12- Capítulo II: La Era Mesiánica - parte H: Fin de la enfermedad y la muerte.
II. La Era Mesiánica
H. Fin de la enfermedad y la muerte
La era mesiánica presenciará la máxima dicha física y espiritual. Todos sanarán. Los ciegos, los sordos y los mudos, los rengos, quienquiera que esté afectado de alguna imperfección o impedimento, será curado de todas sus incapacidades(19). La misma muerte cesará; como está dicho: “La muerte será anulada para siempre y Di-s enjugará las lágrimas de todos los rostros…” (Isaías 25:8) (20).
La vida será fácil(21). Nuestras necesidades físicas serán satisfechas por otros, como está dicho “Surgirán ajenos y pastarán tus rebaños y extranjeros serán tus labradores y tus viñateros” (Isaías 61:5) (22).
La tierra será extraordinariamente fértil, brindando superabundancia de toda clase de productos, y en los árboles crecerán frutas maduras todos los días(23). La desolación de Sión será “cual el Edén, y su desierto cual el jardín de Di-s” (Isaías 51:3).
“Llamaré al grano y lo multiplicaré… y aumentaré el fruto del árbol y el producto del campo…”
(Ezequiel 36:29-30).
“… y se juntará el que ara con el que cosecha, el que pisa las uvas con el que carga la semilla para plantarla; y las montañas gotearán vino dulce y todas las colinas se derretirán”
(Amós 9:13) (24).
“En esos tiempos no habrá hambruna ni guerra, ni envidia, ni controversia. Todas las cosas buenas serán concedidas en abundancia, y todas las exquisiteces estarán disponibles, como el polvo”(25).
Los maravillosos sucesos y situaciones de la era mesiánica eclipsarán completamente todos los milagros que sucedieron antes, incluso los vinculados con el éxodo de Egipto(26).
Aun así, estas bendiciones no son un fin en sí mismas. Son sólo un medio hacia un objetivo más elevado:
“Nuestra añoranza por la era mesiánica no es a los fines de la dominación del mundo, para gobernar a los paganos, o para ser exaltado por las naciones. Tampoco se trata de que podamos comer, beber y regocijarnos (27)”, “tener muchos productos y riquezas, montar caballos y complacernos con el vino y el canto, como piensan algunos confundidos”(28).
Más bien, se trata de liberarnos de las fuerzas que en la actualidad no nos permiten preocuparnos adecuadamente de la Tora y las mitzvot(29). Nuestras aspiraciones consisten en ser libres para dedicarnos a la Tora y su sabiduría, sin que nadie nos oprima y nos perturbe. Anhelamos ese momento porque se reunirán los justos, probos, honrados, virtuosos; será una era en la que dominará la bondad, la sabiduría, el conocimiento y la verdad. Será una época en la que los mandamientos de la Tora se observarán no por inercia, pereza o compulsión (otra versión: “preocupaciones, temor o compulsión”) (30).
La única ocupación de la totalidad del mundo será conocer a Di-s. Los israelitas serán grandes sabios: sabrán cosas que en el presente están ocultas, y adquirirán el conocimiento de su Creador hasta el límite de la capacidad de los seres humanos, como está dicho: “La tierra estará llena del conocimiento de Di-s como las aguas cubren el mar” (Isaías 11:9) (31).
Notas:
(18) Bereshit Raba 20:5.
(19) Bereshit Raba 95:1; Tanjuma, Vaigash:8 y Metzora:2 (y véase ed. Buber, Vaigash:9 y Metzora:7).
(20) Pesajim 68a; Shemot Raba 30:2. véase también Midrash Tehilim 145:1.
(21) Eliahu Raba, cap. 4.
(22) Véase también Isaías 49:23 y 60:10-12.
(23) Shabat 30b; Ketuvot 111b.
(24) Comp. con Levítico 26:5 y Joel 4:18, y véase Vaikra Raba 17:4, Pesikta deRav Kahana, cap. VII, pág. 65b y ss., y las notas allí. Véase también Óseas 2:23 y ss.
Préstese atención a que el referido versículo de Amós 9:13 es uno de los pocos textos de las Escrituras que contienen todas las letras del Alef-Bet (abecedario hebreo). Sobre el significado de ello véase Hadar Zekenim, rabi Bajaia y Baal HaTurim sobre éxodo 16:16, y Rabi Bajaia y Baal HaTurim sobre Deuteronomio 4:34. Compárese con nota 103, más adelante.
(25) Hiljot Melajim 12:5: Cf. Midrash Tehilim 87:3 (“el oro y la plata serán como el polvo”).
(26) Jeremías 23:7-8; Berajot 12b y sig.
Cabe señalar que en opinión de Rambam la era mesiánica no implicará la anulación de las leyes de la naturaleza, siendo que “el mundo seguirá su curso normal… ‘La única diferencia entre el mundo actual y los días mesiánicos es la liberación de la servidumbre a poderes extranjeros’ (Berajot 34b)”. Las profecías de sucesos y situaciones sobrenaturales se deben interpretar de modo figurativo (Hiljot Melajim 12:1-2; y ver Hiljot Teshuva 9:2). Aún así, el mismo Rambam califica a esta opinión e interpretación de personal, admitiendo la posibilidad de que estas profecías de fenómenos naturales se concreten en su sentido literal (Maamar Tejiat HaMetim, sec. 6. Comp. con Hiljot Melajim 12:2, de que nadie puede conocer los detalles de los acontecimientos que sucederán hasta que hayan sucedido).
Como se señala en los comentarios sobre Hiljot Melajim, la opinión de Rambam (de que ‘el mundo seguirá su curso normal’) está llena de dificultades, y él mismo enumera sucesos y situaciones de la era mesiánica (el menor de los cuales no seria la resurrección de los muertos) que muy claramente superan el curso normal de las leyes de la naturaleza (Cf. Notas 25, 43, 54 y 72).
(27) Hiljot Melajim 12:4.
(28) Rambam, Perush HaMishna, Introducción a Sanhedrín, cap. 10.
(29) Hiljot Teshuva 9:2.
(30) Fuentes citadas en las notas 27-29.
(31) Hiljot Melajim 12:5. Comp. con Netzaj Israel, cap. 42.
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