Tendrá décadas en la que los "rabinos" mesiánicos han formulado una sofisma en la que dicen que el evangelista Mateo fue un sofer (escriba) quien compuso el Evangelio de Mateo, y que por lo cual, con la ayuda de la "inspiración divina" relató la vida de Yeshu HaAvud como supuesto "Mesías". Por lo cual, quisiéramos explicar desde la visión judía sobre el papel que tenían los publicanos o cobradores de impuestos, así como la implementación del sistema tipo midrash en el Evangelio de Mateo, ya que muchos mesiánicos hacen alusión que tal texto está en un nivel parecido al de los midrashim en el cual se encripto la figura mesiánica de Yeshu.
¿Qué oficio tenía el evangelista Mateo?
En el en Evangelio de Mateo indica que su autor fue un publicano o recaudador de impuestos (Mateo Griego 9:9; Mateo Hebreo 38:9) o como un usurero (Mateo Griego 10:3; Mateo Hebreo 43:3: מָאטִ''יאוֹ מלוה בריבית בפרסום), así como posteriormente en la era patrística, se menciona que Ireneo de Lyon, en su obra Adversus Haeresses III, 1:1 le menciona con tal oficio:
“El primer evangelio fue escrito de acuerdo a Mateo, el mismo que primero fue cobrador de impuestos, pero después fue un apóstol de Yeshu el Mesías, que habiéndolo publicado para los judíos creyentes, lo escribió en hebreo”
Como también Epifanio de Salamis, hacia finales del siglo IV; Panarion XXIX, 9:4 coincide en tal oficio:
“Mateo, también llamado Levi, que de ser un cobrador de impuestos vino a ser un apóstol y el primero de los evangelistas, compuso un evangelio del Mesías en Judea, en lengua y letras hebreas, para beneficio de aquellos de la circuncisión que habían creído. Quién lo tradujo al griego, no está suficientemente claro... yo fui autorizado por los Nazarenos, que utilizan este volumen en la ciudad de Boerea, para copiarlo…”
¿Mateo era un sofer?
Contrario a la creencia de los “judíos”-mesiánicos quienes consideran a Mateo como una especie de sofer (escriba) o rabino, ante tal falacia, no existe ninguna prueba tan solo su imaginario. Mateo fue un publicano, un esbirro del imperio romano al servicio de Yeshu HaMamzer. El judaísmo tiene claro que Maty fue uno de los criminales que fueron ajusticiados por el Sanhedrin tal como se encuentra documentado en el Talmud Bavli Masejet Sanhedrín 43a.
¿Qué opinión tiene el judaísmo sobre los cobradores de impuestos?
El Talmud Bavlí en Masejet Sanhedrín 25b indica que los publicanos o recaudadores de impuestos se les descalifica para dar su testimonio (תנא עוד הוסיפו עליהן הרועים הגבאין והמוכסין)* Mientras que en la Mishnah en masejet Sanhedrin 3:3 se les considera como inhábiles para testificar. Por otra parte, en la Torah en Sefer Shemot 1:11 se lee que los recaudadores de impustos ‘שָׂרֵ֣י מִסִּ֔ים’que impuso el Faraón oprimieron al pueblo de Israel; explica RaSh”i que la palabra מסים tiene el significado de tributo (מס), un impuesto forzado del trabajo, de modo que שרי מסים son los oficiales que les imponen el tributo del trabajo. ¿Y qué fue este tributo? Que construyan ciudades de tiendas para Faraón.
*רועים מעיקרא סבור אקראי בעלמא הוא כיון דחזו דקא מכווני ושדו לכתחילה גזרו בהו רבנן: הגבאין והמוכסין מעיקרא סבור מאי דקיץ להו קא שקלי כיון דחזו דקא שקלי יתירא פסלינהו;
Por tanto, un publicano o cobrador de impuestos como Mateo conforme a la ley rabínica no se le toma a consideración su opinión (ver. Mishnah Masejet Sanhedrin 3:3). R’ Ovadiah ben Avraham Bartenura explica que tanto al usurero como al recaudador de impuestos o el publicano se les descalifica para dar testimonio por la razón que ellos no se ocupan de dar una solución al mundo, y está prohibido que una de estas personas trate [de reparar el] mundo, excepto los que se dedican a la Torah y a gemilut jasidim (actos de bondad), por lo cual, el perfil que tiene el evangelista Mateo ante la opinión judía es que lo que él escribe queda descalificado por el origen de su profesión.
Incluso hasta en el Evangelio de Mateo indica que los recaudadores de impuestos estaban asociados con la pecaminosidad (9:10), y Lucas alude a la probabilidad de que los titulares de los cargos rutinariamente tomaran más dinero de lo que tenían derecho (Lc 3.12-13). A lo largo del imperio romano más grande, los recaudadores de impuestos también fueron vistos negativamente (Ciceron, O ff 1.42.150).
A pesar de este hecho, las instrucciones de Yeshu HaMamzer con respecto a la recaudación de impuestos son sorprendentemente suaves, hasta el punto de que puede ser visto como un respaldo al pago de los tributos requeridos a Roma (Mateo Griego 22:15-22). Para Yeshu quien considera que no existe la posibilidad de un buen fariseo (Mc 12.28-34; Mt 13.52), mientras que sabemos que el objetivo de los fariseos era renovar y extender la observancia de la práctica judía en la sociedad. El conflicto entre el Jesús de los Evangelios y los fariseos, como representantes del judaísmo en la vida cotidiana, ha establecido una oposición que se ha perpetuado en la actitud cristiana hacia el judaísmo hasta el día de hoy. Mientras que para Yeshu HaMamzer, los recaudadores de impuestos, por otro lado, disfrutan de un papel especial, incluso un estado favorecido en Mateo, Marcos y Lucas. Mientras que los textos rabínicos, los recaudadores de impuestos son representados como tipos moralmente cuestionables y desagradables que son los menos propensos a participar en arrepentimiento sincero y de llevar una buena vida (m. Hag. 3.6 ; m. Ned. 3.4; m. B. Kamma 10.1-2).
En las primeras tradiciones rabínicas, los fariseos y sus posibles aliados, los javerim o "camaradas" condenan particularmente a los recaudadores de impuestos, ya que fueron vistos como negligentes con respecto a la observancia de la ley judía y sin escrúpulos en términos de prácticas comerciales. Por lo tanto, es probable que los recaudadores de impuestos se vean favorecidos en los evangelios precisamente porque al entender de Yeshu HaMamzer fueron difamados por los fariseos. Yeshu trato de poner a los recaudadores de impuestos a un nivel superior que el de los rabinos para así hacer fracasar al movimiento rabínico y otorgarle poder a los esbirros de Roma. Por ejemplo, Lucas retrata a Yeshu HaMamzer con un interés particular en asociarse con "recaudadores de impuestos y pecadores". En lugar de considerarlos sospechosos debido a la laxitud en la observancia halájica, son personas que se han apartado del bienestar de la comunidad. Los recaudadores de impuestos, por ejemplo, trabajan para el gobierno romano. Finalmente, los gentiles -incluidos los representantes de Roma- apenas son marginales.
Por eso, el cristianismo rechazan al fariseo (explicador de la Torah) considerandole como hipócrita, mojigato y legalista, y a su vez se identifican con el recaudador de impuestos, el pecador humilde y apropiadamente arrepentido. Sin embargo, la lectura al Evangelio de Lucas 18 atrapa a los intérpretes: para concluir (después del 18.11), "Dios, te agradezco que no soy como este fariseo" coloca a los lectores en la misma posición que ellos condenan. Además, esta interpretación pasa por alto las numerosas cualidades supererogatorias del fariseo: diezmar, ayunar, dar gracias sin pedir algo a cambio. Por otra parte Yeshu HaMamzer come con "pecadores y recaudadores de impuestos" (Marcos 2,16) se ve como un ejemplo de su ministerio a los "expulsados". Grupos que van desde los enfermos, las mujeres y los gentiles (romanos) a los niños y los pobres son vistos como "marginales". Esto es históricamente inexacto. Los pecadores y los recaudadores de impuestos no son "expulsados"; más bien, son personas que violan el bienestar de la comunidad y que deliberadamente se han separado del bien común. Yeshu privilegia al que daña a la comunidad, desea elevar a los esbirros de Roma sobre la autoridad de los rabinos, no reprende el comportamiento de los apikorosim, meshumadim, así como impulsa una “reforma” con vías a destruir la halajah, y quebrantar toda la Torah en vías que a él le reconozcan como un rey al estilo de los gentiles.
El uso midráshico del Evangelio de Mateo.
Ningún tema toca más directamente el "judaísmo" del Nuevo Testamento que el lugar de la interpretación bíblica judía del midrash-clásico en sus páginas, y pocos temas están más llenos de complicaciones. Estos comienzan con la palabra "midrash" en sí. El Midrash se refiere a la actividad del estudio bíblico perseguido específicamente por sabios rabínicos en los primeros cinco siglos de la Era Vulgar. Se deriva de la raíz drash-דרש, que tiene el significado primario de "investigar, investigar" y, por extensión, significa tanto "explicar" como "estudiar". En un uso más contemporáneo, la palabra se usa en el sentido de una "interpretación imaginativa", pero los lectores deben saber que los rabinos no tenían una sola forma de "estudiar" las Escrituras, además de lo cual "hacían" midrash. La interpretación midrásica fue parte integral del estudio bíblico.
Por extensión adicional, el midrash también se refiere a las interpretaciones específicas producidas por esa actividad (por lo tanto, un "midrash" de un versículo específico), y por lo tanto a las colecciones de literatura rabínica en las que se registraron originalmente las interpretaciones oralmente traducidas. Esas colecciones, nuestra documentación más antigua para el midrash, comenzaron a compilarse hacia fines del siglo III, es decir, dos siglos después de la composición de los Evangelios. Las colecciones más antiguas fueron Mejilta (en Éxodo), Sifra (en Levítico) y Sifre (en Números y Deuteronomio). Durante el cuarto al sexto siglo, se compilaron otras colecciones, algunas de las cuales se incluyeron más tarde en la edición del siglo dieciséis de Midrash Rabbah (por ejemplo, Ber. Rab. Y Lev. Rab.).
En el desarrollo de la crítica bíblica durante la segunda mitad del siglo XX, el término "midrash" llegó a usarse para describir un método de lectura de la Biblia, ya sea ejemplificado en la Biblia hebrea, los escritos del Nuevo Testamento o las colecciones rabínicas. Este uso coincidió con un reconocimiento más amplio de que la interpretación bíblica era una de las actividades más penetrantes que todos los judíos, incluidos los seguidores de Yeshu, realizaban durante todo el período del Segundo Templo y hasta la antigüedad tardía.
Estos judíos, así como la mayoría de los primeros cristianos gentiles, aceptaron el núcleo de la Biblia Hebrea (Tana”j), o sus versiones griegas, tal como la conocemos hoy (incluso si el texto preciso permaneció en flujo); además, creían que la Biblia era un texto sagrado y autoritario, sin incoherencias, contradicciones y superfluidad, que podía revelar la voluntad de Di-s para su tiempo presente a través de un estudio cercano e intenso de sus palabras y versículos. Sin embargo, se creía que ese significado específico, y por tanto el verdadero significado del texto, era críptico, es decir, que no era inmediatamente evidente ni obvio. El texto bíblico puede tener un sentido obvio o claro, pero su significado más profundo estaba allí para ser descubierto debajo de la superficie de sus palabras.
Que todos los lectores bíblicos compartieran estas suposiciones de ninguna manera significaba que sus interpretaciones eran idénticas. Todos los lectores también leen el texto bíblico a través del lente de su tiempo, usando sus propias creencias teológicas y principios ideológicos, y típicamente todos utilizan sus propias formas literarias para transmitir esas interpretaciones. Sin embargo, existe una gran semejanza entre estas interpretaciones, en parte debido al hecho de que muchos de estos lectores también compartieron un fondo común de leyendas extra bíblicas (como la historia de Avraham que ejemplifica su creencia en un solo Di-s al destruir las imágenes). en la tienda de ídolos de su padre) que se había desarrollado independientemente en los períodos helenístico y antiguo tardío. Los estudiosos del Nuevo Testamento que utilizaron el término "midrash" para describir sus interpretaciones bíblicas reconocieron correctamente este parecido familiar incluso si no siempre explicaban las profundas diferencias.
Considere, por ejemplo, los siguientes pasajes del Nuevo Testamento y el midrash rabínico que contienen una forma de interpretación llamada "narrativa de cumplimiento", porque un versículo de las Escrituras, típicamente una profecía, se representa como "cumplido", o realizado, en una ocurrencia específica, por lo tanto, Mateo regularmente cuenta episodios inusuales en la vida de Yeshu, de los que se dice que han cumplido las profecías escriturales. Por ejemplo, alguien que describe cómo se le dice a José en un sueño que Herodes se apresurará a matar al niño Yeshu, y que debe llevar a María y al niño y huir a Egipto hasta que Herodes muera, Mateo 2.15 anuncia que esto sucedió "para cumplir lo que el Señor había dicho por medio del profeta: 'De Egipto he llamado a mi hijo'". La cita es para Hoshea 11:1. En otras palabras, la razón por la cual la familia huyó a Egipto no fue únicamente por temor a Herodes, sino para que la profecía de Hoshea’/Oseas pudiera cumplirse (confirmando así, en el proceso, que Yeshu era el hijo de Dios).
De manera similar, Mateo 1:22-23 establece que la concepción virginal de Yeshu por Miriam (María) a través del Espíritu Santo "tuvo lugar para cumplir lo que el Señor había dicho por medio del profeta: 'Miren, la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo harán llámalo Emmanuel, que significa "Dios está con nosotros". "(Aquí, la cita esta basada en la Pseudo-Septuaginta [LXX] que mal traduce el hebreo 'almah ["joven soltera" - עלמה] como el parthenos ("virgen"). En ambos ejemplos, la escritura citada tiene un doble, si no triple, deber. Por un lado, el versículo lee el episodio de la vida de Yeshu como una realización de la profecía de las Escrituras, cuyo significado está completamente ejemplificado o agotado. Al mismo tiempo, esos eventos interpretan el verso de una manera casi literal, confirmando así la validez de la profecía y mostrando cada detalle en la vida de Yeshu para ser parte del plan divino.
El midrash rabínico usa la misma forma literaria-exegética pero con propósitos algo diferentes. El siguiente pasaje proviene de una colección de interpretaciones del Megilat Eija (Rollo de las Lamentaciones) compiladas en el siglo cuarto o siglo x, en referencia a Lamentaciones 2:12, un versículo que describe a los hijos de Sión como "claman a sus madres, '¿Dónde está el pan? ¿y el vino ?, "como se desmayan como los heridos en las calles de la ciudad, cuando su vida se derrama en el seno de sus madres" de la siguiente manera:
Le sucedió a cierta mujer que le dijo a su esposo: Este dinero no me está haciendo ningún bien. Tómalo, ve al mercado y cómprame algo para comer para no morir. Él hizo esto. Él tomó dinero de ella y fue al mercado e intentó comprar algo, pero no pudo encontrar nada para comprar, y se desmayó y murió. Vinieron y le dijeron a su hijo mayor: ¿No vas a ver qué le pasó a tu padre? El hijo fue y encontró a su padre muerto en el mercado. Comenzó a llorar por él, y luego él también se desmayó y murió. El niño más pequeño deseaba amamantarse, pero no encontró nada en el pecho de su madre, y él también se desmayó y murió. [Todo esto sucedió] para cumplir lo que se dice, ". . . "Como se desmayan como los heridos en las calles de la ciudad, mientras su vida se derrama en el seno de sus madres" »(Midr. Lam. Rab).
A pesar de que Lamentaciones fue compilada en el error de la destrucción del Primer Templo en 586 a. C., los rabinos vieron el texto como una profecía de la destrucción del Segundo Templo en el año 70 d. Como en Mateo, la anécdota rabínica lee el verso hiperliteralmente (con parte de la novedad de la lectura midráshica es ver cada frase separada refiriéndose a un tipo diferente de muerte sufrida por cada miembro de la desventurada familia). Y, como para el recaudador de impuestos de Mateo, la profecía bíblica se “cumple” y agota en el evento histórico, en este caso una serie de muertes trágicas. El verso, lejos de ser leído como una expresión principalmente retórica de desesperación, se muestra como una profecía letalmente precisa.
Sin embargo, este ejemplo de interpretación rabínica también apunta a la diferencia exacta entre las narrativas de cumplimiento del Nuevo Testamento y el midrash rabínico. En Mateo, la forma se usa para autorizar a Yeshu HaMamzer como el Mesías profetizado y el Hijo divino. Para la audiencia de Mateo, que vivió mientras la iglesia todavía estaba luchando por establecer su identidad, la narración de cumplimiento sirvió para autorizar su teología y su comprensión de las Escrituras. En contraste, cuando se compuso el midrash, la destrucción del Templo fue una catástrofe histórica del pasado lejano, cuyo recuerdo doloroso aún podría haber estado vivo, pero cuya carga política había expirado hace mucho tiempo. La función del midrash es tardía y apologética: muestra que las catástrofes sufridas por los judíos no fueron arbitrarias ni carentes de significado sino que, como se profetizó, forman parte de un plan divino más amplio que continúa gobernando el destino de Israel.
De los cuatro Evangelios, Mateo es el más plagado de interpretaciones que se asemejan al estilo del midrash rabínico (y a otros modos de exégesis judía temprana). Además de las narrativas de cumplimiento, la genealogía del Evangelio (Mt 1.1-17) recuerda a otras "pseudo genealogías" que se encuentran en documentos bíblicos tardíos y postbíblicos tardíos (por ejemplo, ascendencia de Mordejay según Esther 2:5) que buscan establecer su pedigrí bíblico, o las historias de los reyes / magos (2:1-6) y la infancia de Yeshu (2:7-12) recuerdan los relatos pseudoepigráficos y rabínicos sobre el nacimiento de figuras como Noaj y Mosheh, que también contienen detalles milagrosos y sobrenaturales. La fuga a Egipto (2:13-23) recrea en forma midrásica la caída y el éxodo de los israelitas de Egipto. La tentación de Yeshu en el desierto (4.1-11) es un bagaje virtualmente exegético, con Yeshu que rechaza cada uno de los desafíos de Satán con un versículo bíblico, en su sentido interpretado. Duelos exegéticos comparables entre rabinos y herejes se encuentran en toda la literatura rabínica.
De todas las formas literarias del Nuevo Testamento con paralelos rabínicos, como se ha demostrado en el análisis del Evangelio Hebreo de Mateo, han sido de controversia las parábolas narrativas que Yeshu presenta. Prácticamente desde los comienzos de la erudición moderna del Nuevo Testamento en el siglo XIX, los eruditos han debatido acaloradamente la relación entre las parábolas del Nuevo Testamento y los más de mil ejemplos de la parábola o mashal (plural meshalim) encontrados en el midrash rabínico. "Parábola" (Gk parabolē, "arrojado o colocado al costado", y por extensión "hablando de una cosa en términos de otra") es la traducción habitual en la Versión de los Setenta del hebreo mashal. Pero esa palabra y su raíz verbal tienen un amplio rango de significado en la Biblia hebrea de "proverbio" (como en la forma plural mishlei shlomo, "proverbios de Shlomoh") a "por palabra" (Deut 28.37), alegoría (Ezek 24.3) , símil (Sal 49.13) y fábula (Ezeq 17.2). En la literatura rabínica, la palabra continúa llevando casi todos estos sentidos, pero también viene a ser un marcador genérico para la parábola narrativa. Curiosamente, la única parábola narrativa en la Biblia que realmente anticipa las narraciones parabólicas que se encuentran tanto en los Evangelios como en la literatura rabínica, la parábola de Natán en 2 Sam 12.1-6, no se llama mashal.
Lo que hoy parece claro para casi todos los estudiosos es que Yeshu no inventó el uso de la parábola. Mientras que los rabinos se basaron en un amplio género de literatura tradicional oral que se remonta al Tana”j (véase, por ejemplo, la parábola de Natan en 2 Sam 12.1-14 y la de la mujer de Tekoa en 2 Sam 14.1-20) e incluso antes literatura oriental debido a sus raíces comunes, no es sorprendente que Yeshu plagiara las parábolas rabínicas. Estas diferencias son especialmente evidentes en la forma en que las narrativas parabólicas se utilizan e interpretan en sus respectivos contextos literarios.
Ninguna parábola del Nuevo Testamento ejemplifica estas similitudes y diferencias más que las de los inquilinos malvados (Mc 12.1-12, Mt 21.33, Lc 20.9-19). Esta parábola describe a un hombre que planta un viñedo y luego lo distribuye a los inquilinos; el dueño envía a sus sirvientes y, finalmente, a su propio hijo amado para recolectar fruta de la viña, pero los inquilinos golpean y matan a los mensajeros y al hijo. "¿Qué hará el dueño del viñedo? Él vendrá y destruirá a los inquilinos, y dará la viña a otros"(Mc 22.9), que es claramente una reelaboración de la "Canción del viñedo" en Yeshayah 5:1-6 y su aplicación en vv. 7-10.
Yeshu cuenta la parábola contra los "principales sacerdotes, los escribas y los ancianos" (Mc 11,27), quienes lo abordan y preguntan con qué autoridad actúa como lo hace. A esta pregunta, Yeshu responde con su propia pregunta: "¿El bautismo de Juan -que había sido ejecutado por Herodes Antipas (Mc 6.17-29) -" vino del cielo, o era de origen humano? "(Mc 11.30). Las autoridades se niegan a responder, entienden que la pregunta está cargada, y Yeshu responde: "Ni yo os diré con qué autoridad estoy haciendo estas cosas" (Mc 11,33). En cambio, él les dice la parábola.
Dentro de este contexto narrativo, el "significado" de la parábola es una respuesta sobre los líderes judíos, representados en la parábola como los malvados inquilinos, por matar al hijo del dueño. La identidad precisa de la persona a la que representa el hijo no se explica explícitamente en el texto del Evangelio, pero tanto Mateo como Lucas conservan la última línea de Marcos (Mc 12.9b), prediciendo que el propietario destruirá a los inquilinos y entregará el viñedo a otros, a los romanos. Su siguiente pasaje cita Salmo 118:22-23:
¿No has leído esta escritura, "La piedra que rechazaron los constructores se ha convertido en la piedra angular. Esto es obra del Señor; es sorprendente a nuestros ojos ". (Marcos 12:10–11; Mateo 21.42; Lucas 20.17)
A esto Mateo agrega la siguiente elaboración:
לזאת אני אומר לכם שתתקרע מלכות שמים מעליכם ותנתן לגוי עושה פרי. והנופל על האבנ הזאת ידתה ואשר יפול עליה יסדק.
Por eso os digo que será arrancado el Reino de los Cielos y será dado a una nación (גוי) que produzca sus frutos. Y el que caiga sobre esta piedra será abatido, y el que cae sobre ella se romperá a pedazos. (21.43-44)
El autor del pasaje cita al Salmo 118:22-23 entendió claramente que Yeshu se refería a sí mismo, cuando describió a los inquilinos que mataban al hijo del dueño, y la glosa de Mateo elabora este entendimiento al especificar que los líderes judíos que confrontan a Yeshu (el "tú" en el pasaje ) son los inquilinos que serán destruidos por rechazar y matar "al hijo". En la tradición cristiana posterior este texto se convirtió en una fuente primaria para el reclamo de que la muerte de Yeshu causó el rechazo de Di-s a los judíos y la elección del pueblo romano. Los estudiosos del Nuevo Testamento debaten si los Evangelios presentan el contexto narrativo original de la parábola, si la parábola original contenía una referencia a un hijo, y si Yeshu usó esta parábola para explicar su propio destino ordenado divinamente. Según los estudiosos que ven su significado de esta manera, la parábola tiene una fuerza virtualmente reveladora como forma literaria. La comparación de esta parábola con un mashal rabínico puede ser útil para comprender las estrategias literarias de la parábola, quizás incluso ofreciendo un camino alternativo para interpretarla.
La mayoría de los meshalim rabínicos se conservan como parte de las exégesis bíblicas más que en contextos narrativos. Lo siguiente está registrado en una colección del siglo III como un midrash en Devarim / Deuteronomio 32:9,
“Pues la porción del Etern-o es Su pueblo; Ya’acov es la cuerda de Su heredad-כי חלק יהוה עמו יעקב חבל נחלתו”: El Santo, bendito sea, sin embargo, se hizo amigo de Israel y los llamó sus posesiones, Su herencia, (y) parte, como se dice: Pues la porción del Etern-o es Su pueblo; Ya’acov es la cuerda de Su heredad (Deuteronomio 32: 9); y seréis mi propio tesoro entre todos los pueblos (Éxodo 19: 5);
(Jeremías 2:21). ¿Por qué el Santo, bendito sea, se preocupa desde el principio de los tiempos con las genealogías de las naciones? Esto se puede comparar con un rey que dejó caer una perla en la arena y los guijarros. El rey se vio obligado a buscar arena y guijarros para recuperar la perla. Tan pronto como recuperó la perla, sin embargo, descartó la arena y los guijarros, ya que solo estaba interesado en recuperar la perla. (Midrash Tanjuma Vaishev 1:6) אֲבָל יִשְׂרָאֵל, קֵרְבָן הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא וּקְרָאָן חֶבֶל וְנַחֲלָה וָחֵלֶק, שֶׁנֶּאֱמַר: כִּי חֵלֶק ה' עַמּוֹ יַעֲקֹב חֶבֶל נַחֲלָתוֹ (דברים לב, ט). וּכְתִיב: וִהְיִיתֶם לִי סְגֻלָּה מִכָּל הָעַמִּים (שמות יט, ה). וּכְתִיב: וְאָנֹכִי נְטַעְתִּיךְ שׂוֹרֵק כֻּלֹּה זֶרַע אֱמֶת (ירמיה ב, כא). וְלָמָּה נִתְעַסֵּק הַקָּדוֹשׁ בָּרוּךְ הוּא מִתְּחִלָּה בְּיִחוּסֵיהֶן שֶׁל אֻמּוֹת הָעוֹלָם. מָשָׁל לְמֶלֶךְ שֶׁהָיָה לוֹ מַרְגָּלִית מֻשְׁלֶכֶת בְּתוֹךְ הֶעָפָר וּבְתוֹךְ הַצְּרוֹרוֹת. הֻצְרַךְ הַמֶּלֶךְ לְפַשְׁפֵּשׁ בְּעָפָר וּבִצְרוֹרוֹת לְהוֹצִיא אֶת הַמַּרְגָּלִית מִתּוֹכָן. כְּשֶׁהִגִּיעַ הַמֶּלֶךְ לַמַּרְגָּלִית, הִנִּיחַ אֶת הֶעָפָר וְאֶת הַצְּרוֹרוֹת וְנִתְעַסֵּק בַּמַּרְגָּלִית.
Así es la primera parte del mashal, la narración propiamente dicha. Las semejanzas entre sus personajes y motivos comunes con las de la parábola del Nuevo Testamento son obvias, confirmando así la opinión de que ambas parábolas pertenecían a la misma tradición popular de narración de parábolas. Los rabinos daban prioridad al peublo de Israel, mientras que Yeshu dió prioridad al pueblo romano, para los rabinos, Israel es heredad de Di’s en el mundo, mientras que para Yeshu el pueblo de Roma [Esav] es la nueva herencia de Di’s en la tierra. La mayoría de los meshalim rabínicos, la narrativa propiamente dicha suele ir seguida de un párrafo explicativo, el nimshal, que proporciona la información necesaria para aplicar la narración al versículo que sirve como ocasión exegética. Aquí está el nimshal de este mashal:
Del mismo modo: cuando Avraham vino al mundo, salió de él descendencia inferior: Ishmael y todos los hijos de Ketura. Cuando Yitzjac vino al mundo, salió de él una progenie inferior, Esav y todos los jefes de Edom. Eran más perversos que sus predecesores. Pero cuando Ya’acov vino, la progenie que brotó NO era inferior; todos sus hijos eran personas rectas. Como dice el maestro: "Ya’acov era un hombre perfecto, que moraba en tiendas" [Gen 25.27]. Ahora, ¿desde qué punto Di’s hace conocer su porción? De Ya’acov, como se dice, "Pues la porción del Etern-o es Su pueblo; Ya’acov es la cuerda de Su heredad". [Deut 32.9]
El objetivo de este mashal es claramente polémico: la condena de Ishmael y Esav, los nombres del código rabínico para las naciones árabes y romanas, y la alabanza para los hijos de Ya’acov, el pueblo de Israel, quienes, según la interpretación del nimshal de Devarim 32:9, son los únicos, el pueblo elegido de Di’s, "la porción de Su herencia".
Tal función retórica de la culpa y el elogio comparativos -con cierto grado de desprecio mezclados en ella- recuerda el mensaje que los Evangelios vieron en la parábola de Yeshu con su doble condena de los líderes judíos y la alabanza implícita de los romanos a quienes Yeshu eligió para reemplazarlos. De hecho, el parecido retórico entre las dos parábolas aumenta la probabilidad histórica de que la interpretación de Mateo fue plausible para su público inicial. Dentro de su contexto narrativo, la parábola de Yeshu pudo haberse dirigido contra los líderes judíos por su presunta responsabilidad futura por el colgamiento de Yeshu. La semejanza entre los inquilinos malvados y el mashal rabínico posterior puede ir aún más lejos. La mayoría de los meshalim rabínicos se conservan en un contexto exegético que se destaca en el nimshal. La parábola de los inquilinos es la única del Nuevo Testamento que agrega un verso a su narración (Sal 118.22-23):
"La piedra que los constructores rechazaron se convirtió en la piedra angular. Esto es obra del Señ-r; es sorprendente a nuestros ojos".
Como se cita, el versículo puede haber sido entendido en un sentido midráshico, con la palabra hebrea rosh pinah, traducida como "piedra angular", que significa la piedra angular central en un arco (que debe tener una forma irregular para ajustarse a su posición estratégica) -una interpretación favorecida por algunos estudiosos bíblicos modernos; así también, el hebreo para "constructores", ha-bonim, puede haberse entendido no como derivado de la raíz bnh ("construir"), sino desde la raíz byn, "entender", que significa "los que entienden". o piensan que entienden, a saber, los sacerdotes y escribas judíos. (Otros midrashim juegan sobre la similitud de estas dos raíces.) En este sentido interpretado, pues entonces con el verso habrían sido leídos como: "La 'piedra' que los líderes judíos rechazaron como deforme resultó finalmente ser la piedra angular. ¡Cuán impredecible es la obra del Etern-o!
Tales mensajes de inversión inesperada, el último ser el primero; el que menos resulta ser el mejor, es típico de las otras enseñanzas de Yeshu HaMamzer cuyo mensaje es contrario a la de los rabinos como de la Torah.
Si bien sería un error convertir a Yeshu en un rabino del tercer o cuarto siglo, tal como pretende hacer la panda de locos de los “judíos” mesiánicos, sobre el mashal de Yeshu, los malvados inquilinos son la única de sus parábolas con un nimshal, que tipifica la parábola rabínica. Este texto puede ser, irónicamente, nuestro primer ejemplo de la forma literaria-exegética que prevalece en el midrash rabínico. Tampoco la comprensión del contexto judío antiguo más amplio para la parábola y su parecido con la tradición rabínica posterior cambia su mensaje antijudío en la interpretación cristiana. Lo que sí muestra es que, a pesar de sus profundas diferencias teológicas y conflicto mutuo, el cristianismo arremedo al judaísmo pero con el ingrediente de distanciarse y formar otra religión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante para nosotros!