No cualquiera es llamado judío (segunda parte)
Pregunta: ¿Quizás para que no se colme nuestra santa tierra con cientos de miles de gentiles casados casamientos mixtos con judíos, debemos formar caminos de conversión fáciles, sin la exigencia de aceptar lasmitzvot que sabemos ellos no cumplirán, y conformarnos con una intención sincera de pertenecer a Am Israel (el Pueblo de Israel)? Como dijo Rut: “Tu pueblo es mi pueblo” (Rut 1:16).
Respuesta: Todo niño de jardinera sabe que Rut no sólo dijo “tu pueblo es mi pueblo”, también dijo “tu D’s es mi D’s” (Rut 1:16), es el D’s de Israel, “y dijo el Señor todas estas palabras” (Shmot 20:1), toda la Torá. Por ello, una conversión debe incluir la aceptación sincera y auténtica de las mitzvot, una aceptación profunda y seria.
Quizás ustedes digan: ¿El Ramba”m determina que si ya fue convertido, la conversión tiene valor incluso si no aceptó las mitzvot (Ramba”m, Hiljot Isurei Bia 13:17)? Eso es diferente. Es cierto que a veces algo no debe ser hecho, pero si ya se hizo tiene vigencia. No es nuestro caso, se habla sólo de situaciones excepcionales, no se puede basar en algo así una norma para toda una nación, tratándose de cientos y miles de personas.
Es más, el Ramba”m habla de una situación en que no le hicieron saber al converso que hay mitzvot, y puede que si le hubiesen dicho de todas formas se hubiese convertido. En nuestro caso los gentiles que viven en Israel bien saben que hay judíos temerosos de D’s y judíos que no cumplen mitzvot, no hay ningún secreto, y ellos en forma explícita no están interesados en cumplir las mitzvot.
Es cierto que el autor del libro “Shu”t Ajiezer” permitió la conversión de una mujer que quería convertirse para casarse, y dijo que quiere cumplir las mitzvot, a pesar que el juez estaba seguro que ella lo decía de la boca para afuera y en realidad no pretendía cumplirlas. Lo permitió porque alcanza con que haya alguna posibilidad remota que las cumpla. Pero él escribe que si sabemos en forma clara que no las cumplirá, no se lo puede convertir (Shu”t Ajiezer 3:26). Y así es en nuestro caso, muchas personas no mentirán diciendo que pretenden cumplir las mitzvot, y los que sí declamen, tenemos claro que no lo harán.
Quizás ustedes digan que el anciano Hilel aceptó un converso que se negó a cumplir toda la Torá oral. Ya lo preguntó Rashi, ya que el que quiere convertirse y está dispuesto a aceptar toda la Torá salvo una sola cosa no se lo convierte. Y contestó que el anciano Hilel entendió con su sabiduría que finalmente aceptará toda la Torá (Shabat 31A). Y ya escribieron los poskim (sabios que determinan la halajá) que el juez sólo puede juzgar según lo que es evidente, y en nuestro caso por el contrario, vemos que no tienen intención de cumplirlas.
Es más, incluso si la conversión tuviese vigor, hay que sopesar seriamente qué gran bien le hacemos a Clal Israel(la totalidad genérica del Pueblo de Israel) cuando aceptamos conversos como esos, que no cumplirán la Torá ni las mitzvot, y de esa forma hacemos pecar a decenas o centenas de miles que serán judíos. Es cierto que de esa forma salvamos a su pareja del pecado de casarse con un gentil, pero entonces los hacemos pecar todas lasmitzvot de la Torá. Y así dijo el Gaón (genio del estudio de la Torá), el Rav Moshé Fainshtein: “¿Qué bien ellos le hacen a Clal Israel cuando aceptan conversos como esos? Seguramente no le es de Su agrado a D’s y a Am Israel(el Pueblo de Israel) que se mezclen conversos como esos en Israel” (Iguerot Moshé, Iore Dea 157). Y así escribió el Gaón Rav Shlomó Zalman Oirbaj: “En cuanto a la prohibición de hacer pecar… ese tipo de conversos… que en su corazón no piensan como dicen, y estamos casi seguros que no pretenden en absoluto cumplir las mitzvot de D’s, en esa situación, me parece en mi humildad que todos los que los ayudan a convertirse si ellos se equivocan y piensan que son conversiones válidas, incluso de esa forma, según su opinión los que los convierten trasgreden esa prohibición, porque todo lo que se hace en contra de la voluntad de D’s es llamado pecado.
Porque si ese converso trasgredió el Shabat y comió lo que estaba prohibido cuando aún no se había convertido no hacía ningún pecado, pero ahora que continúa haciéndolo es como si todas sus acciones se convirtiesen en obstáculos y pecados” (Minjat Shlomó 35:3).
Y así escribió el Rav Kuk: “En cuanto a los que realizan conversiones en forma incorrecta y en contra de la religión, respecto a los cuales seguramente fue dicho por nuestros santos sabios ‘maldad tras maldad recaerán sobre los que reciben conversos’… pero si ellos se esfuerzan por convertirse, se los recibe, y se está hablando cuando se nota que se quieren convertirse con entereza, por la buena causa. Pero los que aceptan a esos otros conversos… conversos como esos por supuesto que son duros para Israel como sapajat (soriasis), y ellos son como espinas en la vid de la Casa de Israel. Y en forma explícita dijeron nuestros sabios que un gentil que está dispuesto a aceptar toda la Torá salvo una sola cosa no se lo acepta, ¿entonces, cómo se puede aceptar conversos de ese tipo que estamos seguros que después de su conversión trasgredirán la Torá?... Y a pesar que finalmente fue determinado como la opinión que todos ellos son conversos… y eso incluye también el que se convirtió por una mujer… eso se trata cuando la conversión fue plena, con cumplimiento de mitzvot, pero cuando no se convierte totalmente, es decir no acepta ni cumple las mitzvot, no hay ninguna conversión… Y es más, los que los aceptan trasgreden la prohibición de hacer pecar al prójimo.
Porque si diremos que su conversión no es válida de ninguna forma, ellos hacen pecar al público que consideran esos gentiles como parte de Israel, y cuántas desgracias puede eso generar… Y si realmente su conversión es válida, los hacen pecar y hacerse acreedores de castigos por las prohibiciones de la Torá que trasgreden” (Daat Cohen 154).
Y también debemos agregar que desde otro punto de vista su conversión no es válida, según la opinión de losRishonim que se necesita un jurado Samuj (autorizado por un jurado que a su vez fue autorizado, remontándose hasta nuestro Rav Moshé), y somos sus emisarios (Tosafot Guitin 88B, comienza Bemilta), ¿y cómo podemos ser sus emisarios para hacerlos trasgredir prohibiciones de la Torá? Como escribió el Rav Kuk respeto a esa persona que quería convertirse por la buena causa, pero la circuncisión le era peligrosa por su enfermedad. Incluso si diremos que la circuncisión no es parte de la conversión, sólo la primer mitzva que tiene obligación de cumplir, no podemos ser emisarios para convertirlo de esa manera: A través de la conversión lo introduciremos en una situación en la que no podrá cumplir la mitzva de la circuncisión, y no somos emisarios para ponerlo en semejante situación, en la que tiene la obligación de la circuncisión y no puede cumplirla (Daat Cohen 150). ¿Y qué podremos decir en nuestro caso?
No debemos buscar soluciones rápidas que finalmente serán muy amargas, marcharemos por los senderos claros, nos valdremos de paciencia histórica, de la paciencia de la gueulá (Redención) que llega paulatinamente, y D’s no privará el bien de los que se conducen con entereza (ver Shu”t Sheilat Shlomó 3:296).
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