La exégesis del pasaje de Marcos 1:41 revela una fascinante variante textual que, cuando se examina en conjunto con la caracterización presentada en el Toldot Yeshú, proporciona una perspectiva más compleja y matizada de la figura de Yeshú. El Codex Bezae, un manuscrito griego del siglo V de considerable importancia en la crítica textual, preserva una lectura significativa que documenta explícitamente la ira de Yeshú:
και οργισθεις εκτεινας την χειρα αυτου ηψατο
“…𝑦 𝒆𝒏𝒄𝒐𝒍𝒆𝒓𝒊𝒛𝒂́𝒏𝒅𝒐𝒔𝒆 , 𝑒𝑥𝑡𝑒𝑛𝑑𝑖𝑜́ 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑛𝑜 𝑦 𝑙𝑒 𝑡𝑜𝑐𝑜́…”
-𝐂𝐨𝐝𝐞𝐱 𝐁𝐞𝐳𝐚𝐞, 𝐌𝐚𝐫𝐜𝐨𝐬 𝟏:𝟒𝟏, folio 557.
Esta variante textual, que emplea específicamente el término ὀργισθεὶς (orgistheis) para describir la reacción emocional de Yeshú, contrasta marcadamente con la lectura más común σπλαγχνισθεὶς (splagchnistheis, "compadeciéndose") encontrada en manuscritos posteriores. La preservación de esta lectura más áspera en el Codex Bezae encuentra una resonancia significativa con la caracterización psicológica presentada en el Toldot Yeshú, donde Yeshú es retratado consistentemente como una figura con tendencias psicopáticas.
La dimensión lingüística de esta variante se enriquece al considerar las posibles raíces arameas del texto. La hipótesis de Eberhard Nestle sobre la variante textual en Marcos 1:41 se centra en una posible confusión entre dos términos arameos fonéticamente similares: אתרעם (etra'em, "enojándose") y אתרחם (etrajam, "compadeciéndose") que aparece en la Peshita de Marcos:
הוּ דֵּין יֵשׁוּ אֵתרַחַם עלַוהי וַפשַׁט אִידֵה קרֵב לֵה וֵאמַר צָבֵא אנָא אֵתּדַּכָּ
הוּ דֵּין יֵשׁוּ אתרעם עלַוהי וַפשַׁט אִידֵה קרֵב לֵה וֵאמַר צָבֵא אנָא אֵתּדַּכָּ
Nestle argumenta que es improbable que un escriba haya cambiado intencionalmente σπλαγχνισθεὶς (splagchnistheis, "compadeciéndose") a οργισθεις (orgistheis, "encolerizándose") en griego. En su lugar, propone que la confusión ocurrió en la etapa de traducción del arameo al griego, debido a la similitud fonética entre las guturales 'ayin (ע) y jet (ח) en arameo. Esta hipótesis explicaría la existencia de dos tradiciones textuales distintas, una preservando la idea de enojo (reflejada en el Codex Bezae) y otra de compasión (en la mayoría de los manuscritos posteriores), ambas derivadas de una posible ambigüedad en la fuente aramea original.
Esta hipótesis de Nestle adquiere una dimensión adicional cuando se considera en el contexto de las tradiciones judías sobre Yeshú y su relación con figuras bíblicas como Esav (Esaú). En el Zohar, Bo’ 7:157, encontramos un pasaje relevante que utiliza el mismo término arameo אתרעם (etra'em) para describir la reacción de Esav:
"וכלא הוה, וגן עדן דעאל עמיה וברכיה. ובגין כך לא תלה מלה בלבושין, אלא ביעקב ממש, דחמא דביה הוה תליא מלה ואתחזי, וזכותיה סליק לאתברכא, ועאל עמיה גן עדן. ובגין כך כד אתרעם עשו, אמר גם ברוך יהיה."
“Y todo esto sucedió, y el Jardín del Edén entró con él y lo bendijo. Por esta razón, no atribuyó el asunto a las vestimentas, sino a Jacob mismo, pues vio que en él residía el asunto y se manifestó, y su mérito se elevó para ser bendecido, y el Jardín del Edén entró con él. Por eso, cuando Esav (Esaú) se enojó (אתרעם, etra'em), dijo: ‘También será bendito’.”
Esta conexión lingüística entre la caracterización de Yeshú en el Codex Bezae y la descripción de Esav en el Zohar podría sugerir una asociación más profunda en ciertas tradiciones interpretativas. Esav, en la literatura rabínica, a menudo representa a Edom, que a su vez se asocia con Roma. La caracterización de Yeshú como alguien propenso a la ira (אתרעם) podría ser vista como un eco de la naturaleza de Esav/Edom/Roma.
Además, en algunas tradiciones polémicas judías, como el Toldot Yeshú, Yeshú es presentado como alguien que se alía con las autoridades romanas. La preservación de la variante textual que enfatiza la ira de Yeshú (οργισθεις en el Codex Bezae) podría reflejar una tradición que busca asociar a Yeshú más estrechamente con las características atribuidas a Esav/Edom/Roma.
Esta conexión lingüística y conceptual entre Yeshú y Esav a través del término אתרעם no solo proporciona una perspectiva sobre la posible percepción de Yeshú en ciertas tradiciones judías, sino que también ofrece un puente interpretativo entre las tradiciones textuales cristianas primitivas y las polémicas judías posteriores. La preservación de esta caracterización más áspera de Yeshú en el Codex Bezae podría ser un vestigio de una tradición más antigua que encontró resonancia en diversas corrientes de pensamiento religioso y polémico.
Mientras que M.Casey en crítica textual han propuesto que la fuente aramea original podría haber empleado el término רגז (rogez), cuyo campo semántico abarca significados como “enojarse” tal como aparece en el Zohar, Pinjas 69:410:
וְהִיא נִקְרֵאת טְחוֹל, וְהִיא הוֹלֶכֶת וּמְצַחֶקֶת בַּתִּינוֹקוֹת, וְאַחַר כָּךְ עוֹשָׂה בָּהֶם רֹגֶז וּדְמָעוֹת, לִבְכּוֹת עֲלֵיהֶם. הַטְּחוֹל הוֹלֵךְ אַחַר הַכָּבֵד, שֶׁהוּא מִינוֹ.
Y ella es llamada bazo (טְחוֹל, tejol), y ella va y juega con los niños, y después produce en ellos ira (רֹגֶז, rogez) y lágrimas, para llorar por ellos. El bazo va tras el hígado, pues es de su misma especie.
Esta interpretación zohárica del רֹגֶז como parte de un proceso de transformación espiritual añade una dimensión adicional a nuestra comprensión del término cuando aparece en otros contextos, como en la descripción de las emociones de Yeshú en el texto de Marcos. Sugiere que, en el pensamiento judío antiguo, la experiencia de la ira o agitación intensa podía ser entendida no solo como una emoción negativa, sino también como parte de un proceso más amplio de transformación espiritual.
Por ejemplo, en el Zohar, Tetzaveh 6:57 la palabra רֹגֶז se le relaciona con el hombre idolatra tal como se lee:
ואם ראינו לזה האדם שהיו בו אלה המדרגות כלן, עד שלא עומדים בקביעות לדעת מי שהוא, במה יתודע (שלא) להתקרב האדם אליו או להתרחק ממנו. (בן אדם שיש בו מדרגות אלו כלם ועומדים קימים, זהו אדם שלם, עבד נאמן לאדונו, וצריך להשתתף בו ולהתחבר בו ללמד דרכים ממגו. ובמה יודע בן אדם לדעת מי הוא להתקרב אליו או להתרחק ממגו, ') ברגזו ממש ידע לו האדם ויודע מי הוא. אם הנשמה ההיא הקדושה שומר בשעת רגזו (בא עליה) שלא יעקר אותה ממקומה, שאז יבא תחתיה אותו אל זר - זהו בן אדם כמו שצריך, זהו עבד של אדונו, זהו גבר שלם.
ואם האדם ההוא לא שמר לה והוא עקר הקדשה הזו העליונה ממקומה לשכן בתוכה הצד האחר - ודאי זהו אדם שמורד ברבו, ואסור להתקרב אליו ולהתחבר עמו, וזהו (איוב יח) טרף נפשו באפו. הוא טורף ועוקר נפשו בסבת רגזו, ומושיב בתוכה אל זר. ועל זה כתוב חדלו לכם מן האדם אשר נשמה באפו, שהנשמה הקדושה ההיא טורף אותה ומטמא אותה משום אפו. אשר נשמה החליף באפו. כי במה נחשב הוא - עבודה זרה נחשב אותו בן אדם.
(Traducción: “Y si vemos a este hombre que tiene todos estos niveles, hasta que no se mantienen firmes para conocer quién es, ¿Cómo se sabrá si acercarse a él o alejarse de él? (Un hombre que tiene todos estos niveles y permanecen firmes, este es un hombre perfecto, un siervo fiel a su Señor, y es necesario asociarse con él y unirse a él para aprender sus caminos. Y ¿Cómo sabrá el hombre quién es para acercarse a él o alejarse de él?) Por su ira misma el hombre lo conocerá y sabrá quién es. Si aquella alma santa se preserva en el momento de su ira (cuando viene sobre ella) para que no sea arrancada de su lugar, pues entonces vendría bajo ella aquel dios extraño - este es un hombre como debe ser, este es un siervo de su Señor, este es un hombre perfecto.
Y si aquel hombre no la preserva y arranca esta santidad superior de su lugar para hacer morar dentro de ella el otro lado - ciertamente este es un hombre que se rebela contra su maestro, y está prohibido acercarse a él y asociarse con él, y este es (Job 18) ‘el que desgarra su alma en su ira’. Él desgarra y arranca su alma a causa de su ira, y asienta dentro de ella un dios extraño. Y sobre esto está escrito ‘Dejad al hombre cuya alma está en su ira’, pues aquella alma santa él la desgarra y la contamina por causa de su ira. ‘Cuya alma’ cambió por su ira. ‘¿Pues en qué ha de ser estimado?’ - como idolatría es estimado tal hombre.”)
Este pasaje del Zohar presenta una profunda reflexión sobre la naturaleza de la ira (רוגז, rogez) y su impacto en el alma, estableciendo un criterio fundamental para discernir el carácter espiritual de una persona. Esta perspectiva adquiere particular relevancia cuando se considera en relación con la figura de Yeshú, especialmente a la luz de las tradiciones que lo describen manifestando ira intensa, como se evidencia en el Codex Bezae y el Toldot Yeshú.
El texto zohárico establece que la ira funciona como un indicador definitivo del nivel espiritual de una persona, trascendiendo las apariencias externas de espiritualidad. En este contexto, la manifestación de רוגז en Yeshú, según se registra en diversas fuentes, adquiere un significado más profundo. El momento de ira, según el Zohar, revela la verdadera naturaleza del alma, y en el caso de Yeshú, estas manifestaciones de ira se convierten en señales reveladoras de su condición espiritual.
La dinámica espiritual de la ira se describe en el Zohar como una lucha entre el alma santa (נשמה הקדושה) y un “dios extraño” (אל זר). Esta metáfora resulta particularmente significativa cuando se aplica a la figura de Yeshú, quien en la tradición del Toldot Yeshú es presentado como alguien que permitió que un elemento extraño ocupara el lugar del alma santa. El momento de ira se convierte así en una prueba crítica que, según el texto zohárico, Yeshú falló al permitir que su ira desplazara la santidad de su alma.
Las consecuencias espirituales de este desplazamiento son severas: el texto equipara explícitamente el desplazamiento del alma santa por la ira con la idolatría. Esta conexión resulta especialmente significativa en el contexto de las acusaciones tradicionales contra Yeshú. La contaminación del alma a través de la ira incontrolada se describe como un acto de auto-destrucción espiritual, y el texto establece una clara prohibición de asociación con aquellos que no controlan su רוגז. Esta prohibición encuentra eco en las advertencias tradicionales contra el seguimiento de Yeshú.
En la dimensión metafísica, el Zohar presenta la ira como un portal potencial para "el otro lado" (הצד האחר). La incapacidad de controlar el רוגז se convierte en un indicador de conexión con las fuerzas del mal, estableciendo una conexión directa entre el estado emocional y la realidad espiritual. En este sentido, las manifestaciones de ira atribuidas a Yeshú en diversas fuentes se interpretan como evidencia de su alejamiento de la santidad y su acercamiento al "otro lado".
Las implicaciones teológicas de este análisis son profundas. El texto zohárico proporciona un marco teológico sofisticado para entender las manifestaciones de ira en contextos religiosos y espirituales, presentando el רוגז no meramente como una emoción negativa, sino como un momento decisivo de prueba espiritual. Aplicado a Yeshu, este marco sugiere que sus manifestaciones de ira, registradas en fuentes como el Codex Bezae y elaboradas en el Toldot Yeshú, son evidencia de una falla espiritual fundamental que resulta en la destrucción del alma y la caída en la idolatría.
Esta interpretación zohárica del רוגז proporciona una base teológica para la caracterización tradicional de Yeshú como un transgresor espiritual. La distinción que establece el texto entre aquellos que mantienen su alma durante la ira y aquellos que la pierden ofrece un criterio de discernimiento espiritual que, cuando se aplica a las narraciones sobre Yeshú, refuerza la perspectiva tradicional de su alejamiento de la verdadera espiritualidad. El texto sugiere una comprensión más profunda de la naturaleza de la santidad y su relación con las emociones humanas, presentando la ira como un momento de verdad espiritual que revela la auténtica naturaleza del alma, una prueba que, según estas interpretaciones, Yeshu no logró superar.
Esta hipótesis se ve reforzada por las traducciones reconstructivas del texto griego al arameo y al hebreo del Evangelio de Marcos del Codex Bezae:
En arameo:
ܗܘ ܕܝܢ ܝܫܘܥ ܪܓܙ ܘܦܫܛ ܐܝܕܗ ܘܩܪܒ ܠܗ ܘܐܡܪ ܠܗ ܨܒܢܐ ܐܬܕܟܐ ܀
הו דין ישו רגז ופשט אידה וקרב לה ואמר לה צבנא אתדכא
En hebreo:
ויכעס ישו וישלח את־ידו ויגע בו ויאמר לו רוצה אני טהר
(Y Yeshú se enfureció, extendió su mano, lo tocó y le dijo: Quiero, sé limpio.)
Ambas versiones preservan explícitamente el sentido de "enfurecerse" o "encolerizarse", lo cual sugiere que esta caracterización emocional podría haber sido parte integral del relato original.
La convergencia entre esta variante textual y la caracterización presente en el Toldot Yeshú merece un análisis más profundo. En el Toldot Yeshú, Yeshú es presentado como un individuo con marcados rasgos psicopáticos, caracterizado por respuestas emocionales intensas y comportamientos impulsivos. Esta caracterización, aunque claramente polémica en su intención, podría preservar elementos de una tradición más antigua sobre el temperamento histórico de Yeshú.
La tendencia en los manuscritos posteriores a suavizar estas manifestaciones de ira, reemplazándolas con expresiones de compasión, refleja un proceso de evolución teológica donde la imagen de Yeshú fue progresivamente idealizada. Este fenómeno de "suavización", identificado por Julius Wellhausen en los evangelios sinópticos, contrasta marcadamente con la preservación de estos rasgos más ásperos tanto en el Codex Bezae como en la tradición del Toldot Yeshú.
En el contexto del judaísmo del Segundo Templo, la manifestación de ira intensa podría interpretarse en relación con el concepto del yetzer hara (יצר הרע), la inclinación al mal. El Toldot Yeshú explícitamente vincula el comportamiento de Yeshú con esta inclinación, sugiriendo una interpretación de sus manifestaciones de ira como expresiones de una naturaleza fundamentalmente perturbada.
La preservación de estas características en fuentes tan divergentes como el Codex Bezae y el Toldot Yeshú sugiere la posibilidad de que ambas tradiciones mantengan, aunque con diferentes interpretaciones y propósitos, elementos de una memoria histórica sobre el temperamento de Yeshú. Mientras que las tradiciones cristianas posteriores tendieron a moderar o reinterpretar estas manifestaciones de ira, el Toldot Yeshú las amplificó con propósitos polémicos.
La evidencia textual del Codex Bezae, respaldada por las reconstrucciones lingüísticas en arameo y hebreo, junto con la caracterización preservada en el Toldot Yeshú, sugiere un retrato más complejo de la figura histórica de Yeshú. Antes de la cristalización de las tradiciones cristianas ortodoxas, parece haber existido una memoria de Yeshú como una figura carismática pero volátil (con rasgos psicopáticos como lo describe el Toldot Yeshú), capaz de manifestaciones intensas de ira y comportamientos que posteriormente serían interpretados de manera divergente por las tradiciones cristianas y judías.
Esta perspectiva permite una reconstrucción histórica más matizada, donde las manifestaciones de ira preservadas en el Codex Bezae no son simplemente anomalías textuales, sino posibles vestigios de una tradición más antigua que encontró eco y preservación en diferentes corrientes literarias. La coincidencia entre la variante textual del Codex Bezae y la caracterización del Toldot Yeshú podría indicar la persistencia de una memoria histórica incómoda que las tradiciones cristianas posteriores intentaron moderar, mientras que la literatura polémica judía la preservó y amplificó.
La evidencia textual y exegética presentada sugiere una imagen de Yeshú marcadamente distinta de la figura compasiva tradicionalmente venerada. El Codex Bezae, con su preservación de la variante ὀργισθεὶς (orgistheis) en Marcos 1:41, junto con las caracterizaciones encontradas en el Toldot Yeshú, pintan el retrato de un individuo propenso a arrebatos de ira intensa. Esta propensión a la cólera establece un vínculo inquietante con la figura de Esav, como se describe en el Zohar, donde el término אתרעם (etra'em) se utiliza para caracterizar su naturaleza iracunda. Más allá de una simple similitud lingüística, esta conexión sugiere una asociación conceptual profunda entre Yeshú y las cualidades atribuidas a Esav/Edom/Roma en la tradición judía. La interpretación zohárica de רוגז (rogez) como un momento de prueba espiritual que puede conducir a la idolatría añade una dimensión adicional a esta caracterización. Según el Zohar, la incapacidad de controlar el רוגז no solo revela una falla espiritual, sino que también abre la puerta a "el otro lado", vinculando directamente la ira incontrolada con las fuerzas del mal y la idolatría. En este contexto, las manifestaciones de ira atribuidas a Yeshú no son meras anécdotas, sino indicadores profundos de su naturaleza espiritual y su relación con lo divino. Esta perspectiva desafía fundamentalmente la imagen tradicional de Yeshú, sugiriendo que, lejos de ser una figura de perfecta compasión, pudo haber sido un individuo profundamente conflictuado, cuya propensión a la ira lo alineaba más con las fuerzas de la idolatría que con la santidad divina. Esta reinterpretación no solo cuestiona la narrativa cristiana convencional, sino que también proporciona un marco para entender la persistencia de tradiciones polémicas judías sobre Yeshú, presentándolas no como meras fabricaciones, sino como posibles preservaciones de una memoria histórica incómoda que las tradiciones cristianas posteriores buscaron suprimir o reinterpretar.