Ieshiva Ateret Ierushalaim
Bajo la dirección del
Rabino Shlomo Aviner
La halajá oportunista
Ese par de palabras – halajá oportunista – encierra una contradicción interna.
¿Qué es oportunismo? Es averiguar qué es lo que tiene éxito, qué es lo que cae en gracia, qué es popular. Pero lahalajá es Divina, eterna, absoluta, como enclavada.
Toda persona tiene metas, tiene ideales. Pero, ¿qué hará cuando eso se despedaza chocando con las piedras de la realidad? El oportunismo propone: Sencillamente, se debe aprovechar lo mejor que se pueda las oportunidades, renunciando o cambiando las metas iniciales según lo que es fácil de alcanzar. Hay que cambiar la fidelidad a los principios, según las cambiantes posibilidades de éxito.
Según ello, cuando hay una contradicción entre la halajá y la realidad, la halajá oportunista dirá: La realidad es la que determina, y hay que adaptar la halajá a ella. Por supuesto, hay cierto desagrado notorio, también el público general puede llegar a sorprenderse, y para eso hay sofisticados métodos de adaptación formal. Los herejes de la universidad arguyen que así hicieron los Tanaim (sabios de la época de la Mishná). Por ejemplo, les parecía que la halajá relativa al hijo rebelde no es humana, es un fósil del pasado, hay que cambiarla, y por ello inventaron la condición que ambos padres deben ser muy parecidos en su aspecto físico, en su altura, lo que por supuesto es imposible, y de esa forma neutralizaron en forma elegante esa halajá. Esos herejes piensan que así hicieron los Tanaim y luego los Amuraim(sabios de la época de la Gmará), y así continuaron durante las generaciones – que D’s se apiade de ellos.
En forma similar, la halajá oportunista cambia la fidelidad a las halajot de la Torá según las posibilidades de éxito cambiantes – es decir, según el público. Así funciona: Cambio de posturas a raíz de situaciones diferentes de fuerzas en el ámbito popular y de encuestas.
Nos recuerda un poco el episodio de Rajamim Clanter, miembro del movimiento HaPoel HaMizraji en la municipalidad de Ierushalaim, cuando intentaron expulsar al alcalde porque apoyaba la construcción de un Beit Kneset (Sinagoga) reformista. En ese entonces, Clanter cambió su opinión y apoyó la decisión del alcalde, a cambio de ser nombrado vise alcalde y encargado de los asuntos religiosos. Para evitar el Clanterismo, fue hecha una ley según la cual un parlamentario debe renunciar al parlamento antes de poder pasar a ser parte de otro partido.
Un ejemplo de halajá oportunista: Muchos de los que habitan en Tzion no simpatizan con la conversión que exige la aceptación de las mitzvot. Por ello, hay que cambiar la definición: Pertenencia nacional. Alcanza con “tu pueblo es mi pueblo”, sin necesidad de “tu D’s es mi D’s”. Por supuesto, no es sólo un cambio en la definición de la conversión, es también un cambio en la definición del pueblo.
Otro ejemplo: Es un hecho que muchas muchachas se enrolan en el ejército, en contra de la determinación de laRabanut HaRashit (el Supremo Rabinato). La solución es muy sencilla: Una nueva determinación de la halajá, según la cual ellas pueden enrolarse.
Otro ejemplo: En la cultura moderna hay mucha inmundicia, pero el público la ama, con todas sus cosas malas. Por ello, hay que determinar en la halajá que todo está permitido, todo está bien, salvo algunos cambios cosméticos. Toda película y todo libro son interesantes, están permitidos, porque sólo es cultura - incluso si hay un poco de herejía, un poco de calumnias, un poco de relaciones prohibidas, porque a fin de cuentas es la minoría. No es nada terrible.
Pero nosotros, los discípulos de nuestro Rav Moshé, cuando hay una contradicción entre la realidad y la halajá decimos: ¡D’s determina! ¿Por qué? Porque D’s también determina la naturaleza Divina del alma. Y lo que está escrito con letras en la halajá, es lo que se encuentra en el interior de nuestra vida, escrito con letras de alma. “Israel y la Torá son uno”. En efecto, es un concepto espiritual, y por ello el que no profundiza su fe, corre el peligro de caer en la halajá oportunista.
Pero nosotros, los discípulos de nuestro Rav Moshé, cuando hay una contradicción entre la realidad y la halajá decimos: ¡D’s determina! ¿Por qué? Porque D’s también determina la naturaleza Divina del alma. Y lo que está escrito con letras en la halajá, es lo que se encuentra en el interior de nuestra vida, escrito con letras de alma. “Israel y la Torá son uno”. En efecto, es un concepto espiritual, y por ello el que no profundiza su fe, corre el peligro de caer en la halajá oportunista.
Por supuesto, no lo escribo para los oportunistas de la halajá. Ellos no lo entenderán, porque ellos piensan que santifican el Nombre de D’s. Yo lo escribo para mí mismo, para nosotros, para que no nos entreveremos.
Nuestro Rav Moshé está enterrado frente a Beit Peor - es la antitesis del culto a Peor y toda la inmundicia, incluso si está envuelta de buenos modales. No todo punto de vista es válido (Olat Reaya Bet 177).
El Rav Kuk cita el Zohar: “El otro aspecto comienza por la unión y termina con la separación. El aspecto de la kdushá(santidad) comienza con la separación y termina con la unión” (Orot HaKodesh Bet 440-441, Orot HaKodesh Alef 15). No se pueden unir juntas dos cosas opuestas.
Es semejante a la época de los barcos a vela: Habían pasajeros en los puertos sin un destino fijo, sino que cambiaba según la dirección que soplaba el viento. Ellos viajaban en la dirección del viento.
Y nosotros viajamos en dirección a “Mi espíritu que está en ti y Mis palabras que he puesto en tu boca, no cesarán de tu boca ni de la boca de tu simiente ni de la boca de la simiente de tu simiente, dijo el Eterno, desde ahora para siempre”.
En relación al artículo de la semana pasada, acotó un lector:
"En cuanto a lo que fue dicho respecto al Rav Neuwirth zt"l que fue publicado en Beahava UbeEmuna: Yo leí que del puerto Marsella salió un barco llamado “Biria” en el Shabat de la Parashá Shlaj Leja en el año 5706 con 1000 Maapilim(inmigrantes ilegales), entre ellos 300 jóvenes religiosos. Ellos lo hicieron justamente en Shabat y les fue leída la carta del Rav Hertzog zt”l que lo permitía. La razón era porque en Shabat había menos guardias, y ese viaje era ilegal a los ojos del gobierno, y por supuesto a los ojos de los británicos. Por lo visto, el Rav Neuwirth salió en ese barco o algún otro barco que salió junto con él, y no lo sabía, por lo que pensó que se trataba de un desprecio del Shabat, D’s no lo permita. Gracias a D’s somos merecedores de juzgar para bien a Am Israel (el Pueblo de Israel)".
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