En el capítulo capítulo 114 hemos desarrollado una exhaustiva demostración de cómo el relato de la resurrección, analizado desde las propias fuentes del Nuevo Testamento, representa una construcción narrativa insostenible que encuentra sus raíces en las antiguas tradiciones paganas mediterráneas. Esta conclusión se ve significativamente reforzada al examinar el texto del Evangelio Hebreo de Mateo 116:8-15 y su paralelo en el Codex Sinaiticus, donde emerge un aspecto crucial que profundiza nuestra crítica. La narrativa exhibe una contradicción fundamental en la respuesta de las mujeres ante la supuesta resurrección: mientras que en el versículo 8 se menciona que salieron con “miedo y gran alegría” (בפחד... ובשמחה רבה / μετα φοβου και χαραϲ μεγαληϲ), esta reacción paradójica sugiere una construcción literaria artificial que busca reconciliar dos tradiciones distintas. La instrucción de Yeshú de que sus seguidores lo verían en Galilea (שילכו לגליל ושמה יראוני / ελθωϲιν ειϲ την γαλιλαιαν και εκει με οψονται) contradice la lógica narrativa, pues si realmente hubiera resucitado, no habría necesidad de desplazarse a una región distante para manifestarse. Este detalle cobra especial relevancia al considerar la Mishnah Sanhedrin 6:5, que establece:
“אָמַר רַבִּי מֵאִיר, בְּשָׁעָה שֶׁאָדָם מִצְטַעֵר, שְׁכִינָה מַה הַלָּשׁוֹן אוֹמֶרֶת כִּבְיָכוֹל, קַלַּנִי מֵרֹאשִׁי, קַלַּנִי מִזְּרוֹעִי”
(“Dijo Rabí Meir: cuando una persona sufre, la Presencia Divina dice: 'Mi cabeza está débil, mi brazo está débil'”),
Lo que demuestra la sensibilidad halájica incluso hacia los ejecutados por transgresiones graves. La mención específica de que los guardias informaron a los “grandes sacerdotes” (גדולי הכהנים / αρχϊερευϲιν) sobre “todo lo sucedido” (כל הנעשה / απαντα τα γενομενα) revela un intento de legitimar la historia mediante la inclusión de testigos oficiales, pero paradójicamente socava su credibilidad al admitir que estos mismos testigos oficiales rechazaron el evento y optaron por encubrirlo. La mención de que los ancianos dieron "mucho dinero" (ממון רב / αργυρια ϊκανα) a los guardias para silenciarlos presenta otro problema lógico, especialmente considerando que, según la Mishnah Sanhedrin 6:5, existían procedimientos específicos y estrictos para el tratamiento de los ejecutados:
"אָמַר רַבִּי מֵאִיר, בְּשָׁעָה שֶׁאָדָם מִצְטַעֵר, שְׁכִינָה מַה הַלָּשׁוֹן אוֹמֶרֶת כִּבְיָכוֹל, קַלַּנִי מֵרֹאשִׁי, קַלַּנִי מִזְּרוֹעִי. אִם כֵּן הַמָּקוֹם מִצְטַעֵר עַל דָּמָם שֶׁל רְשָׁעִים שֶׁנִּשְׁפַּךְ, קַל וָחֹמֶר עַל דָּמָם שֶׁל צַדִּיקִים. וְלֹא זוֹ בִלְבַד, אֶלָּא כָּל הַמֵּלִין אֶת מֵתוֹ, עוֹבֵר בְּלֹא תַעֲשֶׂה. הֱלִינוֹ לִכְבוֹדוֹ לְהָבִיא לוֹ אָרוֹן וְתַכְרִיכִים, אֵינוֹ עוֹבֵר עָלָיו. וְלֹא הָיוּ קוֹבְרִין אוֹתוֹ בְּקִבְרוֹת אֲבוֹתָיו, אֶלָּא שְׁתֵּי בָתֵּי קְבָרוֹת הָיוּ מְתֻקָּנִין לְבֵית דִּין, אַחַת לַנֶּהֱרָגִין וְלַנֶּחֱנָקִין וְאַחַת לַנִּסְקָלִין וְלַנִּשְׂרָפִין"
(Dijo Rabí Meir: Cuando una persona sufre, la Presencia Divina dice, por así decirlo: "Me duele mi cabeza, me duele mi brazo". Si así se aflige el Omnipresente por la sangre de los malvados que es derramada, cuánto más por la sangre de los justos. Y no solo esto, sino que cualquiera que deje a su muerto sin enterrar transgrede un mandamiento negativo. Si lo dejó sin enterrar para honrarlo, para traerle un ataúd y mortajas, no transgrede por ello. Y no lo enterraban en las tumbas de sus padres, sino que había dos cementerios preparados por el tribunal: uno para los ejecutados por decapitación y estrangulamiento, y otro para los ejecutados por lapidación y cremación).
Esta normativa halájica, que establece claramente la prohibición de dejar un cuerpo sin enterrar y los procedimientos específicos para distintos tipos de ejecuciones, contradice directamente el relato sobre Yosef mi-Kr'nasiah (יוסף מכרנאסיאה), quien supuestamente habría dado sepultura digna al cuerpo del mamzer en su propia tumba nueva. El Mishnat Eretz Yisrael sobre Sanhedrin 6:5:12-14: וְלֹא הָיוּ קוֹבְרִין אוֹתוֹ בְּקִבְרוֹת אֲבוֹתָיו, אֶלָּא שְׁתֵּי בָתֵּי קְבָרוֹת הָיוּ מְתֻקָּנִין לְבֵית דִּין (‘Y no lo enterraban en las tumbas de sus padres, sino que había dos cementerios preparados por el tribunal’) elabora sobre estas disposiciones, enfatizando que la separación en la sepultura era una práctica establecida que reflejaba la gravedad de los delitos, haciendo aún más improbable que se permitiera un entierro honorable en una tumba privada como lo sugiere el relato del Evangelio Hebreo de Mateo.
Si los talmidim realmente hubieran robado el cuerpo mientras los guardias dormían, los soldados romanos no habrían podido testificar sobre lo sucedido durante su sueño, y más importante aún, habrían sido ejecutados por negligencia según la ley romana. El texto intenta resolver esta inconsistencia añadiendo que los sacerdotes prometerían interceder ante Pilato (פילאט / του ηγεμονοϲ), pero esto solo añade otra capa de improbabilidad a la narrativa, pues sugiere una conspiración que involucraría a la máxima autoridad romana. La frase final del texto, que indica que “este asunto permanece en secreto entre los judíos hasta hoy” (וזה הדבר בסוד בין היהודים עד היום הזה / εφημιϲθη ο λογοϲ ουτοϲ παρα ϊουδαιοιϲ εωϲ τηϲ ϲημερον), resulta particularmente reveladora, pues implica que el autor está admitiendo indirectamente la existencia de una tradición judía alternativa sobre el destino del cuerpo, lo cual se alinea con las narrativas posteriores encontradas en el Toldot Yeshú y las referencias talmúdicas. La estructura misma del relato, que coloca a las mujeres como primeras testigos en una sociedad donde el testimonio femenino no era aceptado en casos capitales, sugiere un intento de construir una narrativa que evitara la confrontación directa con las autoridades judías masculinas que podrían refutar el relato, mientras que simultáneamente se mantiene la tradición mediterránea de las mujeres como primeras testigos en los cultos mistéricos de muerte y resurrección.
Las discrepancias significativas entre las diversas fuentes que abordan el destino del cuerpo de Yeshú, considerado como mumar (converso a otra religión), se hacen evidentes al examinar la tradición cristiana preservada en el Nuevo Testamento y el Codex Sinaiticus folio 217a, que presenta una narrativa donde los ancianos del pueblo supuestamente sobornaron a los guardias romanos para que declararan que los talmidim habían robado el cuerpo. Esta versión se complementa con el relato sobre Yosef mi-Kr'nasiah (יוסף מכרנאסיאה, José de Arimatea), quien según el texto habría dado sepultura digna al cuerpo del mamzer. Sin embargo, el Mishnat Eretz Yisrael sobre Sanhedrin 6:5:12-14 arroja luz crucial sobre este punto al señalar:
"עם מותו של ישו, שהוצא להורג בידי השלטונות, התעוררה שאלה דומה, והאוונגליונים מספרים על איש עשיר מתלמידי ישו, שנידב קבר להרוג שנהרג בידי השלטונות"
(‘Con la muerte de Yeshú, que fue ejecutado por las autoridades, surgió una cuestión similar, y los evangelios relatan sobre un hombre rico de entre los discípulos de Yeshú, que donó una tumba para el ejecutado que fue muerto por las autoridades.’).
El texto continúa:
"לפי הסיפור שם היהודים הקפידו לגאול את הגווייה מידי הרומאים, כדי שהנבלה לא 'תלון' על העץ. אבל לא היה קבר מיוחד להרוגי בית דין, אלא אדם פרטי, אמיד, תרם את הקבר לטובת הנזקק"
(‘Según la historia allí, los judíos se aseguraron de rescatar el cuerpo de manos de los romanos, para que el cadáver no 'pernoctara' en el madero. Sin embargo, no había una tumba especial para los ejecutados por el tribunal, sino que una persona privada y rica donó la tumba para el necesitado.’).
Este comentario rabínico posterior es particularmente significativo porque reconoce la existencia de una tradición sobre la intervención de un individuo adinerado, pero la contextualiza dentro de una crítica más amplia a la práctica, señalando que tal acción contradecía los procedimientos establecidos para el tratamiento de los ejecutados de la Mishnah. Esta observación refuerza nuestra comprensión de que el relato evangélico no solo contradice las prácticas legales establecidas, sino que representa una desviación significativa de los ideales halájicos sobre el tratamiento apropiado de los ejecutados.
Por otra parte, el Toldot Yesh"ú presenta una narrativa fundamentalmente distinta, identificando a Yehuda Ish Keriot (Ivda Askariota) como el responsable del manejo del cuerpo, depositándolo en una letrina de su jardín. Esta acción encuentra resonancia en el significativo pasaje talmúdico de masejet Gittin 57a:
אחר כך אזל [הלך] אונקלוס אסקיה בנגידא [העלה באוב] את ישו הנוצרי, אמר ליה [לו] אונקלוס: מאן חשיב בההוא עלמא [מי חשוב באותו עולם]? אמר ליה [לו]: ישראל. שאל אותו מהו לאידבוקי בהו [האם להידבק בהם]? אמר ליה [לו]: טובתם דרוש, רעתם לא תדרוש, כל הנוגע בהן כאילו נוגע בבבת עינו. אמר ליה [לו]: דיניה דההוא גברא במאי [דינו עונשו של אותו אדם, שלך, במה]? אמר ליה [לו]: בצואה רותחת. דאמר מר [החכם]: כל המלעיג על דברי חכמים נידון בצואה רותחת וזה היה חטאו, שליגלג על דברי חכמים. ומעירים: תא חזי [בוא וראה] מה בין פושעי ישראל לנביאי אומות העולם? שבלעם שהיה נביא כך יעץ, וישו הנוצרי שהיה מפושעי ישראל דיבר בטובתם.
Onkelos luego fue y resucitó a Yeshú HaNotzrí de la tumba a través de la nigromancia. Onkelos le dijo: ¿Quién es más importante en ese mundo en el que estás ahora? Yeshu le dijo: El pueblo judío. Onkelos le preguntó: ¿Debería entonces apegarme a ellos en este mundo? Yeshu le dijo: Su bien buscarás, su desgracia no buscarás, porque cualquiera que los toca es considerado como si estuviera tocando la niña de su ojo (ver Zejaryah 2:12).
Onkelos le dijo: ¿Cuál es el castigo de ese hombre, un eufemismo del mismo Yeshú, en el otro mundo? Yeshú le dijo: Es castigado con excremento hirviendo. Como dijo el Maestro: Cualquiera que se burle de las palabras de los Sabios será condenado a excremento hirviendo. Y este fue su pecado, ya que se burló de las palabras de los Sabios. La Gemará comenta: ‘Venid y ved la diferencia entre los pecadores de Israel y los profetas de las naciones del mundo’. Así como Bila’am, que era profeta [gentil], deseó mal a Israel, mientras que Yeshú HaNotzrí, que fue uno de los malhechores de Israel, habló en su favor.
El Talmud habla de un castigo impuesto a Yeshu en el mundo venidero, mientras que el Toldot Yeshú habla que fue avergonzado e insultado en este mundo.
Ivda / Judas es el único que cumple activamente con las palabras de los sabios, y no espera a que se lleve el castigo divino. Además, de las referencias del Talmud con Yeshú y su castigó, el Toldot Yeshú se refiere también con el lugar real del entierro, así como la negativa de la gente de Ha’ai, y de los priztim (violadores que seguían a Yeshú) ante el vergonzoso lugar en donde reposaba el cuerpo de su mamzer, tal como se lee en el Toldot Yeshú:
ויהי כאשר קרב חג הפסח ויכריזו בכל גבול ישראל כל מי שיודע איזה זכות ליש״ו המחרף יבא לפני המלך ויען כל העם להרוג את יש״ו ויהי בערב פסח ויוציאו את יש״ו מבית המשמר ויכריזו לפניו כן יאבדו כל אויביך ה׳ ויתלו את יש״ו על העץ מחוץ לירושלים כאשר צוה המלך והחכמים וכל ישראל ראו ונתנו שבח והודאה להק״בה על שעשו נקמה ביש״ו ויהי לעת ערב ויקח יהודה את גוף יש״ו מעל העץ וישימהו בגן שלו במרתף של גרף לקיים דברי חכמים כל המלעיג על דברי חכמים נדון בצואה רותחת.
ויהי כאשר שמעו פריצים את הדברים האלה וילכו ירושלימה וראו את יז״וש מונח במרתף בגרף ובצואה וילכו לעי ויאמרו שקר הדבר אשר כתב יהודה כי באנו ירושלימה והנה רבים קמו נגד המלך וגרשו את המלך על שלא מאמין ביז״וש ורבים מהחכמים נהרגים על שלא מאמינים ביז״וש ויאמינו אנשי עי לדברי שקרים מפי הפריצים וילחמו עם ישראל
[1] Y aconteció que cuando se aproximó la fiesta de Pesaj (Pascua Judía), y se declaró en toda la frontera de Israel que cualquiera que recuerde a Yesh”u el maldito sea traído ante el rey. [2] Y respondió [afirmativamente] todo el pueblo que mató a Yesh”u. [3] Y sucedió que en la tarde de [la festividad de] Pesaj y tomó a Yesh”u de la casa donde estaba siendo vigilado. [4] Y proclamaron sobre él: ‘Así perezcan todos Tus enemigos, oh Etern-o’ (Shoftim / Jueces 5:31), y colgaron a Yesh”u sobre un árbol que está afuera de Yerushalaim, tal como decretó el rey y los Jajamim (sabios). [5] Y TODO Israel vimos y alabamos así como dimos gracias al HaKadosh Baruj Hu (Santo Bendito Sea Él Di”s de Israel) sobre lo que se hizo venganza en Yesh”u. [6] Y fue la tarde (de ese día) y Yehudah tomó el cuerpo de Yesh”u de entre el árbol y lo puso en su jardín en el sub-suelo al cual arrastró para [obedecer] los decretos de los Jajamim, [pues Yesh”u se] mofó de todas las palabras de los Jajamim (sabios), quien fue condenado a [estar en el Gehinom para] hervir entre la suciedad….
[9] Y sucedió que cuando oyeron estas palabras los Pritzim, fueron a Yerushalaim y vieron [en donde se] colocó en el sub-suelo en donde se le arrastró [a donde pasan sobre su cadáver] suciedades, y [así fueron a ver la gente de la ciudad de] Ha’ai. [10] Y dijeron: ‘Esa palabra escrita por Yehudah es mentira, pues hemos ido a Yerushalaim’. [11] Y he aquí que muchos se levantaron contra el rey, y expulsó el rey a los que creen en Yizu”sh, y a muchos de los Jajamim (sabios) asesinaron a causa de los que creen en Yizu”sh. [12] Y [así] creyeron los hombres de Ha’ai en las palabras mentirosas de los Pritzim y pelearon con[tra] Israel.
-Toldot Yesh”u, perek 15, pesukim 1 al 5, y perek 16, pasuk 9, versión Huldreich.
El texto del Toldot Yesh"ú y el Talmud presentan una narrativa fundamentalmente distinta sobre el destino del cuerpo de Yeshú comparada con la tradición cristiana.
Al analizar las diferentes fuentes judías sobre el destino del cuerpo de Yeshú, emerge una hipótesis intrigante que sugiere una tradición unificada subyacente que conecta el gehinom (גיהנום) espiritual con un lugar físico específico en Jerusalén. La mención en el Talmud Bavlí sobre Yeshú “hirviendo en suciedad” (tzoah rotajat, צואה רותחת) podría estar relacionada con una práctica histórica de disposición de cuerpos en el valle de Hinom (גֵּיא בֶן־הִנֹּם), donde según el Radak existía un fuego perpetuo para la eliminación de desechos, tal como se menciona en su comentario sobre el Salmo 27:13:
בארץ חיים: וקרא לעולם הבא ארץ חיים, ואף על פי שאין לנשמה מקום וכל שכן ארץ, אלא לפי שנמשל טוב עולם הבא לגן עדן שהוא מקום בארץ, להבין השומעים נאמר דרך משל. כמו שנקרא גם כן משפט הרשעים גיהנם והוא מקום בארץ סמוך לירושלם; והוא מקום נמאס ומשליכים שם הטמאות והנבלות והיה שם אש תמיד לשרוף הטמאות ועצמות הנבלות לפיכך נקרא על דרך משל משפט הרשעים גיהנם. ונקרא שכר הצדיקים גן עדן שהוא מקום המשובה בארץ והוא נקרא ארץ חיים, כי כאשר גרש האדם משם נקנסה עליו מיתה. ובדברי רבותינו, זכרם לברכה (בבלי ברכות ד א): למה נקוד על לולא**? (כך) אמר דוד לפני הקדוש, ברוך הוא: רבונו של עולם, מובטח אני בך שאתה משלם שכר טוב לצדיקים לעתיד לבוא; אבל איני יודע אם יש לי חלק ביניהם אם לאו, שמא יגרום החטא
(Traducción: En la tierra de los vivos: Y llamó al mundo venidero "tierra de los vivos", y aunque el alma no tiene lugar y mucho menos tierra, sino que debido a que el bien del mundo venidero se compara con el Jardín del Edén, que es un lugar en la tierra, se dice de manera metafórica para que los oyentes comprendan. Así como también se llama al juicio de los malvados "Gehinom", que es un lugar en la tierra cercano a Jerusalén; y es un lugar despreciable donde se arrojan las impurezas y los cadáveres, y había allí fuego constante para quemar las impurezas y los huesos de los cadáveres, por lo tanto, metafóricamente se llama al juicio de los malvados "Gehinom". Y se llama a la recompensa de los justos "Jardín del Edén", que es el lugar más alabado en la tierra y se llama "tierra de los vivos", porque cuando el hombre fue expulsado de allí, se le impuso la muerte como castigo. Y en las palabras de nuestros rabinos, que su memoria sea bendita (Talmud Bavli Berajot 4a): ¿Por qué hay puntos sobre "lulei"? (Así) dijo David ante el Santo, bendito sea: Señor del universo, confío en que darás buena recompensa a los justos en el futuro; pero no sé si tengo parte entre ellos o no, quizás el pecado lo impida.)
La descripción del Zohar de Mantua sobre un “vertedero inmundo” (ashpah metunefet, אשפה מטונפת) donde fueron depositados los cuerpos junto con “perros y asnos muertos” (klavim metim va-jamorim metim, כלבים מתים וחמורים מתים) sugiere la existencia de una zona específica dentro del valle destinada a los considerados transgresores, tal como se lee en el famoso Zohar de Mantua el cual se encuentra archivado en The Library of The Jewish Theological Seminary, SHF1986:16, en la cual se lee en el folio 1673, correspondiente al Zohar Parashat Ki Tetze’ verso 123, y en la imagen siguiente corresponde al manuscrito Vat.ebr.606 de la Biblioteca Apostólica Romana:
Zohar de Mantua, The Library of The Jewish Theological Seminary, folio 1673 |
Zohar conservado en la Biblioteca Apostólica Romana, Vat.ebr.606. |
גְּבִירְתָּהּ גַּן. שִׁפְחָה אַשְׁפָּה מְטוּנֶּפֶת, מִסִּטְרָא דְּעֵרֶב רַב אַשְׁפָּה מְעוּרֶבֶת בַּגַּן, לְגַדְּלָא זְרָעִים, מִסִּטְרָא דְּעֵץ הַדַּעַת טוֹב וָרָע. מִסִּטְרָא דַּעֲבוֹדָה זָרָה, אִתְקְרִיאַת שַׁבְּתַאי, לִילִית, אַשְׁפָּה מְטוּנֶּפֶת, בְּגִין דְּצוֹאָה מְעוּרֶבֶת מִכָל מִינֵי טִנּוּף וְשֶׁרֶץ, דְּזַרְקִין בָּהּ כְּלָבִים מֵתִים וַחֲמוֹרִים מֵתִים. בְּנֵי עֵשָׂו וְיִשְׁמָעֵאל רַבָּה יֵ"שׁוּ וּמַחַ"מַּד קְבוּרִים בָּהֶם. אִיהִי קֶבֶר דַּעֲבוֹדָה זָרָה, דְּקַבְרִין לוֹן עֲרֵלִים, כְּלָבִים מֵתִים, שֶׁקֶץ וְרֵיחַ רָע, מְטוּנָּף, מְסוּרַח, מִשִּׁפְחָה בִּישָׁא אִיהִי סִרְכָא, דַּאֲחִידָא בְּעֵרֶב רַב, מְעוּרָבִים בְּיִשְׂרָאֵל. וַאֲחִידַת בְּעֶצֶם וּבָשָׂר, דְּאִינּוּן בְּנֵי עֵשָׂו וְיִשְׁמָעֵאל, עֶצֶם מֵת, וּבָשָׂר טָמֵא, בָּשָׂר בַּשָּׂדֶה טְרֵפָה, דְּעָלָהּ אִתְּמַר,לַכֶּלֶב תַּשְׁלִיכוּן אוֹתוֹ
Cuya traducción es:
“Su amante es un jardín. La sierva es basura inmunda -shifjah ashpah metunefet- desde el punto de vista de la multitud mezclada (erev rab). La basura se mezcla en el jardín para que crezcan semillas del aspecto del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Desde el aspecto de la idolatría se llama Saturno, Lilit, basura inmunda, porque es excremento mezclado con diferentes tipos de inmundicias y alimañas, en las que se arrojan perros muertos, y asnos muertos. Los hijos de Esav e Ishmael están enterrados allí (léase בהו). Ye”shu y Muha”mad (Jesús y Mahoma), que son perros muertos, están enterrados entre ellos. Ella es sepultura para la idolatría, donde son sepultados los incircuncisos, que son perros muertos, alimañas, hediondas e inmundas, y que por ella se ensuciaron, que es la adhesión unida a la ‘multitud mezclada’ (Ex. 12:38) que se mezcla en Yisrael, y que está unido a los huesos y la carne que son los hijos de Esav e Ishmael, que son un hueso muerto y una carne inmunda, carne que es desgarrada por las fieras en el campo, de la cual dice: "La echaréis a los perros" (Shemot / Éxodo 22:30).
Esta interpretación se fortalece al considerar que la palabra hebrea גרף (gref) mencionada en el Toldot Yesh"u no solo significa “letrina” sino que también puede referirse a un “recipiente” o “cavidad”, lo que podría indicar una fosa especial en el área del valle de Hinom. Esta hipótesis se ve respaldada por el sistema de enterramientos descrito en la Mishnah Sanhedrin 6:5 que menciona “dos cementerios separados” (shtei batei kevarot, שתי בתי קברות), sugiriendo una clara diferenciación en los lugares de sepultura. El comentario del Radak sobre “la tierra de los vivos” (eretz jayim, ארץ חיים) establece un contraste deliberado entre el Gan Eden y el gehinom como lugares físicos que sirven como metáforas para realidades espirituales, donde el valle de Hinom representa el juicio de los malvados (mishpat ha-reshaim, משפט הרשעים). La tradición sobre el cuerpo de Yeshú parece fusionar estos elementos físicos y metafísicos, donde el lugar de disposición del cuerpo (gref, letrina o fosa) se convierte en una manifestación terrenal del castigo espiritual descrito en el Talmud. Esta interpretación sugiere que la ubicación del cuerpo podría haber estado en una zona específica del valle de Hinom, posiblemente cerca de las áreas de desecho de la ciudad, creando así una conexión tangible entre la narrativa talmúdica del castigo en el gehinom y la disposición física del cuerpo descrita en el Toldot Yesh"u. La referencia en el Zohar a “perros muertos” (klavim metim, כלבים מתים) podría ser una alusión velada a los transgresores, ya que el término "perro" (kelev, כלב) se utiliza frecuentemente en la literatura rabínica como una metáfora para aquellos considerados impuros, o a los paganos (נָכְרִים) o que se han apartado de la tradición, como se evidencia en el versículo "La echaréis a los perros" (la-kelev tashlijun oto, לכלב תשליכון אותו) de Shemot 22:30, ver. Rashi sobre Shemot 22:30: כלב תשלכון אתו. אַף הַגּוֹי כַּכֶּלֶב; אוֹ אֵינוֹ אֶלָּא כֶּלֶב כְּמַשְׁמָעוֹ? תַּ"לֹ בִּנְבֵלָה אוֹ מָכֹר לְנָכְרִי (שם י"ד), קַ"וָ לִטְרֵפָה שֶׁמֻּתֶּרֶת בְּכָל הֲנָאוֹת.
Mientras que según el Toldot Yesh"ú, Yehuda depositó el cuerpo en una letrina de su jardín, el sitio del supuesto entierro del cuerpo de Yeshú conocido como el “Santo Sepulcro” es considerado el lugar más sagrado del cristianismo, un sitio de adoración y peregrinaje. El “Santo Sepulcro” es la alternativa cristiana al Templo (en Jerusalén), e intenta tomar este lugar como reemplazo de este.
Según la tradición cristiana, Yeshú fue enterrado donde hoy se ubica la Iglesia del Sagrado Sepulcro en Jerusalén, pero existe un problema con este sitio para la incomodidad de muchos cristianos y es que en tal lugar, según explican los Padres de la Iglesia como Eusebio de Cesarea, que era una cueva en la que se le rendía culto a la diosa romana Venus. (Cf. Eusebio Pamphilius: Historia de la Iglesia, Vida de Constantino, Oración en Alabanza de Constantino: NPNF2-01.) Según Arieh Kofsky en su libro titulado ‘Eusebius of Caesarea Against Paganism’, capítulo 2 (pág. 48) explica que posteriormente en el reinado del emperador romano Adrianus se levantaría un Templo de Venus en Jerusalem, y posteriormente con el emperador Constantino destruiría los lugares de culto pagano.
Kofsky explica que en la antigua cueva y posteriormente en el Templo de Venus era el equivalente de la diosa filistea Astarté (Ashtoret- עַשְׁתֹּרות/ Αστάρτη), en tal lugar, como en Heliepolis los templos de tal deidad tenían como función de servir templos de prostitución, tal como se encuentra en el libro de Eusebio (Vita Constantini 3,56;66).
Ya en 1967 Dame Kathleen Kenyon había demostrado que el área en la que se encuentra el Santo Sepulcro era una cantera en desuso. (ver. K. M. Kenyon, The Bible and Recent Archaeology, London 1978, pp. 96ss.)
La cantera permaneció fuera de los límites de la ciudad hasta que Herodes Agripa expandió las murallas entre los años 41-44 d.C. Los estudios arqueológicos confirman que la zona estaba deshabitada durante la época de la crucifixión, y que posteriormente se construyeron sepulcros en el área (Ver. V. C. Corbo, II Santo Sepolcro di Gerusalemme, 3 vols, Franciscan Printing Press, Jerusalem, 1984, pp. 29-32).
El P. Corbo sugiere que el terreno del Tripórtico funcionaba como jardín, donde se cultivaban diversas especies:
“cioè ad orto con probabile coltura di vite, fico, carrubo ed olivo.”
("es decir, [allí había] una huerta con probable cultivo de vides, higueras, algarrobos y olivos".)
-Corbo. Idem. p.29.
Existen varias hipótesis sobre el uso del terreno: la presencia de entierros habría impedido el asentamiento judío; su historia podría haber resultado repugnante al sentimiento cristiano; o, como sugiere el Talmud Bavlí Berajot 8a, podría haber albergado letrinas públicas, ya que menciona que los habitantes solían satisfacer sus necesidades fuera de Jerusalem, lo que llevó a la construcción de un sistema de letrinas (מחראות) en la ciudad. Cuando en el año 135 d.C. los arquitectos de Adriano diseñaron Aelia Capitolina, este espacio abierto resultó idóneo para la construcción del Capitolio. No hay evidencia de construcciones previas en el sitio. (ver. Freeman-Grenville, G. (1987). The Basilica of the Holy Sepulchre, Jerusalem: History and Future. Journal of the Royal Asiatic Society of Great Britain and Ireland, (2). p.190)
"San" Jerónimo documenta:
“Desde la época de Adriano hasta el reinado de Constantino, durante unos 180 años, en el lugar de la Resurrección se levantó una estatua de Júpiter, y sobre la roca de la Cruz se erigió una estatua de mármol de Venus que fue adorada por los paganos, los autores de la persecución creyendo que nos quitarían la fe en la Resurrección y en la Cruz si contaminaban los lugares santos con sus ídolos.”
-Jerónimo, Carta a Paulino LVIII.
Las fuentes históricas difieren en la ubicación exacta de las estatuas: Paulino de Nola sitúa la estatua de Júpiter en el Gólgota, mientras que Eusebio de Cesarea ubica la estatua de Venus “sobre la cueva de la Redención”, presumiblemente en el Sagrado Sepulcro (Paulinus of Nola, Ep. XXXI; Eusebius, Vita Constantini, 3:26). La evidencia arqueológica respalda la presencia pagana en el sitio, pues Florentino Diez Fernández descubrió en el Gólgota un altar pagano con restos de ofrendas, cenizas, huesos calcinados y fragmentos de tesserae.
-Diez, op. cit., pp. 34ss; (a)-(b) Fragmento de altar pagano excavado en el Gólgota por el P. F. Diez (Foto F. Diez).
En Histoire de la Divination de Bouchè-Leclerq, vol. IV, y muchas otras obras describen las elaboradas ceremonias que asistieron a la fundación de las ciudades y templos romanos. El pomerium (como se llama la ceremonia de fundación) se llevó a cabo de la manera habitual en Jerusalén mediante el arado solemne con bueyes del circuito de las murallas bajo la presidencia del gobernador, Tinneius Rufus, como lo atestiguan numerosas monedas emitidas localmente en el nombre del emperador Adriano.
Es decir, el actual lugar de culto cristiano del Sagrado Sepulcro, en la era romana era un lugar de adoración al paganismo de Venus / Astarte y antes era una cueva dedicada a la diosa romana Venus.
Es interesante que los lugares en los que Yeshu estuvo, en un pequeño tiempo fueron utilizados por sus seguidores mumarim como lugares de reverencia / culto y después por idólatras, y posteriormente con Constantino hizo un sincretismo en la idolatría cristiana y en el paganismo grecorromano.
Por ello, para la visión judía de la temprana Edad Media, el lugar del Sagrado Sepulcro era considerado como un antigua letrina romana, esto haciendo alusión al desprecio que ellos tenían por un lugar de culto a una deidad pagana como Venus, Afrodita, Astarte, Jesús. ¿Los cristianos realmente a quién le rinden culto?
Es por ello que Sefer Toldot Yeshu se burla del culto a los lugares santos mediante la transformación del Santo Sepulcro en una letrina. Recordemos que en el libro de Melajim Bet / 2 de Reyes 10:27 menciona que el rey Yehú cuando destruyó la estatua de Ba’al y sus restos los pusieron como letrinas. RaSh”I explica que:
לְמָחֳרָאוֹת. לְשׁוֹן בֵּית הַכִּסֵּא, וְכֵן: לֶאֱכֹל אֶת חוֹרָאֵיהֶם.
‘La palabra מָחֳרָאוֹת (letrinas): es una expresión que significa un retrete, y de manera similar [afirma], “comer sus excrementos-חוראיהם” (Yeshayah 36:12) ‘
El Talmud Bavlí Megilah 25b nos explica que la palabra lemojra’ot (letrinas) es un termino relacionado al desprecio a la adoración de los ídolos (״לְמַחֲרָאוֹת״ כִּשְׁמָן, מִפְּנֵי שֶׁהוּא גְּנַאי לַעֲבוֹדָה זָרָה). Más arriba hemos mencionado que en la zona del Sagrado Sepulcro en la época del Segundo Templo existían letrinas públicas donde se iban a desechar ídolos (como se sugiere en el Talmud Bablí Megilah 25b) y en la Tosefta Megilah 3:20 se menciona que a las cuevas de idolatría se les denominaba con el nombre de Jara’ot. Ya sea cierta la versión del Toldot Yeshu en la que colocaron el cuerpo de Yeshu en una letrina, o la versión histórica en la que se menciona que en la zona del Gólgota era una zona de huertos y letrinas públicas, la cual posteriormente fue convertida en templos para los ídolos Venus y Júpiter, conforme a la mirada judía de tal época podría haber pasado con el concepto de letrinas למחראות.
Por último, es particularmente revelador analizar cómo la denominación árabe del Santo Sepulcro como Kanisat al-Qumamah (كنيسة القمامة) tradicionalmente interpretada como “Iglesia de la Basura”, podría tener un origen etimológico más complejo que refuerza la conexión con las tradiciones judías medievales. Al-Jahiz (الجاحظ), quien vivió entre los siglos VIII y IX E.C. (159-255 AH), utiliza exclusivamente el término Qumamah sin proporcionar explicación alguna sobre su conexión con la basura, lo que sugiere que en su época el término no tenía esta connotación peyorativa. Esta interpretación lingüística podría sugerir que la conexión posterior del sitio con la basura y las letrinas en las tradiciones judías medievales del Toldot Yesh"u no fue el origen de la denominación árabe, sino una reinterpretación posterior que coincidió con las tensiones religiosas durante las Cruzadas. La narrativa que vincula el nombre con la basura, popularizada por Ibn Khaldun y Al-Qalqashandi en relación con el descubrimiento de la cruz por Helena bajo montones de desechos:
Hilaneh [es decir, la emperatriz Helena] fue al lugar de la cruz y rezó. Luego preguntó por la cruz de madera en la que los cristianos afirman que fue crucificado Cristo. Le contaron lo que habían hecho los judíos y cómo habían convertido el lugar en un vertedero de todo tipo de desechos viles, cadáveres y materia impura. Esto la perturbó mucho (ista'dhamat) e hizo que la cruz de madera fuera extraída de la tierra. Encargó la construcción de una gran iglesia en el lugar que [los cristianos] presumen que es el sitio de su entierro. Ese lugar se conoce hasta el día de hoy como Qumamah [vertedero de basura]. Luego destruyó el templo de los israelitas, ordenando que la basura y los desechos se arrojaran sobre la cúpula que es la Qibla de los judíos. Esta tradición continuó hasta que [el califa] Omar ibn al Khattab, que Dios tenga piedad de su alma, conquistó Jerusalén y puso fin a esta práctica.
-Abdul Rahman ibn Khaldun, Kitab al 'Ibar.
Esta evolución semántica podría explicar cómo la tradición del Toldot Yesh"u sobre el enterramiento en una letrina (gref, גרף) encontró resonancia en la interpretación posterior del término Qumamah como "basura". Ibn Kathir añade una capa adicional de complejidad al relatar cómo la reina Helena ordenó la remoción de la basura y la construcción de una "magnífica iglesia grande conocida hoy como al-Qumamah en Jerusalén", estableciendo explícitamente la conexión entre el nombre y la supuesta condición anterior del sitio. Yaqut al Hamawi, en Mu'jam al Buldan, no menciona la cruz en absoluto, sino que se refiere al basurero. La iglesia, en su versión, fue construida sobre un vertedero y tomó su nombre, la Iglesia de Qumamah:
“De hecho, su nombre es Qumamah, porque era el basurero de la ciudad. En el extremo de la ciudad había un lugar donde se cortaban las manos de los corruptores ['mufsideen'] y donde se crucificaba a los ladrones. Cuando Cristo fue crucificado en el mismo lugar, fue glorificado, como se menciona en los Evangelios cristianos [injeel]”.
-Yaqut al Hamawi, en Mu'jam al Buldan.
La confluencia de tradiciones sobre zonas de desecho y lugares de enterramiento para transgresores en la Jerusalén antigua sugiere una posible conexión significativa entre el valle de Hinom y el área que posteriormente se conocería como el Santo Sepulcro. Ambos espacios compartían características similares que los definían como zonas marginales: eran utilizadas para la disposición de desechos urbanos, contaban con cementerios especiales designados específicamente para los ejecutados por el Sanhedrin, y estaban ubicadas estratégicamente fuera de los límites sagrados de la ciudad. La persistente asociación de la zona del Santo Sepulcro con basura y suciedad en fuentes judías, musulmanas y romanas no parece ser una mera coincidencia polémico-religiosa, sino que podría indicar una realidad histórica: el cuerpo de Yeshú, como el de otros transgresores de la ley judía, habría sido depositado en una de estas áreas cercanas a las letrinas públicas, siguiendo las prácticas establecidas para el tratamiento de los ejecutados. Esta interpretación otorga un nuevo y profundo significado al enigmático relato talmúdico sobre Onkelos, quien mediante nigromancia se comunicó con Yeshú: la ubicación específica de este encuentro sobrenatural podría haber sido tanto el valle de Hinom como la zona del actual Santo Sepulcro, ambos sitios vinculados históricamente con la disposición de desechos y el enterramiento de transgresores. El hecho de que estas áreas posteriormente se transformaran en lugares de significado religioso - el Santo Sepulcro como sitio cristiano y el valle de Hinom como referente escatológico - sugiere un patrón de resignificación espacial donde los lugares de máxima impureza ritual fueron transformados en sitios de supuesta santidad, un fenómeno que se observa repetidamente en la historia de las religiones mediterráneas. Esta perspectiva no solo reconcilia las diversas y aparentemente contradictorias tradiciones sobre el destino del cuerpo, sino que también proporciona un marco histórico-geográfico coherente que explica la posterior evolución de estos espacios en la memoria religiosa colectiva, así como las tensiones interreligiosas que surgieron en torno a su interpretación y control.
לטרינה באפסוס /Letrina en Efeso |
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