Biblioteca Medicea Laurenziana, Manuscrito Plutei_02.17 143r |
Comentario.
Los judíos como lobos: 'He aquí que yo os envío como corderos en medio de lobos'
Aquí resulta ser que “el ganado que fue rechazado de la Casa de Israel”, Yesh"u envía a sus discípulos, y resulta que tal ganado (u ovejas) son para el mismo Yesh”u como “lobos” y en su calidad de tales tratarán como a “ovejas” a sus discípulos.
Podría leerse de otra manera:
“Miren que los judíos con quién van a tratar son malignos e inteligentes, y frente a ellos ustedes resultan como niños, así que cuídense porque ellos tienen muchas posibilidades de éxito frente a ustedes y los pueden destruir”.
Bajo esa perspectiva los discípulos están muy lejos de ejercer su tarea sin prejuicios.
La "dulce" enseñanza de tolerancia: !Cuidado con los "malvados" judíos!
Por otra parte Yesh”u HaPoshea estipula que a pesar que tales judíos nos los llevaran ante el sistema de justicia de cada comunidad, pero a los “inocentes” jinujim (discípulos) de Yesh”u se le entregará ante diversos tribunales numerosos reinados.
Aquí encontramos una manera sutil de inducir la creencia en la casi exclusiva responsabilidad de los judíos por la persecución, maltrato y muerte de los cristianos. Esto se hará extensivo, luego, a la muerte del propio Yesh”u.
Son muchos los párrafos donde en forma encubierta, se nos dibuja a la comunidad judía de esa época (y por extensión a su descendencia) como ciega y sorda frente a una “verdad revelada”. Este constante señalamiento alcanza su punto más álgido cuando, por la muerte del Poshea’ de Yesh”u, y creyéndolo de naturaleza divina hecha hombre (según se lee en Juan 1:14: “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”), se termina por acusarlos de haber matado a una deidad, de ser el pueblo que asesinó a Di-s.
Hemos explorado un conjunto de elementos que avalan la certeza de que Yesh”u no fue el enviado de Di-s, el esperado Mesías. Las circunstancias, testimonios, citas bíblicas en las que me apoyo son prácticamente las mismas en las que se pudieron sustentar a través del tiempo en cualquier comunidad judía a lo largo del tiempo para NO aceptar a Yesh”u como Mashiaj (Mesías). Examinando sin fanatismos el Tana”j (la Biblia Hebrea) se reconoce que Yesh”u NO es el Mashiaj anunciado allí.
Los redactores evangélicos se tomaron mucho trabajo en formar en la mente de sus lectores (de múltiples y discretas maneras) la firme convicción de que los judíos son, en definitiva: los asesinos de Di-s, la raza maldita, la vergüenza de Dios como ex pueblo elegido que negó a “su hijo”. Este ataque fue mentiroso en su sustento bíblico y certero en su objetivo propagandístico. Aunque muchos se resistan a admitirlo, ha sido y es una de las causas principales de antisemitismo en el mundo.
En los párrafos siguientes transcribiré tres citas evangélicas altamente anti judías que analizaremos. Sirva este medio para ayudar al lector a visualizar con mayor facilidad otros textos que denotan un marcado grado de invitación a la condena del pueblo judío.
En Hechos 4:8-11, se puede leer:
“Entonces Pedro, lleno de espíritu santo, les dijo: Jefes del pueblo y ancianos de Israel... Sépanlo todos ustedes y que lo sepa todo el pueblo de Israel por el nombre de Yesh”u HaMashiaj de Nazaret, a quien ustedes crucificaron... Yesh”u es la piedra que ustedes, los constructores, despreciaron...”.
No cabe dudas que Pedro recalca de manera directa la culpabilidad de los judíos en la muerte de Yesh”u. Obsérvese que, si bien se indica a los jefes del pueblo y los ancianos como los que lo crucificaron, luego termina incorporando a todos los judíos al aludir a los constructores. Si tenemos presente el estado de ánimo de cualquier persona no judía que pudiera ser seguidor o al menos admirador de Yesh”u, queda claro que esa persona no verá con simpatía a los judíos porque crucificaron a su líder y habrían mostrado, además, una actitud incomprensible al despreciarlo.
Lucas 19:47 dice:
“Todos los días Ieshu enseñaba en el Templo, y los jefes de los sacerdotes, los maestros de la Torah y también los jefes del pueblo andaban buscando cómo matarlo”.
Lucas nos está diciendo que los dirigentes religiosos y seglares de la comunidad judía eran unos sanguinarios que sólo pensaban en cómo asesinar a Yesh”u. Y aunque Lucas no lo cite allí, queda bien claro por los testimonios de los dos evangelistas que le anteceden, que ese deseo fue motivado tan sólo por “envidia”, lo que los transforma en peores personas aún: “Porque sabía que por envidia le habían entregado” (Mateo Griego 27:18); “Porque sabía que por envidia le habían entregado los principales sacerdotes” (Marcos 15:10). Quienes estudian el manejo de la información y la comunicación, saben que según lo que se diga y cómo se lo diga, se produce un efecto determinado en el receptor del mensaje. Para este caso en particular la conclusión a la que arriban aquellos que leen estas palabras de Lucas, cuyo terreno fue abonado antes por Mati (Mateo) y Marcos, es la siguiente: Los dirigentes judíos asesinaron a Yesh”u por envidia y el pueblo, pese a que todos los días lo habían escuchado, fue cómplice con ellos.
El apóstata Yojanan –Juan-, “el discípulo a quien Yesh”u más quería” (Yojanan 21:7), fue el que con mayor frecuencia recalcó en su evangelio la falsa premisa de la culpabilidad asesina de los judíos. Menciona con frecuencia que los “judíos” (exceptuándose a sí mismo de dicha condición) procuraban matar a Jesús, lo perseguían, sembraban miedo, etc. (Yojanan /Juan 5:18; 7:1; 10:31; 11:8; 11:53; 18:14; 19:7; 5:16; 7:11; 11:54; 5:16; 7:13; 9:22; 19:38; 20:19; 18:12). Es importante prestar atención al hecho de que Yojanan siempre asocia la palabra “judío” a hechos de incredulidad o maldad; sin embargo, salvo un par de excepciones, su evangelio nunca hace referencia a los judíos cuando se trata de convertidos o sanados. De esa manera, intencionalmente o no, se termina por asociar la palabra “judío” con todo aquel que no acepta a Jesús.
Esta línea de pensamiento se encuentra desde el principio en el evangelio de Juan, de un contenido fuertemente anti judío: “Vino a su propia casa y los suyos no lo recibieron” (Yojanan / Juan 1:11), lo que en otras palabras es lo mismo que decir: “Aunque fue primero hacia los judíos, los judíos lo despreciaron”. Y no sólo eso, a continuación, en 1:12 agrega que “a los que lo recibieron les concedió ser hijos de Di-s...”. Esa afirmación supone dos cosas:
a) aquellos que no lo recibieron (los judíos según el versículo anterior) ya no son hijos de Dios;
b) si no son hijos de Di-s, entonces ahora son hijos del enemigo de Di-s.
Alguien puede señalar a la conclusión precedente como inaplicable a los sentimientos de Yojanan / Juan, pero el Apocalipsis o Revelación, escrito por este apóstol, confirma que ese es su punto de vista.
Leemos en Apocalipsis / Revelación 2:9:
“Yo conozco tu tribulación y tu pobreza--aunque eres rico--, y la blasfemia de los que dicen ser judíos y no lo son; más bien, son sinagoga de Satanás”.
En 3:9 insiste:
“He aquí, yo te daré algunos de la sinagoga de Satanás, de los que dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten”.
Sobre 2:9 la Versión Nácar-Colunga dice:
“En los martirios de San Policarpo y San Pionio, mártires de Esmirna, aparecen los judíos como instigadores de la persecución contra los fieles”.
Sobre el mismo párrafo el Nuevo Testamento, Versión Pastoral, aprobado en Quito el 26/01/89, comenta:
“Los cristianos por ser creyentes y pueblo de Dios, son los verdaderos hijos de Abraham y los verdaderos judíos. Los judíos de raza, que no creyeron, perdieron su derecho a ostentar ese nombre. Por lo tanto, su ‘sinagoga’, o sea, su asamblea, pasa a ser la de Satanás, al oponerse a la Iglesia”.
Es evidente que el apóstol Yojanan / Juan lleva al lector a asociar a los judíos con el enemigo de Dios; la expresión “sinagoga de Satanás” es una terrible convocatoria al odio a lo judío, una asociación fatal de la palabra judío con lo más pervertido y maldito del universo.
A aquellos cristianos a los que puede dolerle este caudal de conclusiones a las que vamos arribando será provechoso recordarles un consejo del Tana”j muy aplicable para esto:
“He escogido el camino de la verdad” (Tehilim / Salmo 119:30).
Odio y persecución. 'Cuídense de los hijos del hombre. Ellos no los entregarán en sus Kehilot (congregaciones) y en sus Baté Knesiót (sinagogas), Y por lo menos [los llevarán] con los reyes'.
El presente párrafo presenta una profecía efectuada por Jesús. La misma pinta un panorama apocalíptico donde se distinguen:
a) la división familiar al punto de que sus miembros se entregarán a la muerte unos a otros;
b) el odio generalizado hacia los cristianos;
c) la llegada del Hijo del Hombre, o sea, el mesías, antes de que se acaben de recorrer todas las ciudades de Israel.
Sobre este particular, específicamente la última parte, muchas comunidades mesiánicas y cristianas sostienen que Yesh”u vendrá nuevamente (segunda venida) y es a ese momento al que se referiría la “profecía”.
Cabe señalar sobre esta creencia en el segundo advenimiento que la misma tuvo su origen después de la muerte de los últimos discípulos, ya que los primeros seguidores de Yesh”u (cristianos, mesiánicos o natzratim, etc) esperaban verlo con sus propios ojos, tal cual lo señalan todas las profecías dadas por el mismo Yesh”u en los evangelios, como ésta que citamos aquí. Al no producirse la instalación del Reino de los Cielos conforme los tiempos que él mismo había prometido, las generaciones cristianas subsiguientes debieron configurar una nueva doctrina. Esa doctrina, nueva y contraria a lo que el Tana”j indica sobre el Mashiaj y la instauración del Reino de Di-s, es la que llegó hasta nuestros días como segundo advenimiento o segunda “parusía”.
Respecto de esta profecía en particular podemos observar lo siguiente: Yesh”u asegura a sus discípulos que:
“el Hijo del hombre vendrá antes que ustedes hayan recorrido todas las ciudades de Israel” (La Biblia de Estudio, 1996,).
No cabe ninguna duda, no puede caber, respecto de que se dirige a sus discípulos de ese momento (no a futuros) porque es a ellos a los que les habla y los referencia con precisión al decir: “Ustedes”. Por otro lado es claro e irrefutable que asegura que “antes que hayan recorrido todas las ciudades de Israel”, el Hijo del Hombre, aludiendo a sí mismo, llega e instala el Reino de los Cielos. O sea, que los discípulos no iban a terminar de predicar por todo Israel cuando de repente serían sorprendidos por la maravillosa noticia de que el Reino de Di-s ya estaba entre ellos definitivamente.
Sabemos muy bien que esto NO pasó en aquel momento. Sabemos muy bien que distintas iglesias cristianas deben haber pasado por todo Israel muchas veces en tantos siglos, como por tantos otros lugares del mundo, y que la profecía de Yesh”u NO se cumplió.
Nuevamente, Yesh”u se equivocó al presumir que era el Mashiaj.
Para esta cita en particular, y para todas aquellas otras similares que veremos más adelante, es terminante la consigna del Tana”j que dice:
“[21] Y si dijeres en tu corazón: “¿Cómo sabremos cuándo no es realmente la palabra del Etern-o? [22] (tendrás en consideración que) cuando un profeta habla en el Nombre del Etern-o, si la cosa anunciada NO sucede ello significará que NO es el Eterno el que la anunció, sino el profeta por su propia cuenta [hablo]. No le teman.”
-Parasha Shoftim, Sefer Devarim / Deuteronomio 18:21-22
Post Scriptum.
El versículo:
“Y serán el ridículo y serán el horror [זעוה] para todos los pueblos, por causa de mi nombre, pues sufrirán hasta el momento de la salvación final”.
Nos indica algo interesante, es la utilización de la palabra hebrea za’avah זעוה que significa ‘horror’, la cual la encontramos en el Tana”j en varias partes:
Devarim 28:25, la cual hace alusión a las consecuencias de no observar todos los mandamientos, estatutos que ordena HaShem (28:15):
‘Y sucederá que, si no obedecieres la voz del Etern-o tu Elokim observando todos Sus Mandamientos y Estatutos que hoy te prescribo, recaerán sobre ti todas estas maldiciones:
Y por tanto caerán determinadas maldiciones, entre las cuales está:
‘El Etern-o te entregará en la mano de tus enemigos. Por un solo camino los enfrentarás pero por siete caminos huirás de ellos y temerás (לזעוה) a todos los reinos de la tierra.’
Divre HaYamim Bet / 2 Crónicas 29:9, en cuyo capítulo se relata que por haber traicionado al Etern-o, haciendo lo malo ante los ojos del Etern-o, abandonandoLe, (verso 6) sobrevino sobre Yehudah y Yerushalaim:
“Por consiguiente, la ira del Etern-o recayó sobre Yehudah y Yerushalaim, y los abandonó para el horror (לזעוה), a la desolación y a la burla, como lo estáis viendo con vuestros ojos”.
Incluso es interesante que Yesh”u diga en el verso 21 del texto hebreo de Shem-Tov:
Se garantizará que el hermano a hermano se mataran, y padre e hijo y los hijos de padres se levantan y los llevan a morir.
Tenga “paralelo” con el verso 9 del capítulo 29 de 2 Crónicas, el cual dice:
“Porque he aquí que nuestros padres han caído por la espada, y nuestros hijos y nuestras hijas y nuestras mujeres están en cautiverio por todo eso”.
Las palabras 'todos eso', se refiere a: a) No observar los Mandamientos y Estatutos, b) traicionado al Etern-o, hacer lo malo ante los ojos del Etern-o y por abandonandoLe, como se ha mencionado anteriormente. Pareciera que el mismo Yesh”u desea que sus seguidores (judíos) obtengan las maldiciones decretadas por la Torah con el fin oponerse completamente ante el Etern-o, Su Torah, Sus Mandamientos, Sus Estatutos y así ser realmente:
“el ridículo y serán el horror [זעוה] para todos los pueblos”
Yirmiyah”u / Jeremías 34:17, en cuyo capítulo se explica que por haber transgredido el Pacto del Etern-o y que no cumplieron las palabras del Pacto (verso 18) dice:
“Por lo tanto así dice el Etern-o: No me habéis escuchado para proclamar libertad cada cual a su hermano, y cada cual a su prójimo, por lo que proclamo para vosotros una libertad, dice el Etern-o, (para morir) por la espada, por la peste, y por el hambre, y os convertiré en horror [לזעוה] para todos los reinos de la tierra.”
Pareciera que tácitamente una de las promesas de Yesh”u hacía sus seguidores es que estos al ser el horror [לזעוה] de los pueblos, estos tengan –siguiendo la lógica del Tana”j-, “apreciables” obsequios "mesiánicos" o cristianos tales como:
a) morir por espada;
b) morir por la peste;
c) morir por el hambre.
Y todo por seguir al hombre de perdición: Yesh”u de Natzrat.
Yejezkel / Ezequiel 23:46, explica este capítulo que la lascivia (lujuria), los pecados y el culto a falsas deidades (verso 48) provocará ser el horror [לזעוה] como se lee:
“Por cuanto así dice Di-s el Etern-o: Una asamblea será convocada contra ellas, y serán objeto de horror [לזעוה] y de rapiña. [47] Y la asamblea les apedreará con piedras, y las tajará con espadas. Matarán a sus hijos y a sus hijas, y quemarán sus casas con fuego. [48] Y haré que la lascivia cese en la tierra, y que se enseñe a todas las mujeres a no seguir el camino de vosotras. [49] Y vuestra lascivia será castigada, y llevareis los pecados y vuestros ídolos, y sabréis que Yo Soy D-s el Etern-o”.
Hemos visto claramente con el mensaje de la Torah y los Profetas que las promesas de Yesh”u sobre ser el “terror de los pueblos-ותהיו ללעג וזעוה לכל העמים” son las implicaciones de desobedecer al Etern-o, Su Torah, Sus Mandamientos y Sus Estatutos, y de seguir caminos seculares, lascivos, idólatras (aquí se incluye cuando Yesh”u dice: ‘por causa de mi nombre…’).
Incluso el mismo Yesh”u –a pesar de su enfermiza megalomanía- francamente no creía tener el poder de la redención, ni de ser sinceramente el Mashiaj, pues él mismo dice: “pues sufrirán hasta el momento de la salvación final”.
Sinceramente tú no puedes creer que ‘ese tal’ sea el Mesías o algo benéfico para tu vida, no importando que seas judío, no-judío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante para nosotros!