La tradición islámica insiste en que Muhammad es el "sello de la profecía" o el "sello de los profetas" (خاتم النبيين). Pero la tradición musulmana no fue la primera en reclamar el "sello de la profecía". El hecho de que Muhammad fuera el “último” profeta “enviado” divinamente tiene un significado teológico profundo en la tradición islámica. Sin embargo, la doctrina de Jatam al-Nabiiyn ("sello de la profecía") se menciona una vez en la Surat Al-Ajzab 33:40 se lee:
مَّا كَانَ مُحَمَّدٌ أَبَا أَحَدٍ مِّن رِّجَالِكُمْ وَلَٰكِن رَّسُولَ اللَّهِ وَخَاتَمَ النَّبِيِّينَ وَكَانَ اللَّهُ بِكُلِّ شَيْءٍ عَلِيمً
Mujámmad no es el padre de ninguno de sus hombres, sino que es el Mensajero de Di’s y el sello de los Profetas. Dios es omnisciente.
La mayoría de los musulmanes entienden que la frase "sello de los profetas" (خاتم النبيين) significa que Muhammad fue el último profeta (tal como se podría traducir al hebreo la expresión Jatam al-Nabiiyn: אחרון הנביאים). También forma la leyenda básica de que Muhammad tenía literalmente un "sello", es decir, una marca de nacimiento, entre los omóplatos. En algunas tradiciones islámicas se dice que esta marca de nacimiento tiene un rasgo más que las escrituras anteriores mencionaron en sus descripciones de un profeta futuro.
Hay pocas dudas de que la doctrina del "sello de la profecía" está bien atestiguada en el medio post-coránico. El renombrado poeta Ibn Jasán, ya que se dice que Thabit (m. 674) recitó las famosas líneas:
أغر عليه للنبوة خاتم ... من الله من نور يلوح ويشهد
(Fue engañado por la profecía con un sello ... del Dios de luz que ondeaba y testificaba)
La exégesis musulmana pasada y presente - y de todas las creencias - se asienta sobre la premisa básica de la doctrina: que no habrá ningún profeta después de Muhammad. El corpus de hadít también está lleno de declaraciones en primera y segunda persona sobre el "sello", por ejemplo:
لا نبي بعدي o أنا خاتم النبيين.
(No hay profeta después de mí, ó soy el último de los dos profetas.)
La palabra árabe ‘jatam’ sin lugar a dudas está influenciada por el arameo de Jerusalem de la palabra jatímah-חתימה-ܚܬܡܬܗ se entiende como "sellado, conclusión y finalización" (véase FV, 120-21; ver, Targum de Shir HaShirim 3:8:
וכהניא וליואי וכל שבטיא דישראל כולהון ״אחידין״ בפתגמי אוריתא דמתילן לחרבא ושקלן וטרן בהון כגברין מאלפי קרבא וכל חד וחד מנהון חתימת מילא על בשרהון הי כמא דאתחתמת בבסריה דאברהם אבוהון ומתגברין בה כגבר דחרבא חגירא על ירכיה ובגין כין ״לא״ דחלין מן מזיקיא וטלני דאזלין בליליא
Y los sacerdotes y los levitas, y todas las tribus de Israel, todos ellos se distinguen en las palabras de la Oraita (Torah) (que se compara con una espada) y la blandieron y la giraron entre sí, como héroes experimentados en la guerra; y todos y cada uno de ellos tienen el sello (jatímah) de la circuncisión en su carne, así como la carne de Abraham su padre fue sellada, y se fortalecen con ella como un héroe cuya espada se ciñe en el muslo. Y por eso no temen a los demonios ni a las sombras que merodean por la noche.).
Jarl E. Fossum en “The Apostle Concept in the Qur´an and Pre-Islamic Near Eastern Literature” (151-52) señala que en un texto samaritano del siglo III d. C, el cual dice: Mosheh es llamado "apóstol de Dios" y "sello de los profetas". Pareciera que los primeros musulmanes oyeron de la comunidad judía siria sobre las palabras וּלְהָתֵ֤ם חטאות ,חַטָּאת֙ de Daniel 9:24 y de ahí entendieron sobre la palabra خاتم.
Sobre la descripción de Muhammad como el "sello de los profetas", el Tafsir al Jalālayn de Jalal ad-Din al-Majalí anticipa el problema de que Yeshu (según la creencia islámica) volverá a tierra después de Muhammad:
"Dios tiene conocimiento de todas las cosas, entre ellas el hecho de que no habrá profeta después de él, e incluso cuando el señor Yeshu descienda [al final de los días] gobernará de acuerdo con su ley [de Muhammad]”.
(Ver. Said, G. (2018). The Quran and The Bible, Text and Commentary. USA: Yale University. p. 646.)
Pero la tradición musulmana no fue la primera en reclamar el "sello de la profecía". El hecho de que Muhammad fuera el último “profet”a enviado divinamente tiene un significado teológico profundo en la tradición islámica. Sin embargo, como hemos mencionado la doctrina de Jatam al-Nabiiyn ("sello de la profecía") se menciona una vez en el Corán (33.40). Antes de la creación del Corán, a Muhammad se le consideraba como un mero ‘guía’ tal como menciona Yohanan bar Penkaye en su Ktaba d-Resh Melle (finales del séptimo) describe a Muhammad como un “ta’ara’a” guía / maestro y describe el castigo para aquellos que hicieron a la ligera su ley-gentil (namusaw). Una de las primeras referencias históricas de Muhammad.
Incluso, la vinculación del Islam con el arrianismo no tiene nada de novedoso. Se encuentra ya registrada en el primer comentarista cristiano del Islam, Yuhanna ibn Mansur ibn Saryun (m. 749), conocido como Juan Damasceno, a través de la conocida historia de la relación entre Muhammad y Bahira, a quien el citado autor menciona como «un monje arriano», sin citar su nombre, el cual habría puesto en contacto al futuro profeta con las escrituras cristianas. El arrianismo fue una versión del cristianismo condenada en el I Concilio Ecuménico de la ciudad de Nicea en el año 325. El conflicto religioso entre cristianos arrianos (unitarios) y católicos (trinitarios), consecuencia de las polémicas teológicas desarrolladas en torno a la personalidad de Yeshu en el contexto de los tres primeros siglos del cristianismo. Este conflicto tuvo un punto de inflexión en 325, cuando se celebró en la ciudad anatolia de Nicea (actual Iznik) el célebre primer concilio ecuménico de la Iglesia. Bajo el impulso del emperador romano Constantino, el arrianismo fue rechazado, imponiéndose como dogma oficial de la Iglesia la consustancialidad entre el Padre y el Hijo. Por un lado, “no existían tantas diferencias entre el islam y el cristianismo, pues ambos, en gran parte, bebían en fuentes comunes”. Así pues, Muhammad no fundó ninguna religión, siendo un simple reformador, “un protestante dogmático, al estilo de Lutero» que «había reunido en una doctrina sencilla y unitaria los más diversos conceptos que pululaban en aquel entonces”. (Ver. Garcia, A. (2013). La conquista islámica de la península ibérica y la tergiversación del pasado, Del catastrofismo al negacionismo. España: Marcial Pons Ediciones de Historia.).
U otra referencia, es la que proporciona el docto Jajam andalusí, R' Yehudah HaLevi (יהודה הלוי أبو الحسن يهوذا اللاوي Abu Al-Ḥasan Yahuḏa Ibn al-Lawi) en su obra Sefer HaCuzary (ספר הכוזרי) o conocido también con el nombre de كتاب الرد والدليل في الدين الذليل (כתאב אלרד ואלדליל פי אלדין אלד'ליל-Kitab al-rdd walddalil fi al-din al-dh'dhllil: Libro de la prueba y la demostración en la defensa de la religión menospreciada) en donde declara en el Discurso Cuarto, 11 donde se refiere a Muhammad como un mutafalsifin fi-janib Allah ומתפלספין פי גאנב אללה (متفلسفين في جانب الله-Filosofo del lado de Di"s). De esta forma, “Muhammad no abre ningún horizonte al pensamiento humano», siendo su papel el de mero «catalizador» entre el cristianismo arriano y la “nueva fe”. Es decir, que su labor se había limitado a reunir en una doctrina sencilla «los más diversos conceptos que pululaban en aquel entonces”. (Garcia, A. (2013), La conquista islámica de la península ibérica. p. 68.)
Pero las cosas dan un giro aún más interesante cuando nos acercamos a las doxografías y herejías musulmanas medievales. En su obra monumental ‘الاثار الباقية عن القرون الخالية’ (Los signos restantes de los siglos pasados) al-Biruní (m. 1050) agrega un giro al debate. al-Biruní cita a Mani diciendo:
"De vez en cuando, la sabiduría y las obras han sido traídas a la humanidad por mensajeros de Dios. Así que en una época fueron traídas por el mensajero llamado Buda a la India. En otra por Zaradushta a Persia, otro de Ieshu a Occidente.
[Maní continúa:
"entonces esta revelación ha llegado, esta profecía en esta última era a través de mí, Maní, el mensajero del Dios de la Verdad a Babilonia". Luego Biruní agrega: "Maní dice que él es el Paráclito anunciado por el Mesías, y que es el sello de los profetas".
¿Al-Biruní cita literalmente la última parte de la copia del Shapuragán que tenía? ¿O interpola la parte sobre el "sello de los profetas" como sugiere Guy Gedalyah Stroumsa?
Citando otras doxografías y herejías musulmanas medievales, Stroumsa argumenta que la doctrina del "sello de la profecía" es anterior al Islam y encontró apoyo entre los maniqueos en la antigüedad tardía y en la era ʿAbbasid.
Quizás la presencia de líderes maniqueos como Yazdanbajt en el ʿAbbasid iraquí declarando abiertamente su creencia en que Maní es el sello de los profetas llevó a las autoridades musulmanas a renovar sus teorías de la profecía para enfatizar que la finalidad de la revelación terminó con Muhammad.
Esto ya lo habían hecho los cristianos respecto con Yeshu. Por ejemplo, Tertuliano (en su Adversus Judacos, 8:11) argumenta que Daniel 9:24 se refiere proféticamente a Yeshu, quien confirmaría y pondría fin a todas las" visiones y profecías":
“Y así, ya que la profecía ha se ha cumplido a través de Su advenimiento, es decir, a través de la natividad, que hemos conmemorado anteriormente, y la pasión, que evidentemente hemos explicado, esa es la razón por la que Daniel dijo: "La visión y el profeta fueron sellados; "porque Cristo es el" sello "de todos los profetas, cumpliendo todo lo que en los días pasados se había anunciado acerca de Él: porque, desde su advenimiento y pasión personal, ya no hay" visión "o" profeta "; cuando más enfáticamente dice que su advenimiento "sella la visión y la profecía"”.
Al igual que los trabajos de Agustín de Hipona y otros cristianos de la antigüedad tardía para refutar la doctrina de los maniqueos, y de los judíos, los musulmanes escribieron polémicas similares a partir del período ʿAbbasid, pero con un énfasis adicional en la doctrina de que la profecía divina fue sellada por Muhammad.
Lamentablemente, tanto cristianos, maniqueos y musulmanes empezaron todo este desastre teologico en aras de monopolizar una mala traducción de Daniel 9:24.
Daniel 9:24 hace que el ángel Gavriel le hable a Daniel para "consumar purificación (por medio del korban Jatat) חַטָּאָה (Ver. Shemot 29:33; Ezra 6:17) de la ofensa y para poner fin y expiar sus transgresiones" tal como se lee:
שָׁבֻעִ֨ים שִׁבְעִ֜ים נֶחְתַּ֥ךְ עַֽל־עַמְּךָ֣ ׀ וְעַל־עִ֣יר קָדְשֶׁ֗ךָ לְכַלֵּ֨א הַפֶּ֜שַׁע ולחתם [וּלְהָתֵ֤ם] חטאות [חַטָּאת֙] וּלְכַפֵּ֣ר עָוֺ֔ן וּלְהָבִ֖יא צֶ֣דֶק עֹֽלָמִ֑ים וְלַחְתֹּם֙ חָז֣וֹן וְנָבִ֔יא וְלִמְשֹׁ֖חַ קֹ֥דֶשׁ קָֽדָשִֽׁים׃
Setenta y siete [es decir, 490 años] han sido decretados sobre tu pueblo y sobre tu ciudad santa [(desde la destrucción del primer templo en los días de Tzidkiyahu hasta la destrucción del segundo templo - setenta años en el exilio en Babilonia y cuatrocientos veinte en el segundo Templo -)], para consumar [purificación de] la ofensa y para poner fin y expiar [sus] transgresiones [(en el exilio de Tito y en la subyugación)], a fin de traer la justicia eterna y consumar [la cargas de] visión y profeta, y para ungir el lugar santísimo [(el arca, los altares y los vasos sagrados, que les traerá el rey, el Mesías)].
-Traducción Los Ketuvim con Rashi por el rabino Shraga Silverstein.
Esta era una habitación en el templo. Una sala de verdad. Daniel está hablando de una habitación, no de una persona. Esto no tiene nada que ver con Yeshu o con Muhammad.
Incluso, hasta en la literatura judeo-cristiana en árabe como lo es el Tathbit de Abd’ Al-Jabbar se lee que en el Evangelio Original nunca se le trató de vincular a Yeshu con alguna profecía, tal como se lee en el folio 72a:
فقر رأيهم على أن يبنوا إنجية ، وقالوا : التوراة الوراة والد الأنبياء وواريخ أعمارهم ، فتبني الإنجيل على ذلك . ا ويذكر كل واد يا ما حظه من ألفاظ الإنجيل ، وما تحدث به النصارى عن المسيح » ؛ فكب قوم إنجي " . " ثم أتي أناجيل ، وسقط عنهم
Llegaron (los romanos y cristianos) a la opinión de que producirían un Evangelio, diciendo: “La Toráh (consiste) solo de (narrativas que involucran de) genealogías de los profetas e historias (tawarikh) de sus vidas". Construiremos (nabni) un Evangelio (Injil) en consecuencia. Que cada uno de nosotros mencione lo que ha memorizado de las formulaciones del Injil y de lo que los cristianos dirían sobre Yeshu”.
Tathbit 72a, Cf. Gabriel Said Reynolds & Samir Khalil Samir. (2010). Abd al-Jabbar, Critique of Christian Origins. USA: Brigham Young University Press. 3:74-75. p. 94.
Aquella creencia de relacionar el pasaje de Daniel 9:24-26 como una supuesta profecía es una mera falacia tardía. Probablemente, una buena traducción en su momento habría evitado que tanto Yeshu en Juan 14:16-17 hubiera ideado la aberración del concepto del Parakleto (παρακλητον), o los cristianos al mal traducir (y entender) la palabra ‘חְתֹּם֙’ de Daniel 9:24 se hubiera evitado que lo relacionaran con Yeshu, o los maniqueos con Mani, y por último los musulmanes quienes trataron de vincular a Muhammad con esta palabra.
Por último, les compartimos la siguiente traducción del capítulo 9 del libro de Daniel:
[1] En el primer año de Darío, hijo de Ajashverosh de la simiente de Madai, que fue coronado sobre el reino de los Kasdim [(a la muerte de Belsasar],
[2] En el primer año de su reinado, yo Daniel, consideré las cuentas del número de años [(para la redención del exilio babilónico)], de los cuales el Señor habló con el profeta Jeremías [a saber. Jeremías 29:10 ], [(que la redención tendrá lugar)] al término de setenta años de [la ascendencia de Bavel] sobre las ruinas de Jerusalén.
[3] Y puse mi rostro hacia el Di-s el Señ-r para buscar [interceder con] oración y súplicas; con ayuno, saco y cenizas.
[4] Y recé al Señor mi Di-s, e hice una confesión [(por el pecado de mi pueblo)]. Y dije:
Te suplico, mi Señor, el gran e impresionante Di-s, guardián del pacto y de la misericordia para sus amantes y para los guardianes de sus mitzvot.
[5] Hemos pecado, transgredido, hecho el mal, rebelado y apartado de tus mitzvot y de tus juicios.
[6] Y no prestamos atención a tus siervos, los profetas, que hablaron en tu nombre a nuestros reyes, nuestros líderes y nuestros padres, y a toda la gente de la tierra.
[7] Tuya, oh Señor, es la justicia [es decir, tienes razón en los juicios y los castigos que nos has impuesto], y la nuestra es la vergüenza [es decir, es apropiado que nos avergoncemos de lo que está sucediendo en nosotros], como [vemos] este día - [(lo que está sucediendo)] a los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén y a todo Israel, cerca y lejos, en todas las tierras donde los arrojaste por su infidelidad hacia ti.
[8] Oh Señor, la nuestra es la cara de vergüenza, para nuestros reyes, para nuestros líderes y para nuestros padres, (por) lo que hemos pecado contra ti.
[9] Las misericordias y los indultos deben atribuirse al Señor nuestro Di-s [(por no habernos destruido)], porque nos hemos rebelado contra Él.
[10] Y no prestamos atención a la voz del Señor nuestro Dios para caminar en sus enseñanzas que puso ante nosotros de la mano de sus siervos, los profetas.
[11] Y todo Israel transgredió Tu Torá y se volvió, sin prestar atención a Tu voz, y allí nos alcanzó la maldición y el juramento escrito en la Torá de Mosheh, el siervo de Di-s. [ver. Vaicra/Levítico 26:14 , etc.]
[12] Y cumplió su palabra que dijo acerca de nosotros y de nuestros jueces que nos juzgaron, para traernos un gran mal, que no había sido forjado bajo todos los cielos, como ha sido forjado en Jerusalén.
[13] Como está escrito en la Toráh de Mosheh, todo este mal ha venido sobre nosotros. Y no suplicamos al Señor que nos [ayudara] a arrepentirnos de nuestras transgresiones y a hacernos sabios en Tu verdad.
[14] Y el Señor se apresuró con el mal y lo trajo sobre nosotros. Para el Señor, nuestro Di-s es justo en todos sus actos que realiza, pero no escuchamos su voz.
[15] Y ahora, oh Señor, nuestro Di-s, que sacó a tu pueblo de la tierra de Mitzraim (Egipto) con mano fuerte, e hizo para ti un [gran] nombre a partir de este día, [confesamos que] hemos pecado [y] hemos hecho el mal.
[16] Oh Señor, en toda tu justicia, aparta tu ira y tu ira de tu ciudad, Jerusalén, tu santo monte. Porque en nuestros pecados y en las transgresiones de nuestro padre, Jerusalén y tu pueblo se han convertido en un [blanco de] insulto para todos los que nos rodean.
[17] Y ahora, escucha Di-s nuestro, la oración de Tu siervo y sus súplicas, y haz que Tu rostro brille sobre Tu desolado Templo, por el bien de [el nombre de] "El Señor", [(que está vinculado con Tu Templo, a saber. [ Éxodo 15:17 ])].
[18] Inclina, oh Dios, tu oído, y escucha; abre tus ojos y mira nuestra desolación y la ciudad sobre la cual se llama tu Nombre. Porque no sobre nuestra justicia ponemos nuestras súplicas delante de ti, sino sobre tus muchas misericordias.
[19] Oh Señor, escucha [nuestras súplicas]; Oh Señor, perdona [nuestros pecados]; Oh Señor, escucha [nuestros gritos] y haz [lo que te rogamos]; No se demore. Para ti, mi Dios. porque tu Nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.
[20] Y mientras todavía hablaba y oraba y confesaba mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y presentaba mi queja ante el Señor mi Dios por la montaña del Templo de mi Dios,
[21] Y mientras aún hablaba en oración, el hombre, Gavriel, a quien había visto en la visión al principio [(en los días de Belsasar)], vino volando (y) me tocó en el momento de la oblación de la tarde (minjat-ereb).
[22] Y él me hizo entender, y habló conmigo. Y él dijo:
Ahora he salido a enseñarte comprensión (binah).
[23] Al comienzo de sus súplicas, la palabra [de verdad] salió [del Etern-o], y he venido a decírselo, porque usted es deseable [al Etern-o]. Y considere la cosa y entienda la visión (bamareh) [[siguiente:]]
[24] Setenta y siete [es decir, 490 años] han sido decretados sobre tu pueblo y sobre tu ciudad santa [(desde la destrucción del primer templo en los días de Tzidkiyahu hasta la destrucción del segundo templo - setenta años en el exilio en Babilonia y cuatrocientos veinte en el segundo Templo -)], para consumar [purificación de] la ofensa y para poner fin y expiar [sus] transgresiones [(en el exilio de Tito y en la subyugación)], a fin de traer la justicia eterna y consumar [la cargas de] visión y profeta, y para ungir el lugar santísimo [(el arca, los altares y los vasos sagrados, que les traerá el rey, el Mesías)].
[25] Y sepa y entienda de esta palabra que ha salido, para restaurar y reconstruir Jerusalén. [Desde la destrucción del primer Templo] hasta la venida del príncipe ungido [(Koresh, rey de Paras [ver. Isaías 45: 1 ])] habrá siete semanas [es decir, transcurrirán siete períodos shemitah]. Y en sesenta y dos semanas [(434 años)], [la ciudad] será restaurada y reconstruida, con sus calles y sus atrincheramientos. Y serán tiempos difíciles [(en subordinación a los reyes de Paras)].
[26] Y después de las sesenta y dos semanas, el ungido [(Agripa, rey de Judá, que reinó en el momento de la destrucción)] será cortado [más no muerto] y no será. Y la ciudad y el Templo serán destruidos por la gente [es decir, las legiones] del príncipe [(Tito)] que viene [contra ellos]. Y su fin [será] ser barrido [(por el Mesías)], y hasta el final de la guerra [(de Gog y Magog, la ciudad será una trinchera de desolación)]. (Ver Comentario de Rash"i: יכרת משיח. יהרג אגריפס מלך יהודה שהי' מושל בימי החורבן: Malbim: יכרת משיח ואין לו, שהמלך האחרון שהוא אגריפס נהרג ברומי, וכן הכ"ג האחרון נהרג ולא היה לו עוד מלך וכ"ג מעמו; Metzudat David: יכרת משיח. זה אגריפס המלך אשר יומת בעת החורבן)
[27] Y él [(Tito)] forjará un pacto [de paz] con los jefes [de Israel] por un período de siete años]; pero en la mitad de esos siete abolirá el sacrificio y la ofrenda vegetal [ver 8:25]. Y en el apogeo de las abominaciones, [colocará] la cosa detestable [ofensa" (idolatría, a ver, 8:13 y T.B, Ta’anit 28b)]. Y esto, [(el dominio de la abominación perdurará)] hasta [los días del Mesías, cuando] la destrucción completa descenderá sobre el pueblo asolado [es decir, sobre la idolatría y sus adoradores].
Traducción, Los Ketuvim con Rashi por el rabino Shraga Silverstein.
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