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8/06/2012

Rav Shlomo Aviner Shlit"a: ¿Enrolar a los alumnos de las ieshivot?


¿Enrolar a los alumnos de las ieshivot?

Pregunta: ¿Acaso ha llegado el momento de obligar a todos los alumnos de las ieshivot (centros de estudio de la Torá) a enrolarse en el ejército? ¿Acaso no constituye un precepto religioso que todos participen y sirvan a la patria?
Respuesta: Durante la Guerra de la Independencia, hubo Rabanim (rabinos) que amaban a la tierra de Israel y creían en la redención que consideraron que los alumnos de las ieshivot debían consagrarse día y noche únicamente al kodesh (lo santo), a la enseñanza divina, a través del estudio de la Torá.
Sin embargo, en la ieshiva de Merkaz HaRav, la opinión de nuestro maestro el Rav Tzvi Iehudá Kuk fue que había que alistarse en el ejército, tal como lo aclaró en su artículo: “Para los preceptos de la tierra”, donde detalló los preceptos y la fe que nos vincula a la Tierra de Israel (LeNetivot Israel Alef 118). De este modo, siguiendo sus enseñanzas, todos los alumnos de la ieshiva se alistaron en el ejército.
Nuestro Rav precisó que no hay exención alguna ni consideraciones especiales. Enseñó que se podía aplazar el servicio hasta que el alumno se sienta fuerte en su espíritu y se transforme en un talmid jajam (erudito del estudio de la Torá), sea grande en la Torá. Pero todos, sin excepciones, están obligados a realizar el servicio. Sus alumnos y los alumnos de sus alumnos actúan hasta el día de hoy siguiendo estas enseñanzas. Finalmente, todos llegan a las filas de Tzaha"l, el Ejército de Defensa de Israel, en diferentes marcos y por distintos períodos, siendo excelentes soldados.
No pensemos que la edad joven es la condición para el servicio militar. Hay quienes se alistan en una edad más tardía y se transforman en soldados ejemplares. Los alumnos de las ieshivot sionistas quieren al ejército y sirven en él con una alta motivación.
En cambio, en cuanto a los alumnos de las ieshivot Jarediot (ultra ortodoxas), tal parece que no hay lugar de imponer el servicio en las filas de Tzaha"l. No es posible obligarle a una persona a que sea un soldado si no tiene la motivación necesaria. Se puede imponer el pago de impuestos, el dinero llegará de todos modos. El emperador Vespasiano en su época instaló baños públicos pagos. Se sorprendieron en el Senado y dijeron: “¿Acaso de eso haremos dinero?”. Les respondió: “el dinero no tiene olor”. Así también el pago de impuestos: con o sin voluntad, contribuye al estado.
Pero un soldado contra su voluntad, no actuará como corresponde. Por lo tanto, con todo el dolor que esto significa, hay que ser pacientes. Si D’s quiere, con el tiempo, encontraremos soluciones que sean también aceptadas por el público Jaredi.
Un ideal no puede ser impuesto por la fuerza: ni forzando a los jilonim (judíos seculares) para que lleguen a laTorá, ni a los Jaredim para que se enrolen en el ejército. Hay que convencer, hay que entusiasmar.
Llevará tiempo, pero con la ayuda de D’s, lograremos hacerlo.


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