¿Yeshú observó los 10 Mandamientos de la Torah?
Por Shamillah Yasar. 14/04/2005
Yeshú enseña a que se debe guardar los ‘10 mandamientos’ (10 dichos), pero el mismo violó la mayoría de ellos y enseñó a otros a violar por igual los mandamientos.
De acuerdo con Mateo 5:19, Yeshú en el ‘Sermón del Monte’, Todo aquel que
enseñe contra o viole los mandamientos es malo, pero Yeshú no siguió sus
propias palabras, ni consejos.
El primer mandamiento, encontrado en Éxodo 20:3 dice, ‘no tendrás dioses ajenos’, sin embargo, Yeshú se pone antes que D-s, cuando dice: “Yo soy el camino la verdad y la justicia, ninguno va al padre si no es por mi”. (Juan 14:6; Juan 6:44)
El cuarto mandamiento se encuentra en Éxodo 20:8 y dice así:
“Acuerdate del shabat y santificalo”. Pero Lucas 6:1 al 4 dice todo lo contrario, ya que dice:
“Sucedió que cruzaba en shabat por unos sembrados; sus discípulos arrancaban y comían espigas desgranándolas con las manos. Algunos de los perushim dijeron: “¿Por qué hacéis lo que no es lícito en shabat?" Y Yeshú les respondió: "¿Ni siquiera habéis leído lo que hizo David, cuando sintió hambre él y los que le acompañaban, cómo entró en la Casa de Di-s, y tomando los panes de la presencia, que no es lícito comer sino sólo a los cohanim, comió él y dio a los que le acompañaban?”
Aquí podemos ver que dijo y enseño algo que ni él mismo fue quien para dar un
buen ejemplo. D-s siempre dijo que su palabra no cambiaría.
El quinto mandamiento, se encuentra en Éxodo 20: 12 y ahí nos enseña a ‘honrar a padre y a madre y que este mandamiento traería larga vida’, pero Yeshú mismo enseña que para ser uno de sus seguidores, tendría que violar este
mandamiento. Esto lo encontramos en Lucas 14:26:
“Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío”.
Además en Mateo 5:46 y Mateo 10:21-22 respectivamente dice:
“Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa vais a tener? ¿No hacen eso mismo también los publicanos?”
“Entregará a la muerte hermano a hermano y padre a hijo; se levantarán hijos contra padres y los matarán. Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.”
Así como Yeshú dice en Mateo 10:35-36:
“Sí, he venido a enfrentar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; Y enemigos de cada cual serán los que convivan con él.”
A pesar de que Yeshú enseña a honrar a madre, así como de honrar a los padres (padre y a tu madre), y de amar a tu prójimo como a uno mismo (Mateo 19:19), sin embargo, él le dice a su propia madre de forma despectiva en Juan 2:4 “¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora”. ¿Qué clase de trato es este para una madre, y más cuando viene de una persona que predica que honre a los padres?
¿Es esto practicar lo que se dice? Otros versos como este ilustran conducta
violenta contra los padres, tales como Mateo 8:21, 12:46-50, 19:29; Marcos 3:31-35, 6:4, 10;29-30, 13:12-13; Lucas 8:19:21, 9:41, 11:27-28, 19:26-27.
El deber de cumplir los mandamientos de Yeshú empeora, cuando en Éxodo 20:14 D-s nos manda a no adulterar y que todo adulterio sería sentenciado a muerte, sin embargo, él da la libertad sin darle la sentencia dictada por la Torah donde se menciona que los sofrim y perushim le llevan una mujer sorprendida en adulterio, la ponen en medio y le dicen:
“Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Mosheh nos mandó en la Torah el apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?" Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acuasarle. Pero Yeshú, inclinándose, se puso a escribir con el dedo en la tierra. Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: “Aquel de vosotros que esté sin pecado, que le arroje la primera piedra. E inclinándose de de nuevo, escribía en la tierra. Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos; y se quedó solo Yeshú con la mujer, que seguía en medio. Incorporándose Yeshú le dijo: "Mujer, ¿Dónde están? ¿Nadie te ha condenado? Ella respondió: "Nadie, señor. Yeshú le dijo: Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques más” (Juan 8:3-11)
En el octavo mandamiento en Éxodo 20:15 D-s nos dice que no podemos hurtar, y Yeshu excusa el hurto cuando una persona encuentra un tesoro y en vez de alertar al dueño del tesoro encontrado, lo oculta y va y compra el terreno donde lo encontró. Esta situación deja mucho que decir ya que demuestra que se puede mentir y robar algo que no nos pertenece. Yeshú mintió cuando no le dijo al dueño lo del tesoro y lo robó ya que lo enterró cuando en realidad le correspondía a otro y no a él (ver. Mateo 13:44; Lucas 19:30).
El noveno mandamiento en Éxodo 20:16 declara que no podemos ser falsos
testigos o dar falso testimonio. En Juan 7:8-10, Yeshú dijo que no asistirá a
la fiesta, pero en cuanto los otros se fueron él fue a la fiesta, pero en secreto.
El décimo mandamiento D-s nos enseña (Éxodo 20:17) que no podemos ser
codiciosos. Yeshú enseña una parábola (mashal), donde un mercader codicia tanto una perla de gran valor y vende todo lo que tiene y la compra. (Mateo 13:45:46)
El resumen de si él cumplió todos los mandamientos es este;
Éxodo 20:3 No cumplido,
Éxodo 20:14 No cumplido,
Éxodo 20:15 No cumplido,
Éxodo 20:16 No cumplido,
Éxodo 20:17 No cumplido.
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