Ieshiva Ateret Ierushalaim
Bajo la dirección del
Rabino Shlomo Aviner
Vamos por buen camino
A veces hay momentos difíciles para Am Israel (el Pueblo de Israel). Pero como está escrito en el libro “Mesilat Iesharim” (cap. 19) somos puestos a prueba justamente en esos momentos. Si la persona ama a D’s, pero en momentos de angustia su amor a D’s se enfría, no decimos que él no lo ama en absoluto, pero su amor depende de algo, y no es un amor pleno. También al principio del libro “Mesilat Iesharim” (cap. 1) escribe que la vida está colmada de crisis y dificultades. Por ello, no debemos espantarnos de las crisis.
La definición de crisis es: Un fenómeno en contra de nuestra voluntad. Siempre hay fenómenos de ese tipo en la vida, no es razón para detenernos, sino que para continuar.
La definición de crisis es: Un fenómeno en contra de nuestra voluntad. Siempre hay fenómenos de ese tipo en la vida, no es razón para detenernos, sino que para continuar.
Hay cosas en la vida que cuando no se tiene éxito en ellas, eso nos enseña a cesar. Por ejemplo, compraste una birome pagando algunas decenas de agurot, y no escribe. No pierdas tu tiempo intentando arreglarla, tírala a la basura y compra una nueva. Pero hay cosas en las que está prohibido desalentarse, porque así es su naturaleza: No tener éxito con facilidad. Son cosas que siempre hay dificultades con ellas, y por ello debemos fortalecernos en su cumplimiento: “Hay cuatro temas en los que se debe fortalecer, Torá, buenas acciones, rezo y derej eretz” (Brajot 32B).
1. El estudio de la Torá es algo difícil: Se estudia, es difícil entenderla, y luego se olvida. Pero la persona no debe decir: Yo me esfuerzo tanto, tantos años, en el estudio de la Torá y aún no soy un talmid jajam (erudito del estudio de la Torá). ¡No es así! Hay que esforzarse y empecinarse.
2. Rezo. Rezamos, pero hay rezos que no se cumplen y nos resulta difícil seguir rezando. “Ten esperanza en el Eterno”, no resulta, “anímate, y sea esforzado tu corazón, y ten esperanza en el Eterno” (Tehilim 27:14).
3. Buenas acciones. La persona hace un bien para con su prójimo, y a cambio recibe bofetadas. ¡No importa! ¡Empecínate, y continúa!
4. Derej Eretz – Rashi lo relaciona con el sustento: “Si tiene algún oficio, en su oficio. Si es comerciante, en su comercio. Si es un guerrero, en su lucha”. Pero nuestros sabios demuestran que la intención es Eretz Israel (la Tierra de Israel), como dice el versículo “esforcémonos por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Señor” (Shmuel Bet 10:12). Según ello, derej eretz incluye la forma de conducirse en nuestra tierra.
4. Derej Eretz – Rashi lo relaciona con el sustento: “Si tiene algún oficio, en su oficio. Si es comerciante, en su comercio. Si es un guerrero, en su lucha”. Pero nuestros sabios demuestran que la intención es Eretz Israel (la Tierra de Israel), como dice el versículo “esforcémonos por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Señor” (Shmuel Bet 10:12). Según ello, derej eretz incluye la forma de conducirse en nuestra tierra.
En todos esos temas se debe reforzarse y empecinarse.
Esas son las cuatro cosas que requieren refuerzo, y también después de ello el éxito no es garantizado. Por ejemplo, Iehudá HaMacabi luchó una contienda difícil, pocos frente a muchos. Sus soldados le preguntaron: ¿Estamos seguros que venceremos? Contestó: No, nosotros haremos lo que D’s nos ordenó, y D’s hará lo que le parece mejor.
Esas son las cuatro cosas que requieren refuerzo, y también después de ello el éxito no es garantizado. Por ejemplo, Iehudá HaMacabi luchó una contienda difícil, pocos frente a muchos. Sus soldados le preguntaron: ¿Estamos seguros que venceremos? Contestó: No, nosotros haremos lo que D’s nos ordenó, y D’s hará lo que le parece mejor.
Iehudá HaMacabi lo aprendió de Ioav Ben Tzruia, el Comandante en Jefe de Israel que dijo el versículo anteriormente citado: “Esforcémonos por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Señor, y haga el Señor lo que bien Le pareciere” (Shmuel Bet 10:12). D's es el que decidirá si tendremos éxito o no.
¡Marchamos por el buen camino! Es decir, el retorno a Tzion, la edificación de la tierra, edificación del estado, el ejército, el renacimiento de la nación en su tierra, el renacimiento de la Torá en su tierra. Ese es el camino correcto - pero es un largo camino.
Tratándose de los temas que necesitan refuerzo, el camino es largo, hay dificultades, crisis y tropiezos, pero eso no es razón para perder la esperanza. Suele ocurrirle a todo valiente que se complica en la lucha. Es triste, duele y enoja, pero no es una tragedia, no es el fin del mundo. Una tragedia es ser vencido sin haber luchado. El que es vencido en la lucha – vencerá en la próxima vez.
También un buen oficial de batalla a veces es derrotado, y también padres que son buenos educadores a veces hacen errores.
La primera pareja sobre la tierra, su hijo fue asesinado por su hermano.
Esa es una terrible tragedia, pero finalmente el Primer Hombre logró recuperarse y trajo a Shet al mundo – que nosotros somos sus descendientes. Nuestro patriarca Avraham tuvo un hijo que se hizo árabe:
Una terrible desgracia, y a pesar de ello él continuó.
A veces se tropieza y se cae, hay que saber cómo levantarse y continuar, e incluso sacar alguna ventaja de las caídas para salir con una gran riqueza de las desgracias. No enseguida, al principio se está triste, se enoja y se culpa. El que reacciona de esa forma es señal que tiene un corazón sensible y es saludable. Pero más tarde se asimila el golpe, e incluso se puede evaluar la riqueza que se adquirió. Entonces, el camino es correcto.
Alrededor nuestro hay trecientos cincuenta millones de enemigos, y dentro nuestro otros tres millones, que cuentan con el apoyo de varias potencias mundiales. El ejército es una gran mitzva: Salvación del pueblo, salvación de la tierra y santificación del Nombre de D’s. Cuando gentiles asesinan judíos – esa es una profanación del Nombre de D’s. Cuando judíos se defienden, luchan, cuando un judío se encuentra en peligro y un millón de judíos acuden en su ayuda – esa es una santificación del Nombre de D’s.
Tzaha”l (el Ejército de Defensa de Israel) es una gran santificación del Nombre de D’s. ¡El estado es algo bueno! ¡El ejército es algo bueno! ¡Debemos continuar! ¡No perdemos la esperanza! ¡No dejamos de confiar en el país ni en el ejército ni en el sionismo! ¡Nada ha cambiado! Que sea Su voluntad que lo veamos con nuestros propios ojos.
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