El judaísmo mesiánico y el mundo hebreo-cristiano latinoamericano aseguran que no utilizan las escrituras griegas del Nuevo Testamento, y que por el contrario utilizan supuestos escritos “hebreos”; ¿Cuáles son las supuestas fuentes hebreas? La respuesta que dan ellos, es la versión del Profesor Franz Delitzsch (Franz Julius Delitzsch). Se ha de mencionar que los amerindios mesiánicos y mestizos mesiánicos en América Latina al no saber hebreo no entienden que el texto de Delitzsch es una traducción del griego al hebreo, como se lee en la misma portada de tal libro:
נעתקים מלשון יון ללשון עברית
(Traducciones del idioma griego para el idioma hebreo)
Independientemente de las declaraciones que han dado diversos rabino contemporáneos en el que se advierte la utilización de tales libros, como lo expresa Rav Jaim Navon Shlit"a: "ספרי "הברית החדשה" שמודפסים בעברית נועדו למטרה אחת בלבד - לגרום ליהודים לעבור על דתם." ([En los] "Libros" [del ]Nuevo Testamento "están impresos en hebreo significa para un solo propósito -. Judíos para hacer pasar a su religión") o la advertencia que hiciera el Rav Shlomo Aviner Shlit”a: "יש להלחם במסיון בכל תוקף. הפעילות של המסיונרים בארץ נעשית אקטיבית יותר ויותר. אני בעד שיעבירו את חוק איסור ההמרה (“El misionerismo debe ser combatido con fuerza. La actividad misionera en Israel cada vez más activa. Estoy a favor de aprobar la ley que prohíbe la conversión [al cristianismo]….”), así como la mitzvha ta’aseh (mandamiento positivo) de quemar estos libros de idolatría del Nuevo Testamento (TB Julin 13a: ספרי קוסמין פירותיו טבלין וי"א) considero pertinente explicar los constantes errores en quince años de la traducción y misionerismo de Franz Delitzsch, así como los intereses económicos y del empoderamiento que aspiraba el cristianismo-protestante sobre la pujante comunidad judía alemana.
Gustaf Dalman en su artículo “The Hebrew New Testament of Frantz Delitzsch” explica que en la traducción hecha por el hebraísta Franz Delitzsch hubieron numerosos errores en su primera edición impulsada por la "London Society for Promoting Christianity amongst the Jews" en 1817, indicando que el misionero Delitzsch en 1838 solicitó una nueva traducción en “Wissenschaft, Kunst, Judenthum”. Posteriormente en el año de 1865 se le concede hacer una traducción parcial a los textos de Mateo, Santiago, Hebreos y Apocalipsis (S. u. H. III 7, 91). En el marketing-misionero del siglo XIX explica el cristiano G. Dalman que el misionero Delitzsch trató de hacer una especie de midrash sobre la Epístola a los Romanos con un comentario pseudo-rabínico que apareció en el verano de 1870 (S. u. H. VIII. 75). Sin embargo, tal trabajo no obtuvo una acogida entre la comunidad judía de Baviera y Noruega ya que para el año de 1874 anunció que necesitava revisar de fondo su traducción defectuosa al Evangelio de Mateo. ( S. u. H. XI. 129) Como podemos notar, el misionerismo del siglo XIX consideraba vital tener un corpus básico del Nuevo Testamento pro-judío para poder evangelizar a la comunidad judía, por ello Franz Delitzsch le apostaba a la utilización de textos hebreos como el Evangelio de Mateo, Romanos bajo una visión “rabínica”, Santiago y el libro de Apocalipsis, para ello, explica el mismo Gustaf Dalman, Delitzsch contrato a ciertos judíos a sueldo para realizar traducciones de determinadas secciones de tales libros cristianos, que por ello en el año 1876 tuvo problema de liquidez para pagarles. (S. u. H. XIV 242ff) En el ideal de Delitzsch estaba el hacer un corpus hebraico del N.T que pudiera servir para revisión y crítica. Para ello, el misionero Delitzsch recurrió a la pluma de los profesores Levey en Breslau, Kaufmann en Budapest, Kautzsch en Basilea y el Dr. Biesenthal en Leipzig hicieron sugerencias para corregir el texto defectuoso. Dalman menciona que para la primera traducción que hiciera del N.T se basará en el Codex Sinaiticus, tal como hoy en día vuelven a implementar la misma técnica los misioneros cubano-venezolanos de los natzratim, o de los biblistas de la Universidad Teológica del Caribe, Moriah International Center, entre otras organizaciones misioneras. Para la segunda traducción (o enmiendas) Delitzsch llegó a la conclusión de que el texto del Códice Sinaítico, que se adoptó originalmente como base para la traducción, no era adecuado para el propósito de tener un texto que sirviera para las academias cristianas de crítica, y decidió, de acuerdo con el deseo de la Sociedad Bíblica, realizar el Textus Receptus, y para agregar solo las variantes más importantes del Códice Sinaítico entre paréntesis. (S. u. H. XV 222ff). A fines del otoño de 1878, apareció la segunda edición, traducida sobre este nuevo principio. (S. u. H. XVI 55ff). En febrero de 1880, se publicó la tercera edición (S. u. H. XVII I86f) y en otoño de 1881, la cuarta (S. u. H. XVIII 201f), a la que el Dr. Baer en Biebrich y el Prof. Driver en Oxford había hecho las contribuciones importantes. El texto de esta cuarta edición fue electrotipado y se repite en otras cinco ediciones, con ligeras alteraciones.
Como podemos ver, en este siglo las sociedades cristiano-protestante invirtieron un gran recurso de traductores, académicos universitarios para obtener un texto que fuera irrefutable ante la comunidad judía y así eficientizar las conversiones por medio de tal labor. Esto nos recuerda al trabajo que hizo en su tiempo el confesor de la reina Isabel la Católica, el cardenal Cisneros quien tradujo al árabe los primeros catecismo para poder convencer a la población musulmana del reino de Granada despues del año 1492.
Regresando a nuestro tema, en un artículo escrito en inglés, "The Hebrew New Testament" de Leipzig, 1883, Delitzsch presentó una serie de correcciones importantes que, sin embargo, recibieron un reconocimiento parcial en la edición estereotipada; aunque fueron plenamente reconocidos en la nueva octava edición de 1885, que, por lo tanto, hasta la undécima edición, que acaba de aparecer, representaba la forma más avanzada del texto.
Posteriormente, y especialmente a raíz de las correcciones propuestas por los mumarim J. Kahan y J. Lichtenstein en Leipzig, y A. B. Ehrlich en Nueva York, Delitzsch estaba convencido de la necesidad de una revisión extensa de su trabajo. Esto lo llevó a cabo a pesar de su creciente debilidad y su plan era tan completo que podía darle al texto actual una nueva traducción. La revisión exhaustiva de todo el Nuevo Testamento se completó provisionalmente cuando la parálisis obligó al anciano de setenta y seis años a dejar la pluma y confiar la finalización del trabajo a misioneros más jóvenes.
Delitzsch había estado estrechamente relacionado con su obsesión de tener un Nuevo Testamento hebreo que estuviera a la altura de la misma Torah por lo que invirtió veinte años en su manía evangelizar a la comunidad judía cuyo único objetivo era el de convertir judíos a la avodah zarah de Yeshu.
Al hacer un análisis de la traducción del Nuevo Testamento en Hebreo de Delitzsch podemos apreciar entonces que los misioneros dieron prioridad al Codex Sinaiticus, en segundo plano utilizaron el Textus Receptus el cual aparece en corchetes, así como se pusieron notas de pie de página para tratar de explicar las variantes de la traducción misionera. Se hizo de tal forma, explica Dalman, ara que el lector ingenuo judío evitará molestias al leer tal traducción.
Des-helenizar el Nuevo Testamento para hacerlo mas judío.
Un dato interesante que proporciona Dalman, es que Delitzsch quería eliminar todo indicio griego o latino para así alcanzar la pureza en la traducción al hebreo del N.T, por ello en 1892 solicitó que se reemplazará la del Apocalípsis de Juan en el que se había omitido el nombre de Juan (Yojanan), así como quería suprimir el título de Apocalipsis lesou Xristou. Delitzsch nuevamente quería enriquecer tal texto incorporando una serie notas prácticas, que deberían corregir las malas interpretaciones de los próximos lectores judíos, afortunadamente tales notas no aparecieron y fueron dejados en el olvido (S. u. H. XXVII 74).
Matizar las citas neotestamentarias acorde al texto masorético.
Explica Dalman que para la ortografía del hebreo de las citas bíblicas del TaNa”J (Biblia Hebrea), el cristiano Baer adoptó tal modelo para no perturbar a los lectores judíos y así evitar sospecharan que el texto neotestamentario que evocaba al TaNa”J tuviera diferencias con el texto masorético. Tanto Dalman como Delitzsch coinciden que la parte más difícil de mi trabajo editorial se encuentra, en la práctica, en el ámbito del lenguaje, ya que ellos querían un corpus hebraica del Nuevo Testamento que debía darse casi como si fuera el presunto texto original que sueñan los misioneros hebraístas-cristianos. Dalman y Delitzsch expresaban que es imposible saber si Yeshu pensaba en términos arameos o hebreos de la época del siglo I; para los misioneros hebraístas del siglo XIX tuvieron que construir las epístolas de los apóstoles con base al lenguaje del libro de Ben Sira (בן סירא), para la Espistola de Santiago (ahora llamada “Igeret Ya’acov”) se utilizó el hebreo que aparece en el libro de Tehilim (Salmos), mientras que para las epístolas del apóstata de Pablo de Tarso (Parvah Amgoshí) utilizaron las estructuras lingüísticas del hebreo de Shir HaShirim (Cantar de los Cantares) de Shlomoh HaMelej, todo este esfuerzo para convertir al judío en un idolatra y así los misioneros empoderarse sobre una comunidad judía desinformada o asimilada ligeramente a la cultura popular europea.
Otra de las estrategias utilizadas por el misionero Delitzsch fue el incorporar estructuras lingüísticas que van desde el libro de Tehilim hasta el hebreo culto de la Mishnah (los cuales están separados por tres o cuatrocientos años), explica Dalman:
“Delitzsch se ha esforzado por construir a partir del hebreo, de todos los períodos de su historia, hasta el final de la Mishna, un dialecto que sería adecuado para convertirse en el instrumento para el mundo del Nuevo Testamento.”
-Dalman Gustaf, The Hebrew New Testament, Vol. 15, No. 3/4 (Sep. - Oct., 1892). p 148.
En la manía que tenía Delitzsch quería incluir expresiones lingüísticas no solo del nuevo hebreo de la Mishna y del Midrash más antiguo, ya que él consideraba que era el dialecto presuntamente más cercano al estilo del Nuevo Testamento, con tal revés, complejiza su propia traducción principal y quedó avergonzado por esta multiplicidad de cambios lingüísticos en sus traducciones cuyo fin era la conversión de la comunidad judía para Yeshu.
Algo similar ha pasado con la traducción contemporánea del mumar Isaac Salkinson quien publicó con un hebreo clásico el Nuevo Testamento sin poder reproducir con precisión en el hebreo del TaNa”J. Confiesa Dalman que para los misioneros Delitzsch y Salkinson les es difícil traducir términos griegos vulgares al lenguaje rabínico del Talmud y el Midrash, debido a la combinación de expresiones idiomáticas que resultan perturbadoras para los estudiosos bíblicos. El mismo Dalman manifiesta que existieron un total de 11 traducciones, enmiendas y correcciones al texto traducido al hebreo, en la que se hizo una campaña de distribución de ejemplares del Nuevo Testamento hebreo tal como se ve a continuación en la tabla que expone Dalman:
Es interesante ver que los misioneros del siglo XIX, imprimieron un total de 49,230 copias del N.T en hebreo, considerando que entre los años 1871 al año 1910 había un promedio de 563,500 judíos en Alemania, es decir los misioneros llegaron a un 8.74% de la población judía alemana, el año que mayor tuvieron actividad entre la comunidad judía fue el año 1888 en Berlín.
Del año 1877 al 1892 los ataques misioneros se centraron en Berlín un 74.61% y el 25.39% en Leipzig. Las campañas misioneras en Berlín en la que se llegaron a distribuir un total de 36,730 volúmenes del Nuevo Testamento Hebreo corresponde a que la comunidad judía en Berlín estaba compuesta por una mayoría reformista (60%) y una pequeña minoría ortodoxa (40%) que permaneció unida. El promedio de las campañas evangelizadoras en 15 años era de distribuir tales libros cada año y medio con un promedio de 4,475 volúmenes de tal traducción. Al parecer el único año en el que se vio afectada la misión protestante entre la comunidad judía fue el año de 1885. Pareciera que la técnica de los misioneros en el siglo XIX se centraba en círculos liberales judeo-alemanes que vivieron en Berlín y en segundo lugar en Leipzig, aún así en estos quince años no pudieron penetrar al 91.26% de la población judía ashkenazi. Pareciera que los misioneros se aprovecharon de las luchas internas de la comunidad, con una mayoría reformista que desplazó a los sectores conservador (masortí) y religioso del judaísmo. Pareciera ser que tras el crecimiento de reformistas en el judaísmo se incrementó la asimilación a la sociedad alemana, así como se incrementó el antisemitismo desde el año 1880 en el que muchos judíos obtuvieron altas estaciones y grandes ingresos a cambio de su renuncia al judaísmo. (Ver. Converts To Christianity, Modern, por Richard Gottheil, Kaufmann Kohler, Isaac Broydé) Probablemente los misioneros supieron que entre 1880 y 1890 los judíos ricos del Ducado de Varsovia del Reino de Polonia se convirtieron al cristianismo-católico (se hicieron en mumarim), en donde posteriormente ganó el cristianismo-protestante y estos mumarim se convirtieron el cristiano-protestantes, que por ello los misioneros vieron la oportunidad de invertir en convertir a la comunidad judía alemana del sector reformista al cristianismo protestante para obtener mayores ganancias que en comparación de hacerlo con otras etnias que no pertenecían al cristianismo protestante. O bien, entre los años 1881-1882 en Rusia hubo un proceso de conversiones de la comunidad judía al cristianismo-ortodoxo debido a las políticas monárquicas de las nuevas restricciones y cuotas que afectaron a los judíos que buscan educación superior o empleo profesional como abogados o médicos. (Ver, Yivo The Enciclopedia of Jews in Eastern Europe, Conversion). Recordemos que en estos 15 años se impulsaron panfletos antisemitas tales como "La cuestión judía" de Goldwin Smith el cual es un ensayo sobre la cuestión judía está tomado de una compilación de ensayos relacionados con el antisemitismo, denominado antisemitismo y nacionalismo judío. Goodwin Smith fue un influyente líder antisemita en Canadá y Gran Bretaña. Trató firmemente de representar a los judíos como una raza separada y una tribu que solo era leal entre sí, al tiempo que hacía alegaciones de que el judaísmo no es una religión. Este ensayo fue publicado en 1881 y nos da una buena idea de cómo se manifestaba el antisemitismo en dos naciones que hoy en día aceptan de manera abrumadora a los judíos y a todas las demás religiones. También es importante tener en cuenta que esta pieza que acusa a los judíos de una conspiración para controlar el mundo se publicó 20 años antes de la publicación de los Protocolos de los Ancianos de Sión. Para el año 1881, se publicó la obra "El antisemitismo en Inglaterra" de Claude Montefiore como respuesta de este ensayo a "La cuestión judía" de Goodwin Smith, ambas publicadas en Antisemitismo y Nacionalismo judío, Montefiore analiza lo que, en su opinión, está impulsando el antisemitismo en Inglaterra. Este ensayo es importante porque analiza cómo la desaceleración económica y los impuestos de la guerra afectaron tanto a judíos como a no judíos, pero cómo los judíos recibieron gran parte de la culpa. Montefiore también discute cómo estos fenómenos fracturaron ciertas comunidades judías, lo cual es esencial para la discusión sobre la conversión voluntaria de los judíos.
Pareciera ser que la London Society for Promoting Christianity amongst the Jews quien impulsó durante quince años campañas misioneras vieron la oportunidad de captar el 60% de la población judía reformista la cual estaba descontextualizada de la Torah, el Talmud, del judaísmo tradicional así como este sector es el que acumulaba la riqueza en la Alemania del Siglo XIX, tal como lo explica Paul Windolf en ‘The German-Jewish Economic Elite’ en la que explica que alrededor del 25% de ricos en Alemania eran judíos. Es decir, el trabajo de Dalman, Delitzsch y los otros misioneros era con el objetivo de monetizar sus campañas evangélicas en atraer a ricos inversionistas, estos sin lugar a dudas serían los del sector reformista de la comunidad judía alemana, que a pesar de tener riquezas, estudios, carecían de formación religiosa del judaísmo tradicional.
Explica Dalman como Delitzsch “no pretendía proclamar el cristianismo a los judíos de la época talmúdica, sino a los de la actualidad.” Sin embargo, los misioneros hebraístas tuvieron la dificultad que la comunidad judía ashkenazi utilizaba el hebreo con los coloquialismos alemanes, e incluso cuando hay un esfuerzo después del idioma clásico, el resultado fue una mezcla arbitraria de frases del TaNa”J, utilizadas en sentidos absolutamente absurdos que tales pifias eran fácilmente detectados para eruditos, lectores sobrios y simples. Los misioneros estaban en el dilema de utilizar el hebreo clásico del siglo XIX, de la época de R’ Jaim Luzzato, y de las expresiones para las cuales un judío de la época de los primeros cristianos habría usado términos griegos. Explica Dalman, que el trabajo de Delitzsch tuvo que recurrir a la utilización de palabras extranjeras, similar como pasó con los targumim del siglo I y de la temprana Edad Media para explicar ciertas palabras hebreas que estaban en desuso.
Incluso, nosotros hemos visto este fenómeno con la versión del Evangelio Hebreo de Mateo de Shem Tob quien utiliza dentro del mismo texto palabras de origen latín, griego o del catalán, esto con un efecto inverso, para advertir al lector judío sobre alguna enseñanza tóxica de la enseñanza de Yeshu y así darle argumentos a los rabinos para poder responder a los monjes que impulsaron las conversiones masivas en las comunidades judías de la península Ibérica. Algo similar pasa cuando se estudia la traducción de la Peshita en la que se pueden rastrear ciertas palabras que se utilizaban de forma peyorativa en las conversaciones de los rabinos en Talmud sobre temas relacionados a idolatría o transgresiones diera la impresión que el traductor del griego al arameo pudo haber sido un cripto-judío, o un judío a sueldo que tradujo tal libro y el el proceso de traducción insertó palabras impropias a las acciones y frases de Yeshu como de los apóstoles, probablemente se hizo con el fin de mantener alejados a los judíos de habla aramea alejados del cristianismo evitando que se asimilaran a tal fe.
El mismo Dalman confiesa la imperfección de la traducción Delitzsch es una mera paráfrasis del texto griego la cual es IMPERFECTA:
“A translation of the Scriptures for practical purpose, if it is not a mere paraphrase, remains always somewhat imperfect.”
--Dalman Gustaf, The Hebrew New Testament, Vol. 15, No. 3/4 (Sep. - Oct., 1892). p 150.
Por otra parte, Dalman manifiesta frustración y el antisemitismo de la época en la que los misioneros Delitzsch, Salkinson no pudieron manifestar la palabra del Nuevo Testamento el lashon hakodesh (idioma sagrado, en hebreo), así como hace énfasis que el dios de triple personalidad se manifestó a Israel en griego por su inconformidad con Israel:
“It was not an accident, but a divine Providence, that the completed revelation in Christ entered the world, not in Aramaic nor Hebrew dress, but in Greek, and it is also not an accident, but a consequence of the judgment denounced by Israel”
(No fue un accidente, sino una divina Providencia, que la revelación completa en Yeshu entró en el mundo, no con atuendo arameo ni hebreo, sino en griego, y tampoco es un accidente, sino una consecuencia del juicio denunciado por Israel.)
Así como acepta que el Nuevo Testamento sería anunciado en el siglo XIX como una mera traducción al hebreo para tratar de dar a entender que Yeshu es el “Mashiaj” de la simiente de David según la carne (‘ But would that this new offer of Salvation, in the Hebrew tongue by which Christ " who was born from the seed of David according to the flesh,"’) y cuyo propósito es la conversión del judío a la idolatría que impulsaban los cristiano-protestantes en Alemania pero sobretodo tales misioneros querían engrosarse económicamente con base a las finanzas de la comunidad judía alemana si estos aceptaban la conversión al cristianismo, como siempre el cristianismo aspira a empoderarse y seguir haciendo una especie de metástasis socio-cultural entre la comunidad judía.
Nos queda claro que los misioneros mesiánicos contemporáneos al no poder cumplir su deseo de convertir judíos al cristianismo se han inventado la idea de trasvestir a los cristianos de "judíos" en América, Asía, Italia, los Balcanes e Israel para darle volumen a su movimiento e intentar de legitimar su causa comercial e imponer su agenda en Israel así como en las comunidades judías fuera de Israel. Para ello siguen impulsando su defectuosa traducción del Brit HaMetumtom de Delitzsch en sitios como Amazón o en Vine Of David, en la que se trata de vender la idea de "comprender los evangelios desde una matriz judía" y así seguir lucrando con la ignorancia y las buenas intenciones de la gente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante para nosotros!