8/17/2014

Capítulo 11: La caída de Adám y el Pecado Original.

BS"D

חזוק    אמונה
‘Fe Fortalecida’
Por el Jajam Yitzjak Troki Z”L.

וְיָדַעְתָּ֣ הַיּ֗וֹם וַהֲשֵׁבֹתָ֮ אֶל־לְבָבֶךָ֒ כִּ֤י ה֙ ה֣וּא הָֽאֱלֹקים בַּשָּׁמַ֣יִם מִמַּ֔עַל וְעַל־הָאָ֖רֶץ מִתָּ֑חַת אֵ֖ין עֽוֹד
“Sabrás hoy, y reflexionaras en tu corazón, que el Etern-o, Él es Di-s en el cielo por encima, y sobre la tierra por debajo; no hay otro.”

            -Parashah Vaetjanán, Sefer Devarim, perek 4, pasuk 39.



Capítulo 11: La caída de Adám y el Pecado Original.

Berreshit / Génesis 2:17:

וּמֵעֵץ הַדַּעַת טוֹב וָרָע לֹא תֹאכַל מִמֶּנּוּ  כִּי בְּיוֹם אֲכָלְךָ מִמֶּנּוּ מוֹת תָּמוּת.
“Pero del Árbol del Conocimiento de lo bueno y de lo malo no podrás comer, porque el día de que él comieres ciertamente has de morir.”

Las autoridades religiosas de los notzrim (cristianos) deducen de este pasaje la creencia de que Adam HaRishom (el primer hombre), al transgredir la prohibición divina, de comer el etz ha’daat (árbol del conocimiento), y él como su descendencia fueron castigados con el mito de que el alma eternamente caía hacía el Gehinam (Infierno), tanto los patriarcas, los píos, los profetas así como los piadosos, hasta que vino el “mesías”  su dios [de los cristianos] a quienes salvo a través de la muerte e intercesión de Yeshu. La reduplicación de la frase hebrea מוֹת תָּמוּת (ciertamente has de morir), se considera que es un testimonio adecuado de este singular principio. Como una prueba más de que los antiguos personajes mencionados en las Escrituras Hebreas eran conscientes de la fatalidad que les espera después de su abandono esta vida en la tierra, los autores cristianos han citado el lamento de Ya’acov Avinu en Berreshit / Génesis 37:35:
            כִּי-אֵרֵד אֶל-בְּנִי אָבֵל שְׁאֹלָה וַיֵּבְךְּ
“…Descenderé por mi hijo desolado al sheol (sepultura), mientras lloraba amargamente”
También las palabras de Jizkiya / Ezequías, en Yeshayah / Isaías 38:10, se han señalado como pruebas de corroboración, porque él dice:
            אֲנִי אָמַרְתִּי בִּדְמִי יָמַי אֵלֵכָה בְּשַׁעֲרֵי שְׁאוֹל פֻּקַּדְתִּי יֶתֶר שְׁנוֹתָי.
“Dije: En el apogeo de mis días he de irme a las puertas del sheol. Estoy privado del resto de mis años”
Y dicen que el Gehinam (Infierno) y el Sheol (sepultura) son la misma cosa en todo lugar [donde aparece en la Escritura].

Respuesta.

Cuando Adám, se le dijo por el Santo Bendito Sea, "porque el día de que él comieres ciertamente has de morir ", se da a entender que Adam en realidad debería ser castigado con la pérdida de la vida, en el mismo día en que debía contrarrestar el mandato de Di-s, sino que evidentemente vemos una continuación de su existencia que sólo aseguraba la pena de muerte. Un pasaje similar a la que acabamos de citar se produce en Alef Melajim / 1 Reyes 2:37, donde Shimey, una vez que el enemigo insolente del rey fugitivo, Da’H’a’H (David HaMelej Alav HaShalom / el rey David, la paz sea sobre él), le fue prohibida por el hijo de aquel monarca de dejar la capital, y se le dijo:
            וְהָיָה בְּיוֹם צֵאתְךָ וְעָבַרְתָּ אֶת-נַחַל קִדְרוֹן יָדֹעַ תֵּדַע כִּי מוֹת תָּמוּת  דָּמְךָ יִהְיֶה בְרֹאשֶׁךָ.
“Por cuanto el día en que salgas y pases el arroyo Kidrón (Cedrón), sabe que ciertamente has de morir. Tu sangre será tu propia cabeza.”
Sin embargo, Shimey no fue castigado con la muerte en el mismo día en que salió de Yerushalaim (Jerusalén). En sentido similar, tomamos el mandamiento divino que termina con el término: “ciertamente has de morir.” Eso significaba que el día que Adám, por su desobediencia, incurrir en el desagrado del Santo Bendito Sea, estaría afectada por diversos castigos, como la cosecha de espinas y cardos, y vivir a costa de su duro trabajo en la producción escasa de un suelo sin bendición, y hasta que sus duras pruebas deberían de terminar en la dispensación fatal de la muerte. Esta frase es el destino más importante e inevitable del transgresor, se anunció en un primer momento, pero no con la intención de que sea cumplida de inmediato.
En cuanto a la idea de la reduplicación del verbo “morir”, ellos dicen que esto demuestra que el castigo de asistir a la transgresión de Adám era de carácter hereditario [de forma espiritual], que hemos encontrado en la Escritura una refutación completa de tal interpretación, pues leemos en Devarim / Deuteronomio 24:16:
לֹא-יוּמְתוּ אָבוֹת עַל-בָּנִים וּבָנִים לֹא-יוּמְתוּ עַל-אָבוֹת  אִישׁ בְּחֶטְאוֹ יוּמָתוּ.  {ס}
 “Los padres no serán condenados a muerte por delitos cometidos por sus hijos, ni los hijos serán ajusticiados por delitos de sus padres. Cada cual será condenado por su propio pecado.”
El principio aquí establecido no puede solamente ser referido a la sentencia de muerte, pero también se refiere a todas las penas de menor importancia, de modo que ni los padres ni los niños deben ser susceptibles al castigo de las malas acciones de los demás.
El lector, en referencia a todo el asunto del Génesis 3, percibe que no existe el objetivo de que el Santo Bendito Sea elimine a Adám de la tierra en el día que cometió la infracción de la orden Divina. Los castigos que Adam tuvo que soportar, recibieron su realización sólo en su muerte. En el pasaje antes citado, se afirma que la misión del primer patriarca fue la propagación de su especie. Su modo de subsistencia está señalada en que sea larga y de agotador esfuerzo, y sólo después de un período predeterminado por el Santo Bendito Sea, su suerte se llevaría a cabo  por medio de la manifestación en las palabras:
            “Pues polvo eres y al polvo volverás
Estas últimas palabras, evidentemente, muestran que el castigo del pecado de Adám en relación con el cuerpo, y no al alma, por más que el cadáver inanimado es presa de la tierra, su elemento nativo. De esa parte solo se observa pertinentemente en Kohelet / Eclesiastés 12:7:
            וְיָשֹׁב הֶעָפָר עַל-הָאָרֶץ כְּשֶׁהָיָה וְהָרוּחַ תָּשׁוּב אֶל-הָאֱלֹקים אֲשֶׁר נְתָנָהּ.
            “Y vuelva el polvo a la tierra como antes, y retorne el espíritu a Di-s que lo dio.”
Vemos así que la fórmula מוֹת תָּמוּת (“ciertamente has de morir”), alude al estado perecedero del cuerpo, y no al estado del alma. Pero tenemos una prueba más de que las almas de los descendientes de Adám no fueron consignados a la perdición, como consecuencia del pecado del primer padre, porque nos encontramos en las leyes levíticas que la abscisión del alma de su pueblo va a ser el castigo por varios pecados. Veamos, por ejemplo, en Vaicrá / Levítico 7:27:
            כָּל-נֶפֶשׁ אֲשֶׁר-תֹּאכַל כָּל-דָּם וְנִכְרְתָה הַנֶּפֶשׁ הַהִוא מֵעַמֶּיהָ.
            “Toda persona que coma cualquier sangre, se cortará esa vida de su pueblo”
Así que cada hombre que muere en su propia culpa debe sufrir por su propia iniquidad, y está separado de su pueblo, es decir, su alma se excluye de un reencuentro con las almas de aquellos que han ido antes que él en los reinos de la dicha. Por otro lado, nos encontramos con numerosos casos, que, al describir la muerte de los justos, el texto utilizado dice así:
            y su muerte fue reunido con su pueblo Berreshit / Génesis 25:17;
            …para reunirse con su pueblo. Devarim / Deuteronomio 32:50
Una frase en oposición directa a la aniquilación del alma, que ilustra nuestro argumento, se puede encontrar [también] en Vaicrá / Levítico 22:3,
לְדֹרֹתֵיכֶם כָּל-אִישׁ אֲשֶׁר-יִקְרַב מִכָּל-זַרְעֲכֶם אֶל-הַקֳּדָשִׁים אֲשֶׁר יַקְדִּישׁוּ בְנֵי-יִשְׂרָאֵל לַיי וְטֻמְאָתוֹ עָלָיו  וְנִכְרְתָה הַנֶּפֶשׁ הַהִוא מִלְּפָנַי אֲנִי יי
“…Quien de vuestra simiente se acercare, estando impuro, a las cosas santas que los Bene Israel consagrarán al Etern-o, será quitado de Mi Presencia. (Lo ordeno) Yo, el Etern-o.”
En estos primeros registros de la humanidad tenemos una clara lección de la inmortalidad del alma. Al piadoso y digno se le reciben en la bienaventuranza sin molestias, mientras que los que se contaminaron por los pecados se quitan del disfrute de la contemplación de la gloria del Santo Bendito Sea.

Lejos, pues, de que pongamos fe en la doctrina propuesta por teólogos cristianos, que los antecesores de Yesh”u fueron, sin importar su inocencia o la piedad, total y colectivamente abandonados, y consignados a la morada del infierno. Lejos de nosotros en creer  tal cosa, que Di-s hace que "sus siervos piadosos para ver la perdición"; que Él odiaba a los que le amaban, o que Él los consideraba favorablemente mientras que mintieron sobre la tierra, y sin embargo les repudió después de haber abandonado la escena de sus aspiraciones piadosas.
Es absolutamente repugnante a la mente atribuir al Santo Bendito Sea el más mínimo grado de injusticia, o de la indiferencia al hombre, si él sea justo o injusto. ¿Cómo podría un profeta como Yonah (Jonas) haber orado, de la siguiente forma?
וְעַתָּה יי קַח-נָא אֶת-נַפְשִׁי מִמֶּנִּי  כִּי טוֹב מוֹתִי מֵחַיָּי.  {ס}
“Ruégote, por tanto, oh Etern-o, me quites la vida, porque así es mejor para mí morir que vivir.” (Yonah 4:3)
¿Él, consciente del castigo futuro del alma, han deseado el ser quitado de la tierra, con el fin de someterse a tormentos inevitables después de la vida? De nuevo, cuando Janok (Enoc) y Eliyah (Elías) fueron "llevados por Di-s", tal como lo expresa la Escritura, y que la retirada podría pasar a sólo el alma, debemos imaginar que Di-s diseñó la manifestación de Su amor especial para ellos, dándoles a tormentos constantes en el infierno?
Tenemos que luchar contra otra opinión infundada establecida por nuestros antagonistas. Ellos sostienen que su “dios Mesías”, a través de su propia muerte, salvó a las almas de los que habían sido antes que él desde su condena en el infierno. ¿Cómo se puede afirmar que el primer pecado del primer hombre se reúna con la expiación retrospectiva y prospectiva, a través de la comisión del delito más atroz en la colocación de una mano violenta en el cuerpo de una presunta deidad? La dificultad de la posición de quienes sostienen estos puntos de vista se incrementa en las mismas palabras de Pablo, en su epístola a los Romanos 5:14:
“מלאך המות מאדם ועד משה על החוטאים כדמיון חטא אדם הראשון”
“El ángel de la muerte estuvo [presente] desde Adám y hasta Mosheh (Moisés) sobre los pecadores”
[En su imaginación ellos creen que el pecado de Adam HaRishon (primer hombre) se instruye en esta declaración de Puil (Pablo-פויל) en este artículo de sus palabras, lo cual convirtieron en su fe. [Sobre estas palabras de Pablo entonces solo] se indicaría que el ángel de la muerte no suscribió [su acción de matar] sobre los santos profetas sino solo en los pecadores. Ellos imaginan que el pecado de Adám HaRishon solo y con la carga se reclama; [además que] se dijo: ‘No está escrito en el A”G (Avon-Gilaion / Evangelio) que sea sobre los pecadores’. [Ellos se] imaginan que el pecado del primer hombre cuando se declara eso, pero no dice que sea sobre los pecadores, etc, tal como lo supervisan en las reclamaciones a los ojos y ven [más bien lo] que está escrito por [San] Amprozius Episcopus (Ambrosio Obispo) en sus Dialogus (Diálogos), esto es [realmente] lo que creen [los cristianos]. Por lo que falsificaron los libros griegos que están todavía en la época que se escribieron en latín, tal como los que también escribimos y copiaron del texto que también firmamos, bodge, y les resulto aplicable también para el mismo libro de Martin Luter de Tzitzewitz.
[Por otra parte] en Vaicra / Levítico 18:5, nos encontramos con una prueba aún más fuerte de la incompatibilidad de creer que un desagrado divino se hizo sentir en contra de todos los antecesores de Yesh”u. Allí leemos:
            וּשְׁמַרְתֶּם אֶת-חֻקֹּתַי וְאֶת-מִשְׁפָּטַי אֲשֶׁר יַעֲשֶׂה אֹתָם הָאָדָם וָחַי בָּהֶם
Cuidarán mis estatutos (jukotai) y mis justicias (mishpatai), que al practicarlos la persona, entonces vivirá con ellos.
Aquí la Escritura nos indica de la manera más clara y más incontestable, que la dicha inmortal se concede a la persona que fielmente se adhiere a la voluntad divina, de modo que el hombre no es en ningún aspecto depende de los actos que pueden haber sido realizadas por sus antepasados. Ahora podemos aplicar este razonamiento al pecado de Adám, ya que vemos que el hombre recibe premios y castigos de acuerdo a su cumplimiento de los mandamientos divinos, y que él es individualmente responsable de sus actos, también Adám sólo podía ser personalmente responsable por el pecado que había cometido.
A los mandamientos [y la Torah], que se denominan como:
עֵץ-חַיִּים הִיא לַמַּחֲזִיקִים בָּהּ    וְתֹמְכֶיהָ מְאֻשָּׁר
“Es un árbol de vida para los que se aferran  a ella, y feliz es quien se aferra fuertemente a ella” (Mishley / Proverbios 3:18)
No sugieren que nuestra existencia terrenal se prolongue por su observancia, sino que se calculan para colocarnos en una igualdad de excelencia con los patriarcas, los siervos escogidos de Di-s. Sin cerrar nuestros oídos a la verdad y la razón, no podemos admitir que se imponga una responsabilidad al hombre por los pecados de su primer progenitor. Propia vida inmortal del hombre está en peligro por sus propias obras, y por lo tanto, Di-s, en su misericordia divina, ha ordenado en nosotros Sus mandamientos, que
            וּשְׁמַרְתֶּם אֶת-חֻקֹּתַי וְאֶת-מִשְׁפָּטַי אֲשֶׁר יַעֲשֶׂה אֹתָם הָאָדָם וָחַי בָּהֶם
“Cuidarán mis estatutos (jukotai) y mis justicias (mishpatai), que al practicarlos la persona, entonces vivirá con ellos.”
Los pasajes en el mismo sentido se encuentran en varias ocasiones, incluso en el libro de Yejezkel / Ezequiel 18:19, donde habla acerca de la vida del alma:
            וְהַבֵּן מִשְׁפָּט וּצְדָקָה עָשָׂה אֵת כָּל-חֻקּוֹתַי שָׁמַר וַיַּעֲשֶׂה אֹתָם חָיֹה יִחְיֶה.
Cuando el hijo hace lo que está bien y es correcto, y guarda todos Mis preceptos, y los cumple fielmente, de seguro ha de vivir
Y una vez más, está escrito allí, “y los cumple fielmente, de seguro ha de vivir” excepto para “el alma que pecaré, ha de morir- הַנֶּפֶשׁ הַחֹטֵאת הִיא תָמוּת” (pasuk 20). De todo lo que se ha aportado hasta ahora, es evidente, que los hombres santos y rectos no fueron condenados al infierno, ni padecen los tormentos espirituales del primer hombre, de no haberse rebelado contra el Etern-o, pero, por el contrario, hallaron simpatía delante de Él, y se asegura la salvación eterna a través de sus propios méritos, sin necesidad de la interferencia ajena para que salven sus almas. En apoyo de nuestra convicción el libro de Yejezkel / Ezequiel dice, en el capítulo 18 verso 20:
            הַנֶּפֶשׁ הַחֹטֵאת הִיא תָמוּת  בֵּן לֹא-יִשָּׂא בַּעֲו‍ֹן הָאָב וְאָב לֹא יִשָּׂא בַּעֲו‍ֹן הַבֵּן צִדְקַת הַצַּדִּיק עָלָיו תִּהְיֶה וְרִשְׁעַת רשע (הָרָשָׁע) עָלָיו תִּהְיֶה.  {ס}
“El alma que pecaré, ha de morir. El hijo no llevará sobre sí la iniquidad del padre, ni el padre llevará sobre sí la iniquidad de su hijo. La rectitud del justo será con él, y la maldad del malvado será con él”
El objetivo del profeta es declarar que no habrá ninguna condenación para el alma, excepto a través de su propio crimen, no a través del delito de otro. Es aquí, en lugar de resolver la aparente contradicción de la Escritura, nos encontramos la indicación en los Diez Mandamientos, (¿?) en donde dice [en otra parte de la Torah]:
יי אֶרֶךְ אַפַּיִם וְרַב-חֶסֶד נֹשֵׂא עָו‍ֹן וָפָשַׁע וְנַקֵּה לֹא יְנַקֶּה פֹּקֵד עֲו‍ֹן אָבוֹת עַל-בָּנִים עַל-שִׁלֵּשִׁים וְעַל-רִבֵּעִים.
“El Etern-o, paciente, benévolo, soporta la iniquidad y el delito; lo limpia, no deja impune, toma en cuenta la iniquidad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y hasta la cuarta (generación)”
-Bamidbar / Números 14:18.
A partir de esto un castigo hereditario parece obvia: pero en un examen minucioso, se explica de manera satisfactoria esta frase. El castigo de los padres sobre sus hijos se lleva a cabo donde se continúa la iniquidad para ser ejercida por los hijos, y por lo tanto la Sagrada Escritura encierra la amenaza de sucesivas visitas, diciendo: “En los que Me odian”, cuya explicación es aplicable a todos los pasajes similares en Escritura. Concordantemente con esta interpretación, el autor de Megilat Eija / Lamentaciones dice, en el capítulo 5 verso 7:
            אֲבֹתֵינוּ חָטְאוּ אינם (וְאֵינָם) אנחנו (וַאֲנַחְנוּ) עֲו‍ֹנֹתֵיהֶם סָבָלְנוּ.
“Nuestros padres pecaron y ya no están más, y nosotros llevamos la carga de sus iniquidades.”
Lo que significa:
“Nuestros padres, a través de su conducta culpable, provocaron los problemas de la cautividad, y murieron como consecuencia de sus malas acciones.”
También, de los que tuvo éxito en esta cautividad, se han sumado a nuestras propias transgresiones las de nuestros antepasados, por la imitación de sus malas acciones, y cumpliendo así con la predicción, que dice [el libro de] Vaicra / Levítico 26:39:
            וְהַנִּשְׁאָרִים בָּכֶם יִמַּקּוּ בַּעֲו‍ֹנָם בְּאַרְצֹת אֹיְבֵיכֶם וְאַף בַּעֲו‍ֹנֹת אֲבֹתָם אִתָּם יִמָּקּוּ.
“Los que se quedaren de ustedes desfallecerán por (causa de) sus pecados en la tierra de vuestros enemigos; y también por los pecados de vuestros padres, que (también) lo hacen ellos, desfallecerán”
Los contemporáneos piadosos de la cautividad, sin embargo, como por ejemplo, Yirmiyah (Jeremías), Baruj ben Nehemiya (Baruc, hijo de Nerejah), Yejezkel (Ezequiel), Daniel, con sus compañeros, y otros, se han beneficiado a través de los mismos ensayos que compartían con sus hermanos pecadores, porque entre los gobiernos gentiles que se plantearon a mucho mayor distinción de lo que habían logrado en el marco del reyes de Israel. Estas ventajas que disfrutaban únicamente a través del cuidado con el que se evitan los hechos de sus antepasados ​​malvados, y por lo tanto no trabajaban bajo la imposición de las maldiciones que el Santo Bendito Sea ordena a la raza de los pecadores. La opinión de los cristianos, quienes dicen que no hay salvación concedida antes de la muerte de Yesh”u, se encuentra con otra refutación en el A”V (Avon-gilaion) de Lucash (Lucas) 16:19: la historia del pobre Lázirus (לאזירוס) representa que era después de la muerte a disfruto en la beatitud en el seno del Avraham Avinu (patriarca). Esto muestra que Avraham y Lázirus (Lázaro) no estaban en el Gehinam (infierno), y lleva a la conclusión de que los tzadikim (justos) no fueron privados de una eternidad feliz, incluso antes de que Yeshu supuestamente les redimiera, los malvados se reúnen sólo con la retribución merecida.
Volvemos una vez más a la reduplicación de la expresión “de cierto morirás”, que, como antes hemos dicho, ha sido mal aplicado a la muerte del alma. El argumento es totalmente erróneo, y se apoya en la idea errónea de la expresión hebrea, según la cual el infinitivo se coloca con frecuencia antes del tiempo ordinario; véase, por ejemplo en Bet Melajim / 2 Reyes 8:10:
וְהִרְאַנִי יי כִּי-מוֹת יָמוּת.
            “Vivirás. Pero (en realidad) me mostró el Etern-o que moriría”
Aquí el infinitivo מוֹת a morir, y חָיה, vivir, aquí acompaña a los respectivos tiempos de futuro. La frase citada aquí sirve como una respuesta a la pregunta hecha por el rey,
¿Acaso sanaré de esta enfermadad?” (Literalmente, vivir a través de).
La respuesta sólo puede adaptarse a la pregunta. El investigador se pregunta simplemente si ha de vivir o morir (en un sentido físico), y la respuesta se refiere a la muerte con respecto a sólo el cuerpo, y se da con los dobles verbos. Tal reduplicación se produce también en Alef Shmuel / 1 Samuel 14:44, donde Shaúl dice, מוֹת תָּמוּת יוֹנָתָן: “Ciertamente Yonatan morirá”, y en el mismo libro (22:16), מוֹת תָּמוּת אֲחִימֶלֶךְ : “Ciertamente, Ajimelej, tú morirás.” A pesar de la amenaza de muerte se expresa con la repetición del verbo מוֹת (a morir) no tiene otra significación que la muerte corporal. Otros verbos se repiten de una manera similar, por ejemplo, en Shemot / Éxodo 21:20, נָקֹם יִנָּקֵם , ‘ha de ser vengado’: Ibid 19:13 , סָקוֹל יִסָּקֵל אוֹ יָרֹה יִיָּרֶה , “porque el que lo hiciere no vivirá, pues será lapidado o asaetado.Berreshit / Génesis 15:13, יָדֹעַ תֵּדַע “has de saber.” Por otro lado, nos encontramos en la Escritura que el uso del verbo irrepetible simple, מות, morir, es suficiente para indicar la perdición del alma, como, por ejemplo, Yejezkel / Ezequiel 18:20, “El alma que pecare esa morirá”, " הִיא תָמוּת. De las pruebas precedentes y argumentos que se establezca no hay la más remota alusión al infierno en el lamento de Ya’acov. En Berreshit / Génesis 37:35:
            “¡Descenderé por mi hijo desolado al sheol (sepultura)!
Ni en la acción de gracias de Jizkiya / Ezequías (en Yeshayah 38:10), donde dice:
            “En el apogeo de mis días he de irme, a las puertas del sheol (sepultura- שְׁאוֹל)”
Así, nos encontramos también en el Tehilim / Salmo (49:15),
            “Como ovejas son destinados al sheol
Una vez más, “y sus formas serán consumidas en el sheol, porque me recibirá” En estos pasajes, la palabra מָוֶת (mavet) muerte podría utilizarse adecuadamente para el Sheol (sepultura). En otra partes igualmente Sheol se utiliza como lugar de descanso del cuerpo inanimado, por ejemplo, en Yiov / Job 14:13, dice:     “!Oh si me bajarás al sheol (sepultura)¡”
Kohelet / Eclesiastés 9:10, “en el sheol (sepultura) a la que te diriges”; Berreshit / Génesis 37:35 , “¡Descenderé por mi hijo desolado al sheol (sepultura)!”, y casos en los que el Sheol significa la profundidad de la tierra para a cumplir con lo que dice el Tehilim / Salmo (139:8),
Si hago mi cama en el Sheol (sepultura), he aquí que Tú estás allí
Y en Yiov / Job 11:8,

            “Más hondo que el sheol (sepultura), ¿Qué puedes saber?

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