El mormonismo mesiánico: una forma perversa de hacer misionerismo.

BS"D

Por Menashe Dovid Shlit”a. 

La última oferta en la arena mesiánica proviene de una marca de mormonismo llamada mormonismo-mesiánico que se asemeja al “judaísmo” nazareno. Los extremos a los que llegan estos grupos para justificar sus ‘creencias’ van más allá de lo asombroso a lo extraño y desquiciado. Tomemos, por ejemplo, un grupo de mormones-mesiánicos comandados por el netzarita-mormón de James Scott Trimm conocido como “Respuesta al judaísmo nazareno” que cree que, entre muchas otras cosas, la teoría cuántica es una forma de combinar las dos casas Judá (judíos) e Israel (idólatras gentiles) y terminar con la agenda obvia:

“La restauración de Israel está dentro de nosotros cuando aceptamos a Y'shua como nuestro Mesías y recibimos el Espíritu Santo como nuestro consolador. Cuando elegimos buscar las verdades de nuestro Creador, entramos en ese camino con otros buscadores de la verdad y nos felicitamos unos a otros, aunque es posible que no todos estemos de acuerdo, en nuestro viaje hacia las verdades divinas. Nos necesitamos el uno al otro. Estamos divinamente enredados. No estaremos de acuerdo hasta que cada casa esté dispuesta a moverse fuera de sus propias cajas y considerar verdades que nunca antes habíamos considerado. Esta sería una obra maravillosa y maravilla cuando no estemos cegados a la autoridad divina y las revelaciones de las casas opuestas.

Cuando las dos casas se unen una vez más, el tiempo ya no existe, ya que no hay necesidad de tiempo después de que se haya recorrido el camino hacia el reino de la autoconciencia divina pura y abstracta. ¡Esta es la sabiduría, el conocimiento y la comprensión divinos a los que llegamos juntos!” https://www.facebook.com/AnsweringNazareneJudaism/posts/102984766504336

Tales formulaciones no son nuevas, por supuesto, en los variados intentos de los grupos mesiánicos de hacer que Yeshú se ajuste a las escrituras judías, sin embargo, los grupos mesiánicos tratan de pintarlo teológicamente. Al final es lo mismo, pero algunos son más articulados que otros. Tales formulaciones son fácilmente evaluadas por las escrituras judías;

El capítulo 37 de Ezequiel es uno de los muchos versículos de las Escrituras judías que tanto judíos como cristianos de todas las tendencias pueden estar de acuerdo en que es un pasaje mesiánico que trata sobre una futura era mesiánica[1].

Ezequiel 37 tiene muchas características comprobables empíricamente; la resurrección de entre los muertos de toda la familia de Israel (v.11), el regreso de toda la familia de Israel a la tierra de Israel (v.14, 21, 25), los detalles específicos de los dos miembros de la familia separados/naciones de toda la la familia de Israel (la Casa de Israel y la Casa de Judá) siendo reunida y unida (v.15-28) por el Eterno y el Eterno siendo el Di-s del Israel que se reincorporó (v.24, 27), Israel siendo dirigido por un Rey Siervo/Pastor (v.24), viviendo en paz (v.26), el pueblo observando las ordenanzas y decretos de el Eterno (v.24) y el Santuario eternamente presente de el Eterno entre Israel como una señal conocida y visible para que las Naciones vean que el Eterno santifica a su pueblo Israel (v.28).

Una pregunta honesta a las características comprobables empíricamente anteriores es ¿cómo se cumplieron en algún grado en Yeshú y sus seguidores afirman que él es el Mesías? En lo que parece ser un intento deliberado de evitar las afirmaciones problemáticas obvias del Nuevo Testamento de más de 300 profecías del TaNa”J (Biblia Hebrea) cumplidas por Yeshú, junto con la genealogía defectuosa de Yeshú[2]. Yeshú no puede encajar en las Escrituras judías.

Mirando con más detalle, tome por ejemplo el Santuario eternamente presente del Eterno entre Israel (Ezequiel 37:28) como una señal conocida y visible para las naciones (ver también Isaías 2:3)[3]. En la era mesiánica según Apocalipsis, sin embargo, Juan no ve la construcción de un templo:

Pero no vi en ella templo, porque el Señor Dios Todopoderoso y el Cordero son su templo. (Apocalipsis 21:22)

¡El Nuevo Testamento no tiene la construcción de un Templo en una era mesiánica futura a diferencia de Ezequiel 37:28 e Isaías 2:3!

Yeshú mismo contradice las enseñanzas de Isaías 2 y Ezequiel 37 cuando una mujer samaritana le pregunta a Yeshú cuál es el lugar correcto de adoración:

“Nuestros padres adoraron en este monte, y vosotros los judíos decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar”. Jesús le dijo: Mujer, créeme, la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. (Juan 4:20, 21)

Según la enseñanza del Nuevo Testamento en Hebreos 10, los sacrificios ya no son necesarios, ya que el autosacrificio de Yeshú de una vez por todas es para siempre y perfecciona para siempre a quienes lo aceptan[4]. Hebreos 10 añade además, que el sacrificio de animales nunca puede quitar los pecados[5]. La era mesiánica descrita en Jeremías 33:14-18 tiene una figura mesiánica (David un renuevo de justicia), una promesa cumplida a Israel y Judá que junto con Jerusalén habitará con seguridad y un Sacerdocio Levítico ofreciendo los sacrificios prescritos por la Toráh:

הִנֵּה יָמִים בָּאִים נְאֻם־יְהֹוָה וַהֲקִמֹתִי אֶת־הַדָּבָר הַטּוֹב אֲשֶׁר דִּבַּרְתִּי אֶל־בֵּית יִשְׂרָאֵל וְעַל־בֵּית יְהוּדָה׃ בַּיָּמִים הָהֵם וּבָעֵת הַהִיא אַצְמִיחַ לְדָוִד צֶמַח צְדָקָה וְעָשָׂה מִשְׁפָּט וּצְדָקָה בָּאָרֶץ׃ בַּיָּמִים הָהֵם תִּוָּשַׁע יְהוּדָה וִירוּשָׁלַ͏ִם תִּשְׁכּוֹן לָבֶטַח וְזֶה אֲשֶׁר־יִקְרָא־לָהּ יְהֹוָה  צִדְקֵנוּ׃ כִּי־כֹה אָמַר יְהֹוָה לֹא־יִכָּרֵת לְדָוִד אִישׁ יֹשֵׁב עַל־כִּסֵּא בֵית־יִשְׂרָאֵל׃ וְלַכֹּהֲנִים הַלְוִיִּם לֹא־יִכָּרֵת אִישׁ מִלְּפָנָי מַעֲלֶה עוֹלָה וּמַקְטִיר מִנְחָה וְעֹשֶׂה זֶּבַח כׇּל־הַיָּמִים׃

‘He aquí, vienen días', dice el Eterno, 'en que haré el bien que he prometido a la casa de Israel y a la casa de Judá: 'En aquellos días y en aquel tiempo haré crecer hasta David un Renuevo de justicia; El ejecutará juicio y justicia en la tierra. En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará segura. Y este es el nombre con que la llamarán: Eterno, JUSTICIA NUESTRA. “Porque así dice el Eterno: 'A David nunca le faltará varón que se siente en el trono de la casa de Israel; 'ni les faltará a los sacerdotes, los levitas, hombre para ofrecer holocaustos delante de mí, para encender ofrendas de cereal y para sacrificar continuamente.’

-Jeremías 33:14-18

Conclusión

Un judío perspicaz que sopesa todas las cosas por igual con respecto a las formulaciones misioneras para convencer a los judíos de que acepten a Yeshú, sabrá que los misioneros tienen la carga de la prueba de sus formulaciones misioneras. La carga de la prueba se establece contra los hechos empíricamente comprobables como se describen en las Escrituras judías con respecto a una era mesiánica futura. Los hechos empíricamente demostrables de la era mesiánica como se describen en las Escrituras judías contrastan marcadamente con las mismas palabras de Yeshú y los escritores del Nuevo Testamento, ¡una gran debilidad por parte del misionero con respecto a convencer a los judíos de que acepten a Yeshú! A la principal debilidad se suma un deseo emocional. El deseo emocional basado en la experiencia experiencial colectiva de Yeshú, por los creyentes de Yeshú, para hacer que Yeshú se ajuste a las Escrituras judías.

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Notas 

[1] Ver también, Isaías 2, 11, 42; 59:20, Jeremías 23, 30, 33; 48:47; 49:39, Ezequiel 38:16, Oseas 3:4-3:5, Miqueas 4, Sofonías 3:9, Zacarías 14:9, Daniel 10:14 

[2] https://www.orajhaemeth.org/2012/04/mateo-hebreo-capitulo-1-preguntas-que.html

[3] Muchos pueblos irán y dirán: “Venid, subamos al monte de Eterno, a la casa del Dios de Ya'akov; Y él nos enseñará de sus caminos, Y andaremos en sus veredas. Porque de Tziyon saldrá la ley, Y de Yerushalayim la palabra de Eterno. (Isaías 2:3)

[4] Habiendo dicho antes: Sacrificio y ofrenda, holocaustos y ofrendas por el pecado no quisisteis, ni os agradasteis (cosas que se ofrecen conforme a la ley), entonces dijo: He aquí, he venido a haz tu voluntad, oh Dios.” Quita lo primero para establecer lo segundo. En esa voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo una vez por todas. Y todo sacerdote está de pie ministrando diariamente y ofreciendo repetidamente los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados. Pero este hombre, después de haber ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, se sentó a la diestra de Dios, esperando desde entonces hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies. Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los que son santificados. 

-Hebreos 10:8-14

[5] Ibid cf 11 Porque la vida de una criatura está en la sangre, y yo os la he dado para hacer expiación por vosotros mismos en el altar; es la sangre que hace expiación por la vida de uno. Nivel 17