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5/13/2012

La visión del mundo islámica está polarizada por la islamización (conversión) de todo el mundo, algo ajeno a la Toráh.



Para todo musulmán el fin último es el establecimiento de la ley islámica en el mundo. Pretenden formar una comunidad única. Recordemos que para los musulmanes, el mundo contemporáneo se divide en tres partes diferenciadas:

Dar al Islam (la casa del islam). La nación islámica o “umma” que comprende los territorios sometidos al Islam. También se puede interpretar como el territorio de la paz ya que no es necesario pretender islamizar. Aquí se cumple la ley islámica (sharia). 

Dar el Harb (la casa de la guerra). Abarca el resto del mundo. Es el territorio de la guerra ya que debe llegar a islamizar tarde o temprano. 

Dar al Ahd o Dar el-Suhl. El tercer territorio en el que los musulmanes son una minoría y han establecido una especie de tregua con su entorno. Es el territorio de la conciliación.

La Toráh sin embargo respeta todas las naciones del mundo. Se identifican 70 naciones además del pueblo judío. Todas ellas con un papel establecido por HaShem y que deben tener autonomía propia. No debe haber ningún tipo de enfrentamiento entre la visión judía del mundo y el resto del mundo.


En toda la Biblia Hebrea (Tanaj) multitud de veces HaShem expresa que lo es de todas las naciones sin distinción. La Torá sólo exige que los pueblos cumplan con las שבע מצוות בני נח“sheva mitzvot Benéi Nóaj” (نوح سبعة قوانين) como se verá más abajo al hablar del proselitismo.

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