Pesikta Rabati 36: ¿Midrash sobre yeshu
como mesías sufriente?
Por Yaacov Amar Rothstein Shlit"a.
12 de Adar I, 5784
Negev, Israel.
Hace un tiempo me topé con un misionero cristiano que cuenta con unos cuantos miles de seguidores en redes sociales. Este misionero acostumbra utilizar fuentes judías para su apologética cristiana. Este misionero me dedicó un video en el que utiliza el libro Pesikta Rabati para justificar la errónea idea de que ahí está escrito que el mashiaj supuestamente carga y expía nuestros pecados.
Los misioneros tienen la costumbre de sacar citas de contexto (o simplemente explicar lo que no dicen nuestros textos), todo con tal de justificar su idolatría. Ellos traen un midrash escrito en Pesikta Rabati capítulo 36 en donde se relata de un diálogo entre Hashem y un mesías sufriente. En este relato se cuenta como este mesías dice estar dispuesto a sufrir por Israel. El midrash dice así:
אמר להם הקב"ה משיח ושמו אפרים משיח צדקי מגביה קומתו וקומת דורו ומאיר עיני ישראל ומושיע עמו ואין כל אומה ולשון יכולה לעמוד בו שנאמר לא ישיא אויב בו ובן עולה לא יעננו וכל אויביו וצריו מתברחים שנאמר וכתותי מפניו צריו ואף נהרות פוסקים בימיו שנאמר ושמתי בים ידו ובנהרות ימינו
התחיל הקב"ה מתנה עמו ואומר הללו שגנוזים הם אצלך עונותיהם עתידים להכניסך בעול ברזל ועושים אותך כעגל הזה שכהו עיניו ומשנקים את רוחך בעול ובעונותיהם של אילו עתיד לשונך לידבק בחיכך רצונך בכך אמר משיח לפני הקב"ה שמא אותו צער שנים רבות הם אמר לו הקב"ה חייך וחיי ראשי שבוע אחת שגזרתי עליך אם נפשך עציבה אני טורדן מעכשיו אמר לפניו רבון העולמים בגילת נפשי ובשמחת לבי אני מקבל עלי על מנת שלא יאבד אחד מישראל ולא חיים בלבד יושעו בימי אלא אף אותם מתים שמתו מאדם הראשון עד עכשיו ולא אילו בלבד אלא אף נפלים יושעו בימי ולא אילו בלבד יושעו בימי אלא כל מי שעלתה על דעתך להבראות ולא נבראו בכך אני רוצה בכך אני מקבל עלי
Traducción:
El Santo Bendito Sea dijo: Él es el mesías, su nombre es Efraím, Mi verdadero mesías. Él elevará su estatura y la estatura de su generación, y dará luz a los ojos de Israel y traerá la salvación a su pueblo; y ninguna nación o habla podrá resistirle, como está dicho: No le hará violencia el enemigo, ni le afligirá el hijo del mal [1]. Y todos sus enemigos y adversarios serán vencidos ante él, como se dice: Yo haré pedazos a sus adversarios delante de él [2]. Incluso los océanos y los ríos dejarán de [fluir], como se dice: Pondré su mano sobre el océano y su diestra sobre los ríos [3].
Santo Bendito Sea comenzó a hablar de los términos con [Efraím], diciéndole: En el futuro los pecados de los que han estado ocultos contigo te pondrán bajo un yugo de hierro. Te harán semejante a un becerro al que se le oscurecieron los ojos; y ahogarán tu espíritu con un yugo; y a causa de sus pecados se te pegará la lengua al paladar [4]. ¿Estás dispuesto [a soportar] esto? El mesías dijo ante el Santo Bendito Sea: ¿Este sufrimiento [durará] muchos años? El Santo le dijo ¡Por tu vida y la vida de Mi cabeza! He decretado para ti una semana [5]. Si tu alma se entristece, desterraré inmediatamente [a las almas pecadoras ocultas contigo]. [El mesías] dijo ante Él: Amo del universo, tomaré esto sobre mí con alma alegre y corazón contento, para que nadie en Israel perezca; [que] no sólo los que están vivos se salven en mis días, sino también los que están muertos, que han muerto desde [los días] de Adam hasta ahora, se salven en mis días; y no sólo éstos, sino también los abortados se salven en mis días, y no sólo aquéllos se salven en mis días, sino también aquéllos que Tú pensaste crear, pero no fueron creados. Tales [son las cosas] que deseo, y para ello estoy dispuesto a tomar [todo esto] sobre mí [6].
Basados en este midrash, los misioneros tratan de embutir la idea de que incluso en las fuentes rabínicas se menciona al mesías que está dispuesto a sufrir para salvar a Israel, por lo que -según ellos- esto encaja con la teología cristiana.
No obstante, es sumamente gracioso que los misioneros traten de tergiversar lo que realmente dice Pesikta Rabbati, puesto a que cuando uno lee con detalle, el mismo texto implica varias contradicciones al cristianismo hasta el punto de refutarlo.
Lo primero es que el midrash habla de un futuro mesías, por lo que es evidente que la misma tradición oral asume que el mesías aún no ha llegado. Pero dejemos de lado ese detalle que destruye todo el argumento cristiano de entrada.
Es difícil no darse cuenta que al mesías mencionado en el midrash se le refiere como “Efraím”, o más bien, mesías (hijo de) Efraím. Esto es una referencia clara al mashiaj ben Yosef que se menciona en diversas fuentes de la tradición judía[7], ya que Efraím era uno de los hijos de Yosef siendo que Efraím se vuelve una de las doce tribus de Israel a pesar de no ser hijo de Yaacov, sino de Yosef[8].
Y surge la pregunta ¿Si generalmente nos referimos a esta figura como “mashiaj ben Yosef”, por qué en este midrash se le refiere a él como (hijo de) Efraím? La respuesta es obvia, porque los sabios de Israel z”l necesitaban transmitir esta enseñanza a Israel, pero sabían que este midrash podría ser tergiversado por los idólatras, así que Hashem nos permitió tener este midrash con referencia a Efraím y no a Yosef, para que sepamos que el personaje del midrash nada tiene que ver con yeshu[9].
Es por eso que basta con leer la primera frase del midrash para entender que el personaje en cuestión nada tiene que ver con el del cristianismo.
Después de eso, el midrash nos dice que en la generación de este mesías[10] se “traerá salvación a Israel”, cosa que evidentemente no ocurrió en el tiempo de yeshu, ya que Judea en el siglo I fue destruida por los romanos, dando inicio al exilio más largo del Pueblo Judío. Así que ocurrió lo opuesto a una salvación.
Es más, en el mismo texto cristiano se menciona que yeshu le habla de forma despectiva a los judíos de su tiempo diciéndoles que “¿Por qué pide esta generación una señal? En verdad os digo: «No se dará un signo a esta generación»”[11]. Aquí yeshu, además de utilizar un lenguaje peyorativo contra sus hermanos judíos, básicamente está afirmando que los judíos no recibirán señales, por lo que no tendrían su salvación. Es curioso, porque esa afirmación de yeshu despreciando a los judíos es inconsistente con el mismo texto de la biblia cristiana[12].
No obstante, a lo largo de los evangelios, es común ver repetidas veces como yeshu hacía amenazas apocalípticas[13] sobre un inexistente “fin de los tiempos”, cosa que evidentemente nunca ocurrió.
Curiosamente, el incumplimiento de esas falsas profecías que aquella persona pronunció incluso dejó decepcionado a los mismos cristianos de su generación[14], puesto a que el mismo yeshu les aseguró a sus secuaces que “no pasará esta generación hasta que todas estas cosas sucedan”[15]. Esta especulación de yeshu sobre el fin de los tiempos en sus días nunca se cumplió, pues queda claro que esa generación ya pasó y nada de las cosas que dijo yeshu sucedieron[16].
Es por esto que, a lo largo de la narrativa neotestamentaria, se presentan ideas opuestas a la de nuestro midrash en Pesikta Rabbati.
Continuando con el midrash, este relata que “ninguna nación o lengua podrán contra” el mesías Efraím presentado en Pesikta Rabbati, cosa que no ocurrió con yeshu, ya que -según los textos del cristianismo- los romanos lograron doblegarlo y hasta colgarlo en un madero. De esta forma, vemos como la perspectiva cristiana que tienen sobre su falso mesías de hecho incumple los 3 pasajes de Salmos citados por Pesikta Rabbati[17].
Pero a continuación el midrash toma un giro. Hashem le advierte a este mesías hijo de Efraím que, debido a los pecados de Israel, eso causará que el mesías hijo de Efraím va a sufrir[18]. A pesar de esto, este mesías de Efraím está dispuesto a aceptar voluntaria e incondicionalmente ese sufrimiento de forma entusiasta con el objetivo de prevenir la perdición de Israel; a diferencia de yeshu, que él ni siquiera tenía la voluntad de dar su vida[19], no quería morir. Incluso se lo debatió hasta supuestamente sudar sangre[20]. Es más, según la narración cristiana, yeshu durante el flagelo que le hacen los romanos se siente abandonado por Dios, cosa que contradice explícitamente al midrash en Pesikta Rabbati [21].
Esta sección de Pesikta Rabbati es radicalmente distinta a la narración en los textos cristianos. Mientras que el mesías de Pesikta Rabbati está dispuesto a sufrir con tal de que Israel no sean los que sufran, en los evangelios podemos ver lo contrario: que una y otra vez que yeshu es sumamente hostil contra los judíos.
Entre los tantos ejemplos que podemos ver de la actitud hostil de yeshu contra los judíos, aquí podemos enumerar algunos:
Mateo 23 – Un capítulo entero dedicado a desacreditar y difamar a los judíos.
Marcos 12:38-40 – Similar a Mateo 23 en el tono despectivo contra los judíos.
Lucas 13:35 – Ahí yeshu amenaza a los judíos con que serán destruidos y con que “no volverán a verlo” (como si eso fuera un ultimátum que les haya importado).
Lo cierto es que toda la biblia cristiana está plagada de estrofas antisemitas como éstas en las que yeshu una y otra vez se conduce con desprecio contra Israel. Esta actitud es diametralmente opuesta a la que tiene el mesías hijo de Efraím en Pesikta Rabbati, siempre compasivo y protector frente a Israel.
Es tan distinto el mensaje de Pesikta Rabbati a la narrativa del cristianismo, que en el nuevo testamento cuenta como yeshu se pone a decirle a los judíos que “Por eso os digo que se quitará de vuestras manos el reino de Dios y será entregado a un pueblo que lo haga fructificar”[22]. Es decir, mientras por un lado el mesías hijo de Efraím de las fuentes judías nunca dejaría perecer a Israel y está dispuesto a pagar el precio para ello, por otro lado, el mashiaj sheker[23] del cristianismo alucina y amenaza a los judíos con que Hashem los remplazaría.
Otro aspecto en donde vemos nuevamente esta gran distancia es cuando en el midrash, el mesías hijo de Efraím menciona que:
no sólo los que están vivos se salven en mis días, sino también los que están muertos, que han muerto desde los días de Adam hasta ahora, se salven en mis días.
Brutalmente distinto a yeshu, quien afirmó que sólo aquel que cree en su nueva secta tendría salvación, pero que todos los demás estarían “condenados”[24]. Es decir, yeshu enfatiza la fe idólatra hacia él como único camino a la vida eterna (según su definición), incluso si esto es por medio de usar un lenguaje lleno de manipulaciones emocionales[25]. Eso es opuesto a la idea del midrash de un salvador que redime a todo Israel, vivos y muertos, independientemente de su fe.
Y, por si fuera poco, no solamente que yeshu en los evangelios arremetía contra los judíos, sino que incluso los textos cristianos relatan sobre agresiones físicas que yeshu cometió en Jerusalem. En el evangelio se relata [26] un violento episodio en el que yeshu elabora un arma y comienza a agredir personas [27], incluso lo hace desparramando al suelo el dinero de la gente, causando así daños económicos a la propiedad privada y daños a la comunidad al haber atacado a los cambistas [28].
Es pocas palabras, a pesar de que el mesías hijo de Efraím sabe que Israel son pecadores, no por esto los critica, sino que está dispuesto a pagar las consecuencias de dichos pecados. En cambio, yeshu, pasa sus últimos días criticando a los judíos, amenazándolos de que serán destruidos e incluso agrediéndolos físicamente con látigos.
En este midrash en Pesikta Rabbati se relata una de las más nobles y emotivas declaraciones. El mesías hijo de Efraím expresa ante Hashem que su amor por Israel es tan grande, que no solamente está dispuesto a sufrir por los vivos, sino también por los muertos. No sólo por ellos, sino incluso por los que no lograron nacer[29] e incluso por aquellos que no han sido creados aún. Básicamente, el mesías hijo de Efraím le dice a Hashem que está dispuesto a pasar lo que sea, todo por el bien del Pueblo de Israel en todas las generaciones; las que ha habido y las que habrá.
En cambio, yeshu en los evangelios se muestra una y otra vez agresivo ante Israel, al punto en el que incluso los amenaza a los judíos con que ellos pagarán por toda la sangre derramada en la historia de la humanidad. Textualmente yeshu le dice a los judíos “que caiga sobre vosotros toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Baraquías”[30]. Es decir, yeshu le intenta imputar a judíos del siglo I la culpa de asesinatos que ellos nunca cometieron, como “la sangre de Abel” y demás. O sea, trata de incriminarlos por muertes de docenas de generaciones que ellos no tuvieron la culpa[31].
Esto significa que, mientras que por un lado el mesías hijo de Efraím de las fuentes judías está dispuesto a sufrir para que se haga el bien para todas las generaciones de Israel (habidas y por haber), por el otro lado tenemos a yeshu culpando a los judíos de los asesinatos de toda la historia; incluso cuando ellos no los cometieron. Ambos personajes usan el mismo motif literario de apelar a las generaciones pasadas[32], con la enorme diferencia en que el mesías hijo de Efraím lo hace por el bien de Israel, mientras que yeshu lo hace para amenazar a los judíos de que caiga sangre sobre sus cabezas.
La expresión “sangre sobre tu cabeza” la encontramos también en una escena en la que, tras la batalla del ejército de Israel en Gilboa contra los filisteos, llega adonde David un descendiente de Amalec que dice haber matado al rey Saúl, por lo que el rey David le da pena de muerte bajo el cargo de haber asesinado al rey de Israel[33]. La expresión usada en los evangelios es posiblemente un intento más de embutir la teología del reemplazo que se repite constantemente en el nuevo testamento. Es decir, los evangelistas evocan una terminología incriminatoria para sugerir la injuria de que los judíos somos supuestamente “descendiente de Amalec” por hacer un inexistente deicidio.
Es como en la absurda exegesis en la que Pablo de Tarso se inventa que los judíos somos “hijos de la esclava” Hagar, mientras que los paganos -según Pablo- son “hijos de la libre” Sarah [34]. La falacia en el silogismo de Pablo intenta introducir, una vez más, la teología del remplazo. Este fenómeno de intentar usurpar a Israel también se encuentra en el islam, pero esta vez los personajes no son Sarah y Hagar, sino que son Isaac e Ismael. En el Corán [35] se trae el relato del sacrificio del hijo de Abraham [36], pero en vez de ser Isaac el hijo por ser sacrificado, el islam lo reemplazó por Ismael [37].
Vemos como existe una tendencia en el subconsciente religioso de la humanidad por tratar de arrebatarle la Tora a Israel y, por consecuencia, se termina distorsionando el mensaje original que transmitió Hashem a Israel en el Sinaí[38].
En pocas palabras, vemos que mientras que el mesías citado en las fuentes judías (el hijo de Efraím) está dispuesto a darlo todo por el Pueblo de Israel, yeshu hace al revés una y otra vez al despreciar a los judíos. O sea, yeshu hace todo lo posible para despreciar a los judíos.
Todos esos aspectos analizados anteriormente son sólo un poco de la tremenda brecha que existe entre el mesías que Israel esperamos vs la fabricación del cristianismo. Realmente, podemos analizar esta sección del midrash en una cantidad exorbitante de detalles y siempre nos toparemos con que las enseñanzas del midrash son opuestas a las que la narrativa cristiana pretende presentar de yeshu.
[2] Ibid. versículo
24.
[3] Ibid. versículo 26.
[4] Ibid. 137:6.
[5] Es decir, 7 años.
[6] Cf. con el midrash basado en el manuscrito
de Oxford y primeras impresiones realizado por Hyman, A. B., Shiloni, Y., &
Lerer, I. N. (2009). Yalkut Shimoni: Colección de Midrashim sobre los
Profetas. Mosad HaRav Kook, p. 315.
[7] Este mesías hijo de Efraím es distinto al
mesías hijo de David (de la tribu de Judá) al que se refirieron los profetas de
Israel que hablaron sobre la redención final. Ver. Jastrow, M. (1926). Dictionary of Targumim,
Talmud and Midrashic Literature. Choreb, p. 108.
[9] Ya que, si el midrash dijera que es un
mesías “ben Yosef”, los idólatras argumentarían que se trata de su ídolo,
debido a que yeshu tuvo un papá adoptivo de nombre Yosef.
[10] En hebreo ahí en el midrash usa el término דורו, en su generación
específica.
[11] Marcos 8:12. A lo largo del artículo, las
citas del NT están basados en la edición crítica (Ed. 28) del Novum
Testamentum graece de Nestlé-Aland (2012) por la Deutsche Bibelgesellschaf.
[12] Cf. Juan 12:37 y Hechos 2:22 en donde se
afirma que yeshu hizo señales, por lo que el nuevo testamento se contradice
consigo mismo.
[13] Como en Mateo 10:23 o Mateo 16:28.
[14] Al punto tal que incluso en los últimos
escritos del cristianismo les toca redactar textos en donde tratan de explicar por
qué no se cumplieron las amenazas apocalípticas que yeshu había pronunciado a
sus lacayos. Tal es el caso de 2 Pedro 3:1-13.
[15] Mateo 24:34.
[16] Sobre la supuesta profecía de yeshu acerca de la destrucción del
Templo, se trata de una vaticinia ex evento plasmada por los
evangelistas, ya que los evangelios fueron redactados después del año 70 cuando
el Templo ya estaba destruido. Ver
Schmithals, W. (1979). Das Evangelium nach Markus. Ökumenischer Taschenbuchkommentar
zum Neuen Testament 2,2. Echter-Verlag., p. 558. Puedes ver aquí otra explicación adicional del tema.
[17] Ver notas de 1 a 2.
[18] Vale la pena
observar que, aunque el midrash relata que este mesías hijo de Efraím sufre, en
ninguna parte en Pesikta Rabbati se menciona que muere y mucho menos que
resucita. Ver Chryssides, G., Dausner, R., Edelman et
al. (2020). Messiah. en C. Furey, P. Gemeinhardt, J. LeMon et al. (Ed.) sobre la mención al análisis de
Joseph Heinemann acerca del mesías de Efraím (1975).
[19] Ver Marcos 14:36, Mateo 26:39
y Lucas 22:42.
[20] Estos versículos
en donde se muestra a un yeshu dudando de Dios y oponiéndose a la voluntad de
Hashem, eran versículos tan incómodos para el cristianismo que incluso en
algunas tradiciones cristianas prefirieron borrar esos pasajes de sus propias biblias.
Ver en Claire Clivaz. (2005). The Angel and the Sweat like “Drops of Blood” (Lk
22:43-44): P69 and f 13.
The Harvard Theological Review, 98(4), p. 439.
[21] Mateo 27:46. Ahí yeshu gritó a Dios “¿Por qué me has abandonado?”, una referencia al Salmo 22 y denotando la
inmensa disparidad con el midrash de Pesikta Rabbati.
[22] Mateo 21:43.
[23] Falso mesías, משיח שקר. Ver Lévi, I. (1914). L’Apocalypse de
Zorobabel et le roi de Perse Siroès. Revue des études juives, p. 35.
[24] Vid. Marcos 16:16, Juan 3:18, Juan 5:24 y
más.
[25] Como en Lucas 13:3 en donde yeshu amenaza
con que todos los que discrepan con él, perecerán.
[26] Juan 2:15.
[27] Existe la posibilidad de que este incómodo
evento tuviera lugar en el “Patio de las Naciones” que servía para los no
judíos que venían de lejos y así tuvieran una zona designada para comerciar lo
que ellos no podían traer consigo en sus largos viajes. Ver en Evans, C. A.
(2001). Mark 8:27-16:20. Thomas Nelson, p. 171. Por lo tanto, en este
caso en particular, podría tratarse de una agresión física y violenta que
cometió yeshu contra los viajeros no judíos o contra los noájidas Temerosos de
Dios que sólo estaban ahí para poder conseguir un sacrificio y ofrendarlo a
Hashem.
[28] Para ayudar a mantener la vitalidad de
Jerusalem bajo el terrible yugo del Imperio Romano, los judíos contribuían al
Templo con monedas de plata (shekel de Tiro). Esto generaba la necesidad de que
hubiera cambistas que eran esenciales para: 1) Controlar la variedad de
denominaciones monetarias que circulaban frente a la divisa oficial en
Jerusalem, ya que algunas monedas extranjeras tenían distinto peso y valor. 2)
Porque muchas monedas extranjeras tenían imágenes de idolatría, por lo que era
necesario estandarizarlas y evitar la profanación del Templo. Ver Hiers, R. H. (1971). Purification of
the Temple: Preparation for the Kingdom of God. Journal of Biblical
Literature, 90(1), p. 87 y en Goldhill, S. (2005). The Temple of
Jerusalem. Harvard University Press., p. 67.
[29] Por aquellos que sus madres no los pudieron
concebir debido a complicaciones durante el embarazo, como muertes fetales o
abortos espontáneos.
[30] Mateo 23:35. Aquí yeshu se confunde de
Zacarías, porque al Zacarías que asesinaron en el patio del Templo fue a
Zacarías hijo de Joiada (2 Crónicas 24:20-22) y no a Zacarías hijo de Berequías.
[31] Comentario en ibid. de Spence-Jones, H.
(2015). The Pulpit Commentary, Volume 7. Delmarva Publications.
[32] Ambos mencionan “desde los días de Adam”.
[33] 2 Samuel 1:16.
[34] Gálatas 4:21-31, un texto donde
erróneamente Pablo ubica al “Monte Sinaí
en Arabia” y no en Egipto (versículo 25).
[35] Sura 37, aleyas 101 a 108.
[36] El texto original de este evento está en
Génesis 22, antes de la corrupción literaria en la tradición islámica.
[37] Tafsir Ibn Kathir en Sura As-Saffat, ayat
101; entre otros.
[38] R. Ashkenazi,
Y. L., Shaare Ora, Introducción a la Kabbalah, Majon Manitou, (Shiur 43
y 170).
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