Lo principal es limpiar con alegría
Rav Shlomo Aviner
Al acercarse Pesaj, muchos trabajan duro para limpiar sus casas. Muchos se enojan con los niños y les dicen: “¡Te dije que no entraras en ese cuarto! ¿Por qué has entrado? ¡Come en el balcón! ¡Come de pie! ¡No toques!”.
Toda la cocina parece como si hubiese una revolución, el esposo y los niños comen en un rincón y tiemblan de temor. La madre los mira como un sargento. Unos están enojados con otros. ¿Acaso estos pueden ser llamados preparativos de Pesaj? ¿Acaso ésta es la educación apropiada para los niños? Si se quiere hacer una limpieza general, es posible, pero no antes de Pesaj - no es el momento. Las vacaciones de Pesaj están hechas para pasear, disfrutar con los niños, preparar historias sobre la Hagadá para la noche del Seder. Todo el año la mujer trabaja duro, ahora puede aprovechar para salir con amigas y el esposo cuidará a los niños. La familia debe pasear, disfrutar y de ese modo llegarán a la noche del Seder tranquilos para que ésta sea hermosa y estimule a los niños. Si una mujer desea trabajar como un burro - puede hacerlo, mas desde el punto educativo no es bueno. Debe estar libre para dedicar su tiempo a los niños. Hemos salido de la esclavitud de Egipto no para entrar en la esclavitud de nosotros mismos. No tenemos nada contra la limpieza de la casa, pero hay que extenderla a lo largo del año, cada varios meses un cuarto. No es ahora el momento para hacer grandes operaciones, limpiar todo y ordenar todo; porque cuando llega la noche del Seder [literalmente, significa “orden”], queda el desorden y reformas inconclusas.
Si a una mujer le gusta sufrir, que lo haga. Los sufrimientos que se sufren en este mundo disminuyen los sufrimientos del infierno…. Quien lo desea, es legítimo. Pero no antes de Pesaj. El mes de Nisán debe ser un mes de felicidad.
El esposo debe limpiar junto a su pareja, puesto que es su hogar común. Si los niños también participan de la limpieza, todavía mejor. Pero ésta debe constituir una aventura feliz. En primer lugar, se debe limpiar lo necesario y se puede concluir con toda la limpieza en medio día, cumpliendo como corresponde la Halajá. Después, si se quieren hacer otras cosas, se puede limpiar con placer. Quien sabe que algo es “jumra” y quiere ser más estricto, será bendecido, en particular en Pesaj. Pero no se debe adoptar “jumra” si no es aceptada con amor.
Rabí Moshé Iserlis [Rama] determina: “Todo judío debe limpiar su casa antes de buscar el jametz, y debe verificar también los bolsillos de sus ropas en los cuales puede haber jametz” (Shuljan Aruj, Oraj Jaim, 433:11).
La Mishná Brurá agrega: “la costumbre es limpiar los cuartos de la casa el 13 de Nisán para que sea posible buscar bien el día 14”. Alcanza con esta costumbre. Aún más, es cierto que en cuanto a Pesaj quien es más estricto recibirá mayor bendición, mas quizás esto que no beneficie a los niños.
El principal punto es diferenciar entre “jametz” que es obligatorio limpiar a fondo según lo determina la ley y la suciedad que evidentemente debemos quitar - pero no es obligatorio hacerlo antes de Pesaj.
Debemos ver el “jametz” con temor, mas no toda suciedad es “jametz”. No debemos ver el “jametz” con dejadez pero al mismo tiempo no todo lo considerado como “limpieza de Pesaj” está necesariamente relacionado con el “jametz”.
Que tengamos un “Jag Pesaj Kasher Vesameaj”. Debemos asegurarnos que Pesaj sea Sameaj, sea feliz y que Purim sea Kasher. No debemos llegar a la mesa del Seder cansados ni doloridos, sino felices, para que esa noche sea una experiencia extraordinaria para los niños, una fuente de fe en D’s, el Redentor de Israel.
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