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El Rav populista
Muchos piensan que en nuestro mundo, que sufre de inundación periodística, toda la vida es dirigida por el que es popular, populista, se comporta en forma correcta políticamente hablando y similares, y el que hace su tarea con entereza y sin estratagemas no logrará nada. Por lo tanto, ha surgido un nuevo tipo de Rav, el Rav popular-populista, que cree que sólo andando con el pueblo, para el pueblo, podrá acercarlo a su Padre en el cielo.
Pero de momento que al Rav populista no le gusta esa definición, que tiene cierta connotación de bajo valor, adopta una posición central común.
Y estas son las características del Rav populista. Por supuesto, no hay un populismo que sea igual al otro, y a pesar de ello se pueden encontrar ciertas líneas generales ciertas en la mayoría de los casos, poco o menos.
1. Busca el apoyo y la adulación de los sectores amplios del público, sobre todo jiloni (secular) y religioso “liberal”.
2. Eso lo logra remarcando las frustraciones de las personas, adoptando pre conceptos en contra de ciertas halajoty prometiendo soluciones maravillosas inmediatas.
3. Recalcado y enfocado de los temas cercanos al corazón de esa población, como democracia, academia y la posición de la mujer en la sociedad, siendo poco estricto en el tema de la conversión o las halajot del recato, y en general, siendo poco estricto en la halajá.
3. Recalcado y enfocado de los temas cercanos al corazón de esa población, como democracia, academia y la posición de la mujer en la sociedad, siendo poco estricto en el tema de la conversión o las halajot del recato, y en general, siendo poco estricto en la halajá.
4. Lucha constante en contra de los Rabanim jaredim (ultra ortodoxos) que tienen en sus manos la fuerza de lahalajá y espiritual, e intentado todo el tiempo de quitarles su poderío espiritual.
5. Al mismo tiempo, utilizado selectivo de unas pocas halajot determinadas por Rabanim jaredim menos rigurosas, ensanchado, agrandado y transformándolas en un modelo de comportamiento.
6. Inculpado continuo de talmidei jajamim (eruditos del estudio de la Torá) y del público jaredi en general de muchos de los problemas de la sociedad, mientras que se presenta a sí mismo como el portador de la luz para la generación.
7. Presentado continuo y repetitivo de talmidei jajamim como extremistas alejados y desconectados del público, que alejan a las personas de la Torá, cuando ellos mismos cuidan para sí del monopolio de la “corriente central” y la conexión con el pueblo, la amistad y el vínculo, y de esa forma se honran avergonzando a los demás.
7. Presentado continuo y repetitivo de talmidei jajamim como extremistas alejados y desconectados del público, que alejan a las personas de la Torá, cuando ellos mismos cuidan para sí del monopolio de la “corriente central” y la conexión con el pueblo, la amistad y el vínculo, y de esa forma se honran avergonzando a los demás.
8. Esa dirección muchas veces genera mensajes de bajo nivel, lo que es compensado con una personalidad carismática, no como nuestro Rav Moshé que dijo que su boca y su lengua son pesadas. Véase la carta del Rav Kuk a su hijo, el Rav Tzvi Iehudá Kuk cuando este era joven al respecto.
9. Su intención central es acercar los jilonim a la Torá, y también los religiosos liberales. Por ello el criterio principal en cuanto a las halajot es si les caerá en gracia a ese público, mientras que la halajá fija en Am Israel (el Pueblo de Israel) le es menos importante.
10. Por supuesto, no se dice nada en contra de la halajá, pero el Rav populista de momento que estudió la Torá y habla en nombre de ella, se vale de tres fórmulas mágicas para anular halajot que no le son cómodas:
11. La primera estratagema es el argumento de relevancia. La Gmará y el Ramba”m no siempre son relevantes en nuestra situación hoy en día. El Rav Kuk y la Rabanut HaRashit (Supremo Rabinato) no son relevantes. Si ellos viviesen en nuestros días, no hubiesen dicho lo que dijeron en aquél entonces. Es más, la Rabanut HaRashit de Israel misma ya no es relevante.
Y no es necesario explicar que la determinación de la halajá de la mayoría de los grandes talmidei jajamim, y por supuesto si son jaredim, no es relevante, por ser inculpados de “desconexión del pueblo”. Hasta ahora la Torá era cierta, pero de ahora en más es anulada, como la anulación de juramentos que tiene valor de ahora en más pero no retroactivo – lo que desbarata todo el valor eterno de la Torá.
Es como el cuento del cochero que se negó a acatar la determinación según la halajá del Rav, que debe indemnizar el daño que causó a la mercadería porque patinó en el hielo que cubrió el camino. Arguyó: La Torá fue entregada en el verano, si hubiese sido entregada en el invierno, me hubiese eximido de pagarlo.
12. El campo que goza de la máxima no-relevancia, es el campo de las halajot del recato, las que en su mayoría molestan a los jilonim y los religiosos liberales. Lo que incluye la profunda no-relevancia de lo que dijeron nuestros sabios, que “no hay cuidador cuando se trata de relaciones prohibidas”.
13. La segunda estratagema es lo que nos dijeron nuestros sabios, “es preferible que lo trasgredan sin saberlo a que lo trasgredan sabiendo que es una trasgresión” – lo que exige, según su entendimiento, que sea ocultado o anulado todo lo que no les gustará a los jilonim o religiosos a medias, lo que los exime también de la pesada responsabilidad de amonestarlos, corona la opinión pública como principal determinador de la halajá, y coloca al Rav populista como prisionero de la prensa.
13. La segunda estratagema es lo que nos dijeron nuestros sabios, “es preferible que lo trasgredan sin saberlo a que lo trasgredan sabiendo que es una trasgresión” – lo que exige, según su entendimiento, que sea ocultado o anulado todo lo que no les gustará a los jilonim o religiosos a medias, lo que los exime también de la pesada responsabilidad de amonestarlos, corona la opinión pública como principal determinador de la halajá, y coloca al Rav populista como prisionero de la prensa.
14. La tercera estratagema: Una restricción que en realidad es una concesión, una concesión que es en realidad una restricción. Es decir: Si no le resultará fácil de cumplir al público, el que está indeciso pasará al lado de los reformistas o jilonim, y por supuesto que el jiloni no se nos adherirá. Dicho de otra forma: Es cierto que esa es lahalajá, pero no se lo dice, porque se necesita una Torá que le permita a las personas vincularse con ella.
En otras palabras: Los hechos determinan lo que es auténtico. Pragmatismo espiritual.
15. Por ello el Rav populista es conceptuado según los grandes talmidei jajamim como el que conduce al lado de la línea blanca, y a menudo también la traspasa. El Rav populista intenta todo el tiempo de recibir legitimación de los grandes eruditos de la Torá – pero no lo logra. Pero de momento que esos grandes eruditos lo tratan con amor y amistad, con paciencia y delicadeza, él muchas veces lo interpreta como si consintiesen con él.
15. Por ello el Rav populista es conceptuado según los grandes talmidei jajamim como el que conduce al lado de la línea blanca, y a menudo también la traspasa. El Rav populista intenta todo el tiempo de recibir legitimación de los grandes eruditos de la Torá – pero no lo logra. Pero de momento que esos grandes eruditos lo tratan con amor y amistad, con paciencia y delicadeza, él muchas veces lo interpreta como si consintiesen con él.
16. Por último, también su apariencia es popular: No viste ropas de Rav, su kipa es pequeña, muchas veces no tiene barba, y si la tiene, es una barba pequeña y bien cuidada – por supuesto que no como el Mahari”l Diskin zt”l, cuya barba no era simétrica, sino que era más larga de un lado que del otro.
Nuestro Padre y Rey, por Tu elevado Nombre, y por nuestros patriarcas que confiaron en Ti, enséñanos las leyes de vida, y a cumplir con Tu voluntad con todo el corazón, danos gracia y enséñanos.
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