BS"D
#261
A veces vemos una persona que soporta oprobios y maquinaciones en contra de ella, pero se contiene, y por el contrario, continúa haciendo bondades para con el que lo daña, y entonces lo critican: ¡Moral cristiana! ¡Ofrece la otra mejilla!
Ese es un error doble, porque los cristianos no acostumbran a hacer así, pero los judíos sí, de tiempos inmemoriales.
Ieshiva Ateret Ierushalaim
Bajo la dirección del
Rabino Shlomo Aviner
La otra mejilla
A veces vemos una persona que soporta oprobios y maquinaciones en contra de ella, pero se contiene, y por el contrario, continúa haciendo bondades para con el que lo daña, y entonces lo critican: ¡Moral cristiana! ¡Ofrece la otra mejilla!
Ese es un error doble, porque los cristianos no acostumbran a hacer así, pero los judíos sí, de tiempos inmemoriales.
Es cierto que en sus sermones esa persona incitaba a la contención total, y así dijo, más o menos: Apresúrate a hacer las paces con quien te has peleado, no sea que te entregue al juez, y el juez al policía, y el policía te aprese en la cárcel. No te reveles frente al malvado que te quiere hacer el mal. Por el contario, si alguien te da una cachetada en la mejilla derecha, ofrécele también la otra. El que quiere enjuiciarte para tomar tu túnica, entrégale también tu saco. El que te obliga a marchar con él por una milla, marcha con él dos millas, etc.
No hay en ello ninguna innovación cristiana. Todo eso está escrito en la Torá. Y en general, el cristianismo es una mezcla de paganismo y Torá. O para ser más exacto, es Torá con disfraz de paganismo, como dice Rashi: “Los que convierten las ideas de la Torá en parábolas, equivocaciones y paganismo” (Rashi, Brajot 12B, comienza “Minut”). Por ello, no es raro encontrar en sus libros y también en los libros de los musulmanes citas de la Torá escrita y la Torá oral. Y ofrecer la otra mejilla al que golpea, es una idea que expresó Irmya: “Que ofrezca su mejilla al que le hiere, y que se harte de oprobio” (Eija 3:30). Y no es por casualidad que esa persona (como atestiguan nuestros sabios) dijo: “Yo no vine a reducir o agregar algo a la Torá de Moshé” (Shabat 116B). Eso es por supuesto una mentira, como dijeron nuestros sabios a continuación citándolo: “Dese el día en que fuisteis exiliados de vuestra tierra, fue absuelta la Torá de Moshé y fue entregado el evangelio” (Shabat 116B).
Ese es el juego doble de esos ladrones y sus trucos paganos con las “luces robadas” (Orot, Israel UTjiato 6. Likutei Torá de Rabí Jaim Vital, Melajim 1).
Por ello, todo ese sermoneo moral, todo él fue robado de nosotros y fue tergiversado. Y también lo que dijo esa persona a continuación:
¿Escuchasteis lo que fue dicho, ama a tu hermano y odia a tu enemigo? Y yo os digo: Améis a vuestros enemigos, y recéis por vuestros persecutores.
Pero gracias a D’s todo niño judío sabe que Bruria dijo que se debe rezar por los malvados (Brajot 10A). Y en el libro “Mesilat Iesharim” es aclarado en extensión al final del capítulo de la devoción.
Y en cuanto a la contención, todos conocen lo que dijeron nuestros sabios: “Los que son humillados y no humillan, los que escuchan su oprobio y no contestan, hacen por amor y aceptan con alegría los suplicios, respecto a ellos dice el versículo ‘y Sus amadores, como el sol en todo su esplendor’ (Shoftim 5:36)” (Shabat 88B).
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre nosotros y los cristianos, entre la luz y la oscuridad, entre las palabras del D’s vivo y las palabras del dios muerto?
La diferencia es simple y conocida: Ellos dijeron ofrecer la otra mejilla, pero en la práctica fueron ellos los que nos dieron cachetazos, incluso sus elevados directores espirituales. Asesinaron y torturaron sin límites, incluso a nuestros hermanos judíos, por millones. Palabras por un lado, y acciones por separado. La inquisición en España eran cristianos, y los alemanes nazis eran cristianos, también el Papa en el Holocausto que calló era cristiano. Es fácil decir palabras, no cuesta nada.
Pero nosotros los judíos cumplimos lo que decimos. Por ello no diremos lo que es imposible cumplir, ya que evidentemente ofrecer la otra mejilla es un consejo para personas muy singulares, elevados tzadikim (justos), y no está al alcance del público general. Por ello no fue dicho sino que como una indicación para muy elevados piadosos.
Y así escribe el Rav Kuk: “Tener fe y cumplir es la cualidad esencial especial de Kneset Israel (el alma colectiva del Pueblo de Israel). La fe es el principio básico, pero no se basa en forma estable ni culmina su meta sino que agregándole las acciones. Y para tener fe en lo que se es posible cumplir se necesita equilibrio, el equilibrio de la Torá que se ase de la justicia según la capacidad humana. El cristianismo dice creer, pero no puede cumplir, por ello dice que se debe ofrecer la otra mejilla al que golpea. Es sobre entendido que el público sólo puede creer que esa es una cualidad elevada, pero no la puede cumplir. Y la Torá auténtica, emana del equilibrio del kodesh (lo santo), es auténtica tanto en la práctica como en la idea. La riqueza de la fe es la fe que también es práctica. ‘Habita con tranquilidad en la tierra y ten por preciosa la fe’ (Tehilim 37:3)” (Shmona Kvatzim 1:239).
Y también escribió Rabí Moshé Cordobero en su libro “Tomer Dvora”: “D’s es un rey humillado… encontrarás que nunca pecó la persona en contra de D’s sin que este le brinde en ese mismo momento abundancia de existencia y capacidad de movimiento de sus miembros, y a pesar que la persona peca utilizando esa misma fuerza, D’s no se lo impidió, sino que D’s soporta su humillación, cuando entrega fuerza y movimiento a sus miembros, y la persona utiliza esa fuerza en ese preciso momento para pecar y enojar a D’s que se contiene… es una humillación y una paciencia extrema. Y por ello los ángeles del cielo lo llaman ‘rey humillado’” (Pirkei Eijalot 25). “… es una cualidad que la persona debe comportarse según ella, es decir, con paciencia. Y también ser humillado incluso hasta tal punto, y con todo, no cesará de entregar por bondad” (primer capítulo).
Y esa era la cualidad de piadoso del rey David, que toda su vida sufrió humillaciones y persecuciones, y nunca devolvió con esa moneda. Como está escrito en el libro “Mesilat Iesharim” que “incluso a sus enemigos se esforzaba por hacer el bien, y por ello está escrito ‘y yo vestía de saco y afligía mi alma con ayuno’ (Tehilim 35:13). Y también dice ‘si acaso he pagado al que me hizo mal con la misma moneda’ (Tehilim 7:5)” (Mesilat Iesharim 19).
Fortaleza y buen ánimo, y ojalá que seamos merecedores de cumplirlo, incluso un poco…
Exelente. Educacion. Gracias
ResponderEliminarB"H.
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