Sociedad mixta correcta
por el Rav Shlomoh Aviner Shlit"a.
Pregunta: Todo el tiempo escucho que sociedad mixta está prohibida según la Torá. Me lo dicen todos los Rabanim (Rabinos) – ya sean ashkenazim (provenientes de comunidades de Europa), sfaradim (provenientes de comunidades del norte de África y otros lugares), jaredim (ultra ortodoxos) o datiim leumim (religiosos nacionalistas) - salvo pocos que no pertenecen a la primera línea de nuestros grandes poskim (los eruditos que determinan la halajá), por lo que entiendo que su opinión no es tomada en cuenta para determinar la halajá. Pero hay algo que no tengo claro: Parte de nuestra vida es mixta, en contra de nuestra voluntad, y no me parece que podemos cambiarlo. Entonces, en vez de limitarse a expresiones genéricas como "está prohibido", ¿quizás sería preferible explicarnos cómo debemos comportarnos en esos campos en los que nuestra vida es mixta en contra de nuestra voluntad? ¿Cómo edificar una sociedad mixta según la halajá?
Respuesta: Muy bien por tu diferenciación entre lo que es mixto en contra de nuestra voluntad, y lo que puede ser separado. En cuanto al primero hay que dirigirse según la halajá, y lo segundo hay que separar. Esa diferenciación ya figura en la Gmará (Baba Batra 57B): Si hay un camino alternativo, y la persona decide dirigirse por un camino en el que se encontrará con falta de recato, es llamado rashá (malvado). Pero si hay sólo un camino, puede andar por él – y debe esforzarse por no pecar, por ejemplo cerrando los ojos para no ver lo que está prohibido.
Por ejemplo, no se puede separar un casamiento: Casamiento del novio junto con los hombres, y otro casamiento de la novia junto con las mujeres. No hay más remedio, los hombres estarán presentes en la jupa donde se encuentra también la novia, y la solución es que ella se cubra el rostro.
Respuesta: Muy bien por tu diferenciación entre lo que es mixto en contra de nuestra voluntad, y lo que puede ser separado. En cuanto al primero hay que dirigirse según la halajá, y lo segundo hay que separar. Esa diferenciación ya figura en la Gmará (Baba Batra 57B): Si hay un camino alternativo, y la persona decide dirigirse por un camino en el que se encontrará con falta de recato, es llamado rashá (malvado). Pero si hay sólo un camino, puede andar por él – y debe esforzarse por no pecar, por ejemplo cerrando los ojos para no ver lo que está prohibido.
Por ejemplo, no se puede separar un casamiento: Casamiento del novio junto con los hombres, y otro casamiento de la novia junto con las mujeres. No hay más remedio, los hombres estarán presentes en la jupa donde se encuentra también la novia, y la solución es que ella se cubra el rostro.
Otro ejemplo: Entierro. Hay sólo un muerto que es enterrado, no se puede hacer dos entierros – uno para los hombres y otro para las mujeres – y por ello la Gmará cita el versículo "y se lamentará la tierra, cada familia por separado, la familia del linaje de David por separado, y sus mujeres por separado" (Zjaria 12:12), es decir, es necesario que estén separados. Incluso si se trata de algo triste y serio, y se está hablando del futuro lejano cuando será asesinado el Meshiaj (Mesías) del linaje de Iosef, en la guerra de Gog, rey de Magog. Y la Gmará (Suca 52A) agrega que en ese entonces el Ietzer HaRrá (mal instinto) no tendrá fuerzas – y a pesar de todo eso, tienen que estar separados los hombres de las mujeres.
Otro ejemplo, más alegre: El festejo de Beit HaShoeva (en los días de la festividad de Sucot). También en ese caso, no hay más remedio, porque no hay un Beit HaMikdash (El Templo) para hombres y otro Beit HaMikdash para mujeres. Al principio los hombres estaban adentro, y las mujeres por afuera – pero vieron que no era recatado. Entonces, hicieron que los hombres estén arriba y las mujeres abajo – y todavía había problemas de recato. Finalmente, hicieron que los hombres se encuentren abajo y las mujeres arriba. Encontraron una solución para una situación mixta de acuerdo a la halajá (Suca 51B).
El tema de sociedad mixta surge también en el trabajo, cuando a menudo mujeres y hombres trabajan en un mismo lugar. Si se puede separar, por supuesto que es obligación. Pero a veces es necesario que trabajen juntos, y no hay más remedio: Entonces, se debe hacer que esa sociedad mixta se comporte según la halajá. El Ramba"m resumió las pautas con una frase genérica: Hay que distanciarse mucho, muchísimo (Ramba"m, Hiljot Isurei Bia 22), y así también en el Shuljan Aruj (Even HaEzer 21). Y en el libro para el público común, el Kitzur Shuljan Aruj del Gaón (genio del estudio de la Torá) Rav Shlomó Gantzfrid, cuando dictamina las reglas para una sociedad mixta según la halajá dice que "la persona debe distanciarse de las mujeres mucho, muchísimo. Está prohibido hacerle insinuaciones con las manos o los pies o los ojos a una mujer, y está prohibido divertirse con ella y comportarse con ligereza o contemplar su belleza. Y está prohibido oler sus perfumes... y está prohibido mirar las ropas coloreadas de una mujer... y el que contempla incluso sólo el meñique de una mujer con intención, su pecado es muy grande. Y está prohibido escuchar la voz de una mujer cuando canta, o contemplar su pelo. No se saluda a las mujeres" (Kitzur Shuljan Aruj 152:8-9). Como sea, se debe separar todo lo posible (Shu"t HaRadba"z Guimel 481).
Hay también ocasiones familiares que no se pueden separar, porque la familia es una sola. Pero la actitud para con los sobrinos, los tíos o los cuñados debe ser como para cualquier persona ajena, e incluso es más severo, como es sabido, porque se conocen. Por ello, se debe cumplir todo lo que citamos respecto al trabajo.
Pero hay también campos en los que no hay necesidad que la sociedad sea mixta -por ejemplo, una cena o divertimento conjunto. Por ello, el Ramba"m escribe: "El Beit Din (jurado) tiene la obligación de elegir policías en los Regalim (las tres festividades en las que se llegaba a Ierushalaim) que anden y busquen en los jardines y campos y los ríos para que no se junten a comer o beber hombres y mujeres, y lleguen a pecar. Y también deben advertirle a todo el pueblo, para que no se mezclen los hombres y las mujeres en sus casas en los festejos" (Ramba"m, Hiljot Iom Tov 6:21). Y en el Shuljan Aruj concluye "para que todos sean kdoshim (santos)" (Shuljan Aruj, Orej Jaim 529:4). Y el autor del libro Mishná Brura dice que la obligación de separación no es sólo en Iom Tov (días festivos) sino que también en días comunes, pero en Iom Tov el problema es más común (Mishná Brura, inciso 22. Shaar HaTziun 21). Por supuesto, en nuestros días no nombraremos policías, sólo citamos un ejemplo de algo que es posible separar.
Otro ejemplo de algo que se puede separar, y entonces es obligación: Los banquetes de casamiento y Sheva Brajot (festejos de los siete días después del casamiento). Y si los hombres y las mujeres se ven los unos a los otros, no se puede bendecir "que la alegría se encuentra en Su lugar", porque esa no es una alegría correcta a ojos de D's (Even HaEzer 62, acotaciones del Ba"j. Kitzur Shuljan Aruj 149:1).
En resumen, escribió el Rav Kuk: "El esfuerzo por evitar la mezcla de hombres y mujeres en encuentros conjuntos es como un hilo que enhebra toda la Torá en forma genérica" (Maamarei HaReayá 189).
En resumen, escribió el Rav Kuk: "El esfuerzo por evitar la mezcla de hombres y mujeres en encuentros conjuntos es como un hilo que enhebra toda la Torá en forma genérica" (Maamarei HaReayá 189).
Y todos los esfuerzos en mezclar hombres y mujeres deben ser orientados sólo en una dirección: Fortalecer el amor, la hermandad, la paz y la amistad entre marido y mujer. Y también ayudar a los solteros y solteras a casarse, porque como es sabido, cuanto más separada es una sociedad, se casan más, se divorcian menos, y viven con más amor, hermandad, paz y amistad.