Los musulmanes a pesar de autodeclararse como monoteístas
así como monosofistas, comparten muchas
ideas con la idolatría contenida en cristianismo, tal es su suerte que en la Sura 3, 45 se lee:
“إِذْ قَالَتِ الْمَلَائِكَةُ يَا مَرْيَمُ
إِنَّ اللَّهَ يُبَشِّرُكِ بِكَلِمَةٍ مِنْهُ اسْمُهُ الْمَسِيحُ عِيسَى ابْنُ مَرْيَمَ
وَجِيهًا فِي الدُّنْيَا وَالْآخِرَةِ وَمِنَ الْمُقَرَّبِينَ”
“Y
recuerda] cuando le dijeron los ángeles: «¡Oh Maryamu (María)! ¡Di-s te anuncia una palabra que de Él procede! Su
nombre es El Masihu (Mesías), Isa Bnu Maryama (Jesús hijo de María- ישו
בן מרים). Será honorable en esta vida
y en la otra y de los cercanos.”
Yeshu ben Miriam (ó Isa Bnu Maryama), es mencionado en 93 versículos y en 15 capítulos
del Corán. Unas veces como “profeta”, otras como “Espíritu de Di-s”, otras como
“Mesías” y en tres ocasiones como “Palabra de Di-s”, como podemos apreciar, se le denomina de la misma forma idolatra tal como se hace en el Nuevo Testamento. A pesar de estas referencias, Mahoma en esta sección
del Corán justifica la versión apócrifa del Protoevangelio de
Santiago en el que reivindica tal leyenda griega sobre la madre de María,
así como a su padre Joaquín (o Imram, Cfr. Sura 3:34), y para minimizar estos rasgos paganos en el "sagrado" Corán, Mahoma trata
de degradar a la Torah de Mosheh poniéndola al mismo nivel del libro idolatra del Avon-Gilaion (Tabla de Iniquidad o del Evangelio) tal como se lee
en el verso 2 de esta Sura´; por otra parte, la postura del Yeshu islámico en esta sección del Corán, es el tratar de hacer kosher (aptos) a los animales taref (no aptos), tales como el camello, como se lee en los versos 50
y 93:
“وَمُصَدِّقًا لِمَا بَيْنَ يَدَيَّ مِنَ
التَّوْرَاةِ وَلِأُحِلَّ لَكُمْ بَعْضَ الَّذِي حُرِّمَ عَلَيْكُمْ ۚ وَجِئْتُكُمْ
بِآيَةٍ مِنْ رَبِّكُمْ فَاتَّقُوا اللَّهَ وَأَطِيعُونِ”
“[que
vengo] confirmando lo que ya teníais en vuestras manos procedente de la Toráh (Tawrati) y haciendo lícito para vosotros
algunas cosas que se os habían prohibido (ḥurrima)…”
“۞ كُلُّ الطَّعَامِ كَانَ حِلًّا لِبَنِي
إِسْرَائِيلَ إِلَّا مَا حَرَّمَ إِسْرَائِيلُ عَلَىٰ نَفْسِهِ مِنْ قَبْلِ أَنْ تُنَزَّلَ
التَّوْرَاةُ ۗ قُلْ فَأْتُوا بِالتَّوْرَاةِ فَاتْلُوهَا إِنْ كُنْتُمْ صَادِقِينَ”
“Todos
los alimentos [kosher] eran lícitos para
los Hijos de Israel (li-Banī ʾisrāʾīla)
excepto aquello que Israel se prohibió a sí mismo antes de que descendiera la
Toráh. Di: «Traed la Torá y leedla si es que decís la verdad.»”
Según el Tafsir (explicación oral del Islam),
aquí el nombre de Israel, significa el nombre de Ya’acov, dicen que no
comía carne de camello porque le provocaba ciática y sus descendientes,
terminaron pensando que existía una prohibición divina sobre el consumo de la
carne de camello. Mientras que la misma Torah, dice claramente que es un
precepto dado por el mismo Di-s para el pueblo de Israel, tal como leemos en la
Parasha Sh’mini, Sefer Vaicrá / Levítico,
perek 11, pasuk 4:
Tafsir de R' Saadiah Gaón, sobre Vaicra 11:4 |
אַךְ אֶת-זֶה לֹא תֹאכְלוּ מִמַּעֲלֵי הַגֵּרָה וּמִמַּפְרִסֵי הַפַּרְסָה אֶת-הַגָּמָל כִּי-מַעֲלֵה גֵרָה הוּא וּפַרְסָה אֵינֶנּוּ מַפְרִיס טָמֵא הוּא לָכֶם
واما هذا فلا تاكلوه من المصعدي ال-اجرار. وامفرق الضلف الجمل. فانه مصعد اجترار جير مضلف بضلف وهو نجس لكم
“Pero
a estos no comerán de los rumiantes y de los de planta hendida: El camello,
aunque él rumia, pero su planta no la tiene hendida, IMPURO es él para ustedes.”
Por lo cual los
judíos de la Península de Arabia acusaban a Muhamad
HaShakaran (Mahoma el charlatan) de no seguir las creencias de Avraham
Avinu y de los profetas anteriores, al considerarla lícita para el consumo; es
por ello que Mahoma introduce en su “revelación divina” múltiples acusaciones e
insultos hacia el pueblo judío (o los judíos residentes en Arabia) a lo largo
de esta Sura’ en especial llega a
referirse a ellos bajo estos términos:
“وَمَنْ يَبْتَغِ غَيْرَ الْإِسْلَامِ
دِينًا فَلَنْ يُقْبَلَ مِنْهُ وَهُوَ فِي الْآخِرَةِ مِنَ الْخَاسِرِينَ”
“Y
a quien desee otra creencia diferente al Islam no se le aceptará y en la otra
vida será de los perdedores”
Sura
3:48.
Baidawi, se
refiere a que son los judíos que se alejaron de la “verdad” de Mahoma, quienes
se hundieron en el “error” de no reconocer a Yeshu HaMamzer (Jesús el bastardo)
como uno de los profetas del Islam. (Ver.
Baidawi, Tafsir,
ed. Ministry of Interior, Cairo, 1355, Vol. I, p.80). En la aberración de Mahoma, se atreve a utilizar,
así como a plagiar el lenguaje del Talmud,
como del Tana”j, para ponerlo en contra
del pueblo judío (o de los judíos de Arabia). Por ejemplo, Mahoma se remitiría a
lo que dice el Tratado del Talmud Bavli Masejet Erubin 19 a en el que se lee:
“Los
malvados no se arrepienten, incluso si están en la puerta del infierno”
La advertencia
que arroja Muhamad a los judíos que no le tienen en cuenta lo que el dice y
predica bajo la supuesta inspiración profética (Jalilah), a su consideración, los judíos (y posteriormente otras naciones que no acepten el Islam como fe),
no podrían beneficiarse de su predicación, tal es su verborragia que implementa
de nuevo la declaración talmúdica de que el rasha
(malvado) se hace de sí mismo poco en aprender del tzadik (justo) (ver. Talmud Bavli Masejet Yoma’ 38b).
Mahomah, lejos
de ser un profeta autentico, plagia, y acomoda a su capricho las palabras de
nuestra Torah Escrita y Oral para justificar su postura megalómana y así
asentar su postura errada de cómo interpretar la Torah y el Avon-Gilaion (Evangelio) a su servicio. Tales
posturas no son las adecuadas de un Mensajero de Di-s, pero si son cercanas a
los mercenarios de la fe.
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