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4/02/2019

¿Los primeros seguidores de Yeshú eran violadores y prostitutas? ¿Qué dice el Evangelio Hebreo de Mateo?

BS"D



El análisis de las fuentes judías medievales revela una caracterización particular de los seguidores de Yeshú, especialmente en el Toldot Yeshu, donde se emplea con notable frecuencia el término ‘pritzim’ (פריצים) para referirse a sus discípulos y seguidores. Esta denominación, cuyo significado literal es ‘violadores’ aparece con una distribución variable en diferentes manuscritos históricos, evidenciando su importancia en la literatura polémica judía medieval.

Un análisis cuantitativo de las apariciones del término en los principales manuscritos revela patrones significativos en la literatura tradicional. El Manuscrito Ya'acov Huldreich contiene 23 menciones, el Manuscrito Strasbourg presenta 14 ocurrencias, el Manuscrito Vindobona exhibe la mayor frecuencia con 31 apariciones, mientras que el Vienna n°54 y el Manuscrito Leyden muestran una presencia más modesta con 2 y 3 menciones respectivamente. Esta distribución desigual sugiere diferentes énfasis polémicos según la tradición manuscrita.

La presencia del término en el Evangelio Hebreo de Mateo merece especial atención, encontrándose en ocho pasajes específicos (9:10, 9:11, 11:19, 21:13, 21:31, 21:32, 22:11 y 27:2).

Mt Hb. cap 38:11, folio 141, alusión a los 'הפריצים'. 

Es significativo notar que esta terminología está ausente en los evangelios canónicos griegos, donde el término más cercano que se encuentra es Βιασται (Biastaí), como se evidencia en el Codex Sinaiticus, específicamente en Mateo 11:12:

 

απο δε των ημερω
ϊωαννου του βα
πτιϲτου εωϲ αρτι
η βαϲιλια των ου
ρανων βιαζετε κ(αι)
βιαζετε αρπαζου
ϲιν αυτην
Pero desde los días de Iohanu el que sumerge hasta ahora, el reino de los cielos es tomado por la fuerza, y los violadores (βιαζετε) se apoderan de él con entusiasmo.
-Mt. 11:12, folio 205b .

Sin embargo, es crucial señalar que en este contexto, el término no se aplica específicamente a los discípulos de Yeshú.

La comprensión del término ‘pritzim’ en la literatura rabínica tradicional ofrece un rico contexto interpretativo. En el Targum de Yejezkel 7:22, el término se equipara con רַשִׁיעִין (malvados). Esta interpretación se expande en el Talmud Bavli, donde en Avoda Zarah 52b, según la interpretación de Steinsaltz, los פריצים se asocian con gentiles idólatras que profanan objetos sagrados:

אמר רב פפא: אין משם סיוע לשאלה האם קונסים חכמים ואוסרים לשמש בכלי שרת שעשו בהם איסור, שכן התם [שם] בענין זה קרא אשכח ודרש [מקרא מצאו ודרשו] שהמזבח נתחלל מקדושתו, ולכן נאסר, דכתיב [שנאמר]: "ובאו בה פריצים וחללוה" (יחזקאל ז, כב), שכיון שנכנסו לשם הגוים חיללו את הקדושה שהיתה במזבח, וכיון שהפך לחולין נאסרו אבניו אף להדיוט כשנשתמשו בהם לעבודה זרה. ומדוע גנזום?

Dijo Rav Papa: No hay apoyo (para derivar) de ahí (sobre) la cuestión de si los sabios imponen multas y prohíben el uso de utensilios sagrados con los que se cometió una transgresión, ya que allí en ese asunto encontraron un versículo y lo interpretaron (para determinar) que el altar perdió su santidad y por eso fue prohibido, como está escrito: ‘Y entrarán en ella los pritzim y la profanarán’ (Ezequiel 7:22), pues cuando los gentiles entraron allí profanaron la santidad que había en el altar, y una vez que se volvió profano, sus piedras quedaron prohibidas incluso para uso común cuando fueron utilizadas para la idolatría. ¿Y por qué las guardaron (las piedras)?

-Steinsaltz sobre Avoda Zarah 52b.

Por su parte, Kidushin 71a los identifica como individuos irreverentes que utilizaban el Nombre Divino sin el debido respeto: 

תָּנוּ רַבָּנַן בָּרִאשׁוֹנָה שֵׁם בֶּן שְׁתֵּים עֶשְׂרֵה אוֹתִיּוֹת הָיוּ מוֹסְרִין אוֹתוֹ לְכׇל אָדָם מִשֶּׁרַבּוּ הַפָּרִיצִים – הָיוּ מוֹסְרִים אוֹתוֹ לִצְנוּעִים שֶׁבַּכְּהוּנָּה וְהַצְּנוּעִים שֶׁבַּכְּהוּנָּה מַבְלִיעִים אוֹתוֹ בִּנְעִימַת אֲחֵיהֶם הַכֹּהֲנִים תַּנְיָא אָמַר רַבִּי טַרְפוֹן פַּעַם אַחַת עָלִיתִי אַחַר אֲחִי אִמִּי לַדּוּכָן וְהִטֵּיתִי אָזְנִי אֵצֶל כֹּהֵן גָּדוֹל וְשָׁמַעְתִּי שֶׁהִבְלִיעַ שֵׁם בִּנְעִימַת אֶחָיו הַכֹּהֲנִים

Enseñaron nuestros rabinos: Al principio, un Nombre (divino) de doce letras era transmitido a toda persona. Cuando aumentaron los pritzim, lo transmitían (solo) a los más discretos entre los sacerdotes, y los discretos entre los sacerdotes lo pronunciaban quedamente durante el canto melodioso de sus hermanos sacerdotes. Fue enseñado: Dijo Rabí Tarfón: ‘Una vez subí tras mi tío materno al estrado (donde bendicen los sacerdotes) e incliné mi oído hacia el Sumo Sacerdote, y escuché que pronunció el Nombre (divino) quedamente durante el canto melodioso de sus hermanos sacerdotes’.

Mientras que Nedarim 62a los vincula con actividades de hurto y rapiña. 

El místico andalusí Rabeinu Bajya Ibn Pakuda, en su obra Jovot HaLevavot 3:24, proporciona una caracterización más detallada de los פריצים. Los describe como individuos que aparentan confiar en Dios mientras lo traicionan, caracterizándolos por su carencia de intelecto y comprensión adecuados. También señala su participación en actividades moralmente reprochables como el robo, la adulación y el engaño, añadiendo a esta lista el adulterio, el perjurio, la realización de ofrendas idólatras y el seguimiento de deidades ajenas.

El texto de Shem Tob establece una conexión directa entre Yeshú y los pritzim, una asociación que encuentra eco en fuentes externas como Celso, quien menciona la presencia de marineros en su séquito (Orígenes, Contra Celsum 1:62, 2:46, tal como se lee:

Μετὰ ταῦτα δ' ἐπεὶ μηδὲ τὸν ἀριθμὸν τῶν ἀποστόλων ἐπιστάμενος δέκα εἶπεν ἢ ἕνδεκά τινας ἐξαρτησάμενον τὸν Ἰησοῦν ἑαυτῷ ἐπιρρήτους ἀνθρώπους, τελώνας καὶ ναύτας τοὺς πονηροτάτους, μετὰ τούτων τῇδε κἀκεῖσε αὐτὸν ἀποδεδρακέναι, αἰσχρῶς καὶ γλίσχρως τροφὰς συνάγοντα

(Traducción: Después de esto, puesto que ni siquiera conocía el número de los apóstoles dijo que Yeshú había reunido para sí diez u once hombres infames, publicanos y marineros, los más depravados, y que con ellos había huido de un lado a otro, reuniendo el sustento de manera vergonzosa y mezquina.)

ὁ λέγων παρὰ τῷ Κέλσῳ Ἰουδαῖος ὅτι παρὼν δέκα ναύτας καὶ τελώνας τοὺς ἐξωλεστάτους μόνους εἷλε καὶ οὐδὲ τούτους ἅπαντας…Εἰ ζῶν μὲν αὐτὸς μηδένα ἔπεισεν, ἀποθανόντος δ' αὐτοῦ πείθουσιν οἱ βουλόμενοι τοσούτους…

(Traducción: ‘...el judío que dice en Celso que ‘estando presente [Yeshú], reunió solo a diez marineros y recaudadores de impuestos, los más depravados, y ni siquiera a todos estos’...Si mientras vivía no persuadió a nadie, pero después de su muerte los que quieren persuaden a tantos…’)

Un análisis filológico pormenorizado demuestra una significativa correlación semántica entre el término griego ἐξωλεστάτους (exōlestatous) utilizado en el Contra Celsum y la designación פריצים (pritzim) que emerge en la literatura polémica judía posterior. La caracterización despectiva que presenta la fuente judía citada por Celso, al catalogar a los primeros seguidores de Yeshú como ἐξωλεστάτους (superlativo que específicamente connota “los más corrompidos en materia sexual” o “los más moralmente degradados”, con particular énfasis en la transgresión sexual), establece un paralelo lingüístico y conceptual inequívoco con el posterior empleo del término פריצים en el Evangelio Hebreo de Mateo y en los escritos medievales. Esta correspondencia adquiere mayor relevancia al observar que el campo semántico del vocablo griego, con sus pronunciadas connotaciones de depravación sexual, encuentra una resonancia más precisa en términos hebreos como זימה (zimah) o מזוהמים (mezuhamim), que comparten esta específica acentuación en la impureza sexual. La raíz hebrea פרץ, que denota fundamentalmente una ruptura o violación del orden establecido, se alinea conceptualmente con esta caracterización, evidenciando una convergencia léxica que difícilmente puede considerarse fortuita, dado que ambos términos operan en un campo semántico que enfatiza la transgresión moral y social. Particularmente reveladora resulta la descripción en Contra Celsum de estos seguidores como ναύτας καὶ τελώνας (marineros y recaudadores de impuestos) categorizados como 'ἐξωλεστάτους', que encuentra su eco en el uso posterior de פריצים en el Evangelio Hebreo de Mateo, especialmente en aquellos pasajes que detallan las asociaciones de Yeshú con grupos marginados socialmente. Esta referencia específica a los marineros (ναύτας) como un grupo caracterizado por su depravación (ἐξωλεστάτους) cobra especial relevancia cuando se examina en paralelo con los marineros idólatras mencionados en Yonah 1:5, según las interpretaciones rabínicas clásicas de RaSh"I, Metzudat David y Malbim, estableciendo así una continuidad discursiva en la tradición polémica judía que se extiende desde el siglo II EC, época de Celso, hasta el período medieval en la caracterización de los primeros discípulos.

Por tanto, la composición del círculo de seguidores de Yeshú, según las fuentes, incluía prostitutas, como se referencia en Mateo 90, 92, 93, y 107. Shem Tob, en su comentario sobre Mateo, caracteriza a sus discípulos como “hombres de fe frágil” (קלי האמונה), incluyendo pescadores y pastores de modesta condición social, según se registra en Shem Tob en Even Bojan, Sha’ar Alef, Perek 12.

R’ Shem Tob Ibn Shaprut argumenta que fue sobre estos seguidores que Yeshú construyó su doctrina y nueva religión, estableciendo un marcado contraste con la elevación profética experimentada por el pueblo de Israel en el Sinaí. Esta distinción fundamental subraya la naturaleza polémica de la literatura medieval judía en su caracterización de los orígenes del cristianismo y sus primeros adherentes. La caracterización de los seguidores de Yeshú como pritzim en estas fuentes refleja no solo una categorización social, sino también una evaluación teológica y moral profunda desde la perspectiva del judaísmo medieval:

שמעמד הר סיני היה מפורסם לעין העם, שהיו בהם שש מאות

אלף אנשים בעלי שכל רערמה, לא היו קלי האמונה, עד שאתה רואה כמה פעמים רצו לחלוק על משה. וקומו לו על ידי משה כמה אותות ונפלאות עצמו מספר השמע עם שיהודי אחד במקלו ותדמילו ילחם עם מלך גדול  וחזק מאד בארצו בתיך ביתו בפרהסיא, ולא בהחבא לעיני כל עבדיו שהיו בהם כמה חכמים גדולים, כאשר ראית כמה פעמים השבו לעשות באותות משה דכתיב, ויעשו החרטומים גם הם בלטיהם. והכה אותו במיני מכות משונות ועל כרחו הוציאו מתחת ידו, ששים רבוא אנשים, לבד הנשים והסף, וינצלו אותם בלא חיל ובלא כח כי אם ברוח ה' עליו, ואחר בקיעת ים סוף ועמודי אש וענני כבוד וירידת המן והוצאת מצור החלמיש מים.ואחר זן וספק צרכיהם במדבר ארבעים שנה, ארץ ציה לא זרועה. וכמה ניסים ונפלאות אחרות אין מספר. היתכן זה כי אם ברוח ה' עליו?

ואם נפשך ממאנת ואומרת שזה היה בחכמת משה לא מהאל, חלילה הנה עשית למשה יותר גדול ממה שהיה, באשר כח בו לפעול אלו הפעולות העצומות. ואם כן, כל שכן שיש להאמין במצותו והנהגתו ועדותו שאדם גדול בזה ראוי לכל אדם להאמין בו

“La revelación del monte Sinaí fue pública, a los ojos del pueblo: seiscientos mil hombres en la madurez y con entendimiento, no inclinados a creer cualquier cosa por las veces que quisieron separarse de Mosheh. Pero, ¡con cuántos milagros la anticipó Mosheh! Cuéntelos quién lo sepa, comenzando porque un solo judío, con su bastón, luchó contra un rey grande y poderoso en su tierra, dentro de su casa, públicamente, no en secreto, a la vista de todos sus siervos, entre ellos grandes sabios como escuchaste algunas veces: “los adivinos egipcios hicieron lo mismo con sus sortilegios” (Shemot / Éxodo 7:22). Y le hirió con distintas plagas, de modo que (el Faraón) los expulsó de su reinado a la fuerza: seiscientos mil hombres, aparte de mujeres y niños. Y los salvó sin ejército y sin uso de la fuerza, sólo con la posesión de la inspiración del Eterno (b’ruaj Adona-y); después el hendirse (en dos) el mar juncos (yam suf o “Mar Rojo”) y la columna de fuego y la nube de su gloria, la bajada del Maná, y la fuente manando de la roca de pedernal, la recogida de alimento y la dificultad de estar cuarenta años en el desierto, tierra seca y yerma: ¡cuántos prodigios y signos posteriores, sin cuerpo! ¿Acaso no fue posible todo esto gracias a que la inspiración del Eterno estaba sobre él? Sí tú mismo confiesas y admites que esto se realizó por la sabiduría de Mosheh, no de Di”s (¡Di-s nos libre): en verdad hiciste a Mosheh más grande de o que fué; y si tenía fuerza para realizar estas maravillas de potencia: ¡cuánto más habrá que creer en sus preceptos, normas y testimonios! Pues si fue un hombre extraordinario en aquello es lógico que todo hombre confíe en él...”

Por tanto, la tradición oral pre-Toldot Yeshú probablemente presentaba un retrato marcadamente diferente de los primeros seguidores de Yeshú, caracterizado por una complejidad sociológica y una crudeza narrativa que las posteriores tradiciones, tanto cristianas como judías, suavizaron considerablemente. El núcleo de esta tradición oral parece haber estado centrado en las zonas portuarias de Galilea, donde las tensiones entre diferentes grupos sociales y económicos eran particularmente agudas. Los testimonios preservados por Celso, junto con las referencias dispersas en la literatura rabínica temprana, sugieren que el movimiento inicial de Yeshú encontró su base principal en los márgenes más turbulentos de la sociedad judía del siglo I.

La caracterización de sus seguidores como פריצים (pritzim), מזוהמים (mezuhamim) y ἐξωλεστάτους (exōlestatous) no era simplemente una etiqueta polémica, sino que reflejaba una realidad social específica: el movimiento atraía principalmente a individuos que operaban en los límites de la legalidad dentro del sistema económico portuario. Los marineros (ναύτας) mencionados por Celso no eran simples pescadores idealizados, como los presentan los evangelios, sino más bien parte de las redes de contrabando que operaban en los puertos galileos, frecuentemente involucrados en el comercio ilícito con ciudades fenicias. La tradición oral probablemente contenía historias específicas sobre cómo estos marineros utilizaban sus rutas comerciales para difundir las enseñanzas de Yeshú, mezclando actividades misioneras con operaciones comerciales de dudosa legalidad.

Las prostitutas mencionadas en las fuentes no eran simplemente “mujeres caídas” en busca de redención, sino que formaban parte de una compleja red de establecimientos portuarios que servían como puntos de encuentro para diversos grupos marginales. La tradición oral probablemente incluía narrativas sobre cómo estos establecimientos se convirtieron en los primeros lugares de reunión del movimiento, donde las distinciones entre rituales religiosos y actividades comerciales se difuminaban peligrosamente. Los publicanos, por su parte, no eran simples recaudadores de impuestos, sino figuras clave en redes de protección que operaban en los puertos, utilizando su posición oficial para facilitar diversas actividades ilícitas.

La designación de estos seguidores como מזוהמים (mezuhamim) sugiere que la impureza atribuida a ellos no era meramente ritual, sino que estaba vinculada a prácticas específicas que la tradición oral habría detallado: rituales sincréticos que incorporaban elementos de cultos mistéricos portuarios, prácticas comerciales que violaban las leyes de pureza ritual, y formas de organización familiar que desafiaban las estructuras tradicionales judías. Las fuentes sugieren que estos grupos practicaban formas de vida comunal que escandalizaban a las comunidades judías establecidas, posiblemente incluyendo la compartición de parejas y recursos en formas que violaban las normas halájicas básicas.

El término פריצים (pritzim), con su connotación de “violadores”, probablemente preserva memorias de conflictos específicos donde estos grupos intentaron tomar control de sinagogas locales, particularmente en áreas portuarias, llevando a enfrentamientos violentos con las autoridades rabínicas. La tradición oral habría incluido relatos detallados de estos conflictos, donde los seguidores de Yeshú eran acusados no solo de violencia física sino también de "violar" los límites sagrados de la comunidad al introducir prácticas y creencias foráneas.

Las referencias evangélicas muestran una tensión entre la narrativa oficial y las prácticas atribuidas a los primeros seguidores de Yeshú, particularmente evidentes en pasajes como Lucas 7:36-50 donde se describe el encuentro con la mujer pecadora, Marcos 14:3-9 y Mateo 26:6-13 que relatan la unción en Betania, y Juan 8:1-11 sobre la mujer adúltera. Estos textos, aunque presentados de manera edificante en los evangelios, adquieren un significado más complejo cuando se contrastan con las prácticas rituales de los primeros cristianos o notzrim. Las denominadas Gemol Jisda (actos de bondad amorosa) y las Agapeis, documentadas en fuentes como el Midrash de Kohelet Raba 1:25:

רַבִּי יוֹנָתָן עָרַק חַד מִן תַּלְמִידוֹי לְגַבֵּיהוֹן, אֲזַל וְאַשְׁכְּחֵיהּ עֲבַד בֶּן אִפֶּטוּנִיּוּת, שְׁלַחוּן מִינַיָּא בַּתְרֵיהּ כָּךְ אָמְרִין לֵיהּ, וְלָא כָךְ כְּתִיב (משלי א, יד): גּוֹרָלְךָ תַּפִּיל בְּתוֹכֵנוּ כִּיס אֶחָד יִהְיֶה לְכֻלָּנוּ, וַהֲוָה פָּרַח וְאִינוּן פָּרְחִין בַּתְרֵיהּ. אָמְרִין לֵיהּ רַבִּי אִיתָא גְּמוֹל חִסְדָּא לַהֲדָא כַּלְּתָא, הָלַךְ וּמְצָאָן עֲסוּקִים בְּרִיבָה אַחַת, אֲמַר לוֹן כֵּן אָרְחֵיהוֹן דִּיהוּדָאי עָבְדִין, אָמְרִין לֵיהּ וְלָא כֵן כְּתִיב בַּתּוֹרָה: גּוֹרָלְךָ תַּפִּיל בְּתוֹכֵנוּ כִּיס וגו', וַהֲוָה פָּרַח וְאִינוּן פָּרְחִין בַּתְרֵיהּ עַד דִּמְטָא לִתְרַע וּטְרַד בְּאַפֵּיהוֹן, אָמְרוּן רַבִּי יוֹנָתָן אֵזֵיל גְּלוֹג לְאִמָּךְ דְּלָא הֲפַכְתְּ וְלָא אִיסְתַּכַּלְתְּ בָּן, דְּאִלּוּ הֲפַכְתְּ וְאִיסְתַּכַּלְתְּ בָּן יוֹתֵר מִן מַה דַּהֲוֵינַן פָּרְחִין בַּתְרָךְ הֲוֵית פָּרִיחַ בַּתְרָן.

(Traducción: El R’ Yonatan, uno de sus estudiantes se fugó con ellos [con los judeo-cristianos]. Fue y lo encontró completamente depravado.  [El mismo se había convertido en un judeo-cristiano, y se había involucrado en el libertinaje sexual como lo habían hecho los otros herejes]. Enviaron herejes tras [Rabí Yonatan], y entonces le dijeron: ¿Pero no está escrito: “Echa tu suerte entre nosotros, tengamos todos una bolsa” (Proverbios 1:14))? [“Monedero” es un eufemismo para una prostituta.] Él [Rabino Yonatan] volaba y ellos volaban tras él. [Milagrosamente se alejó volando de ellos, y ellos volaron tras él para perseguirlo, usando magia negra. Apenas pudo escapar de ellos.] Le habían dicho: [Esto es lo que pasó antes de que escapara.] 'Rabino, venga a participar en los hechos de bondad amorosa (gemol jisdá) para una novia. Él fue y los encontró ocupados [sexualmente] con una mujer joven. Él les dijo: '¿Es así como actúan los judíos?' Ellos le dijeron: '¿Pero no está escrito en la Torá: “Echa tu suerte entre nosotros, [que todos tengamos una] bolsa”?' Volaba y ellos volaban tras él, hasta que llegaron a su puerta y les dio un portazo en la cara. Dijeron: 'Rabí Yonatan, ve y cuéntale con alegría a tu madre que no te volviste y no nos miraste, como si te hubieras dado la vuelta y nos hubieras mirado, más de lo que habríamos volado tras de ti, habrías volado detrás de nosotros.)

Revelan una dimensión ritual que incluía prácticas sexuales comunales que se realizaban como parte de la adoración primitiva. El testimonio de Epifanio en su Panarion (26:8, 1-2) sobre las “Preguntas menores” relacionadas con Yeshú sugiere que estas prácticas tenían una base teológica en las supuestas enseñanzas originales, donde los actos sexuales y el consumo ritual de fluidos corporales (semen) se entendían como medios de redención. Esta interpretación encuentra eco en las acusaciones registradas por Justino Mártir en su Diálogo con Trifón (10:1) y en el testimonio de Minucio Félix (Octavius 9:2), que describen reuniones nocturnas donde los primeros cristianos participaban en rituales que combinaban elementos sexuales y sacramentales. La evidencia sugiere que estas prácticas, aunque posteriormente condenadas por la iglesia establecida, formaban parte integral del movimiento cristiano primitivo, especialmente en las comunidades portuarias de Galilea, donde los מזוהמים (mezuhamim) y פריצים (pritzim) mencionados en las fuentes rabínicas practicaban una forma de cristianismo que difería significativamente de la versión posteriormente institucionalizada. Las referencias en el Talmud Bavlí Avoda Zara 16b-17a sobre el caso de R' Eliezer ben Hurkenus refuerzan la conexión entre estas prácticas y los círculos cristianos primitivos, sugiriendo que los agapeis y las gemol jisda no eran meras calumnias sino elementos constitutivos de una forma temprana de adoración cristiana que combinaba elementos místicos, sexuales y sacramentales en una expresión religiosa que posteriormente fue suprimida y reinterpretada por la tradición eclesiástica ortodoxa.

Lo más disruptivo de esta tradición oral es su sugerencia de que el movimiento de Yeshú no comenzó como una secta religiosa coherente dentro del judaísmo, sino como una red informal de grupos marginales unidos por su oposición a las estructuras de poder económico y religioso en las zonas portuarias. Las enseñanzas religiosas habrían sido inicialmente secundarias a la función del movimiento como sistema de apoyo mutuo para individuos excluidos de las redes comerciales y sociales legítimas. Esta perspectiva contradice la narrativa cristiana de un movimiento puramente espiritual.

La posterior codificación de estas tradiciones en el Toldot Yeshú y otras fuentes rabínicas representó un intento de "teologizar" lo que originalmente era un fenómeno socioeconómico complejo, transformando una realidad social incómoda en una narrativa más manejable de desviación religiosa. Esta transformación oscureció la naturaleza profundamente disruptiva del movimiento original, que no solo desafiaba las creencias religiosas sino que amenazaba con desestabilizar todo el orden social y económico de las comunidades judías costeras galileas del siglo I.




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