Berreshit
/ Génesis 16:2-3.
Ciudad nabatea de Avdat, |
La
traducción
cristiana se lee:
2 dixit marito
suo: “Ecce conclusit me Dominus, ne parerem; ingredere ad ancillam meam, si
forte saltem ex illa suscipiam filios”. Cumque
ille acquiesceret deprecanti,
3 tulit Agar Aegyptiam ancillam suam post annos decem
quam habitare coeperant in terra Chanaan, et dedit eam viro suo uxorem.
[2] Y dijo Sarai a
Abram: “Mirá que Yahvé me ha hecho estéril; llégate, pues, te ruego, a mi
esclava. Quizás podré tener hijos de ella.” Escuchó Abram la voz de Sarai. [3] Y
ASÍ AL CABO DE DIEZ AÑOS DE HABITAR Abram en el país de Canaán, tomó Sarai, la mujer de Abram, a Agar la egipcia,
su esclava, y diósela por mujer a Abram, su marido.
La
explicación cristiana que dan, es que presuntamente para resolver el problema
del heredero. Sara propuso a Abraham tomar por mujer a su esclava Agar. La
propuesta de Sara está de acuerdo con la ley babilónica de entonces (Código de
Hammusabi, art. 146), según la cual la esposa que no tenía hijos podía dar a su
marido una esclava. El hijo del marido y de la esclava pasaba por hijo de la
esposa, y si la esclava pasaba por hijo de la esposa, y si la esclava
despreciaba a su dueña estéril, tenía ésta el derecho de castigarla como
propiedad suya. Es éste precisamente el caso de Sara y Agar (v.5). Según la
teología cristiana, “quiso Dios por este matrimonio de Abrahán con una esclava figurar
misterios muy elevados” (Páramo; Monseñor Juan Straubinger) ¿cuál es tal
misterio? El cristianismo bizantino, lo vincula con la enseñanza del romano
Pablo de Tarso en su Epístola a los Gálatas 4:24-25:
ἅτινά ἐστιν ἀλληγορούμενα·
αὗται γάρ εἰσιν δύο διαθῆκαι, μία μὲν ἀπὸ ὄρους Σινᾶ, εἰς δουλείαν γεννῶσα, ἥτις
ἐστὶν Ἄγαρ, τὸ δὲ Ἄγαρ Σινᾶ ὄρος ἐστὶν ἐν τῇ Ἀραβίᾳ· συνστοιχεῖ δὲ τῇ νῦν Ἱερουσαλήμ,
δουλεύει γὰρ μετὰ τῶν τέκνων αὐτῆς.
Esto contiene una
alegoría, pues estas mujeres son dos pactos; uno procede del monte Sinaí que
engendra hijos para ser esclavos; éste es Agar Porque Agar o Sinaí es un monte
de Arabia, el cual corresponde a la que ahora es Jerusalén, la cual junto con
sus hijos está en esclavitud.
El
cristianismo explica que Agar, la esclava, es figura del pueblo judío, cuya característica
es la servidumbre y sumisión a la Torah; Sara, en cambio, es el “pueblo”
cristiano y de la “Jerusalem de arriba”. Por eso, aunque parece estéril, es más
fecunda, por ser madre del hijo de la promesa (Isaac), en tanto Agar, aunque
fecunda según la carne, es estéril en el Reino de Dios, y su hijo Ismael no obtendrá
bendiciones espirituales, tal como enseña en la Carta a los Gálatas 4:22.
Respuesta.
Veamos
primeramente lo que dice el texto hebreo y su adecuada traducción al español:
ב וַתֹּאמֶר שָׂרַי
אֶל-אַבְרָם הִנֵּה-נָא עֲצָרַנִי ה מִלֶּדֶת בֹּא-נָא אֶל-שִׁפְחָתִי אוּלַי
אִבָּנֶה מִמֶּנָּה וַיִּשְׁמַע אַבְרָם לְקוֹל שָׂרָי. ג וַתִּקַּח שָׂרַי אֵשֶׁת-אַבְרָם אֶת-הָגָר הַמִּצְרִית
שִׁפְחָתָהּ מִקֵּץ עֶשֶׂר שָׁנִים לְשֶׁבֶת אַבְרָם בְּאֶרֶץ כְּנָעַן וַתִּתֵּן אֹתָהּ
לְאַבְרָם אִישָׁהּ לוֹ לְאִשָּׁה.
[2] Y entonces Sarai
dijo a Abram: “He aquí que [hasta] ahora el Etern-o me ha impedido parir; llégate
ahora a mi sierva, quizás me construiré yo de ella.” [3] Y entonces Sarai,
mujer de Abram, tomó a la mitzrit Hagar, su sierva, al término de diez años de
residir Abram en tierra de Kenáan, y la dio a su marido Abram por esposa.
En
primer lugar, según el
cristianismo, Abram y Sarai se ajustaron al Código de Hammurabi, sin embargo
esto no es cierto, debido que RaSh”I explica sobre las palabras ‘miketz esher shanim’ (‘al término de diez años’), es el periodo
de tiempo establecido por la Torah para una mujer que ha permanecido diez años
casada sin procrear hijos para su marido; más allá de dicho periodo él está
obligado a tomar otra esposa. (Talmud
Bavli Masejet Yevamot 63a).
En
segundo lugar, el método alegórico que propone Pablo de Tarso y los cristianos y “judíos” mesiánicos es
hilarante. Según Pablo de Tarso, el Pacto del Monte Sinaí con el pueblo de
Israel, representa a Hagar, el cual sería expulsado, tan
como lo fue Hagar con su hijo Ishmael (padre de los árabes). Todo el mundo sabe
que el hijo de la promesa es Yitzjak, cuyo hijo es Ya’acov (Israel) cuyos hijos
representan a todo el pueblo de Israel (judío), mientras que el hijo de Hagar, es
Ishmael, padre de los árabes. El recurso literario de fantasía alegórica que utiliza Pablo para remplazar a la nación de Israel, es absurdo, claramente lo ha dicho el profeta Yeshayah, seguido por el Sha"s (Mishnah) sobre el estatus del pueblo judío, el cual es:
כל ישראל, יש להם חלק לעולם הבא--שנאמר "ועמך כולם צדיקים, לעולם יירשו ארץ"
Todo ISRAEL tiene parte en el Mundo Venidero. Pues fue dicho: "Y Tu pueblo son todos justos y heredarán eternamente la tierra; son rama de Mi cultivo y obra de Mis manos, del cual glorificarse" (Yeshayahu 60:21).
Mishnah Masejet Sanhedrin 10:1
En
tercer lugar, La Jerusalem a
la que se refiere Pablo, afirma que se encuentra en la península de Arabia (Gálatas
4:25), esto es contrario a lo que dicen los Nevi’im (Profetas) en donde se
refieren que Jerusalem se encuentra en Erretz Kenaán (Erretz Israel), tal como
encontramos en el libro Yehoshua / Josúe
15:63, y en Berreshit / Génesis 14:18. Arabia en los días de Pablo de Tarso,
era la región nabatea en torno a Damasco, habitada precisamente por gentiles
del reino Nabateo, no por judíos. El
reino nabateo, corresponde a uno de los descendientes de Ishmael, a saber
Nebayot (Berreshit / 25:13; 28:9; 36:3), quienes tenían en su reino a la ciudad
de Avdat
(عبدة ) situado en el cañón de Ein Avdat. Probablemente Pablo o
uno de sus discípulos confundió la ubicación de Yerushalaim con la de la ciudad
pagana de Avdat en el reino nabateo, lo que demuestra que las palabras de Pablo
de Tarso no son inspiradas por el Espíritu Santo, son inexactas, hacen alegorías
aberrantes cuyo objetivo es justificar la romanización del movimiento herético de
Yesh”u.
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