En el vasto repositorio de manuscritos bíblicos antiguos, el Codex Sinaiticus, uno de los códices griegos más antiguos y completos del Nuevo Testamento, conservado en el Monasterio de Santa Catalina en el Monte Sinaí, ofrece un testimonio textual particularmente intrigante en su folio 226b del Evangelio de Marcos. Los versículos 51-52 presentan un pasaje enigmático que ha generado múltiples interpretaciones hermenéuticas:
και νεανιϲκοϲ τιϲ.
ϲυνηκολουθει αυ
τω περιβεβλημε
νοϲ ϲινδονα επι
γυμνου · και κρατου
ϲιν αυτον :
ο δε καταλιπων τη
ϲινδονα γυμνοϲ
(Traducción: [51] Y le seguía uno, un joven hombre -neaniskos-, con un sidona (lienzo de lino fino) echado alrededor del cuerpo desnudo; y le prendieron;
[52] Pero él dejó el lienzo y huyó desnudo.)
-Codex Sinaiticus, folio 226b.
En el momento preciso del arresto de Yeshu por las autoridades romanas, emerge una escena de extraordinaria complejidad hermenéutica: un joven hombre identificado como aromanus (ἐρώμενος-ארומנוס), término que condensa múltiples capas de significación sociocultural, aparece envuelto únicamente en una sidona (lienzo ritual de lino fino), siguiendo a Yeshú hasta el momento de su captura. La súbita huida de este joven, desprendiéndose del único vestido que lo cubría y escapando completamente desnudo, trasciende la simple anécdota narrativa para convertirse en un texto sintomático que desafía las convenciones interpretativas tradicionales. ¿Qué tipo de seguidor se presenta en un contexto ritual semejante, cubierto apenas por un delgado lienzo, en un momento de máxima tensión política y religiosa? La condición de juventud del aromanus y su vestimenta ritual provocan una serie de interrogantes que desbordan la lectura literal, obligando a los investigadores a explorar los complejos universos de las prácticas iniciáticas mediterráneas, donde la relación entre maestro y discípulo frecuentemente trascendía los límites de la pedagogía convencional.
El historiador Morton Smith, pionero en desentrañar estas dinámicas culturales ocultas, documentó exhaustivamente las prácticas prevalecientes en el mundo mediterráneo donde los maestros espirituales iniciaban a sus seguidores en los denominados “misterios” mediante rituales de profunda significación simbólica. Estos rituales de iniciación contemplaban fases preliminares donde los iniciados portaban lienzos de lino fino (sidonas), develando un complejo sistema de transmisión de conocimiento que podía incluir dimensiones físicas y eróticas absolutamente transgresoras para la normatividad religiosa dominante. La posibilidad de que tales iniciaciones contemplaran encuentros sexuales entre el maestro y el neaniskos (joven hombre) no era en absoluto marginal, sino parte de un sistema de comprensión del conocimiento radicalmente diferente a las concepciones contemporáneas. (Smith, The Secret Gospel: The Discovery And Interpretation of the Secret Gospel According to Mark, p. 64.)
En 1958, Morton Smith (1915-1991) realizó un descubrimiento que revolucionaría los estudios bíblicos contemporáneos durante su visita al Monasterio Mar Saba en el desierto de Judea. Entre los antiguos libros y documentos que catalogó, encontró tres páginas de un texto griego manuscrito en las guardas de una edición del siglo XVII de las cartas de Ignacio (Ver. Isaac Voss, Epistolae genuinae S. Ignatii Martyris (Amsterdam: J. Blaeu, 1646), que comprometían una carta atribuida a Clemente de Alejandría (c. 150–215). Este documento discutía una versión mística y secreta del Evangelio de Marcos, cuya polémica central residía en un pasaje donde Yeshú enseña a un joven completamente desnudo el “misterio del reino de dios”, texto que inevitablemente sugería la posibilidad de un encuentro homosexual místico, desafiando todas las interpretaciones eclesiásticas tradicionales y abriendo un campo de investigación hermenéutica de extraordinaria complejidad.
En el contexto sociosexual de la Antigua Roma, las dinámicas de poder y dominación (status, potestas) trascendían las normas morales contemporáneas, configurando un sistema complejo de relaciones sexuales profundamente jerarquizadas. Aunque existían regulaciones sociales formales (iura), la práctica íntima revelaba una realidad radicalmente distinta, donde el verdadero problema no residía en la acción sexual en sí misma, sino en la visibilidad social (pudor) y la capacidad de demostración de tales actos, especialmente entre nobles y patricios (clarissimi).
La sexualidad romana se estructuraba como un sistema de dominación (potestas), donde las relaciones con menores de edad no solo no generaban escándalo, sino que podían considerarse incluso virtuosas. La diferencia etaria se interpretaba como un signo de dominación (hierarchia), legitimando prácticas que hoy consideraríamos aberrantes. Los romanos ricos frecuentemente mantenían esclavos jóvenes (pueri delicati) destinados exclusivamente a la satisfacción sexual, mientras que las relaciones conyugales se concebían primordialmente con fines reproductivos (procreatio).
La conceptualización sexual romana carecía de las etiquetas modernas (categorización sexual contemporánea), permitiendo encuentros homoeróticos siempre y cuando mantuvieran una estricta jerarquía social. La masculinidad (virilis) se definía por ser el elemento dominante, donde ser penetrado significaba sometimiento, directamente opuesto al ideal romano de virilidad (virtus).
En este marco interpretativo, el pasaje del Evangelio de Marcos 14:51-52 adquiere una dimensión hermenéutica compleja. La descripción de Yeshú dominando a un joven aromanus (ἐρώμενος-ארומנוס) podría leerse como una representación simbólica de las dinámicas de poder sexual romanas, donde la relación maestro-discípulo implicaba potencialmente una dimensión erótica de iniciación y sometimiento.
Detalle en la copa Warren de un joven romano siendo penetrado por un hombre. |
El descubrimiento de Morton Smith en el Monasterio de Mar Saba representa más que un hallazgo documental: constituye una contribución académica fundamental para la comprensión de los estudios patrísticos (patrologia) y neotestamentarios (novum testamentum). La posible recuperación de una Carta de Clemente de Alejandría y la evidencia de una versión extendida del Evangelio de Marcos circulante desde el siglo II genera nuevas perspectivas hermenéuticas sobre los orígenes del cristianismo primitivo, desafiando las narrativas canónicas tradicionales y revelando la complejidad de las primeras comunidades cristianas.
En el contexto de los hallazgos manuscritológicos más fascinantes de la patrística cristiana, la carta de Mar Saba (documento cuyo valor hermenéutico es incalculable para la crítica textual) está dirigida a un tal Teodoros (Θεόδωρος, nombre que significa “regalo de Dios”), quien plantea una pregunta teológicamente subversiva: la existencia de un evangelio de Marcos que contenga las provocativas palabras “hombre desnudo con hombre desnudo” (γυμνὸς γυμνῷ, expresión con profundas implicaciones rituales y potencialmente homoeróticas).
Clemente de Alejandría (teólogo alejandrino del siglo II-III), figura fundamental de la escuela catequética alejandrina (centro intelectual del cristianismo primitivo), confirma la existencia de una versión más extensa, mística y espiritual del Evangelio de Marcos, manuscrito que fue “guardado de manera muy segura” en la iglesia de Alejandría (institución que funcionaba como repositorio del conocimiento cristiano secreto). Sin embargo, Clemente niega enfáticamente la presencia de tales palabras controversiales.
El documento revela una acusación teológicamente significativa contra Carpócrates (líder de una secta gnóstica conocida por su radicalismo hermenéutico), a quien Clemente responsabiliza de haber obtenido una copia del evangelio mediante engaño y “contaminado” con “mentiras absolutamente descaradas” (lenguaje que delata la tensión doctrinal entre las primeras comunidades cristianas).
Clemente identifica tres versiones textuales fundamentales:
El Evangelio original de Marcos
El Evangelio Secreto de Marcos (mystikon euangelion)
La versión carpocraciana de Marcos
La denominación “mystikon euangelion” (evangelio místico) derivada de la traducción de Morton Smith, revela la dimensión esotérica de estos textos, donde “místico” no solo implica un significado religioso profundo, sino también un conocimiento reservado para iniciados (concepto heredero de las tradiciones mistéricas grecorromanas).
El primer extracto del Evangelio Secreto de Marcos, según Clemente, fue deliberadamente insertado entre pasajes canónicos específicos (Marcos 10:34-35), territorio textual estratégicamente seleccionado, que muestra notables similitudes con la narrativa joánica de la resurrección de Lázaro (Juan 11:1-44), sugiriendo una compleja red de interdependencia e influencia textual entre los evangelios primitivos:Και ερχονται εις Βηθανιαν, και ην εκει μια γυνη ης ο αδελφος αυτης απεθανεν· και ελθουσα προσεκυνησε τον Ιησουν και λεγει αυτω· Υιε Δαβιδ, ελεησον με. οι δε μαθηται επετιμησαν αυτη· και οργισθεις ο Ιησους απηλθεν μετ αυτης εις τον κηπον οπου ην το μνημειον· και ευθυς ηκουσθη εκ του μνημειου φωνη μεγαλη, και προσελθων ο Ιησους απεκυλισε τον λιθον απο της θυρας του μνημειου· και εισελθων ευθυς οπου ην ο νεανισκος εξετεινεν την χειρα και ηγειρεν αυτον, κρατησαστης χειρος· ο δε νεανισκος εμβλεψας αυτω ηγαπησεν αυτον και ηρξατο παρακαλειν αυτον ινα μετ αυτου η· και εξελθοντες εκ του μνημειου ηλθον εις την οικιαν του νεανισκου· ην γαρ πλουσιος· και μεθ ημερας εξ επεταξεν αυτω ο Ιησους· και οψιας γενομενης ερχεται ο νεανισκος προς αυτον, περιβεβλημενος σινδονα επι γυμνου, και εμεινε συν αυτω την νυκτα εκεινην· εδιδασκε γαρ αυτον ο Ιησους το μυστηριον της βασιλειας του θεου· εκειθεν δε αναστασεπεστρεψεν εις το περαν του Ιορδανου.
(Traducción: [1] Llegaron a Betania (Vithanian), donde una mujer cuyo hermano había fallecido se encontraba. [2] Acercándose, se postró ante Iesus y le suplicó: “Hijo de David, ten misericordia de mí”. Sin embargo, los discípulos la reprendieron severamente. [3] Iesus, consumido por la ira, la acompañó al jardín donde se hallaba el sepulcro; [4] de súbito, un clamor desgarrador emergió de la tumba. Iesus se aproximó y removió la piedra que sellaba la entrada del sepulcro. [5] Inmediatamente, al ingresar donde yacía el joven, extendió su mano y lo incorporó, asiéndolo firmemente. [6] El joven, al contemplarlo, experimentó un profundo amor y comenzó a implorarle persistentemente que permaneciera a su lado. [7] Tras abandonar el sepulcro, se dirigieron a la morada del joven, quien poseía considerable riqueza. [8] Transcurridos seis días, Iesus le impartió una instrucción; al sobrevenir el ocaso, el joven se le acercó envuelto únicamente en un delicado lienzo sobre su cuerpo desnudo. [9] Permaneció junto a él durante aquella noche, pues Iesus le revelaba “el misterio del reino de dios” (τὸ µυστήριον δέδοται τῆς βασιλείας τοῦ θεοῦ). [10] Posteriormente, se levantó y retornó a la otra orilla del Jordán. Tras estas palabras, el texto continúa con “Y Jacobo y Juan vienen a él” y la sección subsiguiente. No obstante, las expresiones “hombre desnudo con hombre desnudo” y otras referencias que consultaste, no aparecen. Y después de las palabras “Y viene a Jericó”, el Evangelio secreto añade escuetamente.)
-Epístola de Clemente de Alejandría a un tal Teodoro, Folio 1 verso , línea 23, hasta el folio 2 recto , línea 11a.
En este pasaje y en la discusión relacionada con él en la carta de Mar Saba Clementina, encuentro los cinco elementos que habían aparecido en las publicaciones de Smith:
Primero , tenemos una cita textual de parte de Marcos 4:11: “El misterio del reino de dios” (τὸ µυστήριον δέδοται τῆς βασιλείας τοῦ θεοῦ). Todo lo que falta en el cita es el verbo (δέδοται), que no se ajusta al contexto gramatical en la Carta clementina.
En segundo lugar, encontramos el elemento secreto, que se encuentra explícitamente en la palabra secreto o misterio (µυστήριον) en la cita de Marcos 4:11, y también en otras partes de la Carta clementina. Por ejemplo, se nos dice que el evangelista Marcos no declaró todos las enseñanzas de Yeshú, ni siquiera “insinuó los secretos misticos [µυστικάς]” (I.16-17). Se nos dice además que Marcos “no divulgó las cosas que no deben ser pronunciadas.” (I.22); tampoco “escribió las enseñanzas hierofánticas del Señor” (I.23-24), sobre las verdades más profundas debían ser “leídas sólo a aquellos que están siendo iniciados en el gran misterios [µεγάλα µυστήρια]” (o “grandes secretos”) (II.1-2). De hecho, “No todas las cosas verdaderas deben ser dichas a todos los hombres” (II.12-13, citando a Filón, Preguntas sobre Génesis IV, 67). El Evangelio de Marcos o más largo, el citado en la carta Clementina, se llama dos veces un “secreto” o “Evangelio místico” (µυστικὸν εὐαγγέλιον) (II.6,12). En consecuencia, Clemente ordena que “La luz de la verdad debe ocultarse a los ciegos mentales”.
En tercer lugar, las actividades sexuales prohibidas se insinúan a lo largo de la carta clementina, incluyendo y especialmente la primera cita de la edición más larga de Marcos. Clemente se queja de las “indescriptibles enseñanzas de los carpocratianos” (I.2), que han caído en un “abismo ilimitado de los pecados carnales y corporales” (I.4). Ellos “se han convertido en esclavos de deseos serviles” (I.7). Según la carta de Mar Saba, cierto anciano de la iglesia en Alejandría, habiendo obtenido una copia de la versión más larga del Evangelio de Marcos, la ha interpretado “Según su doctrina blasfema y carnal” (II.5–7). En el contexto de la carta es claro que el pasaje así interpretado es el citado anteriormente, en el que el joven hombre, un neaniskos viene a Yeshú de noche, vestido únicamente con un lienzo sobre su cuerpo desnudo. Después Clemente insiste en que las palabras “hombre desnudo con hombre desnudo” γυμνὸς γυμνῷ no aparecen en la texto (III.13-14), lo que sugiere que esta era la interpretación “blasfema y carnal” del anciano en la iglesia en Alejandría:
‘Carnal en que la referencia es a la actividad sexual, blasfemo porque se sugiere que Jesús estuvo involucrado sexualmente con el joven.’
(Más adelante en la carta, se le describe como el “joven a quien Yeshú amaba”, III.15.)
En cuarto lugar, según la carta de Clemente, la cita más larga del Evaneglio Secreto de Marcos es un ejemplo de material marquiano omitido, que resulta que posee rasgos joánicos.
En quinto lugar, el hallazgo de Mar Saba afirma ser una carta escrita por Clemente de Alejandría, como el prefacio deja claro: “De las cartas del santísimo Clemente, el autor de la Stromateis” (I.1). Las referencias de Smith a Clemente en sus publicaciones anteriores, como hemos visto, también son para Stromateis de Clemente.
En la intrincada hermenéutica de Morton Smith, el vínculo entre el secreto y la sexualidad prohibida se despliega a través de un complejo entramado textual que interroga los límites de la revelación y el ocultamiento en la tradición judaica con base en el tratado de Tosefta Jagigah 2:1:
אין דורשין בעריות בשלשה אבל דורשין בשנים [ולא] במעשה בראשית בשנים אבל דורשין ביחיד ולא במרכבה ביחיד
(1) No se puede exponer sobre el tema de las relaciones prohibidas, pero se puede exponer antes de dos. No pueden exponer acerca de la Obra de la Creación (Ma’aseh Berreshit) antes que dos, pero pueden exponer antes que uno.
O tal como aparece en el Talmud Bavli masejet Jagigah 11b:
הכי קאמר אין דורשין בעריות לשלשה ולא במעשה בראשית לשנים ולא במרכבה ליחיד אלא אם כן היה חכם ומבין מדעתו:
La Guemará explica: Esto es lo que dice la mishnáh: No se puede exponer el tema de las relaciones sexuales prohibidas ante tres estudiantes, ni el acto de la Creación antes que dos, ni se puede enseñar el Carro Divino (Merkabah) a uno, a menos que ese estudiante sea sabio y entiende por su cuenta.
Sobre el tema de relaciones sexuales prohibidas, como se encuentra en Vaicra / Levítico 18: 6–30. Entre estas relaciones sexuales prohibidas se encuentra la actividad homosexual, tal como se indica en Vaicra 18:22:
וְאֶ֨ת־זָכָ֔ר לֹ֥א תִשְׁכַּ֖ב מִשְׁכְּבֵ֣י אִשָּׁ֑ה תּוֹעֵבָ֖ה הִֽוא׃
“Y con varón no te acostarás como te acuestas con mujer. Es depravación.”
-Katznelson, M.. (1996). La Biblia, Hebreo-Español, Versión castellana conforme a la tradición judía por Mosés Katznelson. Tel-Aviv, Israel: Editorial Sinai. Vol. I. p. 194.
Recordemos por tanto, que el Evangelio de Marcos representa a Yeshú “enseñando en secreto y ordenando el secreto en muchas ocasiones”, que se basa en el “recuerdo de que Yeshu (también por una amplia variedad de razones) practicó el secreto”, tal secreto era las explicaciones sobre las relaciones sexuales prohibidas, tales como la homosexualidad.
Incluso, es interesante encontrar que en Evangelio de Juan 21:15 se lea:
Ὅτε οὖν ἠρίστησαν, λέγει τῷ Σίμωνι Πέτρῳ ὁ Ἰησοῦς· Σίμων Ἰωάννου, ἀγαπᾷς με πλέον τούτων; λέγει αὐτῷ· ναὶ κύριε, σὺ οἶδας ὅτι φιλῶ σε. λέγει αὐτῷ· βόσκε τὰ ἀρνία μου.
(Traducción: ‘Cuando terminaron de desayunar, Ieshú le dijo a Simón Petro: “Simón, hijo de Iōannēs, ¿me amas (agapao’) más que éstos?”. Él le dijo: “Sí, Señor; Sabes que te amo (fileo’)." Él le dijo: "Apacienta mis corderos".)
El segundo verbo erô (ἐρῶ "amar") porta profundas connotaciones eróticas, un matiz que se encuentra ampliamente documentado en obras clásicas como el Banquete de Platón, donde la dimensión sexual y mística del amor se explora con sutileza hermenéutica. Esta carga semántica adquiere particular relevancia cuando se examina en el contexto de los pasajes evangélicos, específicamente en los versículos 51-52, donde las palabras griegas neaniskos (joven hombre) y sindona (lienzo fino) emergen simultáneamente en el Evangelio Secreto de Marcos y el texto canónico. El pasaje marquiano (14:51) sugiere una iniciación ritual enigmática al describir a un joven portando un sidona (lino fino) en la noche del arresto de Yeshú, mientras que el Evangelio de Juan (3:2) presenta una narrativa paralela de un encuentro nocturno donde se transmiten instrucciones secretas sobre la entrada al “reino2 (una escena que potencialmente podría interpretarse como un encuentro homoerótico, simbolizado en la expresión griega γυμνὸς γυμνῷ, literalmente “hombre desnudo con hombre desnudo”).
Esta interpretación se complejiza aún más cuando se examina el trabajo de Morton Smith, cuyo ensayo de 1958 profundiza en la dimensión mística de la unión entre el iniciado cristiano y su deidad. Smith explora las oraciones mágicas y los rituales místicos judíos, centrándose particularmente en la Kedushah (oración sagrada), donde la recitación se concebía como un medio para invocar a Di’s o consumar una unión mística con ella. En un análisis más amplio, Smith cita los trabajos de ER Goodenough sobre los papiros mágicos, específicamente un encanto que invoca al dios Eros, estableciendo un sugerente paralelo teológico. (ver. ER Goodenough, Jewish Symbols in the Greco-Roman Period, vol. 2 (Bollingen Series 37; New York: Pantheon Books, 1953), 200–202.)
Su comentario más provocativo surge cuando sugiere que, si un judío podía invocar a Ba'al Zevuv (deidad asociada con la impureza), entonces también podría evocar a Eros, el dios griego del amor sexual. Esta observación adquiere una dimensión polémica cuando se contextualiza con las acusaciones de los perushim (explicadores de la Torah) contra Yeshú, quienes lo caracterizaron como un practicante de poderes provenientes de Ba'al Zevuv (una afirmación documentada en Mateo 12:24, Marcos 3:22 y Lucas 11:15), interpretación que se alinea con la perspectiva judaica que considera a Yeshú como un mumar (converso a otra religión) y un transgresor de la tradición religiosa.
La discusión de Morton Smith sobre la comprensión humana y los límites de la enseñanza pública se adentra en la compleja dialéctica de lo revelado y lo oculto en el contexto de la primitiva tradición cristiana. Smith examina minuciosamente los textos fundacionales, centrándose en pasajes paradigmáticos como Marcos 4:11, donde Yeshú revela a sus discípulos: “A vosotros os es dado el misterio del reino de dios”, y la epístola paulina (1 Corintios 2:6-7) que proclama una sabiduría secreta (sofia en' mysterion) destinada únicamente a los iniciados o teleios (maduros). El texto griego original:
6 Σοφίαν δὲ λαλοῦμεν ἐν τοῖς τελείοις, σοφίαν δὲ οὐ τοῦ αἰῶνος τούτου οὐδὲ τῶν ἀρχόντων τοῦ αἰῶνος τούτου τῶν καταργουμένων· 7 ἀλλὰ λαλοῦμεν θεοῦ σοφίαν ἐν μυστηρίῳ τὴν ἀποκεκρυμμένην, ἣν προώρισεν ὁ θεὸς πρὸ τῶν αἰώνων εἰς δόξαν ἡμῶν,
(Traducción: [6] Sin embargo, entre los maduros (teleios) impartimos sabiduría (sofia), aunque no es la sabiduría de esta época ni la de los gobernantes de esta época, los que están condenados a morir.
[7] Pero impartimos una sabiduría secreta (sofia en’ mysterion) y oculta (apokripto’) de dios, que dios decretó antes de los siglos para nuestra gloria.)
-1 Corintios 2:6-7.
Sugiere una revelación selectiva, una gnosis reservada para aquellos capaces de comprender los misterios más profundos, en contraposición a la sabiduría mundana “οὐ τοῦ αἰῶνος τούτου” condenada a la obsolescencia.
Esta hermenéutica del secreto encuentra resonancias profundas en la tradición rabínica, donde se establecía una distinción fundamental entre la enseñanza pública y los conocimientos reservados para iniciados selectos. Los secretos rabínicos abarcaban dimensiones teológicas y existenciales de extraordinaria complejidad, desde las interpretaciones más íntimas sobre las relaciones sexuales prohibidas hasta las visiones metafísicas más abstractas, como el ma’aseh merkavah (misterio del trono celestial de Ezequiel). Smith argumenta que los evangelistas Marcos y Juan editaron y presentaron la enseñanza de Yeshú como una respuesta subversiva a estas tradiciones rabínicas, desenmascarando un conflicto hermenéutico más profundo. La caracterización de Yeshú como un mumar (conversos a otra religión) se solidifica precisamente en esta tensión: un apóstata que desafía los límites establecidos por la ortodoxia judaica, cuestionando radicalmente los códigos de interpretación religiosa tradicionales.
La interpretación de Smith sobre el “misterio del reino de dios” (τὸ µυστήριον δέδοται τῆς βασιλείας τοῦ θεοῦ) de Marcos con la enseñanza secreta de Yeshú, la enseñanza que puede haber incluido la actividad sexual prohibida, es altamente raro. Es muy poco probable que estas palabras, “el misterio del reino de dios”, sin embargo, fueron entendidos por los primeros cristianos, tenía algo que ver con la sexualidad con la actividad sexual prohibida.
Un último hallazgo crítico adicional que no ha sido explorado completamente radica en la dimensión lingüística y ritual del término neaniskos (νεανίσκος) en el contexto de las prácticas de iniciación judaicas antiguas, particularmente desde una perspectiva crítica de la halajá (הלכה). El término neaniskos no solo representa un mero descriptor etario, sino que posee profundas connotaciones rituales y performativas en el mundo mediterráneo antiguo, especialmente en las comunidades judaicas helenísticas, donde la transmisión de conocimiento esotérico (סוד, sod) estaba estrechamente vinculada con prácticas de transformación iniciática. En este marco, la desnudez ritual del joven (γυμνός, gymnos) no puede interpretarse simplemente como un detalle narrativo, sino como una manifestación de un complejo proceso de des-estructuración identitaria, donde el lienzo (σινδών, sindón) funciona como un umbral simbólico entre la identidad profana y la sacralidad. Desde la crítica judaica más ortodoxa, esta práctica representaría una violación radical de los principios de modestia (צניעות, tzniut) y separación ritual, configurándose como una transgresión que no solo cuestiona la legitimidad de Yeshú como maestro espiritual, sino que lo posiciona como un hereje (מין, min) que deliberadamente subvierte los códigos de pureza establecidos en la tradición mosaica, utilizando rituales de iniciación que desafían las fronteras normativas entre maestro y discípulo, entre lo permitido y lo prohibido, entre la revelación y el ocultamiento, mediante una performatividad corporal que desestabiliza los fundamentos mismos de la interpretación rabínica tradicional, Yeshú como un completo pervertido sexual.
Appendix: Yeshu nunca se casó porque fue un mamzer.
El análisis de la condición religiosa y legal de Yeshú desde la perspectiva del judaísmo tradicional revela una compleja evaluación teológica y jurídica que cuestiona su legitimidad tanto religiosa como matrimonial. A pesar de las controversias en torno a los presuntos cultos de brujería de índole homosexual atribuidos a Yeshú (aspecto que incluso sus seguidores podrían desestimar), lo verdaderamente irrefutable según la tradición rabínica es su condición de Pasul Jiton (inhabilitado para contraer matrimonio), derivada de su estatus como mamzer (hijo ilegítimo). Esta determinación legal judía (halajah) se fundamenta en interpretaciones de textos bíblicos y rabínicos (Devarim 23:2-3; Mishneh Torah, Mitzvot Lo'Ta'aseh, 354; Sefer HaJinuk 560:1-4), que establecen restricciones matrimoniales para individuos con origen genealógico cuestionable.
El Evangelio Hebreo de Mateo capítulo 2 ya señalaba la condición de mamzer de Yeshú, una consideración corroborada por diversas fuentes del judaísmo tradicional, incluyendo el Masejet Kalah Rabaí (2:2), la Igeret Teiman (10), el Sefer HaIkarim (Ma'amar 3, 25:19), y referencias en tratados talmúdicos como Julin (2:22), Shabat (14:4) y Avodah Zarah (2:2). La tradición rabínica, representada paradigmáticamente en el Talmud Bavlí Yevamot 49a, establece taxativamente la imposibilidad de que un mamzer contraiga matrimonio dentro de la comunidad judía. Resulta particularmente significativo el testimonio de R’ Shimon ben Azai, quien, según la Mishnah masejet Yevamot 4:13, habría encontrado un registro genealógico en Jerusalén que explícitamente declaraba:
אמר רבי שמעון בן עזאי, מצאתי מגלת יחסין בירושלים וכתוב בה, איש פלוני ממזר מאשת איש
Traducción literal: Dijo Rabí Simeón ben Azai: Encontré un rollo genealógico en Jerusalén y está escrito en él: Un hombre específico es un mamzer (bastardo) de una mujer casada.
Esto nos recuerda a lala genealogía del capitulo 1 del Evangelio Hebreo de Mateo, por tanto, es una declaración que refuerza la interpretación de Yeshú como mamzer.
La argumentación se complejiza cuando se considera la categorización de Yeshú como mumar (apóstata o converso), lo que desde la perspectiva del judaísmo tradicional lo posiciona no solo como legalmente impedido para el matrimonio, sino también como alejado de la ortodoxia religiosa judía. Los movimientos mesiánicos contemporáneos, a pesar de proclamar el cumplimiento integral de la Torah por parte de Yeshu, enfrentan un escollo fundamental: la imposibilidad legal y religiosa de que un individuo considerado mamzer pudiera contraer matrimonio, lo cual socava directamente sus afirmaciones de perfección legal y religiosa. Este análisis, sustentado en fuentes primarias judías, revela una construcción teológica que cuestiona profundamente la legitimidad religiosa y social de Yeshu dentro del marco normativo del judaísmo tradicional.
Excelente estudio gracias
ResponderEliminarSuper interesante! Brujería y sexo prohibido por la Toráh, muestran que el tal Lechuga, si es que existió, fue un personaje muy alejado de la Toráh de Hashém. Con lo cual es mejor que su memoria sea puesto en olvido.
ResponderEliminarEn la actualidad, hace unos meses un reconocido periodista de la TV argentina, presentó públicamente a su marido , y resulta que dicho marido es judío que estudia Torah. Dije yo ¿ cómo puede ser?
ResponderEliminarPor otro lado , cuando leía esos pasajes del NT, como el que dice " el que Yeshu amaba" yo pensaba en la homosexualidad y me decía a mi misma , que mente podrida que tengo, y ahora leo este estudio y resulta que no estaba tan alejada de la realidad.
Por tanto tiempo que me sentí culpable por tener malos pensamientos, leo esto y la verdad me siento aliviada.