La forma en que Yeshú aborda las leyes dietéticas (kashrut) demuestra una ruptura fundamental con la halajá. El uso deliberado de las expresiones “oídme todos y entended” y “si alguno tiene oídos para oír, que oiga” resulta particularmente significativo, pues estas fórmulas retóricas eran empleadas por Yeshú cuando introducía conceptos que se apartaban de la tradición normativa del judaísmo de su época.
En el texto hebreo del Evangelio Hebreo de Mateo 15: 11; 15-20, la transgresión se hace evidente:
הנכנס בעד הפה אינו מלכלך האדם אבל היוצא מהפה מלכלך האדם.
ויען לו פייט״רוס אדוני פרוש לנו זאת החדה.
ויען להם יש״ו עדיין אתם מבלי דעת.
לא תבינו אתם שכל הנכנס בעד הפה הולך לבטן והכל הולך בעד המקום הטבעי?
והיוצא בעד הפה מתנועע מהלב וזהו המלכלך האדם.
לפי שמחלל הלב יוצא התרמית והרציחה והנאופים והגנבות ועדות שקרים והקללות.
וכל אלה הדברים הם המבלבלים האדם. אמנם האכילה בלי רחיצת ידים אינה מלכלכת האדם
[67:11] Lo que ingresa por la boca no ensucia al hombre, pero solo lo que sale de la boca es lo que ensucia al hombre…
[67:15] Y entonces respondió Pe”tros:
‘Mi señor explícanos sobre esta declaración.
[67:16] Y entonces les respondió Yesh”u:
‘Todavía ustedes son sin entendimiento’.
[67:17] ‘¿no entienden ustedes, que todo lo que entra por la boca se va al vientre y todo se va al lugar natural?’
[67:18] ‘Y lo que sale de la boca, se mueve desde el corazón y esto es lo que contamina al hombre.’
[67:19] A medida que se profana el corazón sale: el engaño, el asesinato, las infidelidad es, los hurtos, los testimonios falsos, y maldiciones.
[67:20] Y todas estas cosas son las que confunden al hombre. Mientras que comer sin lavarse las manos, no ensucia al hombre.
-Evangelio Mateo Hebreo, Shem-Tov, cap 67:11; 15-20.
Además, en Marcos 7:15 y 19, Yeshú declara que ningún alimento externo puede contaminar al hombre, lo cual también se toma como una anulación de las prohibiciones alimentarias:
[15] ϲυνϊετε ουδεν ε
ϲτιν εξωθεν του
ανου ειϲπορευο
μενον επ αυτο
ο δυναται κοινω
ϲαι αυτον αλλα τα
εκ του ανου εκπο
ρευομενα εϲτιν
τα κοιναυντα το
ανον
[19] ανον οτι ουκ ειϲ
πορευετε αυτου ειϲ
την καρδιαν αλλ ειϲ
την κοιλιαν και ειϲ
τον αφεδρωνα εκ
βαλλετε καθαρι
ζων παντα τα βρω
ματα ·
(TRADUCCIÓN: [15] No hay nada fuera del hombre que, al entrar en él, pueda contaminarlo; pero lo que procede del hombre, es lo que contamina al hombre.
[19] porque no entra en su corazón, sino en su vientre, y se echa al lavadero, limpiando todas las carnes.)
La elección del término ‘βρωματα’ es particularmente reveladora, especialmente considerando su uso histórico en textos como el de Tucídides en La Guerra del Peloponeso 4.26, donde claramente se refiere a la carne en contraposición a otros alimentos:
“...y los lacedemonios habían autorizado previamente que cada uno que quisiera llevara a la isla trigo molido, vino, queso y cualquier otro βρῶμα (alimento/carne) que pudiera ser útil para un sitio…”
Esta interpretación del texto demuestra cómo Yeshú no solo cuestionó las leyes dietéticas judías, sino que intentó invalidarlas completamente, posicionándose en clara oposición a la halajá. Desde la perspectiva del judaísmo tradicional, estas acciones y enseñanzas lo clasifican inequívocamente como un mumar, alguien que ha abandonado conscientemente los preceptos fundamentales del judaísmo. La gravedad de estas declaraciones se amplifica por su intento de anular no solo costumbres rabínicas, sino leyes bíblicas explícitas sobre la kashrut, que son fundamentales para la identidad y práctica judía.
La evidencia textual de fuentes griegas clásicas fortalece la interpretación de que Yeshú intentó socavar directamente las leyes de kashrut. El uso específico del término βρώματος en Hipócrates, De prisca medicina 6, es revelador:
“...serían mucho más dañados y más notoriamente que al sorber, por ninguna otra razón que por la fuerza del βρώματος (alimento/carne) para la condición…”
Este pasaje establece una clara distinción entre alimentos líquidos y sólidos, donde βρώματος se refiere específicamente a alimentos sólidos, con un énfasis particular en la carne. Esta interpretación se refuerza en Platón, Critias 115b:
“...toda clase de legumbres, y todo cuanto producía la madera, bebidas y βρώματα (alimentos/carnes) y ungüentos, llevando el fruto de los árboles…”
La yuxtaposición de βρώματα con bebidas y ungüentos en el texto platónico confirma su asociación específica con alimentos sólidos, particularmente cárnicos. Esta evidencia lingüística refuerza la gravedad de la transgresión de Yeshú al declarar “limpias todas las carnes” (מְטַהֶרֶת אֶת כָּל־בָּשָׂר), efectivamente intentando anular las prohibiciones bíblicas sobre carnes no kosher.
La naturaleza subversiva de estas enseñanzas se hace aún más evidente en el comentario caraita del Jajam Yitzjak Troki en su obra Jizuk Emunah, vol. 1, capítulo 15 presenta una crítica directa a esta postura:
“Los notzrim (cristianos) aducen en contra de este pasaje de lo que prohibimos como intocable de nuestra Torah divina, uno del A"G (Avon gilaion / Evangelio) Matiash (Mateo) capítulo 15 [verso] 11: “כי הנכנס בפי האדם אינו מטמא אותו אלא היוצא מפיו” “Lo que entra en la boca del hombre no es lo que lo hace tame' (impuro), sino lo que sale de él.” Por lo que nos consideran, por lo tanto, en el error de no comer de animales impuros.”
La cautela de Yeshú al presentar estas ideas ante las multitudes, reservando las explicaciones más detalladas para sus discípulos, sugiere una conciencia de la naturaleza radical y potencialmente herética de sus enseñanzas. Su cuestionamiento inicial de la mitzvah D'Rabanan de Netilat Yadaim (el lavado ritual de manos), como lo señala R’ Shem Tob Ibn Shaprut en “Even Bojan”, parece haber sido un primer paso hacia un desafío más amplio a la autoridad de la ley judía.
Esta progresión desde el cuestionamiento de una práctica rabínica (el lavado de manos) hasta la aparente invalidación de leyes bíblicas fundamentales sobre el kashrut representa una ruptura sistemática con el judaísmo normativo. La interpretación posterior de estos textos por autoridades judías como el Jajam Yitzjak Troki confirma que las palabras de Yeshú fueron entendidas no solo como una desviación menor, sino como un intento deliberado de socavar los fundamentos del judaísmo halájico.
Esta evidencia lingüística y textual, junto con la interpretación histórica judía, refuerza la clasificación de Yeshú como un mumar, alguien que conscientemente abandonó y subvirtió los principios fundamentales del judaísmo. Sus enseñanzas sobre la pureza alimentaria no pueden interpretarse como una simple diferencia de opinión halájica, sino que constituyen un rechazo fundamental de la autoridad de la Torah escrita y oral, posicionándolo claramente fuera de los límites del judaísmo normativo.
La complejidad de la postura de Yeshú respecto a las leyes dietéticas judías se profundiza al examinar el texto cripto judeocristiano descubierto por S. M. Stern y analizado por el Profesor Shlomo Pines Z"L (שלומה פינס ז"ל) de la Academia de Ciencias y Humanidades de Israel. En el documento 'Tathbit Dala'il Nubuwwat Sayyidina', titulado "היהודים-הנוצרים במאות הראשונות של הנצרות על פי מקור חדש'', en el folio 149 encontramos un intento aparente de retratar a Yeshú como adherente a la ley judía:
وَلَا[يسوع] اتَّخَذَ يَوْمَ الْأَحَدِ عِيدًا قَطُّ، وَلَا بَنَى بِيعَةً قَطُّ، وَلَا عَطَّلَ يَوْمَ. السَّبْتِ سَاعَةً وَاحِدَةً . وَلَا أَكَلَ خِنْزِيرًا قَطُّ ، بَلْ حَرَّمَهُ وَلَعَنَ أَكَلَتَهُ ، كَمَا فَعَلَ الْأَنْبِيَاءُ قَبْلَهُ .
וְלֹא קִבַּע [יֵשׁוּ] אֶת יוֹם הָרִאשׁוֹן כְּחָג לְעוֹלָם, וְלֹא יִסַּד כְּנֶסִיָּה לְעוֹלָם, וְלֹא בִּטֵּל אֶת הַשַּׁבָּת אֲפִילוּ שָׁעָה אַחַת. וְלֹא אָכַל חֲזִיר מֵעוֹלָם, אֶלָּא אָסַר אוֹתוֹ וְקִלֵּל אֶת אוֹכְלָיו, כְּמוֹ שֶׁעָשׂוּ הַנְּבִיאִים לִפְנֵי כֵן.
“Y [Yeshu] nunca tomó el día domingo como fiesta, ni construyó ninguna iglesia (bì'a), Él no anuló el shabat, aunque sea por una hora. Y nunca comió cerdo, sino que lo prohibió y maldijo a quienes lo comen, tal como hicieron los profetas antes que él”.
-Gabriel Said Reynolds & Samir Khalil Samir. (2010). Abd al-Jabbar, Critique of Christian Origins. USA: B.Y.U.P. III:16-17. p.88.
Esta dualidad en su comportamiento - aparentando seguir la ley mientras secretamente la socavaba - revela un patrón de engaño deliberado. Su estrategia de compartir sus verdaderas enseñanzas sobre la kashrut exclusivamente con sus talmidim (discípulos), manteniéndolas ocultas de los Jajamim y Perushim, sugiere una conciencia de la naturaleza herética de sus interpretaciones. Esta conducta furtiva refuerza su caracterización como un mumar, pues demuestra no solo un abandono de la ley judía, sino un intento calculado de subvertirla desde dentro.
قُلْنَا : فَقَدْ شَهِدَ شَمعُونُ أَنَّ هَذَا مِمَّا حَرَّمَهُ الْمَسِيحُ وَنَحْسَهُ . فَقَدْ أَكَدَ فَضِيحَتَكُمْ ، إِذْ هُوَ مَا جَاءَ إِلَّا بِالتَمَامِ لَا بِالتَّغْيِيرِ وَالنَّسْخِ . وَالْعَجَبُ أَنَّ مَعَهُمْ ، فِي شَعْيا النبي ، أَنَّ شَرَّ الْأُمَمِ وَأَنْجَسَ الْأُمَمِ وَأَخْبَثَ الْأُمَمِ، هَذِهِ الأُمَّةُ ذَاتُ الْقُلْفَةِ ، الآكِلَةَ لِلْخِنْزِيرِ وَكُلِّ الْبَهَائِمِ. وَهَذَا هُوَ صِفَتُهُمْ .
אָמַרְנוּ: הֲרֵי שִׁמְעוֹן הֵעִיד שֶׁזֶּה מִמַּה שֶׁיֵשׁוּ אָסַר וְנִאֵץ. וְהַלֹּא הִכְפִּיל אֶת בֻּשָּׁתְכֶם, שֶׁהֲרֵי לֹא בָּא אֶלָּא בַּשְּׁלֵמוּת וְלֹא בִּשְׁנוּי וּבִטְלוּל. וְהַפֶּלֶא הוּא שֶׁיֵּשׁ לָהֶם בְּיַשְׁעְיָהוּ הַנָּבִיא, שֶׁרָעָה מִכָּל הַגּוֹיִם וּמְטֻנֶּפֶת מִכָּל הַגּוֹיִים וְרָעָה מִכָּל הַגּוֹיִם, זוֹ הָאוּמָּה הַמִּלָּה, הָאֹכֶלֶת חֲזִיר וְכָל בְּהֵמָה. וְזוֹהִי תַּארָתָם (היהודים).
Dijimos: Simón fue testigo de que Yeshu prohibió esto y lo declaró impuro. Esto confirma su escándalo, porque [Yeshu] vino sólo para completar [la Torah], no para cambiar o abrogar. [Y dijo Yeshu]: Lo asombroso es que según su propio [libro] del profeta Yeshayah*, la nación [Israel] más malvada, impura y perversa es la que tiene prepucio y come cerdo y todas las bestias. Esto los describe [a los judíos]. *Cfr. Yeshayah”u 65:3–4, 66:17.
-Gabriel Said Reynolds & Samir Khalil Samir. (2010). Abd al-Jabbar, Critique of Christian Origins. USA: B.Y.U.P. III:681. p. 157.
Esta narrativa del Tathbit sobre la evolución de las prácticas alimentarias en el cristianismo primitivo se complementa con otro pasaje significativo del mismo texto que arroja luz adicional sobre las controversias tempranas relacionadas con el consumo de cerdo. Un testimonio particularmente relevante lo encontramos en la literatura judeo-cristiana del Tathbit folio 117a-b, que sugiere una narrativa que precede a la postura paulina sobre este tema. El texto, preservado tanto en árabe como en hebreo, ofrece una perspectiva fascinante:
ويقال للنصارى لا فرق بين من ادعى على المسيح أنه ادعى الربوبية وأن الله ولده وأنه ابنه على ما تعتقدون وتدعون وبين من ادعى أنه هو وضع تسبيحة الإيمان وتسبيحة القربان وأنه اتخذ البيعة وجعل عيده يوم الأحد وأخذ الناس في زمانه بأن يقولوا يسوع المسيح إله حق من إله حق من جوهر أبيه وأنه كان يأخذهم بأن يتسموا بعبد يسوع وعبد المسيح وأنه أحل الخنزير وأكله وصلى إلى المشرق وعطل الختان والوضوء والطهارة وغسل الجنابة وأخذ أصحابه بصيام الخمسين وشرع ذلك ودعا إليه
נאמר לנוצרים אין הפרש בין מי שטען על המשיח כי טען אלוהות וכי האלהים הולידו והוא בנו על פי אמונתכם וטענותיכם ובין מי שטען כי הוא יסד את תפילת האמונה ותפילת הקרבן וכי ייסד את בית התפילה וקבע את חגו ביום ראשון והביא את העם בזמנו לומר ישו המשיח אל אמת מאל אמת מעצם אביו וכי הביאם להיקרא (עבד ישו - עַבְּד יַשֻׁוּ) ו(עבד המשיח - עַבְּד אלמַסִיח) וכי התיר את החזיר ואכילתו והתפלל למזרח וביטל את המילה ואת (אלוֻצֻוא - רחיצת הידיים) ואת (אלטהארה - הטהרה) ואת (ע׳סל אלג׳נאבה - טבילת הטומאה) והביא את חבריו לצום החמישים והחיל זאת וקרא לזה
(Traducción: [99] A los los cristianos (notzrim) hay que responderles: No hay diferencia entre quien atribuyó al Mesías que él reclamó la divinidad, y que Di-s lo engendró y que es Su hijo según lo que creéis y alegáis, [100] y entre quien afirmó que (Yeshú) él estableció la alabanza de la fe y la alabanza de la eucaristía (qurban), y que él instituyó la iglesia (bi'ah/kanisah), e hizo su día festivo el domingo (yawm al-ahad), [101] y llevó a la gente en su tiempo a decir (el credo): “Ieshú HaMashiaj es dios verdadero de dios verdadero, de la misma sustancia que su Padre”, [102] y que él los llevó a nombrarse ('Abd Yasu') [Siervo de Yeshú] y ('Abd al-Masij) [Siervo del Mesías], y que él (Yeshú) permitió el cerdo y su consumo, y oró hacia el oriente (sala ila al-mashriq), [103] y abolió la circuncisión (batala al-khitan), la ablución (wudu'), la purificación (tahara) y el baño ritual por impureza mayor (ghusl al-janaba), y llevó a sus compañeros al ayuno de los cincuenta [días], y legisló esto y llamó a ello.)
Cf. Gabriel Said Reynolds & Samir Khalil Samir. (2010). Abd al-Jabbar, Critique of Christian Origins. USA: B.Y.U.P. II:99-104. pp. 39-40.
Esta evidencia textual del Tathbit presenta una dimensión adicional a la compleja evolución de las prácticas alimentarias en el cristianismo primitivo. Mientras que el pasaje anterior describe el proceso gradual de adaptación a las costumbres gentiles por razones pragmáticas, este segundo texto sugiere que algunos grupos cristianos intentaron legitimar estos cambios atribuyéndolos directamente a las enseñanzas de Yeshú. Esta yuxtaposición de narrativas en el mismo documento resulta particularmente reveladora, pues ilustra las tensiones y debates internos que caracterizaron al movimiento cristiano temprano en su relación con las prácticas rituales judías.
Independientemente que grupos cristianos primitivos como los marcionitas (fundados por Marción, c. 144 DC), los valentinianos (seguidores de Valentín, c. 140-160 DC), los basilidianos (seguidores de Basilides, c. 120-140 DC) rechazaban completamente la Torah y sus leyes rituales, alineándose con la descripción del Tathbit sobre el abandono de prácticas rituales judías, este texto judeo-cristiano, documentado en la obra de Abd al-Jabbar, presenta una perspectiva revolucionaria al sugerir que la abolición de la prohibición de la carne de cerdo podría haber tenido su origen en las enseñanzas del propio Yeshú, antes de la interpretación paulina. Esta afirmación tiene implicaciones profundas para nuestra comprensión del desarrollo del cristianismo primitivo y su relación con las prácticas rituales judías.
De ser que Yeshú haya permitido el consumo de la carne de cerdo como se sugiere en el texto judeo-cristiano del Tathbit revelaría la profunda incomprensión de Yeshú sobre los misterios esotéricos del judaísmo se evidencia en su permisividad hacia el consumo de alimentos taref (no aptos). Si verdaderamente hubiera sido un rabino galileo versado en los secretos místicos, un cabalista (mekuval), habría comprendido la compleja dimensión espiritual que subyace en la prohibición de ciertos alimentos, particularmente el cerdo, como se revela en las enseñanzas cabalísticas. Un verdadero conocedor de los misterios de la Torah habría entendido que estos animales no son meramente criaturas impuras, sino que constituyen vestiduras físicas para las almas elevadas del Mundo del Caos (עולם התוהו, Olam HaTohu), y que su consumo representa una transgresión que va más allá de lo meramente dietético, penetrando en los reinos más profundos del orden cósmico y la estructura espiritual de la creación. Esta comprensión fundamental está ausente en sus enseñanzas, lo que demuestra una carencia significativa en su entendimiento de los niveles más profundos de la Torá.
De acuerdo con el Zohar, el cerdo (חזיר, jazir) ocupa un lugar significativo en la dimensión mística del judaísmo, particularmente en relación con las almas del mundo del caos (עולם התוהו, Olam HaTohu). En el Zohar, Bereshit 10:123, se presenta un pasaje revelador:
טסירין לתתא דאתהתך בהתוכא דרוחא דא. אצטיירן מניה ציורין דאתלבשן בלבושא אחרא כגון ציורי בעירי מסאבי. ואורייתא פתח בהו וזה לכם הטמא. כגון חזיר ועופי ובעירי דההוא סטרא רוחא סליק בההוא שמא גופא לבושא דיליה. וגופא בשר חזיר אקרי. חזיר לגו בשרא לבושא דיליה. ובגין כך אלין תרין סטרין מתפרשן. אלין אתכלילו ברזא דאדם. ואלין אתכלילו ברזא דטמא. כל זינא אזיל לזיניה ואתהדר לזיניה
(Traducción: Las manifestaciones inferiores que se funden en esta esencia espiritual toman forma y se revisten de otra vestidura, manifestándose como formas de bestias impuras. La Torá (Oraitha) se refiere a ellas diciendo (Levítico 11:29): ‘Y esto será impuro para vosotros’. Tal como el cerdo, las aves y las bestias pertenecientes a ese aspecto, el espíritu se eleva en ese nombre, siendo el cuerpo su vestidura. El cuerpo es denominado ‘carne de cerdo’: el cerdo representa la esencia interior, mientras que la carne es su revestimiento exterior. Por esta razón, estos dos aspectos permanecen diferenciados y opuestos entre sí: del lado de la santidad está el espíritu del hombre en general, y los espíritus de los animales, bestias y aves puras en particular; del lado del hombre malvado está el hombre impuro y malvado, que es considerado el aspecto general, y los espíritus de los animales, bestias y aves impuras, que son los particulares. Se oponen mutuamente. Cada especie permanece con su propia especie y no se mezcla con su opuesto, y aunque llegara a mezclarse, eventualmente retorna a su propia especie.).
Esta explicación zohárica profundiza en la comprensión del cerdo como un recipiente de almas elevadas que cayeron en estados de impureza (טומאה, tumá) y degradación. El Rav Kook, en Orot Zeronim, elabora sobre estas almas diciendo:
“נשמות דתוהו גבוהות הן מנשמות דתיקון. גדולות הן מאד, מבקשות הן הרבה מן המציאות, מה שאין הכלים שלהן יכולים לסבול”
(“Las almas del Tohu son más elevadas que las almas del Tikun. Son muy grandes, buscan mucho de la existencia, más de lo que sus recipientes pueden soportar”).
El texto del Zohar sugiere una dualidad inherente en la naturaleza del cerdo, donde su forma externa (la carne de cerdo) actúa como una vestidura (לבושא, levusha) para una realidad espiritual interior más compleja. Como explica el Rav Kook:
"הן ירדו ממעלתן מראשית הנטיה של ההויה להולד, התרוממו כשלהבת ונדעכו"
(“Cayeron de su nivel desde el principio de la inclinación del ser hacia el nacimiento, se elevaron como una llama y se extinguieron”).
Esta conceptualización mística trasciende la simple prohibición dietética encontrada en la Torá y el Talmud, presentando al cerdo como un símbolo de la tensión entre lo elevado (גבוה, gavoah) y lo degradado (שפל, shafel), entre el potencial espiritual y su manifestación en el mundo material. La prohibición de su consumo, por lo tanto, no solo representa una ley dietética, sino que también simboliza una advertencia contra la confusión entre los diferentes niveles de realidad espiritual y la necesidad de mantener las distinciones apropiadas entre lo puro (טהור, tahor) y lo impuro en el orden cósmico, como se evidencia en el principio zohárico de que “cada especie retorna a su especie” (כל זינא אזיל לזיניה ואתהדר לזיניה).
Por tanto, la coexistencia de estas narrativas aparentemente contradictorias dentro del mismo texto del Tathbit refleja la complejidad del proceso de transformación que experimentó el cristianismo primitivo en su relación con las leyes dietéticas judías. Por un lado, documenta el proceso histórico de adaptación pragmática a las costumbres gentiles, mientras que por otro, preserva evidencia de los intentos posteriores de legitimar estos cambios mediante su atribución retrospectiva a la autoridad de Yeshú.
El contraste entre su aparente observancia pública y sus enseñanzas privadas que negaban la importancia de las leyes dietéticas (“Lo que ingresa por la boca no ensucia al hombre”) revela una metodología sistemática de subversión que resultaría en el eventual abandono de la kashrut por sus seguidores en menos de una generación. Esta evolución no fue accidental, sino el resultado natural de sus enseñanzas fundamentalmente anti-halájicas, cuidadosamente diseñadas para erosionar la observancia judía mientras evitaba la confrontación directa con las autoridades rabínicas.
De acuerdo con el texto del Tathbit, la perspectiva judeocristiana sobre la prohibición de consumir carne de cerdo revela una compleja evolución en el cristianismo primitivo (los al-Nasaraa). El relato presenta una divergencia significativa respecto a la narrativa tradicional contenida en el Libro de los Hechos de los Apóstoles 15:1 (Afraxis en árabe):
وَمَا زَالَ أَصْحَابُهُ بَعْدَهُ عَلَى ذَلِكَ، وَكَذَلِكَ الَّذِينَ بَعْدَ الْقَرْنِ الْأَوَّلِ مِنْ أَصْحَابِهِ ، ثُمَّ مِنْ بَعْدِهِمْ بِالدَّهْرِ الطَّوِيلِ ، ثُمَّ أَخَذُوا فِي التَّغْبِيرِ وَالتَّبْدِيلِ، وَالْبِدَعِ فِي الدِّينِ، وَطَلَبِ الرِّئَاسَةِ، وَالتَّقَرُّبِ إِلَى النَّاسِ بِمَا يَهْوَوْنَ ، وَمُكَايَدَةِ الْيَهُودِ وَشِفَاءِ الْغَيْظِ مِنْهُمْ، وَإِنْ كَانَ فِيهِ تَرْكُ الدِّينِ . وَهَذَا بَيْنَ فِي الأَنَاجِيلِ الَّتِي مَعَهُمْ وَإِلَيْهَا يَرْجِعُونَ ، وَفِي كِتَابِهِمِ الْمَعْرُوفِ « كِتَابِ أَفْرَا سكس » .
فَإِنَّ فِيهِ أَنَّ قَوْمًا مِنَ النَّصَارَى خَرَجُوا مِنْ بَيْتِ الْمَقْدِسِ ، وَأَتَوْا " أَنْطَاكِيَةَ وَغَيْرَهَا مِنَ الشَّامِ . فَدَعَوْا النَّاسَ إِلَى سُنَّةِ التَّوْرَاةِ، وَإِلَى تَحْرِيمِ ذَبَائِحِ مَنْ لَيْسَ مِنْ أَهْلِهَا ، وَإِلَى الْخِتَانِ، وَإِلَى إِقَامَةِ السَّبْتِ، وَإِلَى تَحْرِيمِ الْخِنْزِيرِ ، وَإِلَى مَا حَرَّمَتُهُ التَّوْرَاةُ . وَإِنَّ ذَلِكَ شَقَّ عَلَى الْأُمَمِ . وَاسْتَلْقُلُوهُ . فَاجْتَمَعَ النَّصَارَى بَيْتِ الْمُقْدِسِ ، وَتَشَاوَرُوا فِيمَا يَحْتَالُونَ بِهِ عَلَى الأُمَمِ لِيُجِيبُوهُمْ وَيُطِيعُوهُمْ . " فَأَوْجَبَ رَأَيُّهُمْ مُدَاخَلَةَ الْأُمَمِ وَالتَّخْصَ لَهُمْ، وَالإِنْحِطَاطَ فِي أَهْوَائِهِمْ، وَتَرْكَ مُخَالَفَتِهِمْ، وَالاخْتِلَاطَ بِهِمْ ، وَالْأَكُلَ مِنْ ذَبَائِحِهِمْ، وَالتَّخَلَّقَ بِأَخْلَاقِهِمْ، وَتَصْوِيبَهُمْ فِيمَا هُمُ عَلَيْهِ ، وَأَنْشَأُوا فِي ذَلِكَ كِتَابًا
וְהָיָה תַּלְמִידָיו אַחֲרָיו עַל זֶה, וְכָךְ הָיָה אַחַר הַדּוֹר הָרִאשׁוֹן שֶׁל תַּלְמִידָיו, וְאַחֲרֵי כֵן לְאֶרֶךְ זְמַן, וְאָז הֵחֵלּוּ לְשַׁנּוֹת וּלְהַחֲלִיף, וּלְחַדֵּשׁ בַּדָּת, וּלְבַקֵּשׁ הַהֶגֶמוֹנְיָה, וּלְקָרֵב אֶת הָעַמִּים לְפִי תַּאֲוָתָם, וּלְהָתֶל בַּיְּהוּדִים וּלְרַפֵּא אֶת זַעֲמָם עָלֵיהֶם, אֲפִילוּ אִם זֶה יָבִיא לַעֲזִיבַת הַדָּת. וְזֶה בָּרוּר בַּבְּשׂוֹרוֹת שֶׁיֵּשׁ לָהֶם וְאֵלֶיהָ הֵם חוֹזְרִים, וּבְסִפְרָם הַיָּדוּעַ "ספר המעשים".
כִּי בּוֹ נֶאֱמַר שֶׁאֲנָשִׁים מִן הַנּוֹצְרִים יָצְאוּ מִבֵּית הַמִּקְדָּשׁ וּבָאוּ לְאַנְטִיּוֹכְיָה וּלְמְקוֹמוֹת אֲחֵרִים בַּשָּׁרוֹן. וְקָרְאוּ לָעַם לִשְׁמוֹר עַל מִצְוַת הַתּוֹרָה, וְלֶאֱסוֹר אֶת זְבָחֵי מִי שֶׁאֵינוֹ מֵעַמָּם, וְלַהִּמּוֹל, וּלְקַיֵּים אֶת הַשַּׁבָּת, וּלֶאֱסוֹר אֶת הַחֲזִיר, וְאֶת כָּל אֲשֶׁר אָסְרָה הַתּוֹרָה. וְהַדָּבָר הָיָה כָּבֵד עַל הָעַמִּים וְלֹא הִסְכִּימוּ לְכָךְ. וְאָז נֶאֶסְפוּ הַנּוֹצְרִים בְּבֵית הַמִּקְדָּשׁ וְנִמְלְכוּ בִּדְרָכִים שֶׁבָּהֶם יָכְלוּ לְהוֹנוֹת אֶת הָעַמִּים לְהַסְכִּים לָהֶם וּלְצַיַּת לָהֶם. "וְדַעְתָּם הָיָה לִפְתּוֹת אֶת הָעַמִּים וּלְהַסְפִּיק לָהֶם, וּלְרֶדֶת לְתַאֲוָתָם, וְלֹא לְהִתְנַגֵּד לָהֶם, וּלְהִתְעָרֵב בָּהֶם, וּלֶאֱכוֹל מִזִּבְחֵיהֶם, וּלְהִתְנַהֵג כְּמִנְהָגֵיהֶם וּלְהַצְדִּיק אוֹתָם בְּמַה שֶּׁהֵם נוֹהֲגִים, וְכָתְבוּ עַל כָּךְ סֵפֶר.
“Y sus compañeros (de Yeshú) siguieron con eso después de él, al igual que aquellos que vinieron después de la primera generación de sus compañeros. Luego, con el transcurso del largo tiempo, comenzaron a adulterar y cambiar, e innovar en la religión (judía), buscando el liderazgo y complacer a la gente con lo que deseaban, tramando contra los judíos y vengándose de ellos, aunque eso implicara abandonar la religión. Esto es evidente en los Evangelios que tienen y en los que se basan, y en su conocido libro llamado "El Libro de los Hechos" (Sefer HaMa’asim).
Porque en él se menciona que un grupo de cristianos (al-Nasaraa) salió de Jerusalén (Bait alMaqdis / Bet HaMikdash) y vino a Antioquía y otras partes de Siria (Al-Sham). Llamaron a la gente a seguir la Toráh (sunat al-Tawrati) y a prohibir los sacrificios de quienes no eran de su pueblo, a la circuncisión, a observar el shabat, a prohibir el cerdo y a lo que la Toráh prohíbe. Esto resultó difícil para las naciones paganas y lo consideraron pesado. Entonces los cristianos de Jerusalén se reunieron y consultaron sobre qué ardid emplear con las naciones paganas para que les obedecieran y les siguieran. Su opinión fue concordar con las naciones paganas y complacerlas, descendiendo a sus deseos, sin oponérseles, mezclándose con ellos (con los paganos), comiendo de sus sacrificios, adoptando sus costumbres, aprobando lo que practicaban. Y sobre esto escribieron un libro.”
-Gabriel Said Reynolds & Samir Khalil Samir. (2010). Abd al-Jabbar, Critique of Christian Origins. USA: B.Y.U.P. III: 29-36. pp.89-90.
La traducción de estos pasajes revela que los primeros seguidores de Yeshú inicialmente mantuvieron una postura estricta respecto a las leyes dietéticas judías. Sin embargo, el texto describe un punto de inflexión crítico cuando los al-Nasaraa (cristianos primitivos) comenzaron a expandirse hacia territorios gentiles, particularmente en Antioquía y otras regiones de Siria (Al-Sham).
La evidencia textual sugiere que, contrariamente a la interpretación común de las “leyes noajidas” en Hechos 15 (ver ¿Leyes Noajidas en Hechos 15? ¿noajidas-cristianos?), los primeros cristianos de Jerusalén originalmente exigían a los conversos gentiles una observancia más completa de la Torah, incluyendo la circuncisión, el shabat y las restricciones alimentarias. El texto del Tathbit es particularmente revelador cuando menciona que estos requisitos resultaron “difíciles para las naciones paganas y lo consideraron pesado”.
La perspectiva de Joseph Klausner sobre Yeshú como un mumar encuentra respaldo en esta fuente, aunque su conclusión sobre la permisividad de Yeshú respecto a los alimentos prohibidos requiere matización:
“…Jesús permitía (aunque con cautela, y como una sugerencia) la ingestión de los alimentos prohibidos por la Torah de Mosheh.”
-Klausner Joseph, Jesús de Nazaret, su vida, su época, sus enseñanzas, Paidos, España, 1991. p. 284-5.
La objeción de E.P. Sanders sobre el desacuerdo entre Pablo y Pedro (Gal 2,11-16) tal como se lee:
“Si Jesús hubiera declarado puros todos los alimentos, ¿por qué Pablo y Pedro no se ponían de acuerdo sobre la comida de los judíos con los gentiles (Gal 2,11-16)?”
Sander E.P, Jesús y el judaísmo, Editorial Trotta, Madrid-España, 2006, p.360
Esto adquiere nuevo significado cuando se examina junto al texto del Tathbit, que sugiere una progresiva relajación de las normas motivada por consideraciones pragmáticas más que teológicas.
El intento de Sanders de presentar a Yeshú como un shomer Torah (observante estricto de la ley judía) encuentra una refutación directa en el texto del Tathbit, específicamente en el folio 158, versos 4-5, donde se documentan las enseñanzas de Pablo de Tarso (Shaul de Tarso) dirigidas hacia los no-judíos:
وَالرُّومُ تَأْكُلُ الْخِنْزِيرَ . فَقَالَ : « مَا هُوَ حَرَامٌ ، وَمَا يُحَرَّمُ عَلَى الْإِنْسَانِ شَيْءٌ يَدْخُلُ جَوْفَهُ ، وَإِنَّمَا يُحَرَّمُ عَلَيْهِ الْكِذَّبُ الَّذِي يَخْرُجُ مِنْهُ » .
וְהָרוֹמִיים אוֹכְלִים חֲזִיר. אָז אָמַר: "אֵין זֶה אָסוּר [חזיר], וְלֹא נֶאֱסָר עַל הָאָדָם דָּבָר שֶׁנִּכְנָס לְתוֹכוֹ, אֶלָּא הַשֶּׁקֶר הַיּוֹצֵא מִמֶּנּוּ הוּא שֶׁנֶּאֱסָר עָלָיו".
“Los romanos (rum) comen cerdo (alkhinzir). Él anunció: “No está prohibido [el cerdo]. Nada que entre en el interior de una persona está prohibido. Sólo las mentiras que salen de él están prohibidas”. (Cf. 1 Corintios 7:14)
-Gabriel Said Reynolds & Samir Khalil Samir. (2010). Abd al-Jabbar, Critique of Christian Origins. USA: B.Y.U.P. 3:146. p. 101.
Este pasaje es particularmente significativo porque demuestra que la intención inicial de mantener las observancias de la Torah fue abandonada no por una reinterpretación teológica profunda, sino por motivos pragmáticos de expansión sectaria de aquella aberración herético y rebelde que representaba Yeshú y Pablo.
Esta perspectiva desde el judaísmo presenta a Yeshú no simplemente como un mumar, sino como el catalizador involuntario de un proceso de alejamiento gradual de la Torah, que sus seguidores posteriores aceleraron por motivos pragmáticos de expansión religiosa. La evidencia textual del Tathbit sugiere que la flexibilización de las leyes dietéticas y otras observancias fue más un desarrollo post-Yeshú que una enseñanza directa suya, lo cual problematiza tanto la posición de Klausner como la defensa patética que hace Sanders de un Yeshú estrictamente observante.
El texto del Tathbit proporciona evidencia adicional sobre la evolución del cristianismo primitivo, particularmente en relación con las leyes dietéticas judías. Abd Al-Jabbar, al parafrasear 1 Corintios 7:14, presenta un momento crucial en la transformación del movimiento cristiano, específicamente en lo concerniente al consumo de carne de cerdo entre los romanos.
La reconstrucción de la enseñanza de Yeshú en Marcos 7:19 es particularmente reveladora en sus versiones griega y hebrea:
Εἶπεν δέ· «Οὐκ ἔστι τοῦτο ἀνόσιον χοῖρον, καὶ οὐδὲν τὸ εἰσερχόμενον εἰς τὸ στόμα κοινοῖ τὸν ἄνθρωπον, ἀλλὰ τὸ ἐκπορευόμενον ἐκ τοῦ στόματος, τοῦτο κοινοῖ τὸν ἄνθρωπον, τὸ ψεῦδος τὸ ἐξερχόμενον ἐξ αὐτοῦ». Ὅτι οὐκ εἰσπορεύεται αὐτοῦ εἰς τὴν καρδίαν, ἀλλ' εἰς τὴν κοιλίαν, καὶ εἰς τὸν ἀφεδρῶνα ἐκβάλλεται, καθαρίζων πάντα τὰ βρώματα.
יָאמַר וְהֵן לֹא זֶה חָזִיר הוּא טָמֵא,
וְאֵין דָּבָר הַנִּכְנָס אֶל הַפֶּה מְטַמֵּא אֶת הָאָדָם,
אֶלָּא הַיּוֹצֵא מִן הַפֶּה זֶה מְטַמֵּא אֶת הָאָדָם,
הַשֶּׁקֶר הַיּוֹצֵא מִמֶּנּוּ. כִּי לֹא יִכָּנֵס אֶל לִבּוֹ,
אֶלָּא אֶל הַבָּטֶן,
וְנִגָּרֵשׁ אֶל הַיָּרֵכָיִם;
מְטַהֶרֶת אֶת כָּל־בָּשָׂר.
(Traducción: Pero él dijo: ‘No es impuro el cerdo, y nada de lo que entra en la boca contamina al hombre, sino lo que sale de la boca, eso contamina al hombre, la mentira que sale de él’. Porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y se echa en la letrina; purificando toda carne.)
El autor judeocristiano del Tathbit ofrece una observación crítica sobre la eficacia del mensaje de Pablo de Tarso a los no-judíos, presentada en árabe y hebreo:
فَإِذَا تَبَيَّنَتَ الْأَمْرَ ، وَجَدْتَ النَّصَارَى تَرَوَّمُوا ، وَرَجَعُوا إِلَى دِيَانَاتِ الرُّومِ ، وَلَمْ تَجِدِ الرُّومَ تَنصَّرُوا
אם לבחון את משנה, תגלו כי הנוצרים הפכו הרומאים ונפל חזרה הדתות של הרומאים. לא תמצאו את זה הרומאים הפכו לנוצרים.
‘Si escudriñe en la materia, usted encontrará que los cristianos se convirtieron en romanos (tarawwamù) y cayó de nuevo a las religiones de los romanos. Usted no encontrará que los romanos se convirtieron al cristianismo (tanatzaru)”.’
-Gabriel Said Reynolds & Samir Khalil Samir. (2010). Abd al-Jabbar, Critique of Christian Origins. USA: B.Y.U.P. 3:159. p. 103
La apostasía iniciada por Yeshú, impulsada por Ya’akov Pandera y los ancianos cristianos del Concilio de Jerusalén, ratificada por Pablo para congraciarse con los romanos, terminó siendo autorizada como política imperial por el mismo Constantino tal como se lee en el Tathbit:
بِلادِ الرُّومِ، وَعَمِلُوا تَسْبِيحَةَ إِيمَانِهِمُ الَّتِي قَدْ ذُكِرَتْ . فَأَتَوْا بِهَا قُسْطَنْطِيئُوس، فَأَخَذَهَا وَعَمِلَ عَلَيْهَا ، وَأَخَذَ النَّاسَ بِهَا ، فَمَنْ لَمْ يَقْبَلُهَا ، قَتَلَهُ فَاحْتَاجَ أُولَئِكَ أَنْ يُظْهِرُوا قَبُولَهَا خَوْفَ السَّيْفِ ، وَأَبْطَلَ مَا سِوَاهَا مِنَ التَّقْرِيرِ . وَحَصَلَ مَنْ كَانَ عَلَى دِينِ يسوع فِي كُلِّ مَكْرُوهِ ، وَأَخَذُوا بِتَعْظِيمِ الصَّلِيبِ وَأَكُلِ الْخِنْزِيرِ وَدِيَانَاتِ الرُّومِ ، وَكَانَ مَنْ لاَ يَأْكُلُهُ يُقْتَلُ.
בְּאַרְצוֹת הָרוֹמִים, וְעָשׂוּ אֶת הוֹדָאַת אֱמוּנָתָם אֲשֶׁר נִזְכְּרָה. וְהֵבִיאוּ אוֹתָהּ לְקֻשְׁטָנְטִינָה, וְהוּא לָקַח אוֹתָהּ וּפָעַל עָלֶיהָ, וְלָקַח אֶת הָעָם בָּהּ, וּמִי שֶׁלֹּא קִבֵּל אוֹתָהּ - הָרַג אוֹתוֹ. וְאוֹתָם הָיָה צָרִיךְ לְהַרְאוֹת קַבָּלָה שֶׁלָּהּ מִפַּחַד הֶחָרֶב, וְהֵפֵר אֶת כָּל הָאַחֵר מִלְּבַדָּהּ מִן הָהַצָּהָרָה. וְהָיָה לְמִי שֶׁהָיָה עַל דַּת יֵשׁוּ בְּכָל צָרָה, וְלָקְחוּ בְּהַגְדָּלַת הַצָּלוֹב וְאָכְלַת הַחֲזִיר וְדָתוֹת הָרוֹמִים, וּמִי שֶׁלֹּא אָכַל אוֹתוֹ נֶהֱרָג.
(Traducción: En las tierras de los romanos, trabajaron en la confesión de fe que había sido mencionada. La llevaron a Constantinopla, y él (Constantino) la tomó y actuó sobre ella, e hizo que la gente la aceptara. A quien no la aceptaba, lo mataba. Así que aquellos se vieron obligados a mostrar su aceptación por miedo a la espada, y anuló cualquier otra declaración excepto esa. Y quienes seguían la religión de Yeshú (los judeocristianos) pasaron por todo tipo de adversidades. Fueron forzados a venerar la cruz, comer carne de cerdo y seguir las religiones de los romanos. A quien no comía carne de cerdo se le mataba.)
-Gabriel Said Reynolds & Samir Khalil Samir. (2010). Abd al-Jabbar, Critique of Christian Origins. USA: B.Y.U.P. 3:231-233. p. 111.
La conclusión de M.S. Stern respecto al movimiento temprano de los seguidores de Yeshu y de Pablo, presenta la evolución del cristianismo no como un desarrollo teológico orgánico, sino como una serie de compromisos pragmáticos que culminaron en una completa romanización. fue la siguiente:
"Our conclusion is then that the story of the Romanization of Christianity, due to the apostasy of the majority of the early disciples, then of Paul, and finally of the self-interested conversion of Constantine".
"המסקנה שלנו היא כי לאחר מכן את סיפור הרומניזציה של הנצרות, בשל כפירה של רוב תלמידי מוקדם, אז של פאול, ולבסוף המרה של אינטרס עצמי של קונסטנטין.
"Nuestra conclusión es entonces que la historia de la romanización del cristianismo, debido a la apostasía de la mayoría de los primeros discípulos, después de Pablo y, finalmente, de la conversión de interés propio de Constantino".
-S.M. Stern, “'Abd al-Jabbâr’s Account of How Christ’s Religion was Falsified by the Adoption of Roman Customs,” 184–5.
La evidencia presentada en el Tathbit sugiere un proceso gradual pero inexorable de alejamiento de las prácticas judías, comenzando con las enseñanzas de Yeshú sobre la pureza, amplificadas por Pablo, y finalmente institucionalizadas bajo Constantino. Este proceso transformó no solo las prácticas alimentarias, sino la naturaleza misma del movimiento, convirtiendo lo que comenzó como una secta judía en una religión romana, hasta el punto de que aquellos que mantenían las prácticas judías originales enfrentaban la persecución y la muerte.
La postura de Yeshú frente a las tradiciones halájicas de su época revela un patrón de cuestionamiento sistemático hacia las instituciones religiosas establecidas. Sus acciones no se limitaron a cuestionar el ayuno o minimizar la importancia de la mitzva de Netilat Yadaim (נטילת ידיים) en el contexto de ‘מסורת הזקנים’ (la tradición de los ancianos), sino que se extendieron a una crítica más amplia de las Takanot (תקנות), las Mitzvot D'Rabanan (מצוות דרבנן) y la halajah rabínica y esenia.
La evidencia textual sugiere que Yeshú adoptó una posición que, de manera indirecta, flexibilizaba la interpretación de las restricciones alimentarias establecidas en la Torah de Mosheh. Esta tendencia fue posteriormente amplificada por sus seguidores, particularmente Pablo y Pedro, quienes desarrollaron aproximaciones distintivas hacia la observancia de las leyes dietéticas. Pablo implementó una estrategia adaptativa que oscilaba según su audiencia, buscando mayor aceptación entre los romanos, mientras que Pedro adoptó un enfoque gradualista orientado a ganar influencia entre los círculos helenísticos, como se documenta en las Homilías Pseudo-Clementinas.
En contraste, Ya’akov ben Pandira, el hermano de Yeshú, mantuvo una posición más conservadora, como se evidencia en el Tathbit 92 a-b (p. 150. II. 10-14), donde se registra su abstención del consumo de carne de cerdo. Esta divergencia de interpretaciones entre los primeros líderes del movimiento cristiano refleja las tensiones inherentes en la transición desde el judaísmo tradicional hacia una nueva identidad religiosa.
Las posturas de Yeshú y su compañía contrastan marcadamente con los preceptos fundamentales establecidos en la Torah y los Profetas:
La Torah establece en Vaikrá/Levítico 11:1-2:
זֹאת הַחַיָּה אֲשֶׁר תֹּאכְלוּ מִכָּל־הַבְּהֵמָה אֲשֶׁר עַל־הָאָרֶץ
“Estos son los animales que podréis comer de entre todos los animales que hay sobre la tierra.”
En Vaikrá/Levítico 11:7-8 se especifica:
וְאֶת־הַחֲזִיר כִּי־מַפְרִיס פַּרְסָה הוּא וְשֹׁסַע שֶׁסַע פַּרְסָה וְהוּא גֵּרָה לֹא־יִגָּר טָמֵא הוּא לָכֶם
“Y el cerdo, aunque tiene pezuñas hendidas, y es de pezuña dividida, no rumia; inmundo será para vosotros.”
El profeta Yeshayahu/Isaías advierte en 66:16 sobre las consecuencias de transgredir estas prohibiciones:
כִּי בָאֵשׁ יְהוָה נִשְׁפָּט וּבְחַרְבּוֹ אֶת־כָּל־בָּשָׂר וְרַבּוּ חַלְלֵי יְהוָה
“Porque Hashem juzgará con fuego, y con Su espada a todo ser; y los muertos por Hashem serán multiplicados”
La divergencia entre estas prescripciones bíblicas y las interpretaciones posteriores del movimiento cristiano temprano ilustra la complejidad del proceso de separación entre el judaísmo tradicional y el cristianismo emergente. Este distanciamiento progresivo de las normas halájicas tradicionales sentó las bases para el desarrollo de una identidad religiosa distintiva, aunque las tensiones resultantes de esta separación continúan siendo objeto de análisis académico y teológico.
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