El Jesús griego: Apolonio de Tiana

En los antiguos manuscritos del Nuevo Testamento como el papiro “P52” correspondiente al Evangelio de Juan 18:31-33 se lee el nombre de Jesús como: ‘ΙΗΣΟΥ’.

Por otra parte, se podría pensar que en la Pseudo-Septuaginta aparece el nombre de Jesús con la Sacra Nomina con el nombre de ‘ιϲ’ (IeSou) tal como aparece en el Codex Sinaiticus folio 1r correspondiente al libro de Josué 13:1 donde se “traduce” el nombre de Yehoshúa Bin Nun (יְהוֹשֻׁעַ בִּן נוּן) como Jesús (ιϲ) tal como se lee:

· και ιϲ 

πρεϲ[β]υτεροϲ προ

βεβηκωϲ ημερω · 

και ειπεν κϲ προϲ ιν · 

ϲυ προβεβηκαϲ τω 

[η]μερων · και η γη 

ϋπολειπεται πολ

λη ει̣ϲ κληρονομιαν

Sin embargo, hemos de recordar que la Septuaginta más antigua existente data de los años 300-330 de la Era Vulgar. Tanto el א Codex Sinaiticus, como el Codex Vaticanus a pesar de su nombre “Vaticano”, esta Biblia fue el tesoro del patriarcado de Constantinopla hasta 1452.

En 1452, con el cierre de los otomanos, el libro fue enviado para su custodia en Roma quizás por el posterior "cardenal" Bessarion.

Tanto el א Codex Sinaiticus, como el Codex Vaticanus son una de las 50 Biblias ordenadas que se hicieron por mandato del emperador Constantino entre los años 331-333. Es decir, el א  Codex Sinaiticus y el Codex Vaticanus son trabajos posteriores a la época del Segundo Templo por lo que no se puede asumir que el nombre de Iesous (ιϲ) fuera un equivalente del nombre Yehoshúa. 

Durante el período helenizante, el nombre Jasón (ϊαϲονα - Ïason), es un análogo puramente griego para el nombre de Yehoshúa, parece haber sido adoptado por muchos judíos, tal como se puede leer en 1 Macabeos 8:17:

εν αυτοιϲ και επε

λεξατο ϊουδαϲ τον 

ευπολεμον υ̇ϊον 

ϊωαννου του ακ

κωϲ και ϊαϲονα 

υ̇ϊον ελεαζαρου 

και απεϲτιλεν 

αυτουϲ ειϲ ρωμη 

ϲτηϲαι φιλιαν κ(αι)

א Codex Sinaiticus folio 24b,

(Ver. I Macabeos 8:17; 12:16; 19:22; II Macabeos 1:7; 2:24; 4:7 y 26; 5:5 y 10, incluso en el Nuevo Testamento aparece tal nombre como se ve en Hechos 17:5,9; Romanos 16:21)

El nombre griego de Jasón (ϊαϲονα - Ïason) está relacionado con el verbo iasthai, sanar.

Mientras que el nombre de Ἰησοῦς (ιϲ) como nombre griego significa el que cura (de ἰάομαι), y tal nombre tendría una conexión con el nombre griego de Ἴασον (Íasou) aparece en la Odisea 18:246:

κούρη Ἰκαρίοιο, περίφρον Πηνελόπεια,

εἰ πάντες σε ἴδοιεν ἀν᾽ Ἴασον Ἄργος Ἀχαιοί,

πλέονές κε μνηστη̂ρες ἐν ὑμετέροισι δόμοισιν

ἠω̂θεν δαινύατ᾽, ἐπεὶ περίεσσι γυναικω̂ν

εἰ̂δός τε μέγεθός τε ἰδὲ φρένας ἔνδον ἐΐσας.

Ἴασον Ἄργος es un nombre que solo aparece aquí, debe denotar todo el Peloponeso, si no toda la Grecia de la época (cp. 15. 80). Es uno de los antiguos nombres geográficos que sobreviven en la tradición poética, a veces después de que se olvida su aplicación original.

Por otra parte, el nombre de Iesous (ιϲ) está relacionado con el nombre de Íasos (Ἴασος) hijo de Sfelus, líder de los atenienses, asesinado por Eneas, tal como se lee en la Íleada 15.332:  

Ἴασος αὐ̂τ᾽ ἀρχὸς μὲν Ἀθηναίων ἐτέτυκτο,

υἱὸς δὲ Σφήλοιο καλέσκετο Βουκολίδαο.

El nombre de Iesous del Nuevo Testamento tiene su raíz jónica con el nombre Íasos o Íasou, y no con el nombre Yeshúa o Yehoshúa del TaNa”J (Biblia Hebrea). 

Esto es por lo menos con el nombre de Jesús, mientras que la historia de Jesús pudo haberse inspirado en la vida del filósofo griego Apolonio de Tiana de la provincia romana de Capadocia, que vivió en el siglo I d.C., a menudo se relaciona con Jesús. Su sorprendente historia paralela a la de Jesús ha suscitado controversia entre historiadores y teólogos durante siglos.

Apolonio de Tiana (Ἀπολλώνιος ὁ Τυανεύς - אפולוניוס איש טיאנה), contemporáneo de Jesús, que vivió alrededor del año 3 antes de la Era Vulgar al 97 de la Era Vulgar y que muchas personas en ese momento creían que era una figura divina que podría salvar a la humanidad está casi borrado por la historia.

Apolonio de Tiana recibe inspiración divina.

Dominio publico

Las similitudes de Apolonio de Tiana con Jesús son innegables. Se dice que ambos ascendieron al cielo. Hay historias de ambos realizando milagros. Ambos eran maestros espirituales.

Bart Ehrman, un conocido ateo agnóstico y profesor de religión en Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, comienza su clase compartiendo esta descripción de un hombre famoso del mundo antiguo:

‘Antes de que naciera, su madre tuvo una visita del cielo que le dijo que su hijo no sería un simple mortal sino que de hecho sería divino. Su nacimiento estuvo acompañado de inusuales señales divinas en el cielo. Como adulto, dejó su hogar para participar en un ministerio de predicación itinerante. Reunió a un número de seguidores a su alrededor que se convencieron de que no era un ser humano ordinario, sino que era el Hijo de dios.

E hizo milagros para confirmarlos en sus creencias: podía sanar a los enfermos, expulsar demonios y resucitar a los muertos. Al final de su vida, despertó la oposición de las autoridades gobernantes de Roma y fue juzgado. Pero no pudieron matar su alma. Ascendió al cielo y continúa viviendo allí hasta el día de hoy. Para demostrar que siguió viviendo después de dejar su orbe terrenal, se apareció de nuevo al menos a uno de sus dudosos seguidores, quien se convenció de que, de hecho, permanece con nosotros incluso ahora. Más tarde, algunos de sus seguidores escribieron libros sobre él, y todavía podemos leer sobre él hoy.’

Ehrman, por supuesto, quiere que todos en su clase piensen que está hablando de Jesús. Pero, por desgracia, revela la impactante noticia de que no estaba hablando de Jesús en absoluto. En cambio, se refiere a Apolonio de Tiana.

Apolonio desafió a los tiranos romanos

Apolonio desafió a los tiranos más sanguinarios que jamás se hayan sentado en el trono romano: Nerón y su sucesor, Domiciano. Apolonio viajó sin miedo de un extremo al otro del Imperio Romano, incitando revoluciones contra los déspotas y estableciendo comunidades igualitarias entre sus seguidores, que llevaban el nombre de esenios, los primeros cristianos.

Y no contento con tales actividades en las provincias romanas, entró valientemente en Roma misma, después de que todos los filósofos hubieran sido expulsados ​​de la ciudad bajo pena de muerte por Domiciano.

Allí denunció abiertamente al tirano, por lo que fue arrestado y arrojado a un calabozo, esperando una muerte segura que, sin embargo, por su brillante discurso en defensa propia y sus extraordinarias facultades mentales, evitó, asegurando su libertad.

Se construyeron al menos 16 templos en honor a Apolonio de Tiana

Hoy pocos conocen a los griegos de Capadocia. En el mundo antiguo, sin embargo, el gran filósofo hizo construir algo así como 16 templos en su honor en todo el mundo mediterráneo, y posiblemente a través de Mesopotamia (Babilonia-Irak) y hasta la India. Fue un héroe mítico durante la época del Imperio Romano.

Apolonio fue un maestro carismático y hacedor de milagros que se convirtió en seguidor del maestro religioso y matemático Pitágoras y fue fuertemente influenciado por sus filosofías.

Es el pensamiento filosófico griego antiguo que separa sus creencias de Jesús.

Apolonio de Tiana creía en un Dios que era puro intelecto y enseñó a sus seguidores que la única forma de conversar con Dios era a través del intelecto. Enseñó que las oraciones y el sacrificio eran inútiles (aquí es similar a Jesús) y que Dios realmente no quería conversar con los hombres.

“Los dioses no necesitan sacrificios, entonces, ¿qué se puede hacer para complacerlos? Adquiere sabiduría, me parece, y haz todo el bien que esté a tu alcance a aquellos humanos que lo merecen”, había dicho.

Viajó por el Mediterráneo y llegó a la India como predicador, predicando su mensaje y curando a los enfermos  (aquí es similar a Jesús).

Un epigrama que se vio por primera vez en Adana en Cilicia, pero que ahora se sabe que es de Mopsouhestia, lo celebra como alguien "llamado así por Apolo" que "expiró los errores de los hombres" (ἀνθρώπων ἔσβεσεν ἀμπλακίας) y fue enviado por el cielo (o llevado al cielo ) 'para expulsar los dolores de los mortales' (ὅπως θνητῶν ἐξελάσειε πόνους) (aquí es similar a Jesús).

Milagros similares a los de Jesús realizados por el filósofo griego

La fuente más antigua y, con mucho, la más detallada es la Vida de Apolonio de Tiana, una extensa biografía novelesca escrita por el sofista ateniense Filóstrato que completó mucho después de su muerte, probablemente en los años 220 o 230 d.C.

Entre los milagros que le atribuyó Filóstrato, estaba salvar a la ciudad de Éfeso de una plaga. También se afirma que devolvió la vida a la hija de un senador romano. En un caso impidió que un seguidor se casara con una mujer que resultó ser una “lamia”, una especie de demonio disfrazado, y al hacerlo le salvó la vida.

Filostratus da a entender en una ocasión que Apolonio tenía percepción extrasensorial. Cuando el emperador Domiciano fue asesinado el 18 de septiembre de 96 d.C., se dice que Apolonio presenció el evento en Éfeso "alrededor del mediodía" del día en que sucedió en Roma, y ​​les dijo a los presentes: "Tengan ánimo, caballeros, porque el tirano ha sido asesinado este día…".

Tanto Filostratus como el renombrado historiador Cassius Dio informan de este incidente, probablemente sobre la base de una tradición oral.

Hay varios relatos de la muerte de Apolonio. En uno, fue arrestado por Septimius Severus pero desapareció de su celda y nunca más se lo volvió a ver. En otra versión, subió al cielo desde un templo en Asia Menor. En la mayoría de las historias, se afirma que desapareció alrededor de los 100 años y que todavía era joven.

Los cristianos creen que fue escrito por instrucciones de la emperatriz Julia Domna, esposa del emperador Septimio Severo y madre del sanguinario tirano Caracalla.

Creen que la emperatriz encargó la biografía de Filostratus para contrarrestar la popularidad del cristianismo. Quería fortalecer el paganismo en el Imperio y estaba preocupada por la amenaza de los cristianos. El culto a Apolonio decayó después de que Constantino hiciera del cristianismo la religión oficial del Imperio.