Mosheh , diciendo: [25] Y tú, tómate especias principales, de la primera calidad, las mejores especias: mirra pura, mirra libre, limpia de toda mezcla — quinientos siclos del santuario, una cantidad considerable (en medidas actuales aproximadamente 8.3 kg), y canela aromática, identificada probablemente con la canela que conocemos, que crece principalmente en islas lejanas cerca de Indonesia, pero ya entonces había una importación constante de este tipo de mercancías — la mitad, doscientos cincuenta. El peso total del aromático será quinientos. Quizás dividían la canela en dos partes, y pesaban cada parte por separado para minimizar errores en el peso. Y caña aromática, hay quienes consideran que es un tipo de grano aromático — doscientos cincuenta. [25] Y casia, una planta que crece en la tierra y es llamada por los Sabios 'ketziá' — quinientos siclos del peso del Santuario, y aceite de oliva — un hin, una medida de líquidos. [26] Y harás de ello el aceite que servirá para la unción sagrada, unción en santidad, compuesto perfumado, mezcla de especias obra de perfumador. Debe prepararse con exactitud y extremo cuidado, según las costumbres de los perfumistas. Será el aceite de la unción sagrada.)
-Steinsaltz, A. (2008). Shemot [Éxodo] 30:23-26. El Tanaj de Steinsaltz. Sefaria. https://www.sefaria.org/Steinsaltz_on_Exodus.30.22-25?lang=he
Nota: La traducción al español se realizó a partir del comentario original en hebreo del Rabino Adin Even-Israel Steinsaltz, quien compuso su obra en Jerusalén, buscando hacer accesible el texto bíblico y su significado literal (peshat) a lectores de todos los orígenes, incorporando referencias de comentaristas anteriores y fuentes del pensamiento judío.
El aceite de la unción sagrada (shemen hamishjá) constituía una preparación única y exclusiva, cuya fórmula específica fue divinamente ordenada con ingredientes precisamente medidos y un método de elaboración particular. Por su carácter sagrado y función ritual, este aceite debía ser custodiado inicialmente en el Mishkán (Tabernáculo) durante la travesía por el desierto y, posteriormente, en el Beit HaMikdash (Templo de Jerusalén). La singularidad de esta preparación se evidencia en varios aspectos:
La selección de ingredientes de la más alta calidad (‘especias principales’, ‘בְּשָׂמִים רֹאשׁ’), incluyendo mirra pura, canela aromática, caña aromática y casia, combinados en proporciones exactas con aceite de oliva.
El meticuloso proceso de preparación, descrito como ‘obra de perfumador’ (מַעֲשֵׂה רֹקֵחַ), que requería una experticia específica y precisión extrema en su elaboración.
Las medidas exactas especificadas en siclos del santuario y el hin para el aceite de oliva, lo que subraya la importancia de la precisión en su preparación.
Esta fórmula específica era la única autorizada para la unción sagrada, prohibiéndose cualquier alteración o sustitución de sus componentes, lo que resalta su carácter exclusivo y santo dentro del sistema ritual.
Mosheh recibió el mandato de ungir a su hermano Aharón como el primer cohen gadol (sumo sacerdote), tal como se lee en Shemot / Éxodo 29:7:
וְלָקַחְתָּ אֶת־שֶׁמֶן הַמִּשְׁחָה וְיָצַקְתָּ עַל־רֹאשׁוֹ וּמָשַׁחְתָּ אֹתוֹ׃
(Traducción: Y tomarás el aceite de la unción, y lo derramarás sobre su cabeza [esto debe hacerse] antes [de colocar las vestimentas], pues el aceite debe ser vertido sobre la cabeza y no sobre la mitra, y lo ungirás.)
-Steinsaltz, A. (2008). Shemot [Éxodo] 29:7. El Tanaj de Steinsaltz. Sefaria. https://www.sefaria.org/Steinsaltz_on_Exodus.29.7?lang=he
La Biblia Hebrea contiene varios relatos que describen la unción de la realeza en Israel.
El Rey Shaúl.
Shaúl fue ungido como Rey de Israel por el profeta Shmuel, quien derramó el aceite especial sobre su cabeza, tal como se lee en Shmuel Alef 10:1:
וַיִּקַּח שְׁמוּאֵל אֶת־פַּךְ הַשֶּׁמֶן וַיִּצֹק עַל־רֹאשׁוֹ וַיִּשָּׁקֵהוּ וַיֹּאמֶר הֲלוֹא כִּי־מְשָׁחֲךָ יְהֹוָה עַל־נַחֲלָתוֹ לְנָגִיד׃
“Entonces Shmuel tomó el frasco de aceite (paj ha’shemen) que estaba en su mano, y lo derramó sobre la cabeza de Shaúl, y lo besó, y dijo: ‘¿No es verdad que el Eterno te ha ungido como líder (nagid) sobre su heredad?’”
El Rey David
David, el hijo de Yishaí, fue ungido como Rey de Israel por el profeta Shmuel, quien derramó el aceite especial sobre su cabeza, tal como se lee en Shmuel Alef 16:13:
וַיִּקַּח שְׁמוּאֵל אֶת־קֶרֶן הַשֶּׁמֶן וַיִּמְשַׁח אֹתוֹ בְּקֶרֶב אֶחָיו וַתִּצְלַח רוּחַ־יְהֹוָה אֶל־דָּוִד מֵהַיּוֹם הַהוּא וָמָעְלָה וַיָּקׇם שְׁמוּאֵל וַיֵּלֶךְ הָרָמָתָה׃
“Y entonces Shmuel tomó el cuerno de aceite (keren ha’shemen) y lo ungió (yimshaj) en medio de sus hermanos, y la inspiración del Eterno descendió sobre David desde ese día en adelante. Shmuel se levantó y marchó a Ramá.”
El Rey Shlomoh
Shlomoh (Salomón) fue ungido Rey de Israel por el Sumo Sacerdote Tzadok, quien derramó el aceite especial sobre su cabeza, en presencia del profeta Natán tal como se lee en Alef Melajim 1:34,39,45:
וּמָשַׁח אֹתוֹ שָׁם צָדוֹק הַכֹּהֵן וְנָתָן הַנָּבִיא לְמֶלֶךְ עַל־יִשְׂרָאֵל וּתְקַעְתֶּם בַּשּׁוֹפָר וַאֲמַרְתֶּם יְחִי הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה׃ וַיִּקַּח צָדוֹק הַכֹּהֵן אֶת־קֶרֶן הַשֶּׁמֶן מִן־הָאֹהֶל וַיִּמְשַׁח אֶת־שְׁלֹמֹה וַיִּתְקְעוּ בַּשּׁוֹפָר וַיֹּאמְרוּ כׇּל־הָעָם יְחִי הַמֶּלֶךְ שְׁלֹמֹה׃ וַיִּמְשְׁחוּ אֹתוֹ צָדוֹק הַכֹּהֵן וְנָתָן הַנָּבִיא לְמֶלֶךְ בְּגִחוֹן וַיַּעֲלוּ מִשָּׁם שְׂמֵחִים וַתֵּהֹם הַקִּרְיָה הוּא הַקּוֹל אֲשֶׁר שְׁמַעְתֶּם׃
“Y que lo unja (mashaj) allí Tzadok el sacerdote y Natán el profeta como rey sobre Israel, y tocaréis la trompeta y diréis: ‘¡Viva el rey Shlomoh!’ Y tomó Tzadok el sacerdote el cuerno de aceite (keren ha’shemen) del tabernáculo y ungió (yimshaj) a Shlomoh, y tocaron la trompeta y todo el pueblo dijo: ‘¡Viva el rey Shlomoh!’ Y lo ungieron (yimshjú) Tzadok el sacerdote y Natán el profeta como rey en Gijón, y subieron de allí alegres, y la ciudad se conmovió con el clamor que habéis escuchado.”
Los relatos bíblicos de la unción de los primeros tres reyes de Israel – Shaúl, David y Shlomoh– contienen los siguientes seis elementos únicos para el proceso de unción de la monarquía de Israel, uno de los cuales será משיח:
Un aceite especial elaborado a partir de aceite de oliva puro se utilizaba como el aceite de la unción (shemen ha-mishjah). Siendo sagrado, este aceite de la unción se guardaba en el Templo.
Un profeta universalmente reconocido realizaba el ritual de ungir (mashaj) a un rey.
Los profetas utilizaban el frasco de aceite (paj ha’shemen) o el cuerno de aceite (keren ha’shemen) para ungir (mashaj, yimshaj) al nuevo monarca, no simplemente un vaso de aceite o un cuerno de aceite.
El aceite de la unción se derramaba únicamente sobre la cabeza.
La unción era equivalente a coronar a un rey (o designar a un sumo sacerdote).
La unción del rey (מִשְׁחָה, mishjá) era un ritual sagrado y meticuloso que se realizaba utilizando el aceite especial (שֶׁמֶן הַמִּשְׁחָה, shemen hamishjá) preparado originalmente por Mosheh en el desierto, un ungüento exclusivo compuesto de aceite de oliva puro y especias selectas. El proceso de unción (מָשַׁח, mashaj) era llevado a cabo por un profeta reconocido, quien derramaba el aceite específicamente sobre la cabeza del nuevo monarca, utilizando ya sea un frasco (פַּךְ הַשֶּׁמֶן, paj ha'shemen) o un cuerno (קֶרֶן הַשֶּׁמֶן, keren ha'shemen), siguiendo un patrón particular que simbolizaba la investidura real. Según Bartenura, en su comentario sobre la Mishnah Keriot 1:1 sobre las palabras ‘והסך בשמן המשחה’ la unción de los reyes se realizaba en un patrón similar a una corona (כְּמִין נֵזֶר, kemin nezer), diferente de la unción de los sumos sacerdotes que se hacía formando las letras griegas chi y iota (כ״י, chi-iota) entre las cejas. Este ritual no se aplicaba automáticamente a todos los herederos reales, sino que se reservaba para momentos de sucesión disputada o cuando era necesario reafirmar la legitimidad del nuevo monarca, como ocurrió con Shlomoh frente a la disputa con Adonías, o con Joás ante la amenaza de Atalía:
והסך בשמן המשחה שעשה משה, שלא לצורך כהונה ומלכות, חייב. שלא היו נותנים מאותו שמן אלא על ראש הכן גדול, ואפילו היה בן כהן גדול מושחים אותו באותו שמן שעשה משה במדבר. וממנו מושחים מלכי בית דוד. ואין מושחין מלך בן מלך אם לא היה שם מחלוקת, כמו שמשחי שלמה מפני מחלוקתו של אדוניהו, ויואש מפני מחלוקתו של עתליהו, ויהואחז מפני יהויקים אחיו שהיה גדול ממנו. ומשיחת הכהנים היא שיוצקים מן השמן על ראשו ומושחין בין גבות עיניו כמין כ״י יונית. ומשיחת המלכים כמין נזר:
(Traducción: Quien se unge con el aceite de la unción que hizo Mosheh, para un propósito que no sea de sacerdocio y realeza, está obligado. No se daba de ese aceite sino sobre la cabeza del sumo sacerdote, e incluso si era hijo de un sumo sacerdote, lo ungían con el mismo aceite que Mosheh hizo en el desierto. Y de él ungían a los reyes de la Casa de David. No se unge a un rey hijo de rey a menos que hubiera una disputa, como cuando ungieron a Salomón por la disputa con Adonías, y a Joás por la disputa con Atalía, y a Joachaz por causa de Joiakim su hermano, que era mayor que él. Y la unción de los sacerdotes es que vierten el aceite sobre su cabeza y lo ungen entre las cejas en forma de las letras griegas כ״י (chi-iota). Y la unción de los reyes es en forma de corona.)
Mientras que a la luz de la obra de Maimonides (Rambam), en Ya”d Jazaka o Mishneh Torah Hiljot Melajim, Perek 11 y 12, la monarquía judía representa un paradigma político-teológico de extraordinaria complejidad, que trasciende los modelos convencionales de gobierno. En su Mishneh Torah, específicamente en Hiljot Melajim (Leyes de los Reyes), el Rambam desarrolla una teoría del poder político fundamentada en principios teocráticos que articulan una visión única de la soberanía judía.
El Rey Mesías (המלך המשיח, hamélej hamashíaj) no es concebido como un mero gobernante terrenal, sino como un instrumento divino de transformación social y espiritual. Maimonides establece criterios rigurosos para la legitimación del líder mesiánico, donde la autoridad política se fundamenta en la virtud ética y la erudición religiosa. Como explícitamente señala:
(אם יעמוד מלך מבית דויד הוגה בתורה ועוסק במצוות כדויד אביו, כפי תורה שבכתב ושבעל פה, ויכוף כל ישראל לילך בה ולחזק בדקה, ויילחם מלחמות ה')
(Si se levanta un rey de la casa de David, estudiando la Torá y ocupándose de los mandamientos como David su padre, de acuerdo con la Torá escrita y oral, obligando a todo Israel a seguirla y fortalecerla, y luchando las guerras de Di-s).
Esta definición revela varios principios fundamentales de la monarquía teocrática judía:
Legitimidad genealógica: El rey debe descender directamente de la Casa de David.
Legitimidad intelectual: Debe ser un erudito incomparable en la Torá.
Legitimidad ética: Debe gobernar según principios de justicia divina.
Legitimidad judía: Su objetivo es restaurar la observancia integral de los preceptos divinos de la Torah.
Maimonides desmitifica cualquier expectativa de intervención milagrosa, enfatizando que el proceso mesiánico seguirá las leyes naturales: (עולם כמנהגו הולך) (‘el mundo continúa su curso habitual’). La transformación será jurídica, social y espiritual, no mágica.
Las funciones del Rey Mesías, según el Rambam, incluyen:
Reconstruir el Templo de Jerusalén
Reunir a los judíos dispersos
Restaurar el sistema de sacrificios
Reimplantar las leyes de sh'mitah (שְׁמִיטָה) y Yovel (יוֹבֵל)
Establecer un orden mundial basado en el conocimiento divino
En su visión más profunda, el Rambam concibe el proyecto mesiánico como una revolución jurídico-espiritual, donde la política se subordina a la ética divina. No se trata de un cambio externo, sino de una transformación ontológica de la sociedad humana.
La monarquía mesiánica, por tanto, no es un mero sistema de gobierno, sino un modelo de perfección social donde la justicia divina se materializa en instituciones humanas, y donde el conocimiento del Eterno se expande como "las aguas que cubren el fondo del mar".
Unción Según el Nuevo Testamento
El proceso de unción se puede utilizar ahora para probar la validez de la unción de Yeshú, tal como se describe en el Nuevo Testamento, con base en el Codex Sinaticus y la Peshitta en siríaco-arameo:
El proceso de unción
La sustancia
Los cuatro autores de los Evangelios describen la sustancia usada sobre Yeshú de la siguiente manera:
Mateo 26:7-9:
7 προϲηλθεν αυτω γυνη εχουϲα αλαβαϲτρον μυρου πολυτιμου και κατεχεεν επι τηϲ κεφαληϲ αυτου ανακιμενου 8 ϊδοντεϲ δε οι μαθηται ηγανακτηϲαν λεγοντεϲ ειϲ τι η απωλια αυτη 9 εδυνατο γαρ τουτο πραθηναι πολλου και δοθηναι πτωχοιϲ
קֵרבַּת לֵה אַנתּתָא דּאִית עלֵיה שָׁטִיפתָּא דּמֵשׁחָא דּבֵסמָא סַגִּי דּמַיָא וַאשׁפַּעתָה עַל רִשֵׁה דּיֵשׁוּ כַּד סמִיכ. חזַו דֵּין תַּלמִידַוהי וֵאתבֵּאשׁ להוּן וֵאמַרו למָנָא אַבדָּנָא הָנָא . מֵשׁכַּח הוָא גֵּיר דּנֵזדַּבַּן הָנָא בּסַגִּי ונֵתִיהֵב למֵסכִּנֵא
(Vino a él una mujer que tenía un frasco de perfume (gr. myrou) [de unción de fermentada = meshja dbsma’] muy precioso, y lo derramó sobre su cabeza mientras estaba reclinado. Pero al ver esto, los discípulos se enojaron y dijeron: ‘¿Para qué este desperdicio? Pues esto podía haberse vendido por mucho y dado a los pobres’.)
Marcos 14:3-5:
3 και οντοϲ αυτου εν βηθανια εν οικια ϲιμωνοϲ του λεπρου κατακειμενου αυτου ηλθεν γυνη εχουϲα αλαβαϲτρον μυρου ναρδου πιϲτικηϲ πολυτελουϲ ϲυντριψαϲα τον αλαβαϲτρον · κατεχεεν αυτου τηϲ κεφαληϲ ·4 ηϲαν δε τινεϲ αγανακτουντεϲ προϲ αυτουϲ ειϲ τι η απωλια αυτη του μυρου γεγονεν ·5 ηδυνατο γαρ το μυρο πραθηναι επανω δηναριων τριακοϲιων και δοθηνε τοιϲ πτωχοιϲ και ενεβριμουντο αυτη ·
וכַד הוּ אִיתַוהי בּבֵיתעַניָא בּבַיתֵּה דּשֵׁמעוּן גַּרבָּא כַּד סמִיכ אֵתָת אַנתּתָא דּאִית עלֵיה שָׁטִיפתָּא דּבֵסמָא דּנַרדִּין רִשָׁיָא סַגִּי דּמַיָא וַפתַחתָה וַאשׁפַּעתָה עַל רִשֵׁה דּיֵשׁוּ. אִית הוַו דֵּין אנָשָׁא מֵן תַּלמִידֵא דֵּאתבֵּאשׁ להוּן בּנַפשׁהוּן וֵאמַרו דַּלמָנָא הוָא אַבדָּנָא דּהָנָא בֵּסמָא . מֵשׁכַּח הוָא גֵּיר למֵזדַּבָּנוּ יַתִּיר מֵן תּלָתמָאא דִּינָרִין וַלמֵתִיהָבוּ למֵסכִּנֵא ומֵזדַּעפִּין הוַו בֵּה .
Y mientras él estaba en Bet-Anya’ en la casa de Shemún el sarnoso (garba’), recostado, vino una mujer que tenía un alabastro de nardo puro (besmá dnardin) [importado de la India], de gran valor. Rompiendo el alabastro, derramó sobre su cabeza. Algunos estaban indignados entre sí, diciendo: “¿Para qué esta pérdida del perfume? Pues este perfume podría haberse vendido por más de trescientos denarios y haberse dado a los pobres” Y murmuraban contra ella.
Lucas 7:37-38:
37 και ϊδου γυνη ητιϲ ην εν τη πολει αμαρτωλοϲ και επιγνουϲα οτι κατακειται εν τη οικια του φαριϲαιου κομιϲαϲα αλαβαϲτρον μυρου 38 και ϲταϲα οπιϲω παρα τουϲ ποδαϲ αυτου κλαιουϲα τοιϲ δακρυϲιν ηρξατο βρεχειν τουϲ ποδαϲ αυτου και ταιϲ θριξιν τηϲ κεφαληϲ αυτηϲ εξεμαξεν και κατεφιλει τουϲ ποδαϲ αυτου και ηλειφεν τω μυρω
אנתתא חדא חטיתא אית הות בהי מדינתא וכד ידעת דבביתה דהו פרישׁא סמיך נסבת שׁטיפתא דמשׁחא דבסימא. וקמת מן בסתרה לות רבִַב ובכיא הות ובדמעיה רבִַב צבעת ובסער דרישׁהֻ משׁויא הות להין ומנשׁקא הות רבִַב ומשׁחא הות מן הו משׁחא .
37 Y he aquí, una mujer que era pecadora en la ciudad, al reconocer que estaba recostado en la casa del fariseo (perisha’), trajo un alabastro de perfume (gr. myrou) [de unción de fermentada = meshja dbsma’]. 38 Poniéndose de pie detrás de sus pies, llorando, comenzó a mojar sus pies con lágrimas, y los secaba con los cabellos de su cabeza, y besaba sus pies, y los ungía (meshja’) con el ungüento.
Juan 12:3-5:
3 η ουν μαρια λαβουϲα λιτραν μυρου · ναρδου πιϲτικηϲ πολυτιμου · ηλιψεν τουϲ ποδαϲ του ιυ · και εξεμαξεν ταιϲ θριξιν αυτηϲ · τουϲ ποδαϲ αυτου · η δε οικια επληρωθη εκ τηϲ οϲμηϲ του μυρου · 4 λεγει δε ϊουδαϲ ο ϊϲκαριωτηϲ · ειϲ εκ τω μαθητων αυτου · ο μελλων αυτον παραδιδοναι ·5 διατι τουτο το μυρον ουκ επραθη τριακοϲιων δηναριων · και εδοθη πτωχοιϲ ·
מרים דין נסבת שׁטיפתא דליטר משׁחא נרדין פסטיקוס טבתא דסגבב דמִב ואשׁפעתה על רשׁה דישׁו כד סמיך ומשׁחת רבִַב ושׁוית בסערה ומלא ביתא כלה מן ריחה דמשׁחא . ואמר יהודא סכריוטא חד מן תלמבף הו דהו משׁלם הוא לה . למנא לא אזדבן משׁחא הנא בתלת מאא דינרין ואתיהב למסכנא .
3 Miriam, entonces, tomó una libra romana (shetipta dliter) de perfume [fermentado] de nardo puro (meshja’ nardin pastikos tabtá’), de gran valor, y ungió los pies (u’mshajat rabéh) de Yeshú, y los secó con sus cabellos, y la casa se llenó del aroma del perfume [fermentado] (rija’ dmeshjá'). 4 Dijo Yehuda Sakriota’, uno de sus discípulos, el que habría de entregarlo. 5 “¿Por qué este perfume no fue vendido por trescientos denarios y dado a los pobres?”
Mientras que las versiones judeo-cristiana, el Evangelio Hebreo de Mateo de Shem Tov y la versión Antigua de Lucas de Marción dicen lo siguiente:
Mateo Hebreo de Shem Tov
[7] נגשה אליו אשה אחת בפך משיחה יקרה ותיצק אותו על ראשו והוא מסבה לשלחן. [8] וירע להם מאד מדוע האבדון הזה. [9] יוכל למוכלה במחיר רב ולתת לעניים.
[7] se le acercó una mujer con un frasco de ungüento (בפך משיחה) precioso y lo derramó sobre su cabeza mientras él estaba reclinado (מסבה) a la mesa. [8] Y [esto] les pareció muy mal, pues [consideraron] que esto era un desperdicio (האבדון הזה).[9] Pues podría haberse vendido por mucho dinero para dárselo a los pobres.
Lucas Versión Antigua (versión de Marción) 7:37-38:
37 [5.27; 6.4.14]— . . . γυνή . . . ἁμαρτωλός . . .38 [5.27; 6.4.14]— . . . στᾶσα ὀπίσω παρὰ τοὺς πόδας . . . {τοῖς δάκρυσι ἔβρεξε . . . ταῖς θριξὶν . . . ἐξέμασσεν . . . κατεφίλει τοὺς πόδας . . . ἤλειφεν . . . }
37 ... mujer ... pecadora ... 38 estando de pie detrás, junto a los pies ... {con lágrimas [ungió] ... con los cabellos ... enjugó ... besó los pies ... ungió...}
-Roth pp.416-417.
Tathbit folio 140:
وَفِي الْإِنجِيلِ مَعَهُمْ، أَنَّ الْمَسِيحَ أَخَذَ صُنْدُوقًا يَخْزِنُ فِيهِ الذَّهَبَ وَالْفِضَّةَ، وَكَانَ خَازِنُهُ يَهُوذَا سَرْخُوطًا السَّاعِيَ بِهِ، وَأَنَّ امْرَأَةً زَانِيَةً أَهْدَتْ إِلَيْهِ طِيبًا قِيمَتُهُ ثَلَاثِمِائَةِ دِينَارٍ، وَجَعَلَتْ تَمْسَحُ بِهِ قَدَمَيْهِ، وَتَمْسَحُ شَعْرَهَا بِأَسْفَلِ قَدَمَيْهِ. وَأَنَّ شِمْعُونَ جَاءَ وَأَنْكَرَ ذَلِكَ عَلَيْهِ، وَقَالَ: «هَذَا سَرَفٌ وَفَسَادٌ، وَكَانَ يَنْبَغِي أَنْ تَتَصَدَّقَ بِثَمَنِ هَذَا عَلَى الْفُقَرَاءِ»
בַּבְּשׂוֹרָה שֶׁלָּהֶם, יֵשׁוּ לָקַח קֻפְסָה שֶׁבָּהּ אִחְסֵן זָהָב וָכֶסֶף. הָאַחְרַאי עַל הָאִחְסוּן הָיָה יְהוּדָה אִישׁ קְרִיּוֹת, שֶׁהִתְלַוָּה אֵלָיו. אִשָּׁה זוֹנָה הֵבִיאָה לוֹ מִתְנַת בֹּשֶׂם בְּשָׁוִוי שְׁלֹשׁ מֵאוֹת דִּינָרִים. הִיא הֵחֵלָּה לְשָׁפְשַׁף אֶת רַגְלָיו שֶׁל יֵשׁוּ וְלִמְרֹחַ בְּשַׂעֲרָהּ אֶת תַּחְתִּית כַּפּוֹת רַגְלָיו. אָז בָּא שִׁמְעוֹן וְגִנָּה אֶת יֵשׁוּ עַל כָּךְ, בְּאָמְרוֹ: "זֶה בִּזְבּוּזִי וּמֻשְׁחָת. הָיָה רָאוּי יוֹתֵר לָתֵת אֶת עֵרֶךְ זֶה כְּתְרוּמָה לַעֲנִיִּים."
(446) En su Evangelio, Yeshú tomó una caja en la que guardaba oro y plata. El encargado de guardarlo fue Yehudah Ish Kariot (Yahuda Sarjuta), que caminó con él. (447) Una mujer que era una adúltera (almar'at zaniatan / ishah zonah) le regaló un perfume (aromático) (tiban / bosem) cuyo valor era de trescientos dinares. Ella comenzó a frotar los pies de [Yeshú] con él y frotar su cabello con la planta de sus pies. Entonces vino Simón e insultaba a Yeshú por esto. Dijo: “Esto es un derroche y corrupción. Hubiera sido más apropiado dar el valor de esto como limosna a los pobres”.
Cf. Gabriel Said Reynolds & Samir Khalil Samir. (2010). Abd al-Jabbar, Critique of Christian Origins. USA: B.Y.U.P. II: 446-447, Folio 140, pp. 75-76.
En el contexto de los textos presentados, especialmente en el texto judeo-cristiano del Tathbit, el perfume (طِيبًا / בֹּשֶׂם) vertido por la mujer sobre Yeshú representa un ungüento aromático común, significativamente distinto del שֶׁמֶן מִשְׁחַת־קֹדֶשׁ (aceite de unción santa) prescrito en Shemot 30:25. Para que el طِيبًا / בֹּשֶׂם del Tathbit sea שֶׁמֶן מִשְׁחַת־קֹדֶשׁ, este ungüento requeriría elementos rituales específicos y precisos: mirra destilada (מׇר־דְּרוֹר) de calidad suprema, canela aromática (קִנְּמׇן־בֶּשֶׂם) selecta, caña aromática (קְנֵה־בֹשֶׂם) especialmente preparada, y cassia (וְקִדָּה) cuidadosamente seleccionada. Estos ingredientes deberían ser mezclados en proporciones exactas, medidas según el peso del santuario (שֶׁקֶל הַקֹּדֶשׁ), preparados por un perfumista ritual experto (רֹקֵחַ) siguiendo un proceso de elaboración sagrado. El aceite base sería aceite de oliva (שֶׁמֶן זַיִת) de la más alta pureza, consagrado mediante una bendición específica que lo separaría definitivamente para usos exclusivamente sagrados, con prohibiciones estrictas sobre su reproducción o uso profano, transformándolo de un simple ungüento aromático en un elemento litúrgico completamente separado y santificado.
El texto del Evangelio Hebreo de Mateo de Shem Tov y el comentario del Malbim sobre el Salmo 18:51 revelan una dimensión teológica profunda sobre el concepto de משיחה (meshija) que trasciende la mera interpretación superficial, adentrándose en los intrincados códigos rituales de la tradición judía.
En el Evangelio Hebreo de Mateo de Shem Tov, el uso de בפך משיחה (bepaj meshijah) adquiere una significación hermenéutica compleja que desafía los límites de la santidad ritual. Las fuentes talmúdicas en Keritot y Makkot, junto con la codificación de Maimónides (Hiljot Kle HaMikdash 1:5), revelan un marco normativo extraordinariamente estricto respecto al שֶׁמֶן מִשְׁחַת־קֹדֶשׁ:
הַסָּךְ מִשֶּׁמֶן הַמִּשְׁחָה כְּזַיִת בְּמֵזִיד חַיָּב כָּרֵת. וּבְשׁוֹגֵג מֵבִיא חַטָּאת קְבוּעָה שֶׁנֶּאֱמַר (שמות ל לג) "וַאֲשֶׁר יִתֵּן מִמֶּנּוּ עַל זָר וְנִכְרַת מֵעַמָּיו". וְאֵין חַיָּבִין אֶלָּא עַל סִיכַת שֶׁמֶן הַמִּשְׁחָה שֶׁעָשָׂה משֶׁה שֶׁנֶּאֱמַר מִמֶּנּוּ. מִזֶּה שֶׁנֶּאֱמַר בּוֹ (שמות ל לא) "שֶׁמֶן מִשְׁחַת קֹדֶשׁ יִהְיֶה זֶה לִי". וּמֵעוֹלָם לֹא נַעֲשָׂה שֶׁמֶן אַחֵר חוּץ מִמַּה שֶּׁעָשָׂה משֶׁה:
Aquél que se unge con una porción del tamaño de oliva del aceite de unción (שמן המשחה) deliberadamente se hace responsable de Karet. Si él [unge a sí mismo] sin saberlo, tiene que hacer un pecado fija que ofrece, [Shemot 30:33] Dice: “El hombre que elabore como él, o ponga de él sobre un extraño, se cortará (su vida) de su pueblo.” Uno sólo es responsable de sí mismo, de la unción con el óleo de unción hecha por Mosheh, como dice: “de él” a partir del óleo de los cuales [ibid 31] afirma que: “El aceite de unción sagrado, éste será para Mí”. No dice que será aceite de unción para otro…
El comentario del Malbim sobre el Salmo 18:51 profundiza esta comprensión, distinguiendo entre מלך (melej, rey) y משיח (mashiaj, ungido), destacando que la unción no es un mero acto ceremonial, sino una transmisión de autoridad divina con consecuencias teológicas fundamentales:
מלכו, משיחו. משיח הוא יותר מן מלך, שמורה שהמלכות לו בירושה ששאול לא נמשח בפך ושמן המשחה רק בקרן על כן לא נמשכה מלכותו כמ"ש חז"ל:
(Traducción: “Su reino, su ungido”. El Mashiaj es más que un rey, porque indica que la realeza le pertenece por herencia. Shaúl no fue ungido con el frasco de aceite de unción (בפך ושמן המשחה), sino solo con un cuerno (קרן), por lo tanto su reino no se perpetuó, como dijeron los sabios de bendita memoria.)
Las fuentes talmúdicas en el Talmud Bavli Keritot 3a y 5a revelan una taxonomía ritual extraordinariamente compleja. Los rabinos establecen distinciones fundamentales entre mepatm (mezclar/preparar) y saj (untar), determinando que ambas acciones pueden conllevar karet (extirpación espiritual) bajo condiciones específicas.
Según el Sefer HaMitzvot (Mandamiento Negativo 84:1: הזהירנו מלסוך בשמן המשחה שעשה משה אלא הכהנים הגדולים והמלכים (Nos advirtieron de no ungir con el aceite de unción que hizo Moisés, excepto a los sumos sacerdotes y reyes) del RaMBa”M, la unción con el aceite sagrado está estrictamente reservada para sumos sacerdotes y reyes. Cualquier persona que lo use intencionalmente incurre en karet, mientras que el uso inadvertido requiere una ofrenda de pecado.
La interpretación de Maimónides es terminante: הסך משמן המשחה כזית--במזיד, חייב כרת; ובשוגג, מביא חטאת קבועה (Quien unge con una medida de aceite de unción intencionalmente, está obligado a karet; inadvertidamente, trae una ofrenda de pecado fija). El uso de cualquier cantidad de aceite de unción intencionalmente conlleva karet, una consecuencia que resuena profundamente con la reacción de los discípulos, expresada en “וירע להם מאד” (se entristecieron mucho).
El perfume vertido sobre Yeshú se transforma así de un gesto devocional aparente a una potencial transgresión ritual de consecuencias teológicas irreversibles. La distinción entre la unción con קרן (keren, cuerno) y פך (paj, frasco) deja de ser un detalle menor para convertirse en un elemento hermenéutico crucial.
Esta lectura sitúa el pasaje en un marco de destino teológico donde el acto de unción mismo se configura como una potencial profanación. La Mishnah Keriot 1:1 establece explícitamente que “untar con el aceite de unción” (הַסָּךְ בְּשֶׁמֶן הַמִּשְׁחָה) constituye una de las 36 transgresiones que conllevan karet, la extirpación espiritual.
La tradición rabínica despliega un código de santidad tan hermético que cualquier desviación ritual implica una separación fundamental. El בפך משיחה del Evangelio Hebreo de Mateo no representa meramente el שֶׁמֶן מִשְׁחַת־קֹדֶשׁ (aceite de unción santa), sino un intento de profanación ilegítima que se confronta con normativas rituales taxativas: הזהירנו מלסוך בשמן המשחה שעשה משה (nos advirtieron de ungir con el aceite de unción que hizo Moisés), על בשר אדם לא ייסך (no se ungirá sobre carne humana).
La Mishnah es explícita en que el uso del aceite de unción está estrictamente regulado y su uso impropio implica una separación espiritual radical (karet), lo que refuerza la interpretación de que el בפך משיחה (frasco de ungüento) por una prostituta del Evangelio Hebreo de Mateo representaría más bien un acto de potencial transgresión ritual. La normativa rabínica establece una frontera hermenéutica absoluta: cualquier desviación en el uso del aceite sagrado no solo constituye una infracción ritual, sino que se configura como una transgresión ontológica que escinde al individuo de la comunidad y de la esfera de lo sagrado.
Mientras en el análisis de los evangelios en griego y arameo, se observa una consistencia terminológica para referirse al perfume usado en la unción de Yeshú. Los textos griegos emplean sistemáticamente μυρου (myrou), con variaciones como μυρου ναρδου πιϲτικηϲ (perfume de nardo puro) que indican la naturaleza específica del ungüento. Los textos arameos, por su parte, utilizan términos como מֵשׁחָא דּבֵסמָא (meshja dbsma'), בֵּסמָא דּנַרדִּין (besmá dnardin) y משׁחא דבסימא (meshja dbsima'), que igualmente denotan un perfume o ungüento aromático. Para que fuera un verdadero aceite de unción ritual, requeriría una composición específica y compleja que incluye múltiples ingredientes sagrados como mirra destilada (מׇר־דְּרוֹר), canela aromática (קִנְּמׇן־בֶּשֶׂם), caña aromática (קְנֵה־בֹשֶׂם) y cassia (וְקִדָּה), mezclados en proporciones exactas según el peso del santuario, preparados por un perfumista experto mediante un proceso ritual preciso. Además, debería ser consagrado mediante una bendición específica y destinado únicamente a propósitos sagrados, con restricciones estrictas sobre su reproducción o uso profano. Estos términos, tanto en griego como en arameo, refieren a un perfume de valor significativo, en este caso tasado en trescientos denarios, pero no constituyen el שֶׁמֶן מִשְׁחַת־קֹדֶשׁ descrito en Éxodo. El בֹּשֶׂם mencionado en el Tathbit, sin embargo, es simplemente un perfume personal de valor monetario significativo que la prostituta utiliza en un acto de unción simbólico completamente diferente del ritual de consagración descrito en los textos sacerdotales de Shemot 30. La ausencia de los componentes rituales específicos indica que se trata de un ungüento personal y emotivo, muy distinto del aceite de consagración prescrito para rituales sagrados. La palabra בֹּשֶׂם, por sí misma, connota lo aromático y fragante, pero carece de la especificidad ritual y la santidad inherente al שֶׁמֶן מִשְׁחַת־קֹדֶשׁ, representando así un perfume mundano en contraste con el aceite sagrado de unción. La convergencia lingüística en los evangelios subraya el carácter simbólico del acto de unción, donde el valor del perfume y el gesto de la mujer adquieren mayor significado que la composición química del ungüento mismo.
Tabla VI.A.1-1 - Sustancia de unción según los Cuatro Evangelios
El ritual de unción descrito en los cuatro Evangelios comparte elementos comunes que revelan una profunda significación ritual. Según Mateo, Marcos y Lucas, una mujer anónima realiza la unción, mientras que en el Evangelio de Juan es María de Betania quien unge a Yeshú. En cuanto al lugar de aplicación de la sustancia, en los Evangelios de Mateo y Marcos la mujer unge la cabeza de Yeshú, mientras que en los Evangelios de Lucas y Juan, la unción se realiza sobre sus pies.
El verbo ἤλειφεν (éleipsen), tradicionalmente traducido como “ungir”, emerge en el contexto neotestamentario como un término profundamente imbuido de significación ritual, que resonaba con los iniciados de los cultos mistéricos del Mediterráneo oriental durante el siglo I, especialmente entre las comunidades helenísticas de Judea, Samaria, Galilea y Antioquía. La consistencia terminológica en los diferentes evangelios (ἠλιψεν en Juan, ἤλειφεν en Lucas, κατεχεεν en Mateo y Marcos) sugiere una tradición hermenéutica compartida, donde el acto de unción trasciende lo meramente físico para convertirse en un símbolo de transformación espiritual mistérica.
Los Evangelios mencionan diversos ungüentos y perfumes de gran valor, como el nardo puro (gr. nardou pistikēs, aram. meshja' nardin pastikos tabtá') y otras preparaciones aromáticas, algunas descritas como "ungüento [de unción] fermentado" (gr. myrou, aram. meshja dbsma'). Estos términos revelan una compleja red semántica que trasciende la mera descripción lingüística, conectándose profundamente con los antiguos ritos de purificación, renacimiento y transformación espiritual practicados en los misterios mediterráneos.
La palabra griega ἤλειφεν (ungió) guarda una conexión profunda con los rituales mistéricos del antiguo Mediterráneo, especialmente en los Misterios de Eleusis, Dionisio y los cultos isíacos. Estos cultos, que se remontan al siglo VII a.C., estaban centrados en la muerte y resurrección de deidades agrícolas como Deméter y Perséfone, simbolizando la esperanza de vida después de la muerte. El acto de ungir representaba un componente esencial de purificación y preparación del iniciado para recibir los secretos del misterio.
En el Himno homérico a Deméter, se describe cómo Metanira unge a Deméter con aceite fragante mediante la expresión ‘ἀλείψασα λιπῷ’ (unge con aceite), un acto que simboliza reverencia y preparación ritual. Este ungimiento en los misterios eleusinos se vincula directamente con la purificación previa a las revelaciones sagradas. De manera similar, en los cultos dionisíacos, el uso de μυρον (myron, perfume) era fundamental, como señala Plutarco, quien documenta que "οἱ μύσται τῷ Διονύσῳ μυρίῳ ἔχρισαν" (‘los iniciados ungían abundantemente en honor a Dionisio’), subrayando el carácter transformador y extático de estos rituales.
Los cultos isíacos ofrecían una dimensión igualmente significativa al ungimiento. Apuleyo, en El asno de oro, describe cómo los iniciados eran ungidos con aceites perfumados antes de las ceremonias, señalando ‘unguine divino perunctus’ (‘ungido con aceite divino’), lo que simbolizaba la preparación para entrar en comunión con Isis y experimentar una renovación espiritual.
Términos como μυρον (myron), ἤλειφεν (ungió) y sus equivalentes arameos como meshja' (משׁחא) no solo describen actos rituales concretos, sino que encapsulan una rica red semántica que conecta estas prácticas con los ideales de purificación, transformación espiritual y esperanza de vida eterna presentes en los cultos mistéricos del mundo antiguo.
Para los habitantes del mundo grecorromano familiarizados con estos rituales, la escena de unción representaría un acto de conversión análogo a las ceremonias de iniciación mistéricas, donde el ungimiento simbolizaba el pasaje de un estado de impureza a uno de gracia divina, la muerte simbólica del yo anterior y el nacimiento de una nueva identidad espiritual.
Varios discípulos, especialmente Judas, cuestionan el “desperdicio” de este costoso perfume, mientras que se resalta el aroma que llena el espacio donde ocurre la unción. Esta interpretación resonaría profundamente con las comunidades sincréticas del Levante, donde las tradiciones judías se entrelazaban con las prácticas helenísticas, permitiendo que un acto aparentemente simple de unción se transformara en una metáfora poderosa de redención, renacimiento y encuentro con lo trascendental.
La mujer (sea la pecadora anónima de Lucas o María de Betania) representaría así una sacerdotisa mistérica que prepara a Yeshú para un ritual de transformación espiritual. Su acto de unción, realizado con lágrimas (δάκρυσι, dakrysi) y cabello (θριξὶν, thrixin), simboliza una iniciación mistérica que promete acceso a verdades ocultas y una vida trascendental, donde el ungimiento no es simplemente un acto físico, sino la encarnación misma de una experiencia de redención y renacimiento.
Así, ἤλειφεν no solo describe un acto físico, sino que también encapsula la esencia de los ritos mistéricos que prometían a los iniciados un acceso a verdades ocultas y una vida eterna.
A pesar de la aparente similitud superficial del acto de ungir, el ritual de unción de los monarcas judíos en la tradición bíblica y el acto de unción de Yeshú descrito en los Evangelios son fundamentalmente distintos. Mientras que la unción real en la tradición hebrea era un acto ceremonial estrictamente regulado, realizado por profetas universalmente reconocidos como Shmuel utilizando un aceite sagrado —el shemen ha-mishjah (שמן המשחה)— específicamente preparado según instrucciones divinas y guardado en el Templo, la unción de Yeshú se presenta como un acto íntimo, cargado de significación espiritual mistérica, más cercano a los rituales de transformación de los cultos mediterráneos. Los reyes como Shaúl , David y Shlomoh eran ungidos con un propósito político-religioso preciso, utilizando un frasco o cuerno de aceite (paj ha'shemen, קרן השמן) derramado exclusivamente sobre la cabeza, en un ritual que legitimaba su autoridad sobre la heredad divina. En contraste, la unción de Yeshú —ya sea por María de Betania o la mujer anónima— representaba una metáfora de redención personal, realizada con un ungüento de alto valor como el nardo puro (nardou pistikes, נרדוס פסטיקוס), y que transformaba el acto ritual en una experiencia de trascendencia espiritual mistérica griega. Donde el ungimiento monárquico era un protocolo divino de sucesión, el ritual evangélico se aproximaba más a los misterios mediterráneos de Eleusis, Dionisio e Isis, simbolizando un renacimiento espiritual y una muerte simbólica del yo anterior, completamente desvinculado de los procedimientos rituales originales de coronación judía. El verbo griego ἤλειφεν (éleipsen, ungió) en los evangelios adquiere así una dimensión hermenéutica propia, alejándose radicalmente del משׁח (mashaj, ungir) veterotestamentario y acercándose a una experiencia mistérica pagana.
Tabla VI.A.1-2 - Ritual de Unción según los Cuatro Evangelios
*Nota: En Lucas 7:46, Yeshú admite que su cabeza no había sido ungida con aceite. No habría marcado diferencia si Simón hubiera derramado aceite sobre su cabeza, ya que Simón no era un profeta además que en los otros evangelios se le reconoce como un sarnoso o leproso y esto le imposibilitaba tener acceso a Jerusalén, así como al Bet HaMikdash al y por tanto tener acceso al aceite sagrado guardado en el Bet HaMikdash.
Según la Biblia Hebrea, el propósito del proceso de unción es coronar a un rey (o designar a un sumo sacerdote). Sin embargo, según el Nuevo Testamento, el propósito de ungir a Yeshú no era ninguno de los anteriores:
Mateo 26:12:
βαλουϲα γαρ αυτη το μυρον τουτο επι του ϲωματοϲ μου προϲ το ενταφιαϲαι με εποιηϲεν
(Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, lo ha hecho para prepararme para mi sepultura.)
Marcos 14:8:
ο εϲχεν εποιηϲεν προελαβεν μυριϲαι το ϲωμα μου ειϲ τον ενταφιαϲμον ·
(Lo que ella pudo hacer, lo ha hecho: ha ungido anticipadamente mi cuerpo para la sepultura.)
Lo que comprueba el ritual evangélico se aproximaba más a los misterios mediterráneos de Eleusis, Dionisio e Isis, simbolizando un renacimiento espiritual y una muerte simbólica.
Elementos del ritual de ungir a Yeshú.
Los elementos del proceso que se describieron en los Cuatro Evangelios como la unción de Yeshú se enumeran a continuación en el mismo orden que los elementos para el proceso de unción que se desarrolló en la Sección V-B:
La sustancia utilizada para ungir a Yeshú era un (meshja' nardin pastikos tabtá') ungüento de nardo puro, que no se considera una sustancia sagrada. El Diccionario de la Lengua Inglesa de American Heritage (Segunda Edición Universitaria, Houghton Mifflin Company, Editores [1991]) describe el nardo como:
“Una planta aromática, Nardostachys jatamansi, de la India, que tiene flores de color rosa-púrpura. Un ungüento costoso de la antigüedad, probablemente preparado a partir del nardo.”
No se menciona a un profeta reconocido oficialmente realizando el ritual de unción.
El ungüento se aplicó mediante el uso de un recipiente de alabastro, no un (paj ha'shemen, keren ha'shemen) frasco o cuerno de aceite. Los autores del Nuevo Testamento se refieren a Yeshú como el “hijo de David”, lo que implica que él es de la línea real del Rey David: Mateo 1:1 (RVR1960) - Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham. Si, como se afirma en el Nuevo Testamento, Yeshú fuera un auténtico rey de la dinastía davídica, ¿por qué la sustancia de unción se tomó de un frasco de alabastro y no de ese recipiente especial llamado el cuerno? El ungüento se aplicó no solo a la cabeza, sino también a los pies de Yeshú. Además que la tradición judía en el Talmud Bavli del tratado de Sanhedrin 43a, en el que aparece la misteriosa frase 'Yeshu estaba cerca de las autoridades romanas-ישו דקרוב למלכות הוה, por tanto no era descendiente de David.
La unción de Yeshú no se describe como un acto de coronación o designación, sino más bien como un acto de preparación para su muerte inminente, además el Nuevo Testamento guarda silencio sobre si Yeshú se sentó en el trono de David durante su vida, y si lideró un ejército judío en alguna batalla contra los enemigos de Israel y los derrotó. Asimismo, no hay mención en el Nuevo Testamento de que Yeshú estuviera al mando de todo un gobierno político.
Los discípulos, especialmente Judas, cuestionaron el “desperdicio” del costoso (meshja' dbsma') ungüento, lo que sugiere que el acto no se interpretó como un ritual sagrado.
Por lo tanto, los elementos del ritual de unción de Yeshú difieren significativamente de los ritos de unción de los reyes y sumos sacerdotes en la tradición bíblica hebrea.
Comparación de la unción de Yeshú con los requisitos en la Biblia Hebrea
La Tabla VII-1 contiene una comparación elemento por elemento del proceso de unción en la plantilla con los relatos descritos en los Evangelios. Para cada elemento de la plantilla, un SÍ o NO indica si el elemento respectivo de los relatos evangélicos cumple o no con la especificación establecida en la Biblia Hebrea:
Tabla VII-1 - Especificaciones de la Biblia Hebrea versus los relatos del Nuevo Testamento sobre la unción
Esta comparación demuestra que la unción de Yeshú, tal como se describe en el Nuevo Testamento, viola todos los requisitos para una unción válida de la realeza en Israel, tal como se especifica en la Biblia Hebrea.
La unción de Yeshú no cumple con los elementos clave del proceso de unción establecido en la tradición bíblica hebrea. La sustancia utilizada no era el aceite sagrado especial, no fue un profeta reconocido quien realizó el ritual, el recipiente empleado no era el tradicional frasco o cuerno de aceite, la unción se aplicó tanto a la cabeza como a los pies, y el propósito no fue de coronación o designación, sino de preparación para la muerte desde la tradición mistérica grecorromana.
Por lo tanto, según los requisitos estipulados en la Biblia Hebrea, la unción de Yeshú descrita en el Nuevo Testamento no sería considerada una unción válida y, por ende, no podría respaldar su identidad como el Mashiaj (ungido) prometido.
Resumen.
En este exhaustivo análisis, se abordaron dos cuestiones fundamentales relacionadas con la interpretación de la figura de Yeshú (Jesús) en los textos bíblicos. La primera investigación se centró en el término hebreo מָשִׁיחַ (mashiaj) en el Libro de Daniel, tradicionalmente traducido como "Mesías" o "el Ungido" en las versiones cristianas.
Un análisis filológico riguroso de las 39 apariciones de este término en la Biblia Hebrea reveló una interpretación significativamente diferente. Contrario a la lectura cristiana convencional, מָשִׁיחַ debe traducirse como "un ungido", haciendo referencia a dos individuos históricos específicos sin ninguna conexión con el concepto del Mesías judío prometido. Este hallazgo desafía profundamente las interpretaciones teológicas tradicionales y sugiere una comprensión más contextualizada del texto bíblico.
La segunda línea de investigación examinó la legitimidad ritual del proceso de "unción" de Yeshú según se describe en el Nuevo Testamento. Mediante un método comparativo riguroso, se desarrolló una plantilla analítica basada en los protocolos bíblicos de unción para reyes y sumos sacerdotes en la tradición hebrea. Al contrastar estos criterios con los relatos evangélicos, la investigación demostró que Yeshú no cumplía con los requisitos formales de unción establecidos en las Escrituras hebreas.
Un descubrimiento crucial de este estudio es que la unción de Yeshú en los Evangelios presenta características distintivas que la alejan del protocolo ceremonial hebreo tradicional. En lugar de seguir el ritual estrictamente regulado de la unción real, el texto sugiere un acto más próximo a los rituales de transformación espiritual característicos de los cultos mistéricos mediterráneos de la antigüedad.
La investigación revela una dimensión adicional de especial relevancia: la posible influencia de las tradiciones mistéricas helenísticas en la interpretación evangélica del ritual de unción. Esta perspectiva sugiere que la conceptualización de Yeshú podría estar más vinculada a los paradigmas religiosos grecorromanos que a la tradición mesiánica judía.
Considerando la evidencia presentada, el análisis concluye que Yeshú no cumplía con los criterios establecidos para ser considerado el Mashiaj o rey ungido según las Escrituras hebreas. Resulta particularmente significativo que en los primeros textos cristianos y gnósticos se le denominara ‘Chrestos’, un término que no significa ‘Ungido’ (Cristos), sino ‘Bueno’, una acepción estrechamente relacionada con los hierofantes o iniciados de los cultos mistéricos.
Además que el Talmud Bavli Sanhedrin 43a menciona a Yeshú como un personaje que se aleja de la figura del rey mesías (מָשִׁיחַ, mashiaj) esperado en la tradición judía, y se menciona que Yeshú cercano al reino romano:
Bomberg (Venice) Pressing (1523 CE) |
אמר עולא: ותסברא [וכי סבור אתה] שיש להביא מכאן ראיה? וכי ישו הנוצרי בר הפוכי זכות הוא [ראוי הוא להפוך בזכותו]? והרי מסית הוא, ורחמנא אמר [והתורה אמרה] לגבי מסית "ולא תחמל ולא תכסה עליו" (דברים יג, ט)! אלא שאני ישו שקרוב למלכות הוה [היה]
Ula dijo: ¿ Y cómo puedes entender esta prueba? ¿Era Yeshú HaNotzrí digno de realizar una búsqueda de una razón para absolverlo? Él era un incitador a la adoración de ídolos (mesit), y el Misericordioso (Rajmana’) declara con respecto a un incitador a la adoración de ídolos: “No perdonarás, ni lo encubrirás” (Deuteronomio 13:9). Más bien, Yeshú era diferente, ya que tenía estrechos vínculos con el gobierno [romano],y las autoridades gentiles estaban interesadas en su absolución. En consecuencia, el tribunal le dio todas las oportunidades para que se aclarara él mismo, de modo que no se pudiera afirmar que fue falsamente condenado.
A diferencia de un rey judío legítimo, que debe ser un descendiente directo del rey David, Yeshú se presenta como un malvado apostata que está más alineado con el poder romano que con la monarquía judía. El texto talmúdico sugiere que Yeshu es considerado un apóstata que incita a la sedición y, por tanto, no puede ser visto como un verdadero líder espiritual o político de Israel. La afirmación de que "no tendrás compasión ni lo encubrirás" resalta la desaprobación hacia su figura, contrastando con las expectativas mesiánicas que requerían una conexión genuina con la dinastía davídica. Además, el uso del término “bar ha-pojei z'jut” también implica que su influencia es vista como perjudicial para el pueblo judío y su relación con Di-s. Por lo tanto, la interpretación talmúdica refuerza la idea de que Yeshú no solo no fue ungido como rey Mesías (melej Mashiaj), sino que su cercanía al imperio romano lo descalifica aún más como candidato al título de mesías en el contexto judío.
Esta investigación no solo ofrece una reinterpretación filológica y ritual, sino que además propone un marco hermenéutico más complejo para comprender el origen y la evolución de las narrativas religiosas en el contexto del mundo mediterráneo antiguo.
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