Los mesiánicos afirman que el pasaje de Isaías 42:1-4 hace referencia a Yeshú. La traducción del Monseñor Juan Straubinger dice:
‘He aquí mi Siervo a quien sostengo, mi escogido en el que se complace mi alma. Sobre Él he puesto mi Espíritu, y él será Legislador de las naciones. No gritará, ni levantará su voz, ni hará oír por las calles. No quebrará la caña cascada ni apagará la mecha humeante; hará justicia conforme a la verdad. No desmayará ni se desalentará, hasta que establezca en la tierra la justicia; su ley esperan las islas.’
Esta interpretación mesiánica se fundamenta en diversos textos cristianos, incluyendo los evangelios de Lucas 1:54 y Mateo 17:5, así como en las obras de Santo Tomás de Aquino y la Teología Kerigmática de Karl Rahner.
La Contestación es que los 4 versos dice en hebreo:
א הֵן עַבְדִּי אֶתְמָךְ-בּוֹ בְּחִירִי רָצְתָה נַפְשִׁי נָתַתִּי רוּחִי עָלָיו מִשְׁפָּט לַגּוֹיִם יוֹצִיא. ב לֹא יִצְעַק וְלֹא יִשָּׂא וְלֹא-יַשְׁמִיעַ בַּחוּץ קוֹלוֹ. ג קָנֶה רָצוּץ לֹא יִשְׁבּוֹר וּפִשְׁתָּה כֵהָה לֹא יְכַבֶּנָּה לֶאֱמֶת יוֹצִיא מִשְׁפָּט. ד לֹא יִכְהֶה וְלֹא יָרוּץ עַד-יָשִׂים בָּאָרֶץ מִשְׁפָּט וּלְתוֹרָתוֹ אִיִּים יְיַחֵלוּ. {פ}
“He aquí a Mí siervo [abdi], a quien sostengo. Mi elegido, en que quien Mi alma se deleita. He puesto Mi espíritu [ruji-Voluntad] sobre él. Hará justicia (mishpat) hacía las naciones (l’goyim), para ser editado (yotzi’). No gritará, no alzara su voz en la calle. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pabilo que todavía arde. Hará que la justicia vaya conforme a la verdad. No desfallecerá ni será aplastado hasta que haya que haya puesto justicia en la tierra. Y las islas esperan su Torah”.
La identificación del “siervo” como Israel se fundamenta en múltiples referencias bíblicas, comenzando con Isaías 41:8:
"וְאַתָּה יִשְׂרָאֵל עַבְדִּי יַעֲקֹב אֲשֶׁר בְּחַרְתִּיךָ זֶרַע אַבְרָהָם אֹהֲבִי"
(“Pero tú Israel; tú, Ya'acov, siervo mío a quien he escogido de la simiente de Avraham, amigo Mío”)
Reforzándose en Isaías 44:1: "וְעַתָּה שְׁמַע יַעֲקֹב עַבְדִּי וְיִשְׂרָאֵל בָּחַרְתִּי בוֹ" ("Ya ahora oye, oh Ya'acov, siervo Mío, e Israel, a quien he escogido"). Esta identificación continúa en 48:20 donde se menciona "El Eterno –HaShem- ha redimido a Su siervo Ya'acov", y en 49:3 que declara “Eres Mi siervo, Israel, en quien seré glorificado”.
Ya en el Targum de Yonatan ben Uziel, una traducción aramea autorizada, proporciona una interpretación crucial:
הָא עַבדִי אְקָרְבִנֵיה בְחִירִי דְאִתרְעִי בֵיה מֵימְרִי אַתֵין רוּחַ קוּדשִי עְלוֹהִי דִינִי לְעַמְמִין יְגַלֵי׃; לָא יַצוַח וְלָא יַכלֵי וְלָא יְרִים בְבָרָא קָלֵיה׃; עִנוְתָנַיָא דְכִקנֵי רְעִיַע לָא יִתבַר וְחַשִיכַיָא דִכבוֹצִין עָמֵי לָא יְטַפֵי לְקוּשטֵיה יַפֵיק דִינָא׃; לָא יַהלֵי/ילהי#3#/ וְלָא יִלאֵי עַד דִיתַקֵין בְאַרעָא דִינָא וֻלאוֹרָיתֵיה נְגָוָון יְכַתְרוּן
(Traducción: He aquí Mi siervo, a quien acercaré, Mi elegido en quien se complace Mi Palabra (Memrá); pondré Mi espíritu de santidad sobre él, revelará Mi justicia a los pueblos. No gritará ni alzará la voz, y no hará oír su voz en el exterior. A los humildes que son como una caña quebrada no romperá, y a los pobres que son como una mecha mortecina no extinguirá; conforme a la verdad sacará el juicio. No se debilitará ni se fatigará hasta que establezca la justicia en la tierra, y las islas esperarán su Torah (Oraita).)
Que mantiene la misma línea interpretativa del texto hebreo. Rash”i, una de las autoridades más respetadas en la interpretación bíblica judía, explica que “הן עבדי אתמך בו” (“He aquí mi siervo, a quien sostengo”) se refiere específicamente a Ya’acov, distinguiéndolo de otros pueblos, mientras que “בחירי” (Mi elegido) se relaciona con Israel, como se evidencia en el Tehilim/Salmo 135:4 "כִּי-יַעֲקֹב בָּחַר לוֹ יָהּ יִשְׂרָאֵל לִסְגֻלָּתוֹ" (“Pues Ya'acov escogió Di's; a Israel, como Su tesoro”).
El Avot DeRabi Natan (Recension B 43:18) elabora una lista significativa que comienza:
אלו נקראו עבדים. אברהם נקרא עבד שנאמר והרביתי את זרעך בעבור אברהם עבדי. יעקב נקרא עבד שנאמר ואתה אל תירא עבדי יעקב. ישראל נקראו עבדים שנאמר כי לי בני ישראל עבדים. משיח נקרא עבד שנאמר הן עבדי אתמך בו…
(Traducción: “Estos son llamados siervos. Avraham es llamado siervo, como está dicho: ‘Y multiplicaré tu descendencia por causa de Avraham Mi siervo’. Ya’acov es llamado siervo, como está dicho: ‘Y tú no temas, Mi siervo Ya’acov’. Israel son llamados siervos, como está dicho: ‘Porque los hijos de Israel son Mis siervos’. El Mesías es llamado siervo, como está dicho: ‘He aquí Mi siervo, en quien me apoyo…’")
Enumerando dieciocho figuras que recibieron el título de “siervo”, incluyendo a Israel como colectivo. Esta interpretación se fortalece aún más en Isaías 45:4:
"לְמַעַן עַבְדִּי יַעֲקֹב וְיִשְׂרָאֵל בְּחִירִי וָאֶקְרָא לְךָ בִּשְׁמֶךָ אֲכַנְּךָ וְלֹא יְדַעְתָּנִי"
(“Por Ya'acov, Mi siervo, e Israel Mi elegido, te he llamado por tu nombre, y te he apellidado, aunque no Me has conocido”) y en 42:6 "אֲנִי ה קְרָאתִיךָ בְצֶדֶק וְאַחְזֵק בְּיָדֶךָ וְאֶצָּרְךָ וְאֶתֶּנְךָ לִבְרִית עָם לְאוֹר גּוֹיִם" (“Yo el Eterno te he llamado en justicia, y te he tomado de la mano, y te he guardado, y te he puesto por Pacto del pueblo (Librit am l'or goyim), por luz a las naciones”).
Ibn Ezra añade una perspectiva adicional al comentar sobre "הן" diciendo:
“רובי המפרשים אמרו כי עבדיהם [צ"ל עבדי הם] צדיקי ישראל ויאמר הגאון כי הוא כורש, והנכון בעיני שהוא הנביא”
(La mayoría de los comentaristas dicen que 'Mi siervo' [la corrección del texto indica que debe leerse 'עבדי הם' en lugar de 'עבדיהם'] se refiere a los justos de Israel, y el Gaón dice que es Ciro, pero lo correcto a mis ojos es que se refiere al profeta.),
Mencionando que algunos interpretan “עבדי” como los justos de Israel, mientras que el Gaón lo interpreta como Ciro, aunque él mismo se inclina por identificarlo con el profeta Yeshayah.
Sobre "נתתי רוחי" (he puesto Mi espíritu), Ibn Ezra lo interpreta como "רוח נבואה" (espíritu de profecía), y sobre "משפט" explica que se refiere a "אלה העתידות, כל אשר יקרה לכל גוי" (‘Estas son las cosas futuras, todo lo que acontecerá a cada nación’).
El Malbim, en su penetrante exégesis:
"הן, עתה מתחיל לבאר מי הוא האיש אשר עליו דבר כל המחזה בסימן הקודם, ועליו עם לאומים התוכח, אומר הן הוא עבדי שהוא המלך המשיח" (He aquí que ahora comienza a explicar quién es el hombre sobre el cual habló toda la visión en la señal anterior, y sobre él disputaron las naciones, diciendo: 'He aquí mi siervo', que es el Rey Mesías),
Desarrolla un análisis multinivel que revela la intrincada estructura de la profecía mesiánica. Su interpretación se centra en la palabra inaugural הן (he aquí), que funciona como un marcador textual que señala el inicio de una nueva fase reveladora en la narrativa profética. El Malbim establece un marco interpretativo dual para la manifestación de esta profecía: por un lado, la preparación electiva ("ההכנה הבחיריית"), que representa la disposición consciente y voluntaria del pueblo para recibir la revelación mesiánica, y por otro, la preparación natural ("ההכנה הטבעיית"), que engloba las condiciones históricas y materiales necesarias para su cumplimiento. Esta dualidad no es meramente circunstancial, sino que refleja la compleja interacción entre la agencia humana y la providencia divina en el proceso de redención. La disputa de las naciones ("עם לאומים התוכח") mencionada en el texto se presenta como un elemento catalítico que confirma la dimensión universal de esta profecía, donde el 'siervo' no solo encarna al pueblo de Israel en su rol histórico, sino que también prefigura la transformación global que el Malbim visualiza como parte integral del proceso mesiánico. Esta interpretación multifacética, respaldada por siglos de exégesis rabínica y fundamentada en el análisis lingüístico y contextual del texto bíblico, demuestra la complejidad y riqueza de la comprensión judía de este pasaje fundamental, estableciendo firmemente la identificación del "siervo" con el pueblo de Israel y su rol universal en el plan divino.
Ante esto, y al hacer un análisis serio de los textos proféticos y evangélicos revela contrastes fundamentales a múltiples niveles. En el texto hebreo de Isaías 42:2, encontramos una triple negación enfática: “לֹא יִצְעַק וְלֹא יִשָּׂא וְלֹא-יַשְׁמִיעַ בַּחוּץ קוֹלוֹ” (“No gritará, no alzará su voz, ni la hará oír en las calles”). Esta construcción utiliza tres verbos distintos relacionados con la voz: יִצְעַק (gritar), יִשָּׂא (alzar), y יַשְׁמִיעַ (hacer oír), cada uno precedido por la partícula negativa לֹא. Esta estructura tripartita representa una progresión descendente en la intensidad vocal, estableciendo una prohibición comprehensiva de cualquier manifestación vocal estridente.
El Targum elabora esta idea con una precisión lingüística aún mayor: "לָא יַצוַח וְלָא יַכלֵי וְלָא יְרִים בְבָרָא קָלֵיה" (“No gritará, ni se cansará [de gritar], ni alzará en la calle su voz”). El arameo יַצוַח corresponde al hebreo יִצְעַק, pero añade matices adicionales de clamor público. El término יַכלֵי introduce la noción de agotamiento vocal, mientras que יְרִים בְבָרָא amplía el concepto de בַּחוּץ del texto hebreo, especificando explícitamente el espacio público (בְבָרָא) como lugar donde la voz no debe ser elevada.
En marcado contraste, los textos evangélicos emplean terminología que viola directamente estas prohibiciones. En el texto arameo del Evangelio de Juan 7:28:
ܘܰܐܪܺܝܡ ܝܶܫܽܘܥ ܩܳܠܶܗ ܟ݁ܰܕ݂ ܡܰܠܶܦ݂ ܒ݁ܗܰܝܟ݁ܠܳܐ ܘܶܐܡܰܪ וַארִים יֵשׁוּ קָלֵה כַּד מַלֵפ בּהַיכּלָא וֵאמַר
“Y mientras Yeshu enseñaba en el Haikla (Templo de Jerusalem) alzó su voz y dijo…”
El verbo ܐܪܺܝܡ/אָרִים (alzar) es precisamente la acción que el texto profético prohíbe. Más aún, esto ocurre ܒ݁ܗܰܝܟ݁ܠܳܐ/בּהַיכּלָא (en el Templo), un espacio público por excelencia.
La segunda instancia en Juan 7:37 intensifica esta contradicción:
ܒ݁ܝܲܘܡܵܐ ܕܹ݁ܝܢ ܪܲܒ݁ܵܐ ܕ݁ܐܝܼܬ݂ܲܘܗ݈ܝ ܐ݈ܚܪܵܝܵܐ ܕ݁ܥܲܕ݂ܥܹܕ݂ܵܐ ܩܵܐܸܡ ܗ݈ܘܵܐ ܝܼܫܘܿܥ ܘܩܵܥܹܐ ܘܵܐܡܲܪ בּיַומָא דֵּין רַבָּא דּאִיתַוהי אחרָיָא דּעַדעִדָא קָאֵם הוָא יֵשׁוּ וקָעֵא וָאמַר
“Y en el último día, el más grande de la fiesta Yeshú, puesto en pie, alzó la voz diciendo..."”
El texto utiliza el verbo ܩܵܥܹܐ/קָעֵא, que corresponde directamente al יִצְעַק prohibido en la profecía. La construcción verbal ܩܵܐܸܡ ܗ݈ܘܵܐ/קָאֵם הוָא (estando de pie) añade un elemento de demostración pública que amplifica la contradicción.
En cuanto a la dimensión judicial, el texto hebreo "מִשְׁפָּט לַגּוֹיִם יוֹצִיא" (“hará salir justicia a las naciones”) emplea el término מִשְׁפָּט en su sentido técnico-legal, que el Targum interpreta como "דִינִי לְעַמְמִין יְגַלֵי" ("revelará Mi justicia a los pueblos"), enfatizando su origen divino alineado a la Torah, por ello es que se especifique de la siguiente manera: “לָא יַהלֵי/ילהי#3#/ וְלָא יִלאֵי עַד דִיתַקֵין בְאַרעָא דִינָא וֻלאוֹרָיתֵיה נְגָוָון יְכַתְרוּן” (‘No se debilitará ni se fatigará hasta que establezca la justicia en la tierra, y las islas esperarán su Torah’). La frase "לֶאֱמֶת יוֹצִיא מִשְׁפָּט" ("conforme a la verdad sacará el juicio"), traducida en el Targum como "לְקוּשטֵיה יַפֵיק דִינָא" ("conforme a la verdad emitirá juicio"), establece un vínculo indisoluble entre la verdad (אֱמֶת/קוּשטָא) y la justicia (מִשְׁפָּט/דִינָא).
Estas discrepancias lingüísticas y conceptuales demuestran que las acciones atribuidas a Yeshú en los evangelios no solo contradicen superficialmente la profecía, sino que violan su estructura profunda y su intención fundamental. La precisión y consistencia de los términos utilizados en los textos proféticos, tanto en hebreo como en arameo, establecen un estándar de comportamiento que es sistemáticamente transgredido en las narrativas evangélicas, por tanto, demostrando una incompatibilidad fundamental con la caracterización profética del siervo del Eterno de Isaías 42.